sábado, 26 de diciembre de 2015

ORACIÓN 27-12-15







ORACIÓN 27-12-15

GUÍA: Celebramos el Domingo de la Sagrada Familia, dentro de la octava de Navidad. Modelo de la familia humana, nos acompaña a realizar nuestra oración a través de los textos litúrgicos. Jesús ha nacido. El Mesías esperado está con nosotros. Le  acogemos con todo el amor de que somos capaces, impulsados por el Espíritu.

Del libro del Eclesiástico (3,2-6.12-14):

Dios hace al padre más respetable que a los hijos y afirma la autoridad de la madre sobre su prole.
El que honra a su padre expía sus pecados, el que respeta a su madre acumula tesoros; el que honra a su padre se alegrará de sus hijos y, cuando rece, será escuchado; el que respeta a su padre tendrá larga vida, al que honra a su madre el Señor lo escucha.
Hijo mío, sé constante en honrar a tu padre, no lo abandones mientras vivas; aunque chochee, ten indulgencia, no lo abochornes mientras vivas.
La limosna del padre no se olvidará, será tenida en cuenta para pagar tus pecados.

GUÍA: La Palabra de Dios nos enseña cómo tratar a los padres y cómo los padres deben ser los mejores signos de la bondad d e Dios y de su presencia en la familia. El hogar nos acoge con cariño y nos enseña a vivir. Una iglesia doméstica que educa también en la fe. Repasemos, en forma de oración, nuestra experiencia familiar. Agradezcamos todo el amor recibido, veamos el amor dado. El pasado pero también el presente y el futuro. Cada uno tiene sus experiencias. Pedimos por todas las familias, las que están unidas y las desunidas, donde Dios es bien acogido y donde no puede entrar. Que Jesús desde su   familia de Nazaret bendiga a todas. Silencio reflexivo, agradecido, perdonador y generoso.

De la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses (3,12-21):

Como elegidos de Dios, santos y amados, vestíos de la misericordia entrañable, bondad, humildad, dulzura, comprensión. Sobrellevaos mutuamente y perdonaos, cuando alguno tenga quejas contra otro. El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo. Y por encima de todo esto, el amor, que es el ceñidor de la unidad consumada. Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón; a ella habéis sido convocados, en un solo cuerpo. Y sed agradecidos. La palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda sabiduría; corregíos mutuamente. Cantad a Dios, dadle gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados. Y, todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él. Mujeres, vivid bajo la autoridad de vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas. Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, que eso le gusta al Señor. Padres, no exasperéis a vuestros hijos, no sea que pierdan los ánimos.

GUÍA: Una lectura muy buena para todos y especialmente en el día de la familia. Presenta un modelo que favorece totalmente la concordia, el respeto mutuo, el amor verdadero. Un modelo en el que está presente Dios y Él enriquece la convivencia y hace crecer el buen encuentro. Imaginemos esa familia modelo de Nazaret, a Jesús cumpliendo su parte y al los esposos comprometidos en la educación de Jesús y del amor mutuo. Todo ello en ese clima que podemos pensar de presencia del Padre Dios. Silencio recogido, obediente, gozoso porque Dios se hace presente a través de cada uno de nosotros.

Del santo evangelio según san Lucas (2,41-52)

Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua. Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres. Éstos, creyendo que estaba en la caravana, hicieron una jornada y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca. A los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas; todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba. 
Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre: «Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados.»
Él les contestó: « ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?»
Pero ellos no comprendieron lo que quería decir. Él bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad. Su madre conservaba todo esto en su corazón. Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y los hombres
.
GUÍA: Una escena conflictiva. Cada uno parece que tiene razón. Se explica la situación y con la ayuda del Padre Dios, cada uno retoma su actitud o la recambia. Jesús vuelve con ellos, va creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y los hombres. Un modelo perfecto ¿no?. Gracias Jesús. Gracias María. Gracias José. Gracias Padre Dios. Quedamos envueltos por este clima de encuentro recíproco, de amor generoso. SILENCIO CONTEMPLATIVO, RECEPTIVO, que interpela.

SINTETIZAMOS nuestra oración en una frase. AGRADECEMOS.

PETICIONES

PADRE NUESTRO unidos a todas las familias del mundo.

INVOCAMOS A MARÍA nuestra madre.

