martes, 29 de mayo de 2018

POESÍA: CON OJOS NUEVOS



REZA Y COMPARTE
POESÍA:
CON  OJOS  NUEVOS

 Para  andar por esta  vida,
hay que abrir muy bien los ojos,
y  contemplar la hermosura,
que está cerca de nosotros.

Basta abrir el corazón,
y  dejar salir lo hermoso,
ofreciendo la sonrisa,
con  esa paz en el rostro.

Mirar desde el corazón,
significa muchas cosas,
hay que saber descubrirlas,

como el perfume en las rosas.

Cada día al despertar,
dirige a Dios tu mirada,
poniendo bien en sus manos,
el quehacer de tu jornada.

Sonríe y  dale las  gracias
por la vida que regala,
       gózate de ser en él
       esa perla muy amada.

     “Siempre que acudas a Mi,
      Me encontrarás esperando,
      Pues aunque sé  lo que quieres,
      Me gusta siempre escucharlo.”

      María

¿QUÉ TE DICE?

Ojos nuevos nos habla de abrir los ojos, contemplar, dejar salir, despertar, dar.

Tú, la naturaleza, las personas, y Dios.

INTENTA HACER TU FRASE, TU ESTROFA.

Será belleza, Dios y don.




viernes, 25 de mayo de 2018

SANTA TRINIDAD



SANTA TRINIDAD

GUÍA DE ORACIÓN 27-05-18

GUÍA: Como sois hijos, Dios envió a vuestros corazones al Espíritu de su Hijo que clama ¡Abba! Padre. Ésta es la antífona de la comunión. Queremos dejarnos envolver por ella y sentir su realidad en nosotros. El Padre envía al Espíritu  de su Hijo que nos hace hijos y nos hace hermanos. Lo acogemos, clamamos junto con él ¡Padre!. Nos sentimos hijos. SILENCIO DE ACOGIDA, VERDAD Y PRESENCIA

Primera lectura: Dt 4,32-34.39-40

Moisés habló al pueblo, diciendo: «Pregunta, pregunta a los tiempos antiguos, que te han precedido, desde el día en que Dios creó al hombre sobre la tierra: ¿hubo jamás, desde un extremo al otro del cielo, palabra tan grande como ésta?; ¿se oyó cosa semejante?; ¿hay algún pueblo que haya oído, como tú has oído, la voz del Dios vivo, hablando desde el fuego, y haya sobrevivido?; ¿algún Dios intentó jamás venir a buscarse una nación entre las otras por medio de pruebas, signos, prodigios y guerra, con mano fuerte y brazo poderoso, por grandes terrores, como todo lo que el Señor, vuestro Dios, hizo con vosotros en Egipto, ante vuestros ojos? Reconoce, pues, hoy y medita en tu corazón, que el Señor es el único Dios, allá arriba en el cielo, y aquí abajo en la tierra; no hay otro. Guarda los preceptos y mandamientos que yo te prescribo hoy, para que seas feliz, tú y tus hijos después de ti, y prolongues tus días en el suelo que el Señor, tu Dios, te da para siempre.

 GUÍA: Reconoce en tu corazón que el Señor es el único Dios, allá arriba en el cielo y aquí  abajo en la tierra. No hay otro. Guarda los mandamientos para que seas feliz. Dios quiere su lugar en nuestro corazón y en nuestra vida. ¿Le dejamos espacio  en nosotros, en nuestra familia, nuestros compromisos, nuestro pensar y actuar? Él salvó a su pueblo  y sigue salvándonos hoy. Confiamos.  SILENCIO DE RECONOCIMIENTO, DE RECIBIR AL PADRE, A JESÚS NUESTRO HERMANO Y AL  ESPÍRITU

Salmo responsorial: 32

Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.


La palabra del Señor es sincera,
y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra.

La palabra del Señor hizo el cielo;
el aliento de su boca, sus ejércitos,
porque él lo dijo, y existió,
él lo mandó, y surgió.

Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,
en los que esperan en su misericordia,

para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre.

Nosotros aguardamos al Señor:
él es nuestro auxilio y escudo;
que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti.

GUÍA: el Salmo 32 nos presenta a Dios, visto por el salmista. Su  palabra dirige sus acciones, hace el cielo y cuanto depende de ella. Mira a sus fieles y nosotros aguardamos su misericordia. Repetimos en distintos momentos una estrofa o frase y acogemos su amor misericordioso.

