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viernes, 27 de junio de 2025

PEDRO Y PABLO

 

 

REZA Y COMPARTE

PEDRO Y PABLO

 

GUÍA DE ORACIÓN 29-06-25  SANTOS PEDRO Y PABLO, APÓSTOLES

 

GUÍA; Empezamos nuestra oración. Entramos en el interior y nos reconocemos hijos de Dios Padre. La Iglesia se reúne en oración y pide por Pedro. Nuestra oración lo pone todo ante al Señor y alaba su santo nombre, agradeciendo las maravillas hechas en favor de los creyentes y en favor de la humanidad. SILENCIO DE AGRADECIMIENTO, DE ADORACIÓN, DE FUTURO.

 

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (12,1-11):

 

En aquellos días, el rey Herodes se puso a perseguir a algunos miembros de la Iglesia. Hizo pasar a cuchillo a Santiago, hermano de Juan. Al ver que esto agradaba a los judíos, decidió detener a Pedro. Era la semana de Pascua. Mandó prenderlo y meterlo en la cárcel, encargando su custodia a cuatro piquetes de cuatro soldados cada uno; tenía intención de presentarlo al pueblo pasadas las fiestas de Pascua. Mientras Pedro estaba en la cárcel bien custodiado, la Iglesia oraba insistentemente a Dios por él.
La noche antes de que lo sacara Herodes, estaba Pedro durmiendo entre dos soldados, atado con cadenas. Los centinelas hacían guardia a la puerta de la cárcel. De repente, se presentó el ángel del Señor y se iluminó la celda.
Tocó a Pedro en el hombro, lo despertó y le dijo: «Date prisa, levántate.»
Las cadenas se le cayeron de las manos y el ángel añadió: «Ponte el cinturón y las sandalias.»
Obedeció y el ángel le dijo: «Échate el manto y sígueme.»
Pedro salió detrás, creyendo que lo que hacía el ángel era una visión y no realidad. Atravesaron la primera y la segunda guardia, llegaron al portón de hierro que daba a la calle, y se abrió solo. Salieron, y al final de la calle se marchó el ángel.
Pedro recapacitó y dijo: «Pues era verdad: el Señor ha enviado a su ángel para librarme de las manos de Herodes y de la expectación de los judíos.»

 

GUÍA: Acompañamos a Pedro que es encarcelado, que es liberado y que sale de la cárcel. Peligros de toda clase acechan al creyente para mantener y fortalecer su fe. ¿Cómo lo vivimos nosotros? En silencio visualizamos nuestras andanzas, nuestros caminos y pedimos lo que necesitamos. SILENCIO DE RECONOCIMIENTO, DE ADMIRACIÓN, DE COMPROMISO.

Salmo

Sal 33,2-3.4-5.6-7.8-9

R/El Señor me libró de todas mis ansias

Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R/.

Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias. R/.

Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
Si el afligido invoca al Señor,
él lo escucha y lo salva de sus angustias. R/.

El ángel del Señor acampa
en torno a sus fieles y los protege.
Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él. R/.

 

 

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo (4,6-8.17-18):

Yo estoy a punto de ser sacrificado y el momento de mi partida es inminente. He combatido bien mi combate, he corrido hasta la meta, he mantenido la fe. Ahora me aguarda la corona merecida, con la que el Señor, juez justo, me premiará en aquel día; y no sólo a mí, sino a todos los que tienen amor a su venida. El Señor me ayudó y me dio fuerzas para anunciar íntegro el mensaje, de modo que lo oyeran todos los gentiles. Él me libró de la boca del león. El Señor seguirá librándome de todo mal, me salvará y me llevará a su reino del cielo. A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

 

GUÍA: También Pablo está en prisión, va a ser sacrificado. Repasa sus pasos y recorrido. Agradece la presencia de Dios en su vida. Confía en que siga cerca en sus trabajos. Da gloria a Dios por lo realizado y por lo que le falta.  Le acompañamos en su reflexión y vemos cómo estamos nosotros. SILENCIO DE VISUALIZACIÓN, DE VALORACIÓN, DE DISPONIBILIDAD.

 

Lectura del santo evangelio según san Mateo (16,13-19):

En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?»
Ellos contestaron: «Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas.»
Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»
Simón Pedro tomó la palabra y dijo: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.»
Jesús le respondió: «¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás! porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en elcielo. Ahora te digo yo: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo.»

