domingo, 31 de diciembre de 2017

BENDICIÓN DE LA MESA




 
BENDICIÓN DE LA MESA
CON MARÍA

Bendice, Señor, nuestra mesa  de Fin de Año.

Por una noche, al menos, deseamos ser una gran Familia,
Sin guerras, sin miseria, sin drogas y sin hambre.
Con algo más de música y alegría, con mucha más justicia y solidaridad.

Que nuestra casa, Jesús, sea  tu casa.
Que acoja tu Palabra de amor y perdón.
Consérvanos unidos.

Danos PAN Y TRABAJO durante todo el año.
Danos fuerza y ternura para ser personas abiertas y justas,
Que luchemos sin cansancios y desalientos,
Por un mundo donde haya muchos buenos días
Y muchas buenas noches,
Como la que pusiste tu tienda entre nosotros.

Que seas siempre bienvenido a esta casa,
Hasta que nos reúnas en la tuya,
Al final,
A todos los hombres y mujeres del mundo,
En la alegría  de tu reino. Así sea.

AGRADECEMOS, PADRE , TUS ALIMENTOS EXTIÉNDELOS A TODA LA HUMANIDAD





A C R Ó S T I C O



A C R Ó S T I C O    para ti.

                    F    fe, fortaleza
                    E     entusiasmo, entrega
       fami     L      ia, limpieza, luz
                    I       ilusión,
       halla    Z      go, comenZar, zambullirse

                    A     amor, alegría, actuar
       ni          Ñ     o,
                    O    obediencia, oración

     N    nacimiento,  novedad             
 h U    humildad,   unidad,                     universal             
    E    encuentro,
    V    verdad, voluntad, volver
 Di O  s

Unas palabras para rezar y desear todo el Año 2018

viernes, 29 de diciembre de 2017

SAGRADA FAMILIA



SAGRADA FAMILIA


GUÍA DE ORACIÓN 31-12-17

GUÍA: Día de la Sagrada Familia y último día del año 2017, se unen en nuestra oración. Nuestra mente se centra en la familia formada por Jesús, María, José. Admiramos su relación, su amor y respeto. Sentimos nuestro estar en familia. ¿Cuidamos  la relación, el amor, el respeto? Dejemos espacio para desarrollarlas.
El último día del año nos lleva a vivirlo con intensidad. Saborear el bien hecho, los acontecimientos favorables y lo negativo para corregir, asumir, pedir perdón o darlo. SILENCIO AGRADECIDO, DE AMOR, RESPETO, PERDÓN 

Del libro del Eclesiástico (3,2-6.12-14):

Dios hace al padre más respetable que a los hijos y afirma la autoridad de la madre sobre su prole. El que honra a su padre expía sus pecados, el que respeta a su madre acumula tesoros; el que honra a su padre se alegrará de sus hijos y, cuando rece, será escuchado; el que respeta a su padre tendrá larga vida, al que honra a su madre el Señor lo escucha. Hijo mío, sé constante en honrar a tu padre, no lo abandones mientras vivas; aunque chochee, ten indulgencia, no lo abochornes mientras vivas. La limosna del padre no se olvidará, será tenida en cuenta para pagar tus pecados.

GUÍA: Respetar, amar a la madre, respetar y amar al padre es bendecido por Dios. El hijo agradece, ama. Es don y mandato de Dios. Recorramos gestos de amor dados y recibidos. Agradezcamos el don de la familia y contribuyamos a que sea un vínculo de amor para la humanidad. SILENCIO DE AGRADECIMIENTO, DE ENTREGA Y AMOR.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses (3,12-21):

Como pueblo elegido de Dios, pueblo sacro y amado, sea vuestro uniforme la misericordia entrañable, la bondad, la humildad, la dulzura, la comprensión. Sobrellevaos mutuamente y perdonaos, cuando alguno tenga quejas contra otro. El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo. Y por encima de todo esto, el amor, que es el ceñidor de la unidad consumada. Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón; a ella habéis sido convocados, en un solo cuerpo. Y celebrad la Acción de Gracias: la palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda sabiduría; exhortaos mutuamente. Cantad a Dios, dadle gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados. Y, todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él. Mujeres, vivid bajo la autoridad de vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas. Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, que eso le gusta al Señor. Padres, no exasperéis a vuestros hijos, no sea que pierdan los ánimos.

