martes, 30 de octubre de 2018

CLAUSURA SÍNODO

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CLAUSURA DEL SÍNODO DE LOS JÓVENES
Ofrecemos una síntesis de la homilía del Papa Francisco al finalizar el Sínodo. Reflexionamos con él.
El Papa clausura el Sínodo: «en la cruz, Dios se hizo nuestro prójimo»
El Pontífice clausuró el Sínodo de los Obispos con una misa celebrada en la Basílica de San Pedro. En su homilía, Francisco indicó tres pasos fundamentales para acompañar el camino de la fe: escuchar, hacernos prójimos y testimoniar en nombre de Jesús.

Sofía Lobos - Ciudad del Vaticano
La mañana del domingo 28 de octubre, el Papa Francisco presidió en la Basílica de San Pedro del Vaticano, la misa de clausura de la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos dedicado al tema de los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional.
Inspirado en la liturgia dominical, en la que el evangelista San Marcos narra el episodio sobre el ministerio itinerante de Jesús, quien poco después entrará en Jerusalén para morir y resucitar; el Pontífice centró su homilía en la figura del ciego Bartimeo, “el último que sigue a Jesús en el camino, que pasa de ser un mendigo al borde de la vía en Jericó y se convierte en un discípulo que va con los demás a Jerusalén”.
En este sentido, el Papa señaló que también nosotros hemos caminado juntos, "hemos hecho sínodo y ahora este evangelio sella tres pasos fundamentales para el camino de la fe".
Escuchar el grito del que sufre
En primer lugar, Jesús escucha el grito de Bartimeo: un pobre, solo, sin amor y abandonado.
Jesús pone en práctica el ejercicio de la escucha atenta y al encontrarse con él, lo deja hablar: «Este es el primer paso para facilitar el camino de la fe: escuchar. Es el apostolado del oído: escuchar, antes de hablar», subrayó Francisco exhortando a seguir el ejemplo de Jesús, para quien el grito del que pide ayuda no es algo molesto que dificulta el camino, sino una pregunta vital.
«¡Qué importante es para nosotros escuchar la vida! Los hijos del Padre celestial escuchan a sus hermanos: no las murmuraciones inútiles, sino las necesidades del prójimo», añadió.
Hacernos prójimos 
En segundo lugar, para acompañar en el camino de la fe hay que hacerse prójimos. «Miremos a Jesús, que no delega en "alguien de la multitud" que lo seguía, sino que se encuentra con Bartimeo en persona. Le dice: ¿Qué quieres que haga por ti?», explicó el Santo Padre, haciendo hincapié en que así actúa Dios, implicándose en primera persona con un amor de predilección por cada uno: «Ya en su modo de actuar transmite su mensaje: así la fe brota en la vida».
«Hacerse prójimos es llevar la novedad de Dios a la vida del hermano, es el antídoto contra la tentación de las recetas preparadas», aseveró el Sucesor de Pedro, invitando a preguntarnos si somos cristianos capaces de ser prójimos, de salir de nuestros círculos para abrazar a los que “no son de los nuestros” y que Dios busca ardientemente.
Y en este contexto, Francisco puso en guardia sobre la tentación siempre existente, y que se repite tantas veces en las Escrituras: “lavarse las manos”.
Ante el sufrimiento, Jesús no se lava las manos
A diferencia de tantos, el Obispo de Roma subrayó que Jesús se ensucia las manos... no se las lava: se implica, se la juega:
«Reconozcamos que el Señor se ha ensuciado las manos por cada uno de nosotros, y miremos la cruz y recomencemos desde allí, del recordarnos que Dios se hizo mi prójimo en el pecado y la muerte. Se hizo mi prójimo: todo viene de allí».
Testimoniar en nombre del Señor
Por último, el tercer paso que propuso el Papa en su homilía fue testimoniar.
“Fijémonos en los discípulos que llaman a Bartimeo: no van a él, que mendigaba, con una moneda tranquilizadora o a dispensar consejos; van en el nombre de Jesús. De hecho, le dirigen solo tres palabras, todas de Jesús: «Ánimo, levántate, que te llama» (v. 49), explicó Francisco indicando que no es cristiano esperar que los hermanos que están en busca llamen a nuestras puertas; tendremos que ir donde están ellos, “no llevándonos a nosotros mismos, sino a Jesús”.
Por ello, el Pontífice señala que la Iglesia no debe pasar por una ONG o una organización paraestatal, “sino por la comunidad de los salvados que viven la alegría del Señor”.
Fe: cuestión de encuentro no de teoría
“Escuchar, hacerse prójimos, testimoniar. El camino de fe termina en el Evangelio de una manera hermosa y sorprendente, con Jesús que dice: «Anda, tu fe te ha salvado» (v. 52)”, dijo el Papa destacando que sentirse necesitados de salvación es el comienzo de la fe.
“Es el camino más directo para encontrar a Jesús. La fe que salvó a Bartimeo no estaba en la claridad de sus ideas sobre Dios, sino en buscarlo, en querer encontrarlo. La fe es una cuestión de encuentro, no de teoría. En el encuentro Jesús pasa, en el encuentro palpita el corazón de la Iglesia. Entonces, lo que será eficaz es nuestro testimonio de vida, no nuestros sermones”, concluyó.