 

GUÍA: «¡Dichoso tú, Simón,! porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo.  La fe es dada por el Espíritu Santo. Jesús se alegra con Simón y con el Padre que le descubre a los creyentes. Es el camino de la fe. SILENCIO DE CONFIANZA, ACLAMACIÓN, COMUNICACIÓN.

 

PRESENTAMOS NUESTRA ORACIÓN, ABRIMOS EL CORAZÓN AL ESPÍRITU SANTO PARA RECIBIR SUS DONES.

HABLAMOS EN EL SILENCIO DEL CORAZÓN Y RECONOCEMOS LA PRESENCIA DEL DIOS MISERICORDIOSO.

INVOCAMOS A MARÍA, MADRE Y MAESTRA DE ORACIÓN. ESCUCHAMOS.

NOS DIRIGIMOS AL PADRE DIOS, CON LAS  PALABRAS DE JESÚS: PADRE NUESTRO…

 

CANTAMOS

Tú eres Pedro y sobre esta piedra

Edificaré, edificaré, edificaré mi iglesia.

bendito el que viene en nombre del Señor (4)

 

El poder de la muerte no la podrá destruir(2)

bendito el que viene en nombre del Señor (4)

 

mensajero de paz, de armonía y amor

ayudas a los hombres a encontrar a Dios.

bendito el que viene en nombre del Señor r(4)

 

Tú que te consagraste a la Virgen María

imprime en tu pecho el sello del tepeyac.

bendito el que viene en nombre del Señor(4)

https://www.youtube.com/watch?v=9DH2tlSP4Y8

 

viernes, 6 de junio de 2025

VENIDA DEL ESPÍRITU SANTO

 

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VENIDA DEL ESPÍRITU SANTO

 

GUÍA DE ORACIÓN 08-06-25 Domingo de Pentecostés

 

GUÍA: Estaban reunidos, rezaban juntos y llega el Espíritu Santo como un viento huracanado. Todo se transforma a partir de aquel momento. Ellos se fortalecen y se sienten llenos de Dios. Nos unimos al momento y acogemos ese Espíritu que sigue viniendo sobre la Iglesia. Le recibimos con fe y nos dejamos transformar. SILENCIO INTERIOR, DE PAZ, DE CONCORDIA.

 

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles (2,1-11):

 

AL cumplirse el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. De repente, se produjo desde el cielo un estruendo, como de viento que soplaba fuertemente, y llenó toda la casa donde se encontraban sentados. Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se dividían, posándose encima de cada uno de ellos. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía manifestarse.

Residían entonces en Jerusalén judíos devotos venidos de todos los pueblos que hay bajo el cielo. Al oírse este ruido, acudió la multitud y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propia lengua. Estaban todos estupefactos y admirados, diciendo:

«¿No son galileos todos esos que están hablando? Entonces, ¿cómo es que cada uno de nosotros los oímos hablar en nuestra lengua nativa? Entre nosotros hay partos, medos, elamitas y habitantes de Mesopotamia, de Judea y Capadocia, del Ponto y Asia, de Frigia y Panfilia, de Egipto y de la zona de Libia que limita con Cirene; hay ciudadanos romanos forasteros, tanto judíos como prosélitos; también hay cretenses y árabes; y cada uno los oímos hablar de las grandezas de Dios en nuestra propia lengua».

GUÍA: Se llenaron de Espíritu Santo y empezaron a hablar a la gente, los entendían en distintas lenguas. Anunciaban las grandezas de Dios. Somos un pueblo de Espíritu Santo. Él se manifiesta en sus dones y va cambiando la superficie de la tierra por medio de cada uno de nosotros. Padre, Dios, somos tus hijos, concédenos tu Espíritu y ayuda nuestro caminar cada día. SILENCIO DE LUZ, DE CONFIANZA, DE MANIFESTACIÓN.

 

Salmo

Sal 103,1ab.24ac.29bc-30.31.34

 

R/. Envía tu Espíritu, Señor,

y repuebla la faz de la tierra

 

Bendice, alma mía, al Señor:

¡Dios mío, qué grande eres!

Cuántas son tus obras, Señor;

la tierra está llena de tus criaturas. R/.

 

Les retiras el aliento, y expiran

y vuelven a ser polvo;

envías tu espíritu, y los creas,

y repueblas la faz de la tierra. R/.

 

Gloria a Dios para siempre,

goce el Señor con sus obras;

que le sea agradable mi poema,

y yo me alegraré con el Señor. R/.

 


Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (12,3b-7.12-13):

 

HERMANOS:

Nadie puede decir: «Jesús es Señor», sino por el Espíritu Santo.