Segunda lectura: Rm 8,14-17

Hermanos: Los que se dejan llevar por el Espíritu de Dios, ésos son hijos de Dios. Habéis recibido, no un espíritu de esclavitud, para recaer en el temor, sino un espíritu de hijos adoptivos, que nos hace gritar: «¡Abba!» (Padre). Ese Espíritu y nuestro espíritu dan un testimonio concorde: que somos hijos de Dios; y, si somos hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, ya que sufrimos con él para ser también con él glorificados.

GUÍA: Los que se dejan llevar por el Espíritu de Dios, ésos son hijos de Dios. Si somos hijos, todos somos hermanos, no sometidos por otro  sino libres. Dejemos que el Espíritu nos haga hijos y hermanos entre nosotros, liberándonos unos a otros en torno al mismo padre. Gocemos de esta filiación y fraternidad en la presencia de Dios. SILENCIO DE FILIACIÓN, DE FRATERNIDAD, DE LIBERACIÓN

Evangelio: Mt 28,16-20

En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Al verlo, ellos se postraron, pero algunos vacilaban. Acercándose a ellos, Jesús les dijo: «Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra. Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.» 
GUÍA: Al verlo, ellos se postraron pero algunos dudaban. Es posible que sea nuestra situación. Admiramos a Jesús y escuchamos:  Sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Avivemos la fe,  descubramos su presencia en nosotros y en la vida. Confiemos en Jesús y en el Espíritu. Sintámonos favorecidos por esta realidad de la Santa Trinidad. SILENCIO DE GLORIA AL PADRE, AL HIJO Y AL ESPÍRITU SANTO, ADORAMOS, AMAMOS

RECOGEMOS NUESTRA ORACIÓN

ADORAMOS, AGRADECEMOS, PEDIMOS, OFRECEMOS

INVOCAMOS A MARÍA, AUXILIADORA NUESTRA Y DE LA HUMANIDAD

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON JESÚS Y CON TODA LA FAMILIA HUMANA: PADRE NUESTRO

CANTAMOS

/ Gloria a Dios, Gloria a Dios, Gloria al Padre. / (2)
/ A Él le sea la gloria. / (2)
/ ¡Aleluya! Amén. / (4)

/ Gloria a Dios, Gloria a Dios, Gloria al Hijo. / (2)
/ A Él le sea la gloria. / (2)
/ ¡Aleluya! Amén. / (4)

/ Gloria a Dios, Gloria a Dios, Espíritu Santo. / (2)
/ A Él le sea la gloria. / (2)
/ ¡Aleluya! Amén. / (4)


miércoles, 23 de mayo de 2018

POESÍA: UN MENSAJE DE ALEGRÍA


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POESÍA
UN MENSAJE DE ALEGRÍA

Un mensaje de alegría
para quien quiera escuchar:
"El cristiano ha de ser
siempre  agradecido a Dios,
por los días, por las noches,
por la salida del sol.


Por el agua de la lluvia,
por el frío y el calor,
por la luz que nos alumbra,
porque alimenta la tierra,
con frutos que son amor.

Agradecer los latidos
que da nuestro corazón,
la sonrisa de los niños,
y la persona mayor.

Agradecer esas manos
que ofrecen fuerza y valor,
cercanía silenciosa,
cuando nos llega el dolor.

Cada persona es regalo
de la bondad del Señor,
que al venir a nuestro mundo,
trae la sonrisa de Dios.

Agradezcamos la vida
que se nos da por amor,
y vivamos la alegría,
el gozo y la ilusión,
de ayudar a que este mundo,
sea un poquito mejor.

Cada granito de arena
forma el inmenso desierto,
cada gotita de agua,
hace que el mar sea inmenso.

Tú y yo podemos más,
cuando el amor es intenso,
porque aquello que ofrecemos
es lo que llevamos dentro.
María

¿QUÉ VEMOS?

Una nueva poesía que anima a construir la vida, saborear la naturaleza, Agradecer a Dios. Lo llevamos dentro y rebosa el corazón.