GUÍA: Uniforme de misericordia, bondad, humildad, dulzura y comprensión. Perdonaos cuando tenéis quejas contra otro. Estas virtudes envuelven nuestros comportamientos. ¿Su ambiente nos protege? Es una  ofrenda mutua que fortalece las relaciones y la convivencia.
Esposos, hijos, amad, obedeced como Dios quiere. Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón. Acojamos cada frase y sembremos en nuestro interior. Construyamos una convivencia cordial. SILENCIO DE ACOGIDA, DE MISERICORDIA, COMPRENSIÓN.

Lectura del Santo Evangelio según san Lucas (2,22-40):

Cuando llegó el tiempo de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor. (De acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: "Todo primogénito varón será consagrado al Señor"), y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: "un par de tórtolas o dos pichones". Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre honrado y piadoso, que aguardaba el Consuelo de Israel; y el Espíritu Santo moraba en él. Había recibido un oráculo del Espíritu Santo: que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo.
Cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo previsto por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: «Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.»
Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño.
Simeón los bendijo, diciendo a María, su madre: «Mira, éste está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti, una espada te traspasará el alma.»
Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana; de jovencita había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo día y noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. Acercándose en aquel momento, daba gracias a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén. Y cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño iba creciendo y robusteciéndose, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios lo acompañaba.

GUÍA: María presenta a su hijo en el templo. Simeón lo reconoce como luz de las naciones. Nosotros también lo reconocemos y admiramos. El niño iba creciendo en sabiduría y al gracia de Dios lo acompañaba. La familia de Nazaret se desarrolla y crece en la presencia de Dios. Agradecemos nuestro crecimiento y la presencia de Dios en nuestro vivir. Valoramos el don de Dios en la familia y valoramos nuestra aportación a su crecimiento y desarrollo. SILENCI O  DE RECONOCIMIENTO, GRATITUD Y COLABORACIÓN

RECOGEMOS NUESTROS SENTIMIENTOS.

AGRADECEMOS, PEDIMOS, OFRECEMOS

INVOCAMOS A MARÍA nuestra madre.

NOS DIRIGIMOS AL PADRE con la oración de Jesús: PADRE NUESTRO.

CANTAMOS

Nace el niño en un portal, él nos trae la paz, él nos trae la Navidad, nos trae la felicidad.

CORO: Venid que es hoy Nochebuena, venid que es hoy Navidad, los pastores ya van caminando al portal, gloria a Dios y en la tierra paz.

Los ángeles vienen cantando, la estrella empieza a brillar, y en la torre las campanas no cesan de tocar, gloria a Dios y en la tierra paz.

 María cuida a su niño, José prepara el portal, los pastores de rodillas adoran al zagal, gloria Dios y en la tierra paz.









domingo, 24 de diciembre de 2017

¡FELIZ NAVIDAD!




NAVIDAD, DIOS SE HIZO NIÑO



 GUÍA: Dios ha llegado a nuestra tierra. Jesús, Niño Dios nace para todos. Le acogemos y sentimos su presencia salvadora. “La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad”.

Lectura del santo evangelio según san Juan (1,1-18):

En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. La Palabra en el principio estaba junto a Dios. Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho. En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió. Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz. La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre. Al mundo vino, y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre. Éstos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios. Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad. Juan da testimonio de él y grita diciendo: «Éste es de quien dije: "El que viene detrás de mí pasa delante de mí, porque existía antes que yo."» Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia. Porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios Hijo único, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.

GUÍA: Que contemplemos su gloria, gloria del Hijo único del Padre Dios, Nuestra contemplación nos extiende por todos los siglos y lugares. El mismo hijo de Dios nos lo ha dado a conocer.
SILENCIO CONTEMPLATIVO, DE AMOR, DE CONFIANZA Y ADORACIÓN

Sobre la noche reina,
la luz de Tu esplendor,
en medio del silencio,
del eco de Tu voz.

ESTRIBILLO:
¡Misterio del Amor!
En medio del silencio,
el Verbo se encarnó.


Nos ha nacido un Niño:
un Hijo se nos dio;
hoy brilla la esperanza,
de nuestra salvación.

