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viernes, 29 de diciembre de 2023

SAGRADA FAMILIA

 

REZA Y COMPARTE

SAGRADA FAMILIA

 

GUÍA DE ORACIÓN Domingo 31 de Diciembre. Octava de Navidad. SAGRADA FAMILIA


GUÍA: Celebramos la octava de Navidad y la fiesta de la Sagrada Familia. Es modelo para las familias cristianas y recibimos sus enseñanzas. En el Génesis, Abram recibe la promesa de Dios. Tendrá una descendencia como el número de las estrellas. La carta a los Hebreos nos explica el cumplimiento de la promesa. En el evangelio se le anuncia a María que será madre del salvador. Acogemos la Palabra y confiamos como Abram y María. SILENCIO DE PRESENCIA, DE FE, DE CONFIANZA.

 

Lectura del libro del Génesis  Gn 15, 1-6; 21, 1-3

En aquel tiempo, el Señor se le apareció a Abram y le dijo: “No temas, Abram. Yo soy tu protector y tu recompensa será muy grande”. Abram le respondió: “Señor, Señor mío, ¿qué me vas a poder dar, puesto que voy a morir sin hijos? Ya que no me has dado descendientes, un criado de mi casa será mi heredero”.

Pero el Señor le dijo: “Ése no será tu heredero, sino uno que saldrá de tus entrañas”. Y haciéndolo salir de la casa, le dijo: “Mira el cielo y cuenta las estrellas, si puedes”. Luego añadió: “Así será tu descendencia”. Abram creyó lo que el Señor le decía y, por esa fe, el Señor lo tuvo por justo.

Poco tiempo después, el Señor tuvo compasión de Sara, como lo había dicho y le cumplió lo que le había prometido. Ella concibió y le dio a Abraham un hijo en su vejez, en el tiempo que Dios había predicho. Abraham le puso por nombre Isaac al hijo que le había nacido de Sara.

GUÍA:  Así será tu descendencia. Como el número de las estrellas. Abram lo cree y se fía. Vivir de fe nos ayuda a  hacer realidad, las promesas de Dios.  Todos podemos confiar y recibir las promesas. Lo interiorizamos en nosotros y nos fiamos de Dios. SILENCIO DE RECONOCIMIENTO, DE ESCUCHA, DE ACEPTACIÓN.

 

Hb 11, 8. 11-12. 17-19

Hermanos: Por su fe, Abraham, obediente al llamado de Dios, y sin saber a dónde iba, partió hacia la tierra que habría de recibir como herencia.

Por su fe, Sara, aun siendo estéril y a pesar de su avanzada edad, pudo concebir un hijo, porque creyó que Dios habría de ser fiel a la promesa; y así, de un solo hombre, ya anciano, nació una descendencia, numerosa como las estrellas del cielo e incontable como las arenas del mar.

Por su fe, Abraham, cuando Dios le puso una prueba, se dispuso a sacrificar a Isaac, su hijo único, garantía de la promesa, porque Dios le había dicho: De Isaac nacerá la descendencia que ha de llevar tu nombre. Abraham pensaba, en efecto, que Dios tiene poder hasta para resucitar a los muertos; por eso le fue devuelto Isaac, que se convirtió así en un símbolo profético.

 

GUÍA: La obediencia de Abraham nos señala el camino para el cumplimiento de la promesa. Sara concibe un hijo y Abraham, puesto a prueba responde al Señor con obediencia. Vamos en el camino de la obediencia, de la confianza y de la fe. SILENCIO DE VISUALIZACIÓN, DE OBEDIENCIA, DE CUMPLIMIENTO.
 

Lectura del santo evangelio según san Lucas

Lc 1, 26-38

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón de la estirpe de David, llamado José. La virgen se llamaba María.

Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo". Al oír estas palabras, ella se preocupó mucho y se preguntaba qué querría decir semejante saludo.

El ángel le dijo: "No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y él reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá fin".

María le dijo entonces al ángel: "¿Cómo podrá ser esto, puesto que yo permanezco virgen?" El ángel le contestó: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso, el Santo, que va a nacer de ti, será llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu parienta Isabel, que a pesar de su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estéril, porque no hay nada imposible para Dios". María contestó: "Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho". Y el ángel se retiró de su presencia.