Y hay diversidad de carismas, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de actuaciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos. Pero a cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para el bien común.

Pues, lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo.

Pues todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu.

 

GUÍA: Diversidad de dones, pero un mismo Espíritu. Le acogemos con fe, con esperanza de su presencia. El Espíritu se derrama sobre el mundo y transforma los corazones y los caminos. Ven con nosotros, llénanos de tu amor para que toda la tierra quede cubierta de tu luz y santidad. Cambia lo extraviado y endereza los caminos. SILENCIO DE CAMIBO, DE ADMIRACIÓN, DE CONFIANZA.

 

Secuencia

 

Ven, Espíritu divino,

manda tu luz desde el cielo.

Padre amoroso del pobre;

don, en tus dones espléndido;

luz que penetra las almas;

fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma,

descanso de nuestro esfuerzo,

tregua en el duro trabajo,

brisa en las horas de fuego,

gozo que enjuga las lágrimas

y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,

divina luz, y enriquécenos.

Mira el vacío del hombre,

si tú le faltas por dentro;

mira el poder del pecado,

cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía,

sana el corazón enfermo,

lava las manchas,

infunde calor de vida en el hielo,

doma el espíritu indómito,

guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones,

según la fe de tus siervos;

por tu bondad y tu gracia,

dale al esfuerzo su mérito;

salva al que busca salvarse

y danos tu gozo eterno.

 

Lectura del santo evangelio según san Juan (20,19-23):

 

AL anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:

«Paz a vosotros».

Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:

«Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo».

Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:

«Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».

 

GUÍA: Recibid el Espíritu Santo. Lo escuchamos y vemos el cumplimiento de su palabra  en nuestro interior, en la vida, en cada persona. Espíritu de Dios te esperamos, hazte presente en nuestras palabras y acciones. Somos caminos por donde puedes recorrer cada día el paso de tu presencia. Agradecemos tu ser, tu estar en nosotros y en el mundo. SILENCIO PARA COMPRENDER, PARA COMUNICAR, PARA SER.

 

RECOGEMOS NUESTROS SENTIMIENTOS, NOS APOYAMOS EN ALGUNOS,¿CUÁLES?

 

OFRECE LA ORACIÓN, EL DESEO, LA ACCIÓN, PARA QUE EL ESPÍRITU LO LLENE.

 

PEDIMOS A MARÍA QUE NOS ACOMPAÑE Y ENSEÑE A ACOGERLE.

NOS DIRIGIMOS AL PADRE, COMO HIJOS Y HERMANOS ENTRE NOSOTROS. LE DECIMOS CON JESÚS: PADRE NUESTRO…

 

CANTAMOS.

Ven, Espíritu de Dios, sobre mí

 

Me abro a tu presencia

Cambiarás mi corazón. (2)

Toca mi debilidad,

Toma todo lo que soy.

Pongo mi vida en tus manos

Y mi fe.

Poco a poco llegarás

A inundarme de tu luz.

Tú cambiarás mi pasado.

Cantaré.

 

Ven,  Espíritu de Dios, sobre mí

Me abro a tu presencia

Cambiarás mi corazón. (2)

Quiero ser signo de paz.

Quiero compartir mi ser.

Yo necesito tu fuerza,

Tu valor.

Quiero proclamarte a ti.

Ser testigo de tu amor.

Entra y transforma mi vida.

¡Ven a mí! 


Fuente:https://youtu.be/6tcj1x3Ajbg
  

viernes, 25 de abril de 2025

SE ADHERÍAN AL SEÑOR

 

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SE ADHERÍAN AL SEÑOR

GUÍA DE ORACIÓN 27-04-25, II Domingo de Pascua o de la Divina Misericordia

 

GUÍA:  Estamos en tiempo de Pascua. La resurrección de Jesús se nos manifiesta. Como aquellos primeros cristianos la acogemos y avivamos la fe. Nos adherimos a su presencia y vivimos de acuerdo con su llamada a la vida. Se celebra el domingo de la Divina misericordia. Agradecemos la misericordia de Dios para con nosotros y para el mundo entero. SILENCIO DE ADMIRACIÓN, DE BÚSQUEDA, DE AGRADECIMIENTO.

 

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (5,12-16):

 

Los apóstoles hacían muchos signos y prodigios en medio del pueblo. Los fieles se reunían de común acuerdo en el pórtico de Salomón; los demás no se atrevían a juntárseles, aunque la gente se hacia lenguas de ellos; más aún, crecía el número de los creyentes, hombres y mujeres, que se adherían al Señor. La gente sacaba los enfermos a la calle, y los ponía en catres y camillas, para que, al pasar Pedro, su sombra, por lo menos, cayera sobre alguno. Mucha gente de los alrededores acudía a Jerusalén, llevando a enfermos y poseídos de espíritu inmundo, y todos se curaban.