ESTRIBILLO.

Huyó de nuestra carne,
la densa oscuridad,
florece la luz nueva,
de Tu inmortalidad.

¡Misterio del Amor!
En medio del silencio,
el Verbo se encarnó.  
https://www.youtube.com/watch?v=GLfYU8_JQ_w


viernes, 22 de diciembre de 2017

DÍA DE LA SALVACIÓN



DÍA DE LA SALVACIÓN

GUÍA DE ORACIÓN 24-12-17

GUÍA: Se acerca el día de la salvación. Un niño Dios aparecerá en la tierra. Se le esperaba y llega. El Padre dios se encanta ante el niño que nace en Belén. La Encarnación del Hijo de Dios nos llena de admiración. Dios mismo, hecho uno nuestro linaje. Nos unimos al maravilloso suceso que celebramos en Belén. Abrimos las puertas para que entre en nuestro mundo y en nosotros mismos. Hacemos SILENCIO DE VISUALIZACIÓN, AGRADECIMIENTO, ADORACIÓN.

Del segundo libro de Samuel (7,1-5.8b-12.14a.16):

Cuando el rey David se estableció en su palacio, y el Señor le dio la paz con todos los enemigos que le rodeaban, el rey dijo al profeta Natán: «Mira, yo estoy viviendo en casa de cedro, mientras el arca del Señor vive en una tienda.»
Natán respondió al rey: «Ve y haz cuanto piensas, pues el Señor está contigo.»
Pero aquella noche recibió Natán la siguiente palabra del Señor: «Ve y dile a mi siervo David: "Así dice el Señor: ¿Eres tú quien me va a construir una casa para que habite en ella? Yo te saqué de los apriscos, de andar tras las ovejas, para que fueras jefe de mi pueblo Israel. Yo estaré contigo en todas tus empresas, acabaré con tus enemigos, te haré famoso como a los más famosos de la tierra. Daré un puesto a Israel, mi pueblo, lo plantaré para que viva en él sin sobresaltos, y en adelante no permitiré que los malvados lo aflijan como antes, cuando nombré jueces para gobernar a mi pueblo Israel. Te pondré en paz con todos tus enemigos, y, además, el Señor te comunica que te dará una dinastía. Y, cuando tus días se hayan cumplido y te acuestes con tus padres, afirmaré después de ti la descendencia que saldrá de tus entrañas, y consolidaré su realeza. Yo seré para él padre, y él será para mí hijo. Tu casa y tu reino durarán por siempre en mí presencia; tu trono permanecerá por siempre.»

GUÍA: David quiere hacer una casa digna para Dios. Es aceptado por Él y le promete su presencia “Yo estaré contigo en todas tus empresas”.
Nuestra relación con Dios ¿qué es  capaz de ofrecerle? En lo poco o en lo mucho, Dios da su respuesta: Yo estaré contigo en todas tus empresas”. Fijémonos en la ofrenda y en la respuesta. Sintamos cómo se nos dice a nosotros personalmente, actualicemos la experiencia. SILENCIO DE RESPUESTA, ESCUCHA, OFRENDA.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (16,25-27):

Al que puede fortaleceros según el Evangelio que yo proclamo, predicando a Cristo Jesús, revelación del misterio mantenido en secreto durante siglos eternos y manifestado ahora en los escritos proféticos, dado a conocer por decreto del Dios eterno, para traer a todas las naciones a la obediencia de la fe al Dios, único sabio, por Jesucristo, la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

GUÍA: Gloria a Dios, en esa acogida del Evangelio que escuchamos y recibimos. Nos alegramos en la escucha de la revelación del misterio de Dios. Nos alegramos en el Dios que está para llegar. Nos alegramos en su venida al mundo que le espera y a nosotros que le recibimos en humildad. Ven, Señor.
SILENCIO DE ESPERA, DE ALEGRÍA, DE MANOS ABIERTAS.

Lectura del santo evangelio según san Lucas (1,26-38):

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.»
Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél.
El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.»
Y María dijo al ángel: «¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?»
El ángel le contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.» 