 

GUÍA: María, estamos contigo y vemos el momento de tu “sí”. Has hallado gracia ante Dios. Él hará que tu hijo sea Hijo del Altísimo.  Formas tu familia y ayudas a que todo vaya bien. Cuida a las familias del mundo y ayúdales en el amor, en el cuidado de los hijos. SILENCIO DE AGRADECIMIENTO, DE PETICIÓN, DE COMPROMISO.

 

RECOGEMOS NUESTRA ORACIÓN: Una frase nos ayuda a recordarla.

INVOCAMOS A MARÍA, MADRE Y AMIGA, QUE NOS AYUDE. 

NOS DIRIGIMOS AL PADRE COMO JESÚS: PADRE NUESTRO…


CANTAMOS

 

El Tamborilero

El camino que lleva a belén
Baja hasta el valle que la nieve cubrió
Los pastorcillos quieren ver a su rey,
Le traen regalos en su humilde zurrón
Al redentor, al redentor.
Ha nacido en un portal de belén el niño dios.

Yo quisiera poner a tus pies,

Algún presente que te agrade, señor.
Más, tú ya sabes que soy pobre también,
Y no poseo más que un viejo tambor,
Viejo tambor, viejo tambor.
En tu honor frente al portal tocaré,
Con mi tambor.

El camino que lleva a belén,
Yo voy marcando con mi viejo tambor.
Nada mejor hay que yo pueda ofrecer,
Su ronco acento es un canto de amor,
Al redentor, al redentor.
Cuando dios me vio tocando ante el,
Me sonrió.

https://www.youtube.com/watch?v=sIjRW60Fqyc 

sábado, 26 de diciembre de 2020

SAGRADA FAMILIA

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SAGRADA FAMILIA

GUÍA DE ORACIÓN 27-12-21

GUÍA: Espíritu Santo, tenemos necesidad de ti, para conocer el camino por donde andar. Tenemos necesidad de ti, para que nuestro corazón esté abierto, inundado de tu consuelo. Que más allá de las palabras , de las ideas y de los sentimientos, captemos tu presencia. Espíritu Santo, acompaña nuestra oración. Que la Sagrada Familia que festejamos hoy, nos ayude a estar en su casa, a ser miembros de la familia de Dios. SILENCIO DE PETICIÓN, DE ESPERA, DE CONFIANZA.

Del libro del Eclesiástico (3,2-6.12-14):

Dios hace al padre más respetable que a los hijos y afirma la autoridad de la madre sobre su prole. El que honra a su padre expía sus pecados, el que respeta a su madre acumula tesoros; el que honra a su padre se alegrará de sus hijos y, cuando rece, será escuchado; el que respeta a su padre tendrá larga vida, al que honra a su madre el Señor lo escucha. Hijo mío, sé constante en honrar a tu padre, no lo abandones mientras vivas; aunque chochee, ten indulgencia, no lo abochornes mientras vivas. La limosna del padre no se olvidará, será tenida en cuenta para pagar tus pecados.

GUÍA: El eclesiástico  nos presenta el comportamiento del hijo que respeta al padre y a la madre. Dios los hace respetables, personas a quien amar y ayudar durante toda la vida. Nuestros pensamientos cambian a veces. Pedimos por los padres que son rechazados y olvidados. Que el bien recibido de los padres sea simpre recordado y agradecido. SILENCIO DE REVISIÓN, DE PERDÓN Y AGRADECIMIENTO.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses (3,12-21):

Como pueblo elegido de Dios, pueblo sacro y amado, sea vuestro uniforme la misericordia entrañable, la bondad, la humildad, la dulzura, la comprensión. Sobrellevaos mutuamente y perdonaos, cuando alguno tenga quejas contra otro. El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo. Y por encima de todo esto, el amor, que es el ceñidor de la unidad consumada. Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón; a ella habéis sido convocados, en un solo cuerpo. Y celebrad la Acción de Gracias: la palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda sabiduría; exhortaos mutuamente. Cantad a Dios, dadle gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados. Y, todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él. Mujeres, vivid bajo la autoridad de vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas. Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, que eso le gusta al Señor. Padres, no exasperéis a vuestros hijos, no sea que pierdan los ánimos.