Haz un comentario con lo que te sugiere. Será bonito.





martes, 22 de mayo de 2018

ALEGRÍA DEL AMOR 11




PAPA FRANCISCO


Capítulo tercero

LA MIRADA PUESTA EN JESÚS: VOCACIÓN DE LA FAMILIA


58. Ante las familias, y en medio de ellas, debe volver a resonar siempre el primer anuncio, que es «lo más bello, lo más grande, lo más atractivo y al mismo tiempo lo más necesario», y «debe ocupar el centro de la actividad evangelizadora». Es el anuncio principal, «ese que siempre hay que volver a escuchar de diversas maneras y ese que siempre hay que volver a anunciar de una forma o de otra». Porque «nada hay más sólido, más profundo, más seguro, más denso y más sabio que ese anuncio» y «toda formación cristiana es ante todo la profundización del kerygma»

59. Nuestra enseñanza sobre el matrimonio y la familia no puede dejar de inspirarse y de transfigurarse a la luz de este anuncio de amor y de ternura, para no convertirse en una mera defensa de una doctrina fría y sin vida. Porque tampoco el misterio de la familia cristiana puede entenderse plenamente si no es a la luz del infinito amor del Padre, que se manifestó en Cristo, que se entregó hasta el fin y vive entre nosotros. Por eso, quiero contemplar a Cristo vivo presente en tantas historias de amor, e invocar el fuego del Espíritu sobre todas las familias del mundo.

60. Dentro de ese marco, este breve capítulo recoge una síntesis de la enseñanza de la Iglesia sobre el matrimonio y la familia. También aquí citaré varios aportes presentados por los Padres sinodales en sus consideraciones sobre la luz que nos ofrece la fe. Ellos partieron de la mirada de Jesús e indicaron que él «miró a las mujeres y a los hombres con los que se encontró con amor y ternura, acompañando sus pasos con verdad, paciencia y misericordia, al anunciar las exigencias del Reino de Dios». Así también, el Señor nos acompaña hoy en nuestro interés por vivir y transmitir el Evangelio de la familia.

61. Frente a quienes prohibían el matrimonio, el Nuevo Testamento enseña que «todo lo que Dios ha creado es bueno; no hay que desechar nada» (1 Tt 4,4). El matrimonio es un «don» del Señor (cf. 1 Co 7,7). Al mismo tiempo, por esa valoración positiva, se pone un fuerte énfasis en cuidar este don divino: «Respeten el matrimonio, el lecho nupcial» (Hb 13,4). Ese regalo de Dios incluye la sexualidad: «No os privéis uno del otro» (1 Co 7,5).

62. Los Padres sinodales recordaron que Jesús «refiriéndose al designio primigenio sobre el hombre y la mujer, reafirma la unión indisoluble entre ellos, si bien diciendo que “por la dureza de vuestro corazón os permitió Moisés repudiar a vuestras mujeres; pero, al principio, no era así” (Mt 19,8). La indisolubilidad del matrimonio —“lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre” (Mt 19,6)— no hay que entenderla ante todo como un “yugo” impuesto a los hombres sino como un “don” hecho a las personas unidas en matrimonio [...] La condescendencia divina acompaña siempre el camino humano, sana y transforma el corazón endurecido con su gracia, orientándolo hacia su principio, a través del camino de la cruz. De los Evangelios emerge claramente el ejemplo de Jesús, que [...] anunció el mensaje concerniente al significado del matrimonio como plenitud de la revelación que recupera el proyecto originario de Dios (cf. Mt 19,3)».

63. «Jesús, que reconcilió cada cosa en sí misma, volvió a llevar el matrimonio y la familia a su forma original (cf. Mc 10,1-12). La familia y el matrimonio fueron redimidos por Cristo (cf. Ef 5,21-32), restaurados a imagen de la Santísima Trinidad, misterio del que brota todo amor verdadero. La alianza esponsal, inaugurada en la creación y revelada en la historia de la salvación, recibe la plena revelación de su significado en Cristo y en su Iglesia.

 De Cristo, mediante la Iglesia, el matrimonio y la familia reciben la gracia necesaria para testimoniar el amor de Dios y vivir la vida de comunión. El Evangelio de la familia atraviesa la historia del mundo, desde la creación del hombre a imagen y semejanza de Dios (cf. Gn 1,26-27) hasta el cumplimiento del misterio de la Alianza en Cristo al final de los siglos con las bodas del Cordero (cf. Ap 19,9)».

64. «El ejemplo de Jesús es un paradigma para la Iglesia [...] Él inició su vida pública con el milagro en la fiesta nupcial en Caná (cf. Jn 2,1-11) [...] Compartió momentos cotidianos de amistad con la familia de Lázaro y sus hermanas (cf. Lc 10,38) y con la familia de Pedro (cf. Mt 8,14). Escuchó el llanto de los padres por sus hijos, devolviéndoles la vida (cf. Mc 5,41; Lc 7,14-15), y mostrando así el verdadero sentido de la misericordia, la cual implica el restablecimiento de la Alianza (cf. Juan Pablo II, Dives in misericordia, 4).