María contestó: «Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.»
Y la dejó el ángel.
GUÍA: El ángel saluda a María de parte de Dios. Nos imaginamos a Dios, al ángel y a María. El ángel anunciando a María lo que Dios quiere para ella.
El ángel nos anuncia lo que Dios quiere para nosotros. Dios quiere entrar en nuestro mundo y se lo dice a María. Dios también quiere entrar hoy, nos lo dice a los creyentes, a ti, a mí…Nos centramos en este momento y tratamos de responder como María: Hágase. SILENCIO DE ADMIRACIÓN, ESCUCHA, RESPUESTA.

SINTETIZAMOS NUESTRA ORACIÓN en una frase.

PRESENTAMOS NUESTROS DESEOS, PEDIMOS, AGRADECEMOS.

INVOCAMOS A MARÍA.

NOS DIRIGIMOS AL PADRE con la oración de Jesús: PADRE NUESTRO


CANTAMOS: 

La Virgen sueña caminos, está a la espera; 
la Virgen sabe que el niño, está muy cerca. 
De Nazaret a Belén hay una senda; 
por ella van los que creen, en las promesas. 

Los que soñáis y esperáis, la buena nueva, 
abrid las puertas al Niño, que está muy cerca. 
El Señor, cerca está; él viene con la paz 
El Señor cerca está; él trae la verdad. 


En estos días del año, el pueblo espera 
que venga pronto el Mesías, a nuestra tierra. 
En la ciudad de Belén, llama a las puertas, 
pregunta en las posadas, y no hay respuesta. 

Los que soñáis y esperáis la buena nueva, 

martes, 19 de diciembre de 2017

NOVENA DEL NIÑO DIOS



NOVENA DEL NIÑO DIOS

Nos unimos a toda la Iglesia que se prepara para la venida de Jesús.
Puedes cantar esta canción  cada día, acompañar a María en el camino hacia Belén y repetir una estrofa a lo largo del día. Seremos muchos los que nos preparamos a su venida. 

¡Cielos, lloved vuestra justicia!

¡Cielos, lloved vuestra justicia!
¡Ábrete, tierra!
¡Haz germinar al Salvador!

1.-Oh Señor, Pastor de la casa de Israel,
que conduces a tu pueblo,
ven a rescatarnos por el poder de tu brazo.
Ven pronto, Señor. ¡Ven, Salvador!

2.-Oh Sabiduría, salida de la boca del Padre,
anunciada por profetas,
ven a enseñarnos el camino de la salvación.
Ven pronto, Señor. ¡Ven, Salvador!

3.-Hijo de David,
estandarte de los pueblos y los reyes,
a quien clama el mundo entero,
ven a libertarnos, Señor, no tardes ya.
Ven pronto, Señor. ¡Ven, Salvador!

4.-Llave de David y Cetro de la casa de Israel,
tú que reinas sobre el mundo,
ven a libertar a los que en tinieblas te esperan.
Ven pronto, Señor. ¡Ven, Salvador!


 5.-Oh Sol naciente,
esplendor de la luz eterna
y sol de justicia,
ven a iluminar a los que yacen en sombras de muerte.
Ven pronto, Señor. ¡Ven, Salvador!

6.-Rey de las naciones y Piedra angular de la Iglesia,
tú que unes a los pueblos,
ven a libertar a los hombres que has creado.
Ven pronto, Señor. ¡Ven, Salvador!

7.-Oh Emmanuel,
nuestro rey, salvador de las naciones,

esperanza de los pueblos,
ven a libertarnos, Señor, no tardes ya.
Ven pronto, Señor. ¡Ven, Salvador!


https://www.youtube.com/watch?v=mgITyEI4-F0

Ven, Señor a nuestras vidas, danos paz, amor, fe y alegría





viernes, 15 de diciembre de 2017

ESPÍRITU DEL SEÑOR SOBRE MÍ




ESPÍRITU DEL SEÑOR SOBRE MÍ

GUÍA DE ORACIÓN 17- 12-17
GUÍA: Nuestro Adviento avanza. La preparación va siendo realidad en los corazones que esperan al Señor. Vemos la multitud que espera la salvación. ¿Estamos entre los que esperan al Señor? Renovemos la conciencia y abramos los oídos para oír mejor la invitación del mensajero. ¿Verdaderamente escuchamos? ¿Cuál es nuestra respuesta? SILENCIO DE FE, ESCUCHA Y RESPUESTA.