GUÍA: La Sagrada Familia nos da ejemplo de convivencia y de amor. En la familia se han de dar las virtudes que San Pablo nos recuerda: Uniforme de misericordia entrañable, bondad, humildad, dulzura, comprensión. Son un uniforme capaz de transformar las relaciones personales, y engendrar el amor mutuo. Ante el Padre Dios presentamos a nuestra familia y nuestro trato, la convivencia que nos mueve a hacerla más fuerte en el amor. Agradecemos lo recibido y aportamos lo que podemos dar. SILENCIO DE AGRADECIMIENTO, DE COLABORACIÓN, DE PERDÓN.

Lectura del Santo Evangelio según san Lucas (2,22-40):

Cuando llegó el tiempo de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor. (De acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: "Todo primogénito varón será consagrado al Señor"), y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: "un par de tórtolas o dos pichones". Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre honrado y piadoso, que aguardaba el Consuelo de Israel; y el Espíritu Santo moraba en él. Había recibido un oráculo del Espíritu Santo: que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo.

Cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo previsto por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: «Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.»

Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño.

Simeón los bendijo, diciendo a María, su madre: «Mira, éste está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti, una espada te traspasará el alma.»

Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana; de jovencita había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo día y noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. Acercándose en aquel momento, daba gracias a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén. Y cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño iba creciendo y robusteciéndose, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios lo acompañaba.

GUÍA: Jesús es presentado en el templo, es ofrecido a Dios. Simeón y Ana se alegran de verlo. Sus esperanzas se ven cumplidas. Han visto al Salvador, luz de las naciones y gloria de Israel. Alaban al Señor por tan gran bondad, porque el niño  será la bendición y liberación de Jerusalén. Será bandera discutida en la actitud de muchos corazones. Nos colocamos en la escena y admiramos sus palabras. Le acogemos como salvador. SILENCIO DE CONOCIMIENTO, DE ELECCIÓN, DE CERCANÍA.

RECOGEMOS NUESTRA ORACIÓN, UNA FRASE NOS AYUDA.

ADMIRACIÓN, CONFIANZA, PETICIÓN, OFRENDA.

INVOCAMOS AL PADRE Y AL ESPÍRITU PARA QUE CONOZCAMOS A JESÚS. PADRE NUESTRO.

CANTAMOS

El Niño Dios ha nacido en Belén/ Aleluya, aleluya

Quiere nacer en nosotros también/Aleluya, aleluya

Aleluya, aleluya, aleluya, aleluya


Solo los pobres y humildes le ven/Aleluya, aleluya

Solo el amor nos conduce hasta Él/Aleluya, aleluya 

Hay en los cielos mensajes de paz/Aleluya, aleluya

Para los hombres de fe y voluntad/Aleluya, aleluya

https://www.youtube.com/watch?v=PgES9GYJfxM

 


viernes, 28 de diciembre de 2018

FAMILIA DE NAZARET



REZA Y COMPARTE

FAMILIA DE NAZARET

GUÍA DE ORACIÓN 30-12-18

GUÍA: Familia Humana. Dios con nosotros. Ampliamos la mirada y nos reconocemos familia, tu familia, Jesús. Hoy queremos orar desde nuestro interior y desde el corazón de cada una de las personas que formamos la humanidad. Es momento de reconocernos hermanos, reconocer lo que aportamos  y lo que restamos, Ven y enséñanos a compartir, a ofrecer nuestros talentos para el bien de todos. SILENCIO DE RECONOCIMIENTO, DE PERDÓN Y DE PETICIÓN.

del libro del Eclesiástico (3,2-6.12-14):

El Señor honra más al padre que a los hijos y afirma el derecho de la madre sobre ellos.
Quien honra a su padre expía sus pecados, y quien respeta a su madre es como quien acumula tesoros.
Quien honra a su padre se alegrará de sus hijos y cuando rece, será escuchado.
Quien respeta a su padre tendrá larga vida, y quien honra a su madre obedece al Señor.
Hijo, cuida de tu padre en su vejez y durante su vida no le causes tristeza.
Aunque pierda el juicio, sé indulgente con él y no lo desprecies aun estando tú en pleno vigor. Porque la compasión hacia el padre no será olvidada y te servirá para reparar tus pecados.