 Esto aparece claramente en los encuentros con la mujer samaritana (cf. Jn 4,1-30) y con la adúltera (cf. Jn 8,1-11), en los que la percepción del pecado se despierta de frente al amor gratuito de Jesús».

65. La encarnación del Verbo en una familia humana, en Nazaret, conmueve con su novedad la historia del mundo. Necesitamos sumergirnos en el misterio del nacimiento de Jesús, en el sí de María al anuncio del ángel, cuando germinó la Palabra en su seno; también en el sí de José, que dio el nombre a Jesús y se hizo cargo de María; en la fiesta de los pastores junto al pesebre, en la adoración de los Magos; en fuga a Egipto, en la que Jesús participa en el dolor de su pueblo exiliado, perseguido y humillado; en la religiosa espera de Zacarías y en la alegría que acompaña el nacimiento de Juan el Bautista, en la promesa cumplida para Simeón y Ana en el templo, en la admiración de los doctores de la ley escuchando la sabiduría de Jesús adolescente. Y luego, penetrar en los treinta largos años donde Jesús se ganaba el pan trabajando con sus manos, susurrando la oración y la tradición creyente de su pueblo y educándose en la fe de sus padres, hasta hacerla fructificar en el misterio del Reino. Este es el misterio de la Navidad y el secreto de Nazaret, lleno de perfume a familia. Es el misterio que tanto fascinó a Francisco de Asís, a Teresa del Niño Jesús y a Carlos de Foucauld, del cual beben también las familias cristianas para renovar su esperanza y su alegría.

66. «La alianza de amor y fidelidad, de la cual vive la Sagrada Familia de Nazaret, ilumina el principio que da forma a cada familia, y la hace capaz de afrontar mejor las vicisitudes de la vida y de la historia. Sobre esta base, cada familia, a pesar de su debilidad, puede llegar a ser una luz en la oscuridad del mundo. “Lección de vida doméstica. Enseñe Nazaret lo que es la familia, su comunión de amor, su sencilla y austera belleza, su carácter sagrado e inviolable; enseñe lo dulce e insustituible que es su pedagogía; enseñe lo fundamental e insuperable de su sociología” (Pablo VI, Discurso en Nazaret, 5 enero 1964)».


ACCIÓN:

VER: lo que dice. Importancia de la familia.-Jesús en la familia.-Sagrada Familia de Nazaret.

JUZGAR: ¿Qué piensas de ello, y cómo se viven hoy esas situaciones?

ACTUAR: ¿Qué propones y a qué te comprometes?



viernes, 18 de mayo de 2018

¡ESPÍRITU SANTO, VEN!




¡ESPÍRITU SANTO, VEN!

GUÍA DE ORACIÓN 20-05-18

GUÍA: Ven,  Espíritu de Dios. Ilumina al mundo con tu luz. Pedimos tu venida. Danos tu fortaleza en el bien y el amor. Somos caminantes que buscan a Dios y acogen su venida. Haz que te conozcamos y reconozcamos, cuando llegas a nosotros. En el silencio interior, visualizamos nuestro camino, cómo se desarrollan nuestros pasos, cuándo le encontramos y le acogemos. SILENCIO DE ESPERA, PETICIÓN, ACOGIDA 

Del libro de los Hechos de los Apóstoles (2,1-11):

Al cumplirse el día de Pentecostés,
estaban todos juntos en el mismo lugar. De repente, se produjo desde el cielo un estruendo, como de viento que soplaba fuertemente, y llenó toda la casa donde se encontraban sentados. Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se dividían, posándose encima de cada uno de ellos. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía manifestarse.

Residían entonces en Jerusalén judíos devotos venidos de todos los pueblos que hay bajo el cielo. Al oírse este ruido, acudió la multitud y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propia lengua. Estaban todos estupefactos y admirados, diciendo:
«¿No son galileos todos esos que están hablando? Entonces, ¿cómo es que cada uno de nosotros los oímos hablar en nuestra lengua nativa? Entre nosotros hay partos, medos, elamitas y habitantes de Mesopotamia, de Judea y Capadocia, del Ponto y Asia, de Frigia y Panfilia, de Egipto y de la zona de Libia que limita con Cirene; hay ciudadanos romanos forasteros, tanto judíos como prosélitos; también hay cretenses y árabes; y cada uno los oímos hablar de las grandezas de Dios en nuestra propia lengua».