 

GUÍA: Los apóstoles hacían muchos signos en medio del pueblo. Pedro predicaba el mensaje de Jesús y hacía sus signos. La gente creía. Nuestro mundo también se admira de los signos de Cristo, alaba las acciones de sus testigos. El Papa es reconocido por mucha gente. Sembramos alegría, esperanza y resurrección. SILENCIO DE FE, DE PRESENCIA, DE TESTIGOS.

  

Salmo

Sal 117,2-4.22-24.25-27a

 

R/. Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia

 

Diga la casa de Israel:

eterna es su misericordia.

Diga la casa de Aarón:

eterna es su misericordia.

Digan los fieles del Señor:

eterna es su misericordia. R/.

 

La piedra que desecharon los arquitectos

es ahora la piedra angular

Es el Señor quien lo ha hecho,

ha sido un milagro patente.

Éste es el día en que actuó el Señor:

sea nuestra alegría y nuestro gozo. R/.

 

Señor, danos la salvación;

Señor, danos prosperidad.

Bendito el que viene en nombre del Señor,

os bendecimos desde la casa del Señor;

el Señor es Dios, él nos ilumina. R/.

 

Lectura del libro del Apocalipsis (1,9-11a.12-13.17-19):

 

Yo, Juan, vuestro hermano y compañero en la tribulación, en el reino y en la constancia en Jesús, estaba desterrado en la isla de Patmos, por haber predicado la palabra, Dios, y haber dado testimonio de Jesús. Un domingo caí en éxtasis y oí a mis espaldas una voz potente que decía: «Lo que veas escríbelo en un libro, y envíaselo a las siete Iglesias de Asia.» Me volví a ver quién me hablaba, y, al volverme, vi siete candelabros de oro, y en medio de ellos una figura humana, vestida de larga túnica, con un cinturón de oro a la altura del pecho. Al verlo, caí a sus pies como muerto. Él puso la mano derecha sobre mí y dijo: «No temas: Yo soy el primero y el último, yo soy el que vive. Estaba muerto y, ya ves, vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del abismo. Escribe, pues, lo que veas: lo que está sucediendo y lo que ha de suceder más tarde.»

 

GUÍA: “No temas, soy el primero y el último. Vivo por los siglos.” Con Juan vemos al que vive. Escuchamos su voz y la acogemos en nosotros. Jesús se hace presente en la vida y en la Historia.  Lo adoramos y agradecemos su presencia. SILENCIO DE ENCUENTRO, DE COMPRENSIÓN, DE SABIDURÍA.

 

Lectura del santo evangelio según san Juan (20,19-31):

 

Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos.

Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a vosotros.»

Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor.

Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.»

Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados! quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.»

Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían: «Hemos visto al Señor.»

Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo.»

A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: «Paz a vosotros.»

Luego dijo a Tomás: «Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.»

Contestó Tomás: «¡Señor Mío y Dios Mío!»

Jesús le dijo: «¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto.»

Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Éstos se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo tengáis vida en su nombre.

 

GUÍA: Paz a vosotros. Les da la paz y derrama su Espíritu sobre ellos. Nos unimos al hecho, a la presencia de Jesús en aquel momento y reconocemos su estar con nosotros. Nuestro corazón se abre a la esperanza, al amor, al compromiso. Vamos hacia la nueva vida y la llenamos de paz y misericordia. SILENCIO DE ENCUENTO, DE RECONOCIMIENTO, DE ESPERANZA

 

RECOGEMOS NUESTROS SENTIMIENTOS, LA FE Y ESPERANZA QUE SE AVIVA EN NOSOTROS, EL AMOR QUE NOS DA EL PADRE EN JESÚS. INTERIORIZAMOS.

 

CON MARIA RECORREMOS EL CAMINO DE JESÚS Y AGRADECEMOS SU ENTREGA AL PADRE Y A LOS HERMANOS.

 

 CREEMOS EN SU RESURRECCIÓN.