 GUÍA: Familia que reza unida, permanece unida. Familia que respeta a cada persona, ama y perdona como la familia de Nazaret: Jesús, María y José. Modelo de familia.
 ¿Somos activos, positivos, comprensivos en los momentos fáciles y en los difíciles? ¿Cuál es el ideal en una familia? ¿Pides y das el amor que necesita cada una de las personas de tu familia? ¿La construyes? SILENCIO DE REFLEXIÓN, DE BÚSQUEDA, DE COMPROMISO.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses (3,12-21):

Hermanos:
Como elegidos de Dios, santos y amados, revestíos de compasión entrañable, bondad, humildad, mansedumbre, paciencia.
Sobrellevaos mutuamente y perdonaos cuando alguno tenga quejas contra otro.
El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo.
Y por encima de todo esto, el amor, que es el vínculo de la unidad perfecta.
Que la paz de Cristo reine en vuestro corazón: a ella habéis sido convocados en un solo cuerpo.
Sed también agradecidos. La Palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda sabiduría; exhortaos mutuamente.
Cantad a Dios, dando gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados.
Y todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre del Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.
Mujeres, sed sumisas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas. Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, que eso agrada al Señor.
Padres, no exasperéis a vuestros hijos, no sea que pierdan el ánimos.


GUÍA: Revestíos de compasión, bondad, humildad, mansedumbre, paciencia.  La paz de Cristo reine en vosotros. Es el deseo de San Pablo, el deseo de Jesús, Hijo del Padre Dios.  Que estas cualidades refuercen nuestra persona y sentimientos. Es un gran programa de valores para la realización de cada día personalmente y en familia. Descubramos si nuestra actitud es humilde y compasiva, si nuestras relaciones se mantienen en el amor. SILENCIO DE TOMA DE CONCIENCIA, DE VALORACIÓN DE LA PERSONA, DE PRESENCIA DE DIOS.

Lectura del santo evangelio según san Lucas (2,41-52)

Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por la fiesta de la Pascua.
Cuando cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres.
Estos, creyendo que estaba en la caravana, anduvieron el camino de un día y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén buscándolo.
Y sucedió que, a los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.
Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:
«Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Tu padre y yo te buscábamos angustiados».
Él les contestó:
«¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre?».
Pero ellos no comprendieron lo que les dijo.
Él bajó con ellos y fue a Nazaret y estaba sujeto a ellos.
Su madre conservaba todo esto en su corazón.
Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres.


 GUÍA: Jesús se queda en el templo. María le pregunta: ¿Por qué nos has tratado así? Si nos lo pregunta a nosotros, ¿qué respuesta tenemos?. María, ayúdanos a vivir en familia, a respetar sus normas de amor comprensivo, a crecer en la fe, en la esperanza y en el amor. Que construyamos familia cada día. SILENCIO DE VALORACIÓN DE AGRADECIMIENTO, DE PERDÓN
SINTETIZAMOS NUESTRA ORACIÓN: UNA FRASE PARA RECORDAR.

CONTEMPLAMOS, AGRADECEMOS, PEDIMOS, OFRECEMOS.

INVOCAMOS A MARÍA, MADRE Y EDUCADORA DE JESÚS Y NUESTRA.

NOS DIRIGIMOS AL PADRE DIOS CON LAS PALABRAS DE JESÚS: PADRE NUESTRO

CANTAMOS


QUE BIEN, TODOS UNIDOS 

MANO CON MANO EN EL LUCHAR.    QUE BIEN, TODOS HERMANOS EN EL SUFRIR Y EN EL GOZAR.

1.Nosotros queremos, Señor,
amarte amando la tierra;
queremos dejar tras nosotros
un mundo mejor, una vida más bella.

2.Nosotros queremos, Señor, 
correr con la antorcha encendida; 
queremos dejar al relevo 
un fuego mejor una llama más viva. 


viernes, 29 de diciembre de 2017

SAGRADA FAMILIA



SAGRADA FAMILIA


GUÍA DE ORACIÓN 31-12-17

GUÍA: Día de la Sagrada Familia y último día del año 2017, se unen en nuestra oración. Nuestra mente se centra en la familia formada por Jesús, María, José. Admiramos su relación, su amor y respeto. Sentimos nuestro estar en familia. ¿Cuidamos  la relación, el amor, el respeto? Dejemos espacio para desarrollarlas.
El último día del año nos lleva a vivirlo con intensidad. Saborear el bien hecho, los acontecimientos favorables y lo negativo para corregir, asumir, pedir perdón o darlo. SILENCIO AGRADECIDO, DE AMOR, RESPETO, PERDÓN 

Del libro del Eclesiástico (3,2-6.12-14):

Dios hace al padre más respetable que a los hijos y afirma la autoridad de la madre sobre su prole. El que honra a su padre expía sus pecados, el que respeta a su madre acumula tesoros; el que honra a su padre se alegrará de sus hijos y, cuando rece, será escuchado; el que respeta a su padre tendrá larga vida, al que honra a su madre el Señor lo escucha. Hijo mío, sé constante en honrar a tu padre, no lo abandones mientras vivas; aunque chochee, ten indulgencia, no lo abochornes mientras vivas. La limosna del padre no se olvidará, será tenida en cuenta para pagar tus pecados.