GUÍA: Se llenaron todos de Espíritu Santo. Estaban reunidos orando. Empezaron a hablar en la lengua que Espíritu les sugería. Los que oían les entendían en su propia lengua. La manifestación de Dios llega a todos los hombres en su lengua o situación. Que no pongamos obstáculos, ya que el Espíritu llega a todos. SILENCIO DE APERTURA, CERCANÍA, DON.

De la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (12,3b-7.12-13):

Hermanos:
Nadie puede decir: «Jesús es Señor», sino por el Espíritu Santo.
Y hay diversidad de carismas, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de actuaciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos. Pero a cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para el bien común.
Pues, lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo.
Pues todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu.

GUÍA:
Hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Somos miembros de un solo cuerpo. Aquí estamos, Señor. El Espíritu nos une. Ser miembros y llevar a cabo nuestra función hace que el cuerpo realice su cometido. Cada uno responsable de su misión. Contigo, Jesús, y con el Espíritu, damos gloria al Padre  Dios. SILENCIO DE UNIÓN, DE GLORIA Y COMPROMISO.

SECUENCIA DEL ESPÍRITU SANTO

Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequia,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.

Del santo evangelio según san Juan (20,19-23):

Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:
«Paz a vosotros».
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
«Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo».
Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:
«Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los 
retengáis, les quedan retenidos».

GUÍA: Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado así yo os envío. Recibid el Espíritu Santo. Jesús se presenta a los discípulos, les da la paz, los envía a una misión. En silencio escuchamos, recibimos el don de la paz. Se nos da  la misión de llevar el Espíritu  y perdonar. Es nuestro momento de recibir el Espíritu y transmitirlo a nuestro alrededor. Envía, Señor, tu Espíritu. SILENCIO DE  INTERIORIZACIÓN, PETICIÓN Y ENVÍO

RECOGEMOS NUESTRA ORACIÓN, UNA FRASE

AGRADECEMOS, ALABAMOS, PEDIMOS

INVOCAMOS A MARÍA, LA LLENA DE ESPÍRITU

NOS DIRIGIMOS AL PADRE JUNTO CON JESÚS Y TODA LA HUMANIDAD: PADRE NUESTRO

CANTAMOS
Espíritu santo, ven, ven,
Espíritu santo, ven, ven,
Espíritu santo, ven, ven
En el nombre del señor.
Acompáñame y condúceme, toma mi vida.
Santíficame y transfórmame, ¡Espíritu Santo ven!
Espíritu santo, ven, ven,
Espíritu santo, ven, ven,
Espíritu santo, ven, ven
En el nombre del señor.
Resucítame y conviérteme, todos los días.
Glorifícame y renuévame, ¡Espíritu Santo, ven!
Espíritu santo, ven, ven,
Espíritu santo, ven, ven,
Espíritu santo, ven, ven
En el nombre del señor.
Fortaléceme y consuélame de mis pesares
Fortaléceme y libérame ¡Espíritu Santo ven!
Espíritu santo, ven, ven,
Espíritu santo, ven, ven,
Espíritu santo, ven, ven
En el nombre del señor.



martes, 15 de mayo de 2018

25 AÑOS CAMBADOS

                                                                                                                                                                   
                                                                                                     REZA Y COMPARTE
25 AÑOS EN CAMBADOS
BODAS DE PLATA

Las Hijas de María Auxiliadora, FMA, Salesianas de San Juan Bosco,  celebran sus 25 años de presencia en Cambados, Pontevedra.

*Una pequeña presencia que colabora en la Parroquia Santa Mariña  en Catequesis, Formación de grupos de niños, jóvenes y adultos.  Participa en Cáritas, visita a personas necesitadas y enfermos y se hace presente en diversos momentos de la Parroquia, con su presencia y testimonio cristiano.




*También hay participación en la Parroquia de San Adrián de Vilariño, con Catequesis y apoyo parroquial.

*La Asociación de María Auxiliadora da empuje a la devoción de la Virgen María.

*Las Antiguas Alumnas de las primeras Hermanas, ayudan con su buen hacer y participación en la expresión del Carisma Salesiano.
*Los Bienhechores han estado cerca de nosotras.


 ¡FELICIDADES!
AGRADECIMIENTO

 Y      BENDICIONES  PARA   TODA   LA OBRA     

                       La Comunidad