sábado, 10 de mayo de 2025

PALABRA DEL SEÑOR SE IBA DIFUNDIENDO

 

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PALABRA DEL SEÑOR SE IBA DIFUNDIENDO


GUÍA DE ORACIÓN 11-05-25,  IV Domingo de Pascua

 

GUÍA: Estamos aquí, Señor. Escuchamos tu Palabra. Ilumina nuestra mente y nuestro corazón para que te conozcamos mejor. Que tu Palabra vaya haciendo camino en nuestra vida y se extienda a nuestras acciones. Conviértenos a ti y transforma cada momento en tiempo de resurrección. SILENCIO DE ADMIRACIÓN, DE ESCUCHA, DE UNIÓN.

 

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (13,14.43-52):

En aquellos días, Pablo y Bernabé desde Perge siguieron hasta Antioquia de Pisidia; el sábado entraron en la sinagoga y tomaron asiento. Muchos judíos y prosélitos practicantes se fueron con Pablo y Bernabé, que siguieron hablando con ellos, exhortándolos a ser fieles a la gracia de Dios. El sábado siguiente, casi toda la ciudad acudió a oír la palabra de Dios. Al ver el gentío, a los judíos les dio mucha envidia y respondían con insultos a las palabras de Pablo.
Entonces Pablo y Bernabé dijeron sin contemplaciones: «Teníamos que anunciaros primero a vosotros la palabra de Dios; pero como la rechazáis y no os consideráis dignos de la vida eterna, sabed que nos dedicamos a los gentiles. Así nos lo ha mandado el Señor: «Yo te haré luz de los gentiles, para que lleves la salvación hasta el extremo de la tierra.»»
Cuando los gentiles oyeron esto, se alegraron y alababan la palabra del Señor; y los que estaban destinados a la vida eterna creyeron. La palabra del Señor se iba difundiendo por toda la región. Pero los judíos incitaron a las señoras distinguidas y devotas y a los principales de la ciudad, provocaron una persecución contra Pablo y Bernabé y los expulsaron del territorio. Ellos sacudieron el polvo de los pies, como protesta contra la ciudad, y se fueron a Iconio. Los discípulos quedaron llenos de alegría y de Espíritu Santo.

GUÍA: Pablo y Bernabé anuncian la Palabra, muchos la escuchan otros la rechazan. Provocan persecución en la ciudad. El camino no es fácil. Jesús, ven con nosotros y habla a los corazones para un tiempo de salvación. Aumenta nuestra fe, fortalécenos en la esperanza y en el amor. SILENCIO DE VERDAD, DE UNIÓN, DE RESPUESTA.

 

Salmo

Sal 99,2.3.5

R/. Somos su pueblo y ovejas de su rebaño

Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores. R/.

Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo, y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño. R/.

«El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades.» R/.

 

Lectura del libro del Apocalipsis (7,9.14b-17):

Yo, Juan, vi una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua, de pie delante del trono y del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos.
Y uno de los ancianos me dijo: «Éstos son los que vienen de la gran tribulación: han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del Cordero. Por eso están ante el trono de Dios, dándole culto día y noche en su templo. El que se sienta en el trono acampará entre ellos. Ya no pasarán hambre ni sed, no les hará daño el sol ni el bochorno. Porque el Cordero que está delante del trono será su pastor, y los conducirá hacia fuentes de aguas vivas. Y Dios enjugara las lágrimas de sus ojos.

 

GUÍA: Una muchedumbre inmensa están ante el trono de Dios y ante el cordero. Contemplamos esa multitud y nos sentimos parte de ella, en la alabanza y en la adoración. La vida, cada momento participa de la gloria de la eternidad si sabemos adherirnos a ella. Confiamos, pedimos su presencia y su amor. SILENCIO DE COFIANZA, DE PRESENCIA, DE AMOR.

 

Lectura del santo evangelio según san Juan (10,27-30):

En aquel tiempo, dijo Jesús: «Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno.»

 

GUÍA: Mis ovejas escuchan mi voz, me siguen, nadie las arrebatará de mi mano. Una escena de confianza, de unión y seguridad. ¿Lo experimentamos así? Hacemos nuestra reflexión, oración, siguiendo estos pasos. Cada momento se desarrolla en unión y confianza para Jesús y cada una de sus ovejas, sus seguidores. SILENCIO DE OBSERVACIÓN, DE DESCUBRIMIENTO, DE CERCANÍA.

 

HACEMOS SÍNTESIS DE LO ESCUCHADO Y ORADO. AGRADECEMOS SU PRESENCIA Y PALABRA.

 

PEDIMOS A MARÍA QUE ACOMPAÑE EL CAMINO Y NOS FORTALEZCA EN LA FE.

 

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON LA ORACIÓN DE JESÚS: PADRE NUESTRO.

 

CANTAMOS:

 

El Señor es mi pastor

2 comentarios:

  1. El buen Pastor cuida a sus ovejas. Desde la oración sentimos este cuidado y su presencia amorosa. Interiorizamos y compartimos.

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  2. Las lecturas nos hablan del Buen Pastor. Conoce a sus ovejas y ellas le siguen. Jesús, cuida tu rebaño de todo el mundo. Haznos fuerte en la fe, seguidores de tu verdad y amor. Buen día.

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