 

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON LA ORACIÓN DE JESÚS: PADRE NUESTRO…

 

CANTAMOS

Vive el Señor, vive… llega…

 

https://www.youtube.com/watch?v=zdg5lVkPIVE



 

sábado, 12 de abril de 2025

DOMINGO DE RAMOS





 

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  1. DOMINGO DE RAMOS

GUÍA DE ORACIÓN 13-04-25 Domingo de Ramos en la Pasión del Señor

 

GUÍA:  Estamos a las puertas de la Semana Santa. Jesús entra en Jerusalén para celebrar la Pascua. Entra como el rey que ha de venir. En un borriquillo se sube y el pueblo le aclama como Rey. La gloria de Dios está sobre él. Nos unimos al pueblo y a los discípulos para aclamarle y cantar al Hijo de David. SILENCIO DE CONTEMPLACIÓN, DE ESPERANZA, DE MANIFESTACIÓN.

 

Lectura del libro de Isaías (50,4-17):

 

El Señor Dios me ha dado una lengua de discípulo; para saber decir al abatido una palabra de aliento. Cada mañana me espabila el oído, para que escuche como los discípulos.

El Señor Dios me abrió el oído; yo no resistí ni me eché atrás. Ofrecí la espalda a los que me golpeaban, las mejillas a los que mesaban mi barba; no escondí el rostro ante ultrajes ni salivazos.

El Señor me ayuda, por eso no sentía los ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no quedaría defraudado.

 

GUÍA: Isaías presenta al siervo ultrajado que se fía de Dios y confía porque no será defraudado. En el interior lo conocemos, sentimos su situación, nos unimos al dolor del mundo sufriente. Jesús será ese siervo, el cordero sacrificado por el pecado del mundo. SILENCIO DE CONTEMPLACIÓN, DE CONOCIMIENTO, DE ESCUCHA.

Salmo

Sal 21,2a.8-9.17-18a.19-20.23-24

 

R/. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?

 

Al verme, se burlan de mí,

hacen visajes, menean la cabeza:

«Acudió al Señor, que lo ponga a salvo;

que lo libre si tanto lo quiere». R.

 

Me acorrala una jauría de mastines,

me cerca una banda de malhechores;

me taladran las manos y los pies,

puedo contar mis huesos. R.

 

Se reparten mi ropa,

echan a suertes mi túnica.

Pero tú, Señor, no te quedes lejos;

fuerza mía, ven corriendo a ayudarme. R.

 

Contaré tu fama a mis hermanos,

en medio de la asamblea te alabaré.

«Los que teméis al Señor, alabadlo;

linaje de Jacob, glorificadlo;

temedlo, linaje de Israel». R.

 

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses (2,6-11):

 

Cristo Jesús, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios; al contrario, se despojó de si mismo tomando la condición de esclavo, hecho semejante a los hombres.

Y así, reconocido como hombre por su presencia, se humilló a sí mismo, hecho obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz.

Por eso Dios lo exaltó sobre todo y le concedió el Nombre-sobre-todo-nombre; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.

 

GUÍA: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre. Humillado se hace uno de los nuestros. Ofrecemos su vida, muerte y resurrección para satisfacer los pecados de todos.  SILENCIO DE APERTURA, DE UNIÓN, DE PERDÓN.

 

Pasión de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas (22,14–23,56):

 

En aquel tiempo, los ancianos del pueblo, con los jefes de los sacerdotes y los escribas llevaron a Jesús a presencia de Pilato.

No encuentro ninguna culpa en este hombre

C. Y se pusieron a acusarlo diciendo

S. «Hemos encontrado que este anda amotinando a nuestra nación, y oponiéndose a que se paguen tributos

al César, y diciendo que él es el Mesías rey».

C. Pilatos le preguntó:

S. «¿Eres tú el rey de los judíos?».

C. El le responde:

+ «Tú lo dices».

C. Pilato dijo a los sumos sacerdotes y a la gente:

S. «No encuentro ninguna culpa en este hombre».

C. Toda la muchedumbre que había concurrido a este espectáculo, al ver las cosas que habían ocurrido, se volvía dándose golpes de pecho.

Todos sus conocidos y las mujeres que lo habían seguido desde Galilea se mantenían a distancia, viendo todo esto.

C. Pero ellos insitían con más fuerza, diciendo:

S. «Solivianta al pueblo enseñando por toda Judea, desde que comenzó en Galilea hasta llegar aquí».

C. Pilato, al oírlo, preguntó si el hombre era galileo; y, al enterarse de que era de la jurisdicción de Herodes,

que estaba precisamente en Jerusalén por aquellos días, se lo remitió.

Herodes, con sus soldados, lo trató con desprecio

C. Herodes, al vera a Jesús, se puso muy contento, pues hacía bastante tiempo que deseaba verlo, porque oía hablar de él y esperaba verle hacer algún milagro. Le hacía muchas preguntas con abundante verborrea; pero él no le contestó nada.