Del libro de Isaías (61,1-2a.10-11):

El Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviado para dar la buena noticia a los que sufren, para vendar los corazones desgarrados, para proclamar la amnistía a los cautivos, y a los prisioneros la libertad, para proclamar el año de gracia del Señor. Desbordo de gozo con el Señor, y me alegro con mi Dios: porque me ha vestido un traje de gala y me ha envuelto en un manto de triunfo, como novio que se pone la corona, o novia que se adorna con sus joyas. Como el suelo echa sus brotes, como un jardín hace brotar sus semillas, así el Señor hará brotar la justicia y los himnos ante todos los pueblos.

GUÍA: Isaías se siente portador del Espíritu del señor. Anuncia perdón, amnistía a los cautivos, año de gracia del Señor. Dios hará brotar la justicia, ante todos los pueblos. Acogemos este anuncio. El cambio se dará en nuestra tierra. Pedimos que su palabra se cumpla en cada uno de nosotros y la transmitamos a nuestro alrededor. SILENCIO DE ENCUENTRO, PETICIÓN, OFRENDA.


Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (5,16-24):

Estad siempre alegres. Sed constantes en orar. Dad gracias en toda ocasión: ésta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús respecto de vosotros. No apaguéis el espíritu, no despreciéis el don de profecía; sino examinadlo todo, quedándoos con lo bueno. Guardaos de toda forma de maldad. Que el mismo Dios de la paz os consagre totalmente, y que todo vuestro espíritu, alma y cuerpo, sea custodiado sin reproche hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo. El que os ha llamado es fiel y cumplirá sus promesas.

GUÍA: Estad siempre alegres. En toda ocasión tened la Acción de Gracias. En el interior, reconocemos la  fuerza de Dios y su salvación. Presentamos la acción de Gracias en todo momento. Que nos guarde de toda maldad y nos custodia en fidelidad. Hagamos nuestras las palabras de San Pablo. Es tiempo de acogerlas y ponerlas en acción.  SILENCIO DE INTERIORIZACIÓN, PETICIÓN, ACCIÓN.


Lectura del santo evangelio según san Juan (1,6-8.19-28):

Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz.
Y éste fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan, a que le preguntaran: «¿Tú quién eres?»
Él confesó sin reservas: «Yo no soy el Mesías.»
Le preguntaron: «¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?»
El dijo: «No lo soy.»
«¿Eres tú el Profeta?» Respondió: «No.»
Y le dijeron: «¿Quién eres? Para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado, ¿qué dices de ti mismo?»
Él contestó: «Yo soy la voz que grita en el desierto: "Allanad el camino del Señor", como dijo el profeta Isaías.»
Entre los enviados había fariseos y le preguntaron: «Entonces, ¿por qué bautizas, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?»
Juan les respondió: «Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia.»
Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde estaba Juan bautizando.


GUÍA: Juan Bautista, testigo de la luz. Voz que grita en el desierto: Allanad el camino al Señor. Lo decía entonces y lo dice ahora. Allanad el camino. ¿Escuchamos?
Jesús viene también hoy. Se nos hace presente en la Palabra de Dios, en el corazón, en la Eucaristía. Sintamos su presencia en cada uno y acojámosle. SILENCIO DE ESCUCHA, DE ACOGIDA, DE ENCUENTRO.

RECOGEMOS NUESTROS SENTIMIENTOS EN UNA FRASE.

PRESENTAMOS PENSAMIENTOS, INQUIETUDES, PEDIMOS Y OFRECEMOS.

INVOCAMOS A MARÍA PARA QUE NOS ACOMPAÑE.

DECIMOS CON JESÚS: PADRE NUESTRO…

CANTAMOS

Un pueblo que camina por el mundo
gritando: ven Señor,
un pueblo que busca en esta vida
la gran liberación.

Los pobres siempre esperan el amanecer
de un día mas justo y sin opresión,
los pobres hemos puesto la esperanza en ti,
Libertador.

Salvaste nuestra vida de la esclavitud
esclavos de la ley sirviendo en el temor,
nosotros hemos puesto la esperanza en ti,
Dios del amor.