ACCIÓN
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https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2018-10/sinodo-jovenes-2018-misa-clausura-homilia-papa-francisco.html





viernes, 26 de octubre de 2018

¡GRITAD DE ALEGRÍA!



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¡GRITAD DE ALEGRÍA!

GUÍA DE ORACIÓN 28-10-18  
GUÍA: Padre Dios, aquí estamos. Tu presencia nos cubre y alienta nuestro ser y actuar. Te damos gracias por estar junto a nosotros, por la fuerza que impulsasen nuestro vivir. Nos alegramos por todo lo bueno que hemos hecho y pedimos perdón por nuestros fallos. SILENCIO DE PRESENCIA, AGRADECIMIENTO, PERDÓN.

Del libro de Jeremías (31,7-9):

Así dice el Señor: «Gritad de alegría por Jacob, regocijaos por el mejor de los pueblos; proclamad, alabad y decid: El Señor ha salvado a su pueblo, al resto de Israel. Mirad que yo os traeré del país del norte, os congregaré de los confines de la tierra. Entre ellos hay ciegos y cojos, preñadas y paridas: una gran multitud retorna. Se marcharon llorando, los guiaré entre consuelos; los llevaré a torrentes de agua, por un camino llano en que no tropezarán. Seré un padre para Israel, Efraín será mi primogénito.»


GUÍA: Gritad de alegría por el mejor de los pueblos. El Señor ha salvado al resto de Israel. Los gritos de alegría entusiasman al pueblo y reconocen la obra salvadora del Señor. Los gritos de alegría y el gozo toman la delantera, sacian la sed  de felicidad en lo profundo de nuestro ser. La saboreamos y agradecemos al Señor su acción. SILENCIO DE VICTORIA Y  GLORIA AL PADRE, AL HIJO Y AL ESPÍRITU.

De la carta a los Hebreos (5,1-6):

Todo sumo sacerdote, escogido entre los hombres, está puesto para representar a los hombres en el culto a Dios: para ofrecer dones y sacrificios por los pecados. Él puede comprender a los ignorantes y extraviados, ya que él mismo está envuelto en debilidades. A causa de ellas, tiene que ofrecer sacrificios por sus propios pecados, como por los del pueblo. Nadie puede arrogarse este honor: Dios es quien llama, como en el caso de Aarón. Tampoco Cristo se confirió a sí mismo la dignidad de sumo sacerdote, sino aquel que le dijo: «Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy», o, como dice otro pasaje de la Escritura: «Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.»

GUÍA: Jesús, Sumo Sacerdote, escogido entre los hombres, presente con el Padre. Te contemplamos elevado para salvarnos. Eres gracia y perdón, regalo del Padre y ofrenda de sacrificio. Limpia nuestro pecado y líbranos del mal. SILENCIO DE PETICIÓN, CONFIANZA, AMOR.

Del santo evangelio según san Marcos (10,46-52):

En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó con sus discípulos y bastante gente, el ciego Bartimeo, el hijo de Timeo, estaba sentado al borde del camino, pidiendo limosna. Al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar: «Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí.»
Muchos lo regañaban para que se callara. Pero él gritaba más: «Hijo de David, ten compasión de mí.»
Jesús se detuvo y dijo: «Llamadlo.»
Llamaron al ciego, diciéndole: «Ánimo, levántate, que te llama.» Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús.
Jesús le dijo: «¿Qué quieres que haga por ti?»
El ciego le contestó: «Maestro, que pueda ver.»
Jesús le dijo: «Anda, tu fe te ha curado.» Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino.