Estaban allí los sumos sacerdotes y los escribas acusándolo con ahínco.

Herodes, con sus soldados, lo trató con desprecio y, después de burlarse de él, poniéndole una vestidura blanca, se lo remitió a Pilato. Aquel mismo día se hicieron amigos entre sí Herodes y Pilato, porque antes estaban enemistados entre si.

Pilato entregó a Jesús a su voluntad

C. Pilato, después de convocar a los sumos sacerdotes, a los magistradosy al pueblo, les dijo:

S. «Me habéis traído a este hombre como agitador del pueblo; y resulta que yo lo he interrogadodelante de vosotros y no he encontrado en este hombre ninguna de las culpas de que lo acusáis; pero tampoco Herodes, porque nos lo ha devuelto: ya veis que no ha hecho nada digno de muerte. Así que le daré un escarmiento y lo soltaré».

C. Ellos vociferaron en masa:

S. «¡Quita de en medio a ese! Suéltanos a Barrabás».

C. Este había sido metido en la cárcel por una revuelta acaecida en la ciudad y un homicidio.

Pilato volvió a dirigirles la palabra queriendo soltar a Jesús, pero ellos seguían gritando:

S. «¡Crucifícalo, crucifícalo!».

C. Por tercera vez les dijo:

S. «Pues ¿qué mal ha hecho este? No he encontrado en él ninguna culpaque merezca la muerte. Así que le daré un escarmiento y lo soltaré».

C. Pero ellos se le echaban encima, pidiendo a gritos que lo crucificara; e iba creciendo su griterío.

Pilato entonces sentenció que se realizara lo que pedían: soltó al que le reclamaban (al que había metido en la cárcel por revuelta y homicidio), y a Jesús se lo entregó a su voluntad.

Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí.

C. Mientras lo conducían, echaron mano de un cierto Simón de Cirene, que volvía del campo, y le cargaron la cruz, para que la llevase detrás de Jesús.

Lo seguía un gran gentío del pueblo, y de mujeres que se golpeaban el pecho y lanzaban lamentos por él.

Jesús se volvió hacia ellas y les dijo:

+ «Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, llorad por vosotras y por vuestros hijos, porque mirad que vienen días en los que dirán: «Bienaventuradas las estériles y los vientres que no han dado a luz y los pechos que no han criado». Entonces empezarán a decirles a los montes: «Caed sobre nosotros», y a las colinas: «Cubridnos»; porque, si esto hacen con el leño verde, ¿que harán con el seco?».

C. Conducían también a otros dos malhechores para ajusticiarlos con él.


Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen

C. Y cuando llegaron al lugar llamado «La Calavera», lo crucificaron allí, a él y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda.

Jesús decía:

+ «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen».

C. Hicieron lotes con sus ropas y los echaron a suerte.

Este es el rey de los judíos

C. El pueblo estaba mirando, pero los magistrados le hacían muecas diciendo:

S. «A otros ha salvado; que se salve a sí mismo, si él es el Mesías de Dios, el Elegido».

C. Se burlaban de él también los soldados, que se acercaban y le ofrecían vinagre, diciendo:

S. «Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo».

C. Había también por encima de él un letrero: «Este es el rey de los judíos».

Hoy estarás conmigo en el paraíso

C. Uno de los malhechores crucificados lo insultaba diciendo:

S. «¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros».

C. Pero el otro, respondiéndole e increpándolo, le decía:

S. «¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en la misma condena? Nosotros, en verdad, lo estamos justamente, porque recibimos el justo pago de lo que hicimos; en cambio, este no ha hecho nada».

C. Y decía:

S. «Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino».

C. Jesús le dijo:

+ «En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso».

Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu

C. Era ya como la hora sexta, y vinieron las tinieblas sobre toda la tierra, hasta la hora nona, porque se oscureció el sol. El velo del templo se rasgó por medio. Y Jesús, clamando con voz potente, dijo:

+ «Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu».

C. Y, dicho esto, expiró.

Todos se arrodillan, y se hace una pausa

C. El centurión, al ver lo ocurrido, daba gloria a Dios diciendo:

S. «Realmente, este hombre era justo»

 

GUÍA: La pasión nos muestra el camino que sigue Jesús en su vuelta al Padre. Danos, Señor, un corazón arrepentido, para volver a ti y reconocer nuestras culpas. Danos tu Espíritu que nos conduzca a la vida. Aviva nuestra esperanza y nuestro amor para conocerte mejor y librarnos del mal. SILENCIO DE ARREPENTIMIENTO, DE PERDÓN Y ENCUENTRO.