El mundo por la guerra sangra sin razón
familias destrozadas buscan un hogar,
el mundo tiene puesto su esperanza en ti
Dios de la paz.
- FUENTE -
MUSICA.COM

https://www.youtube.com/watch?v=kgYZTOFyPac



martes, 12 de diciembre de 2017

ALEGRÍA DEL AMOR 5




 
PAPA FRANCISCO

Capítulo segundo
REALIDAD Y DESAFÍOS DE LAS FAMILIAS

31. El bien de la familia es decisivo para el futuro del mundo y de la Iglesia. Son incontables los análisis que se han hecho sobre el matrimonio y la familia, sobre sus dificultades y desafíos actuales. Es sano prestar atención a la realidad concreta, porque «las exigencias y llamadas del Espíritu Santo resuenan también en los acontecimientos mismos de la historia», a través de los cuales «la Iglesia puede ser guiada a una comprensión más profunda del inagotable misterio del matrimonio y de la familia»[8]. No pretendo presentar aquí todo lo que podría decirse sobre los diversos temas relacionados con la familia en el contexto actual. Pero, dado que los Padres sinodales han dirigido una mirada a la realidad de las familias de todo el mundo, considero adecuado recoger algunos de sus aportes pastorales, agregando otras preocupaciones que provienen de mi propia mirada.

32. «Fieles a las enseñanzas de Cristo miramos la realidad de la familia hoy en toda su complejidad, en sus luces y sombras [...] El cambio antropológico-cultural hoy influye en todos los aspectos de la vida y requiere un enfoque analítico y diversificado»[9]. En el contexto de varias décadas atrás, los Obispos de España ya reconocían una realidad doméstica con más espacios de libertad, «con un reparto equitativo de cargas, responsabilidades y tareas [...] Al valorar más la comunicación personal entre los esposos, se contribuye a humanizar toda la convivencia familiar [...] Ni la sociedad en que vivimos ni aquella hacia la que caminamos permiten la pervivencia indiscriminada de formas y modelos del pasado»[10]. Pero «somos conscientes de la dirección que están tomando los cambios antropológico-culturales, en razón de los cuales los individuos son menos apoyados que en el pasado por las estructuras sociales en su vida afectiva y familiar»[11].


33. Por otra parte, «hay que considerar el creciente peligro que representa un individualismo exasperado que desvirtúa los vínculos familiares y acaba por considerar a cada componente de la familia como una isla, haciendo que prevalezca, en ciertos casos, la idea de un sujeto que se construye según sus propios deseos asumidos con carácter absoluto»[12]. «Las tensiones inducidas por una cultura individualista exagerada de la posesión y del disfrute generan dentro de las familias dinámicas de intolerancia y agresividad»[13]. Quisiera agregar el ritmo de vida actual, el estrés, la organización social y laboral, porque son factores culturales que ponen en riesgo la posibilidad de opciones permanentes. Al mismo tiempo, encontramos fenómenos ambiguos. Por ejemplo, se aprecia una personalización que apuesta por la autenticidad en lugar de reproducir comportamientos pautados. Es un valor que puede promover las distintas capacidades y la espontaneidad, pero que, mal orientado, puede crear actitudes de permanente sospecha, de huida de los compromisos, de encierro en la comodidad, de arrogancia. La libertad para elegir permite proyectar la propia vida y cultivar lo mejor de uno mismo, pero si no tiene objetivos nobles y disciplina personal, degenera en una incapacidad de donarse generosamente. De hecho, en muchos países donde disminuye el número de matrimonios, crece el número de personas que deciden vivir solas, o que conviven sin cohabitar. Podemos destacar también un loable sentido de justicia; pero, mal entendido, convierte a los ciudadanos en clientes que sólo exigen prestaciones de servicios.