GUÍA: Respetar, amar a la madre, respetar y amar al padre es bendecido por Dios. El hijo agradece, ama. Es don y mandato de Dios. Recorramos gestos de amor dados y recibidos. Agradezcamos el don de la familia y contribuyamos a que sea un vínculo de amor para la humanidad. SILENCIO DE AGRADECIMIENTO, DE ENTREGA Y AMOR.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses (3,12-21):

Como pueblo elegido de Dios, pueblo sacro y amado, sea vuestro uniforme la misericordia entrañable, la bondad, la humildad, la dulzura, la comprensión. Sobrellevaos mutuamente y perdonaos, cuando alguno tenga quejas contra otro. El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo. Y por encima de todo esto, el amor, que es el ceñidor de la unidad consumada. Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón; a ella habéis sido convocados, en un solo cuerpo. Y celebrad la Acción de Gracias: la palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda sabiduría; exhortaos mutuamente. Cantad a Dios, dadle gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados. Y, todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él. Mujeres, vivid bajo la autoridad de vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas. Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, que eso le gusta al Señor. Padres, no exasperéis a vuestros hijos, no sea que pierdan los ánimos.

GUÍA: Uniforme de misericordia, bondad, humildad, dulzura y comprensión. Perdonaos cuando tenéis quejas contra otro. Estas virtudes envuelven nuestros comportamientos. ¿Su ambiente nos protege? Es una  ofrenda mutua que fortalece las relaciones y la convivencia.
Esposos, hijos, amad, obedeced como Dios quiere. Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón. Acojamos cada frase y sembremos en nuestro interior. Construyamos una convivencia cordial. SILENCIO DE ACOGIDA, DE MISERICORDIA, COMPRENSIÓN.

Lectura del Santo Evangelio según san Lucas (2,22-40):

Cuando llegó el tiempo de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor. (De acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: "Todo primogénito varón será consagrado al Señor"), y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: "un par de tórtolas o dos pichones". Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre honrado y piadoso, que aguardaba el Consuelo de Israel; y el Espíritu Santo moraba en él. Había recibido un oráculo del Espíritu Santo: que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo.
Cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo previsto por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: «Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.»
Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño.
Simeón los bendijo, diciendo a María, su madre: «Mira, éste está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti, una espada te traspasará el alma.»
Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana; de jovencita había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo día y noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. Acercándose en aquel momento, daba gracias a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén. Y cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño iba creciendo y robusteciéndose, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios lo acompañaba.

GUÍA: María presenta a su hijo en el templo. Simeón lo reconoce como luz de las naciones. Nosotros también lo reconocemos y admiramos. El niño iba creciendo en sabiduría y al gracia de Dios lo acompañaba. La familia de Nazaret se desarrolla y crece en la presencia de Dios. Agradecemos nuestro crecimiento y la presencia de Dios en nuestro vivir. Valoramos el don de Dios en la familia y valoramos nuestra aportación a su crecimiento y desarrollo. SILENCI O  DE RECONOCIMIENTO, GRATITUD Y COLABORACIÓN

RECOGEMOS NUESTROS SENTIMIENTOS.

AGRADECEMOS, PEDIMOS, OFRECEMOS

INVOCAMOS A MARÍA nuestra madre.

NOS DIRIGIMOS AL PADRE con la oración de Jesús: PADRE NUESTRO.

CANTAMOS

Nace el niño en un portal, él nos trae la paz, él nos trae la Navidad, nos trae la felicidad.

CORO: Venid que es hoy Nochebuena, venid que es hoy Navidad, los pastores ya van caminando al portal, gloria a Dios y en la tierra paz.

Los ángeles vienen cantando, la estrella empieza a brillar, y en la torre las campanas no cesan de tocar, gloria a Dios y en la tierra paz.

 María cuida a su niño, José prepara el portal, los pastores de rodillas adoran al zagal, gloria Dios y en la tierra paz.