 

RECOGEMOS NUESTROS SENTIMIENTOS, LA FE Y ESPERRANZA QUE SE AVIVA EN NOSOTROS, EL AMOR QUE NOS DA EL PADRE EN JESÚS. INTERIORIZAMOS.

 

CON MARIA RECORREMOS EL CAMINO DE JESÚS Y AGRADECEMOS SU ENTREGA AL PADRE Y A LOS HERMANOS.

 

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON LA ORACIÓN DE JESÚS: PADRE NUESTRO…

 



CANTAMOS:

       Rem                         Mi             La

 ¡Hosanna! ¡Hosanna al Hijo de David!

      Rem                         Mi    La     Rem

 ¡Hosanna! ¡Hosanna al Hijo de David!

 

       Solm            Do           Fa                  Sib

¡Bendito el que viene en nombre del Señor,

      Solm    La           Rem

Bendito el Rey de Israel!

 

       Solm           Do         Fa              Sib

Con ramos de olivo los hijos de Israel

      Solm          La                Rem

Clamaban ¡Hosanna al Señor!

 

       Solm          Do       Fa               Sib

Con mantos vestían el paso del Señor,

    Solm           La                Rem

Gritando: ¡Hosanna al Señor!

 

    Solm     Do        Fa            Sib

Tu eres el Rey, el Rey de Israel;

    Solm   La       Rem

Honor y gloria a ti.

 

       Solm            Do            Fa                Sib

Con palmas en manos el pueblo de Israel

       Solm        La                 Rem

Clamaba: ¡Hosanna en el cielo!

 

  Solm        Do            Fa                Sib

Si ellos se callan las piedras gritarán:

     Solm        La         Rem

¡Hosanna al Hijo de Dios!


https://www.youtube.com/watch?v=sBpBHSVtvTA
 

sábado, 5 de abril de 2025

REALIZO ALGO NUEVO

 

REZA Y COMPARTE

REALIZO ALGO NUEVO

 

GUÍA DE ORACIÓN 06-04-25  V Domingo de Cuaresma, Ciclo C

GUÍA: Realizo algo nuevo. No es lo antiguo. Nos quedamos cubiertos por el don de la Palabra y vemos que sigue teniendo mensaje para nosotros hoy. Hoy es el día del Señor, Él nos guía y nos transforma. Su promesa se extiende por toda la la tierra, cubre nuestras heridas y las sana. SILENCIO DE ADMIRACIÓN, COMPRENSIÓN, BÚSQUEDA.

 

Lectura del libro de Isaías (43,16-21):

 

Esto dice el Señor, que abrió camino en el mar y una senda en las aguas impetuosas; que sacó a batalla carros y caballos, la tropa y los héroes: caían para no levantarse, se apagaron como mecha que se extingue. «No recordéis lo de antaño, no penséis en lo antiguo; mirad que realizo algo nuevo; ya está brotando, ¿no lo notáis? Abriré un camino por el desierto, corrientes en el yermo.

Me glorificarán las bestias salvajes, chacales y avestruces, porque pondré agua en el desierto, corrientes en la estepa, para dar de beber a mi pueblo elegido, a este pueblo que me he formado para que proclame mi alabanza».

 

GUÍA: Me glorificarán las bestias salvajes. Todos los seres darán gloria al Señor. Contemplamos con ellos las grandeza, la misericordia y su presencia salvadora. Invocamos su gracia para que bendiga y proteja el orbe de toda la tierra. La justicia y la paz se besan, escuchamos. SILENCIO DE MANIFESTACIÒN, DE PRESENCIA, DE CAMINO NUEVO.

 

Salmo

Sal 125,1-2ab.2cd-3.4-5.6

 

R/. El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres

 

Cuando el Señor hizo volver a los cautivos de Sión,

nos parecía soñar:

la boca se nos llenaba de risas,

la lengua de cantares. R.

 


Hasta los gentiles decían:

«El Señor ha estado grande con ellos.»

El Señor ha estado grande con nosotros,

y estamos alegres. R.

 

Recoge, Señor a nuestros cautivos

como los torrentes del Negueb.

Los que sembraban con lágrimas

cosechan entre cantares. R.

 

Al ir, iba llorando,

llevando la semilla;

al volver, vuelve cantando,

trayendo sus gavillas. R.

 

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses (3,8-14):

 

Hermanos:

Todo lo considero pérdida comparado con la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor.