34. Si estos riesgos se trasladan al modo de entender la familia, esta puede convertirse en un lugar de paso, al que uno acude cuando le parece conveniente para sí mismo, o donde uno va a reclamar derechos, mientras los vínculos quedan abandonados a la precariedad voluble de los deseos y las circunstancias. En el fondo, hoy es fácil confundir la genuina libertad con la idea de que cada uno juzga como le parece, como si más allá de los individuos no hubiera verdades, valores, principios que nos orienten, como si todo fuera igual y cualquier cosa debiera permitirse. En ese contexto, el ideal matrimonial, con un compromiso de exclusividad y de estabilidad, termina siendo arrasado por las conveniencias circunstanciales o por los caprichos de la sensibilidad. Se teme la soledad, se desea un espacio de protección y de fidelidad, pero al mismo tiempo crece el temor a ser atrapado por una relación que pueda postergar el logro de las aspiraciones personales.

35. Los cristianos no podemos renunciar a proponer el matrimonio con el fin de no contradecir la sensibilidad actual, para estar a la moda, o por sentimientos de inferioridad frente al descalabro moral y humano. Estaríamos privando al mundo de los valores que podemos y debemos aportar. Es verdad que no tiene sentido quedarnos en una denuncia retórica de los males actuales, como si con eso pudiéramos cambiar algo. Tampoco sirve pretender imponer normas por la fuerza de la autoridad. Nos cabe un esfuerzo más responsable y generoso, que consiste en presentar las razones y las motivaciones para optar por el matrimonio y la familia, de manera que las personas estén mejor dispuestas a responder a la gracia que Dios les ofrece.
36. Al mismo tiempo tenemos que ser humildes y realistas, para reconocer que a veces nuestro modo de presentar las convicciones cristianas, y la forma de tratar a las personas, han ayudado a provocar lo que hoy lamentamos, por lo cual nos corresponde una saludable reacción de autocrítica. Por otra parte, con frecuencia presentamos el matrimonio de tal manera que su fin unitivo, el llamado a crecer en el amor y el ideal de ayuda mutua, quedó opacado por un acento casi excluyente en el deber de la procreación. Tampoco hemos hecho un buen acompañamiento de los nuevos matrimonios en sus primeros años, con propuestas que se adapten a sus horarios, a sus lenguajes, a sus inquietudes más concretas. Otras veces, hemos presentado un ideal teológico del matrimonio demasiado abstracto, casi artificiosamente construido, lejano de la situación concreta y de las posibilidades efectivas de las familias reales. Esta idealización excesiva, sobre todo cuando no hemos despertado la confianza en la gracia, no ha hecho que el matrimonio sea más deseable y atractivo, sino todo lo contrario.
37. Durante mucho tiempo creímos que con sólo insistir en cuestiones doctrinales, bioéticas y morales, sin motivar la apertura a la gracia, ya sosteníamos suficientemente a las familias, consolidábamos el vínculo de los esposos y llenábamos de sentido sus vidas compartidas. Tenemos dificultad para presentar al matrimonio más como un camino dinámico de desarrollo y realización que como un peso a soportar toda la vida. También nos cuesta dejar espacio a la conciencia de los fieles, que muchas veces responden lo mejor posible al Evangelio en medio de sus límites y pueden desarrollar su propio discernimiento ante situaciones donde se rompen todos los esquemas. Estamos llamados a formar las conciencias, pero no a pretender sustituirlas.




El Papa Francisco va adentrándose en el tema.

Toca la realidad de la familia. Cómo se ha ido desarrollando. Sus problemas personales y los surgidos de la mentalidad individualista que se da en la sociedad. Las dificultades pastorales.

UNAS FRASES

“ El bien de la familia es decisivo para el futuro del mundo y de la Iglesia”
«las exigencias y llamadas del Espíritu Santo resuenan también en los acontecimientos mismos de la historia»,

“Quiero recoger algunos de sus aportes pastorales, agregando otras preocupaciones que provienen de mi propia mirada”.

 «Fieles a las enseñanzas de Cristo miramos la realidad de la familia hoy en toda su complejidad, en sus luces y sombras”

 “Los cristianos no podemos renunciar a proponer el matrimonio con el fin de no contradecir la sensibilidad actual, para estar a la moda, o por sentimientos de inferioridad frente al descalabro moral y humano”.

ACCIÓN

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·         Lee despacio cada párrafo. ¿Qué opinas tú de eso? ¿Cuáles son tus ideas, tus propuestas?
·         Coméntalo con tus amigos.
·         Háblalo con el Padre, Dios, con Jesús y con el Espíritu.
·         Pide su iluminación y fortaleza en el amor verdadero.