EN ESTE MONTE
GUÍA DE ORACIÓN 15-10-17
GUÍA: Vamos hacia ti, y tú
nos atraes con el amor y la misericordia. Tu presencia se hace viva y
acogedora. Nuestra vida se entremezcla con la tuya y goza con tu salvación.
Damos gracias, adoramos. Pedimos luz al Espíritu. Luz que ilumina, calienta el
corazón, disipa las tinieblas. Visualiza tu situación y preséntala al Padre, a
Jesús, al Espíritu.
SILENCIO DE ENCUENTRO, AGRADECIMIENTO Y ADORACIÓN.
Del libro de Isaías (25,6-10a):
Aquel día, el Señor de los ejércitos preparará para todos los pueblos, en este monte, un festín de manjares suculentos, un festín de vinos de solera; manjares enjundiosos, vinos generosos. Y arrancará en este monte el velo que cubre a todos los pueblos, el paño que tapa a todas las naciones. Aniquilará la muerte para siempre. El Señor Dios enjugará las lágrimas de todos los rostros, y el oprobio de su pueblo lo alejará de todo el país. Lo ha dicho el Señor. Aquel día se dirá: «Aquí está nuestro Dios, de quien esperábamos que nos salvara; celebremos y gocemos con su salvación. La mano del Señor se posará sobre este monte.»
Aquel día, el Señor de los ejércitos preparará para todos los pueblos, en este monte, un festín de manjares suculentos, un festín de vinos de solera; manjares enjundiosos, vinos generosos. Y arrancará en este monte el velo que cubre a todos los pueblos, el paño que tapa a todas las naciones. Aniquilará la muerte para siempre. El Señor Dios enjugará las lágrimas de todos los rostros, y el oprobio de su pueblo lo alejará de todo el país. Lo ha dicho el Señor. Aquel día se dirá: «Aquí está nuestro Dios, de quien esperábamos que nos salvara; celebremos y gocemos con su salvación. La mano del Señor se posará sobre este monte.»
GUÍA: El Señor de los ejércitos
preparará este monte para todos los pueblos. Enjugará todas las lágrimas. La
mano del señor se posará sobre este monte. Una visión de la grandeza de Dios y
su cercanía. Somos agraciados por su presencia, acariciados por su salvación.
Dejemos que os llene su palabra y su acción. En el interior, agradecemos, avivamos la fe y la confianza.
SILENCIO
CONTEMPLATIVO DE FE Y CONFIANZA.
De la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses
(4,12-14.19-20):
Sé vivir en pobreza y abundancia. Estoy entrenado para todo y en todo: la hartura y el hambre, la abundancia y la privación. Todo lo puedo en aquel que me conforta. En todo caso, hicisteis bien en compartir mi tribulación. En pago, mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades con magnificencia, conforme a su espléndida riqueza en Cristo Jesús. A Dios, nuestro Padre, la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Sé vivir en pobreza y abundancia. Estoy entrenado para todo y en todo: la hartura y el hambre, la abundancia y la privación. Todo lo puedo en aquel que me conforta. En todo caso, hicisteis bien en compartir mi tribulación. En pago, mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades con magnificencia, conforme a su espléndida riqueza en Cristo Jesús. A Dios, nuestro Padre, la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
GUÍA: San Pablo expresa su situación. Está hecho a
la pobreza y a la abundancia. Todo lo puede en aquel que le da la fuerza.
Hagamos un paralelismo con nuestra vida y la suya. ¿Podemos decir lo mismo?
Atravesamos la aridez y la abundancia, confiados en la fuerza de Dios que está
con nosotros? Detallemos los sentimientos que surgen en nosotros y demos gloria
al Padre Dios en nuestro camino diario.
SILENCIO DE
SEGURIDAD Y FE
Del santo evangelio según san Mateo
(22,1-14):
En aquel tiempo, de nuevo tomó Jesús la palabra y habló en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo. Mandó criados para que avisaran a los convidados a la boda, pero no quisieron ir. Volvió a mandar criados, encargándoles que les dijeran: "Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas, y todo está a punto. Venid a la boda." Los convidados no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios; los demás les echaron mano a los criados y los maltrataron hasta matarlos. El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados: "La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encontréis, convidadlos a la boda." Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo: "Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de fiesta?" El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los camareros: "Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes." Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos.»
En aquel tiempo, de nuevo tomó Jesús la palabra y habló en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo. Mandó criados para que avisaran a los convidados a la boda, pero no quisieron ir. Volvió a mandar criados, encargándoles que les dijeran: "Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas, y todo está a punto. Venid a la boda." Los convidados no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios; los demás les echaron mano a los criados y los maltrataron hasta matarlos. El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados: "La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encontréis, convidadlos a la boda." Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo: "Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de fiesta?" El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los camareros: "Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes." Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos.»
GUÍA: Se nos presenta la parábola de los convidados a las bodas. Un
ejemplo que puede darse en nosotros, cuando somos invitados con la Palabra de
Dios, con los encuentros de cada día. Ponemos disculpas para no atender a la
invitación. Siéntete invitado por el Padre Dios. Imagina que estás ante Él y
prepara tu respuesta. ¿Cuál es la
invitación que te hace en esta oración?
SILENCIO DE ATENCIÓN, DE ESCUCHA, Y TOMA DE DECISIONES.
RECOGEMOS LA SÍNTESIS DE LA ORACIÓN
OFRECEMOS, DAMOS GRACIAS, PEDIMOS
INVOCAMOS A MARÍA PARA EL CAMINO
CANTAMOS
Nadie hay tan grande
como Tú,
nadie hay, nadie hay. (Bis)
¿Quién habrá que haga
maravillas
como las que haces tú? . (Bis)
No con la fuerza, ni la violencia,
es como el mundo cambiará. . (Bis).
como las que haces tú? . (Bis)
No con la fuerza, ni la violencia,
es como el mundo cambiará. . (Bis).
Sólo el amor lo cambiará,
sólo el amor nos salvará. . (Bis)
Nadie hay tan grande como Tú,
nadie hay, nadie hay. . (Bis)
sólo el amor nos salvará. . (Bis)
Nadie hay tan grande como Tú,
nadie hay, nadie hay. . (Bis)
¿Quién habrá que haga
maravillas…
No con las armas, ni con la guerra
es como el mundo cambiará. . (Bis)
Sólo el amor lo cambiará,
sólo el amor nos salvará. . (Bis)
Nadie hay tan grande como Tú,…
No con las armas, ni con la guerra
es como el mundo cambiará. . (Bis)
Sólo el amor lo cambiará,
sólo el amor nos salvará. . (Bis)
Nadie hay tan grande como Tú,…
¿Quién habrá que haga
maravillas
como las que haces tú? . (Bis)
como las que haces tú? . (Bis)
No con los pactos, ni
los discursos,
es como el mundo cambiará. . (Bis)
es como el mundo cambiará. . (Bis)
Sólo el amor lo cambiará,
sólo el amor nos salvará. . (Bis).