Por él lo perdí todo, y todo lo considero basura con tal de ganar a Cristo y ser hallado en él, no con una

justicia mía, la de la ley, sino con la que viene de la fe de Cristo, la justicia que viene de Dios y se apoya en la fe.

Todo para conocerlo a él, y la fuerza de su resurrección, y la comunión con sus padecimientos, muriendo su misma muerte, con la esperanza de llegar a la resurrección de entre los muertos.

No es que ya haya conseguido o que ya sea perfecto: yo lo persigo, a ver si lo alcanzo como yo he sido alcanzado por Cristo.

Hermanos, yo no pienso haber conseguido el premio. Sólo busco una cosa: olvidándome de lo que queda atrás y lanzándome hacia lo que está por delante, corro hacia la meta, hacía el premio, al cual me llama Dios desde arriba en Cristo Jesús.

 


GUÍA: Conocimiento de Cristo nos hace unirnos a una vida nueva. Todas las cosas recapituladas en él. Me lanzo hacia lo que está por delante, hacia la meta. Nos transforma en personas nuevas apoyadas en él y construyendo la ciudad futura. SILENCIO DE ENCUENTRO, DE COMUNIÓN, DE ESPERANZA.

 

Lectura del santo evangelio según san Juan (8,1-11):

 

En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos. Al amanecer se presentó de nuevo en el templo, y todo el pueblo acudía a él, y, sentándose, les enseñaba.

Los escribas y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio, y, colocándola en medio, le dijeron:

– «Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras; tú, ¿qué dices?».

Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo.

Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo.

Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo:

– «El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra».

E inclinándose otra vez, siguió escribiendo.

Ellos, al oírlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos. Y quedó solo Jesús, con la mujer en medio, que seguía allí delante.

Jesús se incorporó y le preguntó:

– «Mujer, ¿dónde están tus acusadores?; ¿ninguno te ha condenado?».

Ella contestó:

– «Ninguno, Señor».

Jesús dijo:

– «Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más».

 

GUÍA: El que esté sin pecado, que tire la primera piedra.  La mujer espera la respuesta. Todos se van. Nadie la condena. Y Jesús tampoco. En las situaciones difíciles podemos ser acusados por cosas diversas. Jesús ante la mujer acusada deja que ellos decidan. Nuestro corazón en medio del barullo espera en Jesús que salva. SILENCIO DE CONTEMPLACIÓN, DE CAMINO, DE FUTURO.

 

HACEMOS SÍNTESIS DE LO ESCUCHADO Y ORADO. AGRADECEMOS SU PRESENCIA Y PALABRA.

 

PEDIMOS A MARÍA QUE ACOMPAÑE EL CAMINO DEL ADVIENTO Y NOS FORTALEZCA EN LA FE.

 

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON LA ORACIÓN DE JESÚS: PADRE NUESTRO.


CANTAMOS:

PEREGRINO, A DONDE VAS (EXODO Y LIBERACIÓN) 707

 

mim      lam    SI7                                cejilla III

mim                        SOL              lam               SI7

Peregrino a dónde vas? Si no sabes a dónde ir...

    mim                       RE                 mim

Peregrino por un camino que va a morir.

         mim                   SOL         lam            SI7

Si el desierto es un arenal, el desierto de tu vivir,

            mim                     RE                  mim

quién te guía y te acompaña en tu soledad?

 

          LA       mim                   SOL             mim

SOLO ÉL, MI DIOS, QUE ME DIO LA LIBERTAD

        lam          DO    RE     mim

SOLO ÉL, MI DIOS, ME GUIARÁ (Bis)

 

      mim                        SOL              lam                 SI7

Peregrino que a veces vas sin un rumbo en tu caminar.

       mim                      RE                  mim

Peregrino que vas cansado de tanto andar.

              mim                 SOL           lam                      SI7

Buscas fuentes para tu sed, y un rincón para descansar,

              mim                            RE                 mim

vuelve, amigo! que aquí en Egipto lo encontraras.

 

SOLO ÉL, MI DIOS…

 

        mim                 SOL         lam               SI7

Peregrino sin un porqué, Peregrino sin una luz,

       mim                   RE                   mim

Peregrino por el camino que va a la cruz.

           mim                 SOL       lam             SI7

Dios camina en tu soledad, ilumina tu corazón,

         mim                     RE                    mim

compañero de tus senderos buscando amor.

 

SOLO ÉL, MI DIOS…

 

https://www.youtube.com/watch?v=KdunueQxamY