GUÍA: Jesús, hijo de David, ten compasión de mí. Nos ponemos ante Jesús con esta frase, con esta petición. El Maestro nos pregunta qué queremos. Se lo decimos y él añade: Anda tu fe te ha curado. Hagamos nuestra la escena y recibamos esa curación que se nos ofrece por la fe. Dejemos que nuestro espíritu se sienta tocado por las palabras. Glorifiquemos a Dios que hace obras grandes a favor nuestro SILENCIO DE FE, CONFIANZA, ALEGRÍA.

HACEMOS SÍNTESIS DE NUESTRA ORACIÓN: UNA FRASE PARA REPETIR

ADORAMOS, AGRADECEMOS, PEDIMOS PERDÓN, OTRAS PETICIONES

INVOCAMOS A MARÍA QUE NOS ACOMPAÑE EN EL CAMINO.

ORAMOS AL PADRE CON JESÚS: PADRE NUESTRO…

CANTAMOS  SALMO 125
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,/nos parecía soñar:
la boca se nos llenaba de risas,/la lengua de cantares. R/.

Hasta los gentiles decían:/ «El Señor ha estado grande con ellos.»
El Señor ha estado grande con nosotros,/y estamos alegres. R/.

Que el Señor cambie nuestra suerte,/como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas/cosechan entre cantares. R/.

Al ir, iba llorando,/llevando la semilla;
al volver, vuelve cantando,/trayendo sus gavillas. R/.





martes, 23 de octubre de 2018

POESÍA: LA MIRADA DE JESÚS



Mira a Jesús que te mira,                 
y déjate mirar por El,
que en su mirar hay amor
que te sostiene en la fe.

Haz silencio en tu interior,
deja a un lado tus quehaceres
porque el mirar de Dios
es siempre hacer favores.

Señor me siento agradecida,
por tu inmensa bondad,
por tu cariño inagotable,
porque Tú siempre estás,
de día y de noche,
y en cualquier lugar.
 
En el aire que respiro,
en el sol que me calienta,
se perciben tus caricias,
que a mi corazón alientan,
para seguir caminando,
con la mente siempre atenta.

Que mi vida vaya siendo,
un canto de amor y fiesta,
de alabanza y gratitud,
porque mi gozo y mi todo eres TÚ.
María

¿QUÉ VEMOS?
·        Una invitación a mirar y ser mirada o mirado.
·       Silencio y agradecimiento.
·       Consecuencias, resultado.
¿QUÉ VES TÚ?
·       Subraya una frase que te gusta



viernes, 19 de octubre de 2018

JUSTIFICARÁ A MUCHOS


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JUSTIFICARÁ A MUCHOS

GUÍA DE ORACIÓN 21-10-18

GUÍA: Oración de encuentro contigo, de identificación con aquel que nos ama. Queremos identificarnos contigo, Padre, con Jesús que se nos presenta como ejemplo de todo hombre y de toda mujer. Te reconocemos como Dios, como Padre, defensor de la justicia y de la bondad. Lo vamos haciendo en la verdad. Abrimos el corazón a la acogida. SILENCIO DE IDENTIFICACIÓN, DE ACOGIDA, DE ACCIÓN DE GRACIAS.

Del libro de Isaías (53,10-11):

El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento, y entregar su vida como expiación: verá su descendencia, prolongará sus años, lo que el Señor quiere prosperará por su mano. Por los trabajos de su alma verá la luz, el justo se saciará de conocimiento. Mi siervo justificará a muchos, porque cargó con los crímenes de ellos. 

GUÍA: Justificará a muchos, les aportará su justicia en la entrega d ela vida por amor a  los hermanos. Nos dejamos tocar de esta justicia redentora que nos limpia y perdona. Recibimos su vida y su amor. En la Eucaristía, se hace presente su sacrificio y justificación. Lo aceptamos y ofrecemos al Padre Dios. SILENCIO QUE NOS ABRE A LA VIDA DE JESÚS, A SU ENTREGA AL PADRE Y A LOS HERMANOS.

De la carta a los Hebreos (4,14-16):

Mantengamos la confesión de la fe, ya que tenemos un no sacerdote grande, que ha atravesado el cielo, Jesús, Hijo Dios. No tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse nuestras debilidades, sino que ha sido probado en todo exactamente como nosotros, menos en el pecado. Por eso, acerquémonos con seguridad al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y encontrar gracia que nos auxilie oportunamente.

GUÍA: Jesús, sacerdote para Dios y para los humanos, mediador. Él participa en todo con la humanidad y nos representa ante el Padre. Releamos estas frases. Sacerdote para Dios, siendo portador de amor. Sacerdote para la humanidad, identificándose con todos nosotros. Gracias, Jesús, por tu entrega. Gracias Padre, por tu perdón y tu amor. SILENCIO DE PROFUNDIZACIÓN, DE ADORACIÓN Y DE FE ESPERANZADA.

Del santo evangelio según san Marcos (10,35-45):

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron: «Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir.»
Les preguntó: «¿Qué queréis que haga por vosotros?»
Contestaron: «Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda.»
Jesús replicó: «No sabéis lo que pedís, ¿sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber, o de bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?»
Contestaron: «Lo somos.»
Jesús les dijo: «El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y os bautizaréis con el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; está ya reservado.» Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan.
Jesús, reuniéndolos, les dijo: «Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. Vosotros, nada de eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos.»

GUÍA: El que quiera ser grande sea  servidor. “Justificar a muchos” se cumple en abajarse y dar la vida. Jesús no ha venido a ser servido  sino a servir, dice él. Es el camino que nos indica, el camino que lleva a la liberación y a la hermandad. Es la misión que Jesús recibe para él y para los cristianos. Preguntémonos por nuestra situación personal y como cristianos. ¿Avanzamos o nos echamos para atrás? SILENCIO DE ESCUCHA, CLARIDAD Y RESPUESTA.

RECOGEMOS NUESTRA ORACIÓN, RECORDAMOS UNA FRASE

ACEPTAMOS,  DAMOS GRACIAS, PEDIMOS, OFRECEMOS

INVOCAMOS A MARÍA, MADRE Y AMIGA

NOS DIRIGIMOS AL PADRE JUNTO CON JESÚS: PADRE NUESTRO…

CANTAMOS:

JESÚS ES SEÑOR. CANTA KAIROI. 

Jesús es, Jesús es Señor, Jesús es, Jesús es Señor, Jesús es, Jesús es Señor... 

Aleluya, aleluya, aleluya, aleluya, aleluya, aleluya... 

Gloria a Dios, gloria, gloria a Dios, gloria a Dios, gloria, gloria a Dios, gloria a Dios, gloria, gloria a Dios... 

Jesús es, Jesús es Señor...


martes, 16 de octubre de 2018

POESÍA Buenos cristianos y honrados ciudadanos"


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POESÍA
Buenos cristianos y
 honrados ciudadanos"(San Juan Bosco)

Hoy parece estar de moda
disfrazar la realidad,
sacando los trapos sucios

que se viven y se vivirán.
Tener la conciencia limpia,
no es fácil de demostrar
porque hay un espacio íntimo
que nadie puede tocar.


Lo que sí hay que esforzarnos
es el vivir en verdad,
quitándose las caretas
que hacen daño a los demás.
Ser honrado en el trabajo,
es tarea primordial,
para que otros no sufran
nuestra cruel falsedad.
Educar en la verdad,
desde edades muy tempranas,
hará personas honradas
en el hoy y en el mañana.
Para tener buenos frutos,
el árbol hay que cuidar,
con esmero, con cariño,
con paciencia y con bondad.
Vale la pena el esfuerzo
si queremos ayudar
a educar esos valores
que creemos de verdad.
Don Bosco lo supo hacer
y no se cansó jamás,
porque sabía muy bien
lo importante que es amar.
María
¿QUÉ VES?

  • Una buena colección de consejos y valores. El título es frase de San Juan Bosco.
  • María, la autora, nos explica algunas formas de llevarlo a cabo. 
  • Añade alguna otra en tu comentario.
  • ¿Hay dificultades en la práctica de la frase? Comenta alguna. 
  • Conseguiremos un intercambio de ideas. 

viernes, 12 de octubre de 2018

LUZ SIN OCASO



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LUZ SIN OCASO                     https://www.youtube.com/watch?v=taNgRUjL5w8

GUÍA DE ORACIÓN 14-10-18

GUÍA: Vamos hacia ti, Señor. En ti vivimos, nos movemos y existimos. Ahora queremos, en oración, acercarnos más a ti. Enséñanos a conocerte más, a gozar de tu presencia. Enséñanos qué esperas de nosotros. Perdona nuestros fallos, nuestras evasiones. SILENCIO DE PAZ, DE PERDÓN, DE ACEPTACIÓN.

Del libro de la Sabiduría (7,7-11):

Supliqué, y se me concedió la prudencia; invoqué, y vino a mí el espíritu de sabiduría. La preferí a cetros y tronos, y, en su comparación, tuve en nada la riqueza. No le equiparé la piedra más preciosa, porque todo el oro, a su lado, es un poco de arena, y, junto a ella, la plata vale lo que el barro. La quise más que la salud y la belleza, y me propuse tenerla por luz, porque su resplandor no tiene ocaso. Con ella me vinieron todos los bienes juntos, en sus manos había riquezas incontables. 

GUÍA: El espíritu de sabiduría viene sobre nosotros. Se hace luz sin ocaso. Tu sabiduría nos transforma, Señor. ¿Seguro que nuestra vida se une a ti y camina en tu presencia?
 La paz y luz de tu Palabra son tesoro escondido al que nos dirigimos. Acompaña nuestros pasos. SILENCIO DE ENCUENTRO, COMUNICACIÓN, COMPROMISO.

De la carta a los Hebreos (4,12-13):

La palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, penetrante hasta el punto donde se dividen alma y espíritu, coyunturas y tuétanos. juzga los deseos e intenciones del corazón. No hay criatura que escape a su mirada. Todo está patente y descubierto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas.

GUÍA: La Palabra de Dios es viva y eficaz. Nos dejamos tocar por tu Palabra. Ella juzga los deseos e intenciones del corazón. Confiamos en el Padre Dios que la envía. Dejamos espacio para ella en el corazón.
Todo está al descubierto, todo es luz. Os acogemos a tu misericordia SILENCIO DE ESCUCHA, CONFIANZA Y DON.

Lectura del santo evangelio según san Marcos (10,17-30):

En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?»
Jesús le contestó: «¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios. Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre.»
Él replicó: «Maestro, todo eso lo he cumplido desde pequeño.»
Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo: «Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego síguerne.»
A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era muy rico. Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: «¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el reino de Dios!»
Los discípulos se extrañaron de estas palabras. Jesús añadió: «Hijos, ¡qué difícil les es entrar en el reino de Dios a los que ponen su confianza en el dinero! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios.»

Ellos se espantaron y comentaban: «Entonces, ¿quién puede salvarse?»
Jesús se les quedó mirando. y les dijo: «Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo.»
Pedro se puso a decirle: «Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.»
Jesús dijo: «Os aseguro que quien deje casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones, y en la edad futura, vida eterna.»


GUÍA
: Un joven se adelanta hacia Jesús. Busca la vida eterna. Cumple  los mandamientos. Las palabras de  Jesús: Vende lo que tienes, dalo a los pobres, sígueme, no son bien recibidas. Era muy rico. ¿Cuáles son nuestras riquezas? ¿Nos alejan de Jesús?
¿Qué reflexión hacemos del pasaje bíblico? ¿Cómo lo relacionamos con nuestra forma de buscar a Jesús en nuestra vida?
Es posible que Jesús nos pida dejar cosas que nos atan, que nos alejan de él. Busquemos cuáles son. Demos respuesta. SILENCIO DE INTERROGANTES, PETICIÓN Y RESPUESTA.

SINTETIZAMOS NUESTRA ORACIÓN: UNA FRASE  PARA RECORDAR.

ADMIRAMOS, DAMOS GRACIAS, BUSCAMOS, RESPONDEMOS.

INVOCAMOS A MARÍA NUESTRA MADRE Y AMIGA

CON LAS PALABRAS DE JESÚS, NOS DIRIGIMOS AL PADRE: PADRE NUESTRO…

DE TI NACE LA LUZ

Busco tus huellas Señor Jesús.
Busco tus palabras de eternidad.
Quiero encontrar una luz sin fin:
quiero encontrar la verdad.
De ti nace la luz. De ti toda la verdad.
En ti podré encontrar la libertad.
Dime, Señor, dime qué he de hacer
para alumbrar toda oscuridad.
Dime, Señor cómo conseguir
ser una luz de verdad.
Sólo me importa vivir en ti.
Sólo pretendo tu voluntad.
Qué más, Señor puedo yo querer
si eres tú mi libertad.
Hemos sentido que sin tu amor
todo se encierra en la soledad.
Somos esclavos de una ilusión
si con nosotros no estás.



martes, 9 de octubre de 2018

ALEGRÍA DEL AMOR 15



PAPA FRANCISCO

Capítulo tercero

Continuamos nuestra reflexión. Es bastante bien acogida por vosotros y ayuda a  profundizar la doctrina y la experiencia sobre el matrimonio. Por nuestra parte es un recurso interesante en nuestro mundo. La Jornada mundial de las familias en Dublín también es un estímulo para refrescar nuestra formación cristiana en este tema. Que disfrutéis. 

LA MIRADA PUESTA EN JESÚS: VOCACIÓN DE LA FAMILIA

86. «Con íntimo gozo y profunda consolación, la Iglesia mira a las familias que permanecen fieles a las enseñanzas del Evangelio, agradeciéndoles el testimonio que dan y alentándolas. Gracias a ellas, en efecto, se hace creíble la belleza del matrimonio indisoluble y fiel para siempre. En la familia, “que se podría llamar iglesia doméstica” (Lumen gentium, 11), madura la primera experiencia eclesial de la comunión entre personas, en la que se refleja, por gracia, el misterio de la Santa Trinidad. “Aquí se aprende la paciencia y el gozo del trabajo, el amor fraterno, el perdón generoso, incluso reiterado, y sobre todo el culto divino por medio de la oración y la ofrenda de la propia vida” (Catecismo de la Iglesia Católica, 1657)»[101].

87. La Iglesia es familia de familias, constantemente enriquecida por la vida de todas las iglesias domésticas. Por lo tanto, «en virtud del sacramento del matrimonio cada familia se convierte, a todos los efectos, en un bien para la Iglesia. En esta perspectiva, ciertamente también será un don valioso, para el hoy de la Iglesia, considerar la reciprocidad entre familia e Iglesia: la Iglesia es un bien para la familia, la familia es un bien para la Iglesia. Custodiar este don sacramental del Señor corresponde no sólo a la familia individualmente sino a toda la comunidad cristiana»[102].

88. El amor vivido en las familias es una fuerza constante para la vida de la Iglesia. «El fin unitivo del matrimonio es una llamada constante a acrecentar y profundizar este amor. En su unión de amor los esposos experimentan la belleza de la paternidad y la maternidad; comparten proyectos y fatigas, deseos y aficiones; aprenden a cuidarse el uno al otro y a perdonarse mutuamente. En este amor celebran sus momentos felices y se apoyan en los episodios difíciles de su historia de vida [...] La belleza del don recíproco y gratuito, la alegría por la vida que nace y el cuidado amoroso de todos sus miembros, desde los pequeños a los ancianos, son sólo algunos de los frutos que hacen única e insustituible la respuesta a la vocación de la familia»[103], tanto para la Iglesia como para la sociedad entera.
Capítulo cuarto
EL AMOR EN EL MATRIMONIO


89. Todo lo dicho no basta para manifestar
 el evangelio del matrimonio y de la familia si no nos detenemos especialmente a hablar de amor. Porque no podremos alentar un camino de fidelidad y de entrega recíproca si no estimulamos el crecimiento, la consolidación y la profundización del amor conyugal y familiar. En efecto, la gracia del sacramento del matrimonio está destinada ante todo «a perfeccionar el amor de los cónyuges»[104]. También aquí se aplica que, «podría tener fe como para mover montañas; si no tengo amor, no soy nada. Podría repartir en limosnas todo lo que tengo y aun dejarme quemar vivo; si no tengo amor, de nada me sirve» (1 Co 13,2-3). Pero la palabra «amor», una de las más utilizadas, aparece muchas veces desfigurada[105].

ACCIÓN:
·        Lee cada párrafo.
·        ¿Qué frases subrayarías? ¿Por qué te fijas más en ellas?
·        Comenta y confronta tu pensamiento, el de tus amigos, la sociedad, la Iglesia.
·        ¿Alguna conclusión o propuesta?
·        Comenta una frase en el recuadro de abajo. ¡Buen trabajo!