CANTAMOS

Un arco iris de sol y nieve,
niño divino vengo a ofrecerte.
Un arco iris de sol y nieve,
miles de estrellas para que sueñes.
Un arco iris de sol y nieve,
para la cuna donde tú duermes,
un arco iris para que sueñes.
 EN NAVIDAD EN NAVIDAD,
 TODA LA TIERRA CANTA LA PAZ
2.Una paloma de olivo verde,
niño divino vengo a ofrecerte.
Una paloma de olivo verde,
para la paz para mis gentes.
Una paloma que vuele,
junto a la cuna de tu pesebre.
Una paloma de olivo verde.
En Navidad…
3.Con los pastores la luna viene,
la han desvelado,
hoy ya no duerme.
Con los pastores,
mi pueblo viene,
trae la luna sobre su frente.
En Navidad… 
Con los pastores mi pueblo viene,
lo han desvelado,
hoy ya no duerme,
trae la luna sobre su frente....
En Navidad…

viernes, 25 de diciembre de 2015







ORACIÓN 25-12-15                         

¡FELIZ     NAVIDAD!

GUÍA: Acampó entre nosotros. En  un día nuevo, Dios se hizo hombre. En medio de la noche surge su estrella y entra el Señor a su tierra. Lo hemos esperado con los profetas de Israel, con nuestro pueblo. Gloria a   Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombre que ama el Señor. Con estos sentimientos hacemos silencio para acoger la Palabra de Dios y su acción en los vivientes. SILENCIO ADORADOR, HUMILDE, AGRADECIDO.

Del santo evangelio según san Juan (1,1-18):

En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. La Palabra en el principio estaba junto a Dios. Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho. En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió. Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz. La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre. Al mundo vino, y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre. Éstos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios. Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad. Juan da testimonio de él y grita diciendo: «Éste es de quien dije: "El que viene detrás de mí pasa delante de mí, porque existía antes que yo."» Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia. Porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios Hijo único, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.

GUÍA: San Juan nos presenta esta página maravillosa de contemplación de la Palabra. La podemos seguir poco a poco. La Palabra era Dios, era vida, era la luz de los hombres. Dejemos que acampe en nosotros, que esa vida, esa luz inunde nuestro ser. La Palabra era la luz verdadera que alumbra a todo hombre. Vino y el mundo no la conoció. Pero a cuantos la recibieron les da poder para ser hijos de Dios. ¿Entre cuáles estamos? Nos ponemos en actitud receptiva, le pedimos que haga de nosotros verdaderos hijos de Dios.

Un día de admiración del misterio de la Encarnación desde todos los rincones del mundo.

MARÍA, estamos contigo. Enséñanos a adorar al Dios hecho Niño.

PEDIMOS por toda la humanidad salvada en Jesús, Dios con nosotros.

CANTAMOS


EL NIÑO DIOS HA NACIDO EN BELÉN
El Niño Dios ha nacido en Belén. Aleluya, aleluya.
quiere nacer en nosotros también. Aleluya, aleluya.
ALELUYA ...aleluya
Sólo los pobres y humildes le ven. Aleluya, aleluya.
Sólo el amor nos conduce hasta Él. Aleluya, aleluya. 
ALELUYA ...aleluya

Hay en los cielos mensajes de paz. Aleluya, aleluya.
para los hombre de fe y voluntad Aleluya, aleluya.

viernes, 18 de diciembre de 2015

ORACIÓN 20-12-15





ORACIÓN 20-12-15

GUÍA: Buenos días Jesús, resucitado y presente en el mundo. Estamos aquí, en el silencio de nuestro ser, ante Ti. Llamados por tu presencia, te buscamos y queremos encontrarte. Sabemos que estás presente y quieres comunicarte con nosotros. El silencio nos lleva a tu encuentro. Hoy es el cuarto domingo de Adviento.  Estamos preparando tu venida. Viniste entonces, hace más de 2000 años. Cada año, la Iglesia renueva tu venida, tu encarnación en este mundo. Realmente vienes para cada uno de nosotros. Actualizas lo que entonces sucedió. Cada  persona acoge tu venida en su vida. Que esta oración nos sirva para preparar esa marcha tuya por la humanidad y en cada uno de nosotros. SILENCIO REFLEXIVO, ACOGEDOR, DE ENCUENTRO

De la profecía de Miqueas (5,1-4):

Así dice el Señor: «Pero tu, Belén de Efrata, pequeña entre las aldeas de Judá, de ti saldrá el jefe de Israel. Su origen es desde lo antiguo, de tiempo inmemorial. Los entrega hasta el tiempo en que la madre dé a luz, y el resto de sus hermanos retornará a los hijos de Israel. En pie, pastorea con la fuerza del Señor, por el nombre glorioso del Señor, su Dios. Habitarán tranquilos, porque se mostrará grande hasta los confines de la tierra, y éste será nuestra paz.»

GUÍA: En esa actualización para las personas que hoy habitamos el planeta, nos viene la palabra del profeta Miqueas. Belén, pequeña, de ti saldrá el jefe de Israel. Él reunirá a sus hermanos. Pastorea con la fuerza del Señor. Nos sentimos reunidos por Él. Acariciados por su mirada de pastor, pastoreados con la fuerza del Señor. Dejemos que estas impresiones, se graben en nuestro interior y gocemos de su presencia y pastoreo. Recojamos sus deseos de fraternidad universal. SILENCIO APACIBLE, GOZOSO, FRATERNO.

De la carta a los Hebreos (10,5-10):

Cuando Cristo entró en el mundo dijo: «Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, pero me has preparado un cuerpo; no aceptas holocaustos ni víctimas expiatorias. Entonces yo dije lo que está escrito en el libro: "Aquí estoy yo para hacer tu voluntad".» Primero dice: «No quieres ni aceptas sacrificios ni ofrendas, holocaustos ni víctimas expiatorias,» que se ofrecen según la Ley. Después añade: «Aquí estoy yo para hacer tu voluntad.» Niega lo primero, para afirmar lo segundo. Y conforme a esa voluntad todos quedamos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha una vez para siempre.

GUÍA: La carta a los Hebreos toma los sentimientos de Cristo para actualizarlos en esta encarnación que vamos a celebrar: Aquí estoy para hacer tu voluntad. La encarnación de Dios en nuestro mundo, por medio de Jesús, sigue diciendo esas mismas palabras. Sigue actualizando su entrega y cercanía a la humanidad. Nuestro silencio escucha su palabra, sus sentimientos y nos prepara para recibirle con amor en su venida. El Padre también esperaba el gran acontecimiento del nacimiento de su Hijo en la tierra. Nos anima a compartir esos mismos sentimientos, con Dios, Padre bueno, y con los hermanos. SILENCIO DE ESCUCHA, ACOGIDA Y  RESPUESTA CONFIADA.

Del Evangelio según San Lucas 1,39-45

En aquellos días, María se puso de camino y fue a prisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: «¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.»
GUÍA: María, como la pequeña aldea de Judá, acoge la Palabra. De Ella saldrá el salvador de Israel, el que reúne a sus hermanos. Podemos hablar con María y expresarle nuestra admiración por su acogida de la Palabra, por ser portadora de tan gran regalo para todos, por visitar a Isabel y a tantas personas que la invocan llevándoles el don de Jesús, por su visita a cada uno de nosotros a lo largo de la vida y hoy. SILENCIO AGRADECIDO, CREYENTE, DE ALEGRÍA Y SOLIDARIO.

RECOGEMOS los sentimientos, lo que ha suscitado nuestra oración. Nuestro compromiso.

PRESENTAMOS las necesidades de nuestro mundo.

PADRE NUESTRO oración que Jesús nos enseña.



CANTAMOS:

SANTA MARÍA DE LA ESPERANZA: 
/ MANTÉN EL RITMO DE NUESTRA ESPERA. / (2)

Nos diste al esperado de los tiempos, 
mil veces prometido en los profetas; 
y nosotros de nuevo deseamos 
que vuelva a repetirnos sus promesas.
ESTRIBILLO.

Brillaste como aurora del gran día; 
plantaba Dios su tienda en nuestro suelo. 
Y nosotros soñamos con su vuelta, 
queremos la llegada de su Reino. 
ESTRIBILLO.

Viviste con la cruz de la esperanza, 
tensando en el amor la larga espera; 
y nosotros buscamos con los hombres 
el nuevo amanecer de nuestra tierra. 
ESTRIBILLO.

Esperaste, cuando todos vacilaban, 
el triunfo de Jesús sobre la muerte; 
y nosotros esperamos que su vida 
anime nuestro mundo para siempre.
ESTRIBILLO.

martes, 15 de diciembre de 2015

BEATA SOR EUSEBIA PALOMINO, FMA



  
 ORACIÓN 15-12-15
                 BEATA SOR EUSEBIA PALOMINO

Salesiana, Hija de María Auxiliadora, nacida en Cantalpino, Salamanca, en 1899. Murió en Valverde del Camino, Huelva España, el  1935. 

Hoy celebramos el aniversario de su nacimiento.



viernes, 11 de diciembre de 2015

ORACIÓN 13-12-15





ORACIÓN 13-12-15

GUÍA: Es tercer domingo de Adviento. Se llama también de Alegría, porque la Palabra nos dice: estad alegres en el Señor. Aquí estamos, Señor. Queremos conocerte mejor, estar un rato contigo, experimentar  tu bondad y misericordia. En el silencio del mundo está tu Espíritu planeando e impulsando la vida como en el principio. Nos sentimos llamados a la vida, al ser, a la plenitud. Haznos capaces de alegrarnos en tu grandeza, de sentirnos conocidos y llamados por Ti, de experimentar tu amor de Padre y compartirlo con nuestros hermanos. SILENCIO DE ADMIRACIÓN,  ADORACIÓN, AMOR.

De la profecía de Sofonías (3,14-18a):

Regocíjate, hija de Sión, grita de júbilo, Israel; alégrate y gózate de todo corazón, Jerusalén. El Señor ha cancelado tu condena, ha expulsado a tus enemigos. El Señor será el rey de Israel, en medio de ti, y ya no temerás. Aquel día dirán a Jerusalén: «No temas, Sión, no desfallezcan tus manos. El Señor, tu Dios, en medio de ti, es un guerrero que salva. Él se goza y se complace en ti, te ama y se alegra con júbilo como en día de fiesta.»


GUÍA: Cada uno de nosotros puede ser esa Hija de Sión a quien se le dice alégrate de todo corazón, el Señor ha cancelado tu condena. No temas. El Señor, tu Dios, en medio de ti, es un guerrero que salva. ¿Qué sentimientos surgen en nosotros? El encuentro con el Señor serena nuestra vida, la da sentido y la fortalece en la fe y en el amor. Un encuentro mutuo. Él nos encuentra a nosotros y nosotros a Él. ¿Qué dice Él? ¿Qué decimos nosotros?. SILENCIO AMOROSO, CONFIADO, ALEGRE.

 De la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses (4,4-7):




Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres. Que vuestra mesura  la  conozca todo el mundo. El Señor está cerca. Nada os preocupe; sino que, en toda ocasión, en la oración y súplica con acción de gracias, vuestras peticiones sean presentadas a Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo juicio, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

GUÍA: Las palabras de Pablo a los Filipenses nos vienen bien. Necesitamos paz, alegría, concordia. Este espacio de encuentro con el Señor,  que se acerca a nuestro corazón, nos ayuda a acoger su alegría, su paz y su empuje por construir el mundo que  quiere  para todos sus hijos. Alabemos al Señor por su presencia y acojámosle con sencillez para llevarle a los demás. SILENCIO PACIFICADOR Y EMPRENDEDOR.

Del santo evangelio según san Lucas (3,10-18):

En aquel tiempo, la gente preguntaba a Juan: «¿Entonces, qué hacemos?»
Él contestó: «El que tenga dos túnicas, que se las reparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo.»
Vinieron también a bautizarse unos publicanos y le preguntaron: «Maestro, ¿qué hacemos nosotros?»
Él les contestó: «No exijáis más de lo establecido.»
Unos militares le preguntaron: «¿Qué hacemos nosotros?»
Él les contestó: «No hagáis extorsión ni os aprovechéis de nadie, sino contentaos con la paga.»
El pueblo estaba en expectación, y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías; él tomó la palabra y dijo a todos: «Yo os bautizo con agua; pero viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego; tiene en la mano el bieldo para aventar su parva y reunir su trigo en el granero y quemar la paja en una hoguera que no se apaga.»
Añadiendo otras muchas cosas, exhortaba al pueblo y le anunciaba el Evangelio.

GUÍA: Hemos escuchado a Juan el Bautista, allí en el Jordán. Seguro que nos quedan vibrando algunas de sus palabras. ¿Cuáles?. Señala algunas que te han impresionado más. ¿Cómo se hacen presentes en ti? Nos identificamos en alguno de los gestos con Juan? Austeridad, verdad, humildad son valores que podemos recoger y actualizar. Pidamos la presencia del Señor y su venida de paz y fortaleza. SILENCIO ACTIVO DE ENTREGA Y SERVICIO

RECORREMOS el itinerario de nuestra oración. Ofrecemos al Señor su  estar con nosotros, nuestro compromiso.

PRESENTAMOS nuestras necesidades y las del mundo.

INVOCAMOS A MARÍA que nos ayude a consolidar la obra del Espíritu.

CON EL PADRE NUESTRO nos unimos a toda la humanidad, con las palabras d e Jesús.




CANTAMOS


Abre tu tienda al Señor,
recíbele dentro,
escucha su voz.

Abre tu tienda al Señor

prepara tu fuego

que llega el amor.

el adviento es esperanza,

la esperanza, salvación,

ya se acerca el Señor;

preparemos los caminos,

los caminos del amor,

escuchemos su voz.
Que se rompan las cadenas,

que se cante libertad,

el Señor nos va a salvar;

sanará nuestras heridas,

nuestro miedo y soledad;

El será nuestra paz.
Por la ruta de los pobres,

va María, va José;

van camino de Belén;

en sus ojos mil estrellas,

en su sueño Emmanuel:

Él será nuestro Rey.

(carmelo erdozain)


lunes, 7 de diciembre de 2015

INMACULADA

0RACIÓN 08-12-15

INMACULADA


GUÍA: Celebramos la fiesta de María Inmaculada. Un día de mucha tradición en la Iglesia. En España es muy festejada y sentida, en la Iglesia, en las familias y en el pueblo cristiano. Vamos a honrarla con una pequeña oración en nuestro blog.

Nos detenemos ante la escena de la anunciación del ángel a María.

Del santo evangelio según san Lucas (1.26-38):    

                                                                                          
                                                                           

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.»
Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél.
El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.»
Y María dijo al ángel: «¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?»
El ángel le contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.»
María contestó: «Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.»
Y la dejó el ángel.

GUÍA: María, la agraciada, es saludada por el mensajero de Dios. Visualicemos la escena. Dejemos que nuestra imaginación nos acompañe. Contemplamos a María temerosa ante la noticia. El ángel la invita a no temer, confiar porque ha hallado gracia ante Dios.

Ella pregunta ¿Cómo será eso? … El Espíritu Santo vendrá sobre ti, te cubrirá con su sombra. Para Dios no hay nada imposible. El silencio nos hace interiorizar la escena, las palabras.

Felicitamos a María por su elección. Nos alegramos con Ella y con toda la humanidad porque Dios, el Señor, la ha mirado y con Ella todos seremos agraciados.

POESÍA





Pues que Tú, Reina del cielo, tanto vales

Da remedio a nuestros males.

Tú que tienes por oficio, consolar desconsolados,

Tú que gastas tu ejercicio, en librarnos del pecado,

Tú que guías los errados y los vales,

Da remedio a nuestros males. (Juan de Encina, s.XVI)

GUÍA: Bajo tu amparo nos acogemos, santa Madre de Dios, no desoigas nuestras súplicas, oh Madre gloriosa y bendita. AMEN.



viernes, 4 de diciembre de 2015

ORACIÓN 06-12-15

ORACIÓN 06-12-15

GUÍA: Jesús, estamos aquí. Los caminos de la espera nos traen hacia Ti. Llegas de nuevo para nosotros. Nos buscas desde los confines de toda la tierra. Te esperamos hoy, como te esperaban las profetas antiguos. Te esperamos y te buscamos en este mundo salpicado de guerras y penurias. Puedes venir porque encontrarás lo que Tú buscas, pobres, enfermos, necesitados. Todos tenemos una luz de esperanza en el corazón y te gritamos ¡Ven, Señor, Jesús! SILENCIO que reconoce la propia situación en relación con Jesús y su venida. SILENCIO que pide que venga y nos libre del mal.
Del libro de Baruc (5,1-9):

Jerusalén, quítate tu ropa de duelo y aflicción, y vístete para siempre el esplendor de la gloria que viene de Dios. Envuélvete en el manto de la justicia que procede de Dios, pon en tu cabeza la diadema de gloria del Eterno. Porque Dios mostrará tu esplendor a todo lo que hay bajo el cielo. Pues tu nombre se llamará de parte de Dios para siempre: “Paz de la Justicia” y “Gloria de la Piedad”. Levántate, Jerusalén, sube a la altura, tiende tu vista hacia el Oriente y ve a tus hijos reunidos desde oriente a occidente, a la voz del Santo, alegres del recuerdo de Dios. Salieron de ti a pie, llevados por enemigos, pero Dios te los devuelve traídos gloria, como un trono real. Porque ha ordenado Dios que sean rebajados todo monte elevado y los collados eternos, y colmados los valles hasta allanar la tierra, para que Israel marche en seguro bajo la gloria de Dios. Y hasta las selvas y todo árbol aromático darán sombra a Israel por orden de Dios. Porque Dios guiará a Israel con alegría a la luz de su gloria, con la misericordia y la justicia que vienen de él.

GUÍA: Somos llamados a dejar el duelo y la aflicción, porque el Señor mostrará su gloria a todo lo que hay bajo el cielo. Estamos ahí bajo el cielo y cubiertos por la gloria de Dios, si nos dejamos contagiar por ella. Todo será allanado para que Israel marche en seguro bajo la gloria de Dios. Marchará seguro. ¿Estamos seguros?  Dios le guiará con la misericordia y la justicia que vienen de Él. Guiará con misericordia y justicia. Somos parte de su pueblo. Acojamos su guía. Nueva llamada a la confianza en el Padre, creador del cielo y la tierra y guiador de sus criaturas. SILENCIO ENTREGADO, CONFIANZA, SEGURO EN DIOS.

De la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses (1,4-6.8-11):

Ruego siempre y en todas mis oraciones con alegría por todos vosotros a causa de la colaboración que habéis prestado al Evangelio, desde el primer día hasta hoy; firmemente convencido de que, quien inició en vosotros la buena obra, la irá consumando hasta el Día de Cristo Jesús. Pues testigo me es Dios de cuánto os quiero a todos vosotros en el corazón de Cristo Jesús. Y lo que pido en mi oración es que vuestro amor siga creciendo cada vez más en conocimiento perfecto y todo discernimiento, llenos de los frutos de justicia que vienen por Jesucristo, para la gloria y alabanza de Dios.

GUÍA: Pablo se dirige a los Filipenses. Hoy nosotros acogemos su palabra y hacemos eco en nosotros. La obra de Dios sigue en pie. Somos obra de sus manos. El que comenzó en nosotros la obra, la irá consumando hasta el día de Cristo Jesús. Abrimos el corazón a la Palabra de Dios, la acogemos, buscamos caminos nuevos por los que avanzar, nos ponemos en marcha. SILENCIO ACOGEDOR, CONFIADO, EMPRENDEDOR, HUMILDE.

Del santo evangelio según san Lucas (3,1-6):

En el año quince del reinado del emperador Tiberio, siendo Poncio Pilato gobernador de Judea, y Herodes virrey de Galilea, y su hermano Felipe virrey de Iturea y Traconítide, y Lisanio virrey de Abilene, bajo el sumo sacerdocio de Anás y Caifás, vino la palabra de Dios sobre Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.
Y recorrió toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de conversión para perdón de los pecados, como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías: «Una voz grita en el desierto: Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos; elévense los valles, desciendan los montes y colinas; que lo torcido se enderece, lo escabroso se iguale. Y todos verán la salvación de Dios.»

GUÍA: La Palabra de Dios vino sobre Juan, en el desierto. Hoy la Palabra sigue viniendo. El desierto separa a Juan, le hace sensible, obediente. ¿Cuál es nuestro desierto? ¿Nos hace sensibles y obediente a la Palabra? Dejemos espacio para que resuene en nosotros y la transmitamos a las gentes. Enderezad, allanad, igualad. Y todos verán la salvación de Dios. Vivamos este rato de desierto escuchando la Palabra, repasando los caminos de nuestra existencia. ¿Vemos la salvación de Dios? 
SILENCIO HUMILDE, RECONOCIDO, CREYENTE, ADORADOR.

RECOGEMOS los sentimientos que han venido a nosotros.

COMPARTIMOS alguna frase.

PEDIMOS por las necesidades que conocemos.

INVOCAMOS A MARÍA

PADRE NUESTRO con todos los hombres y mujeres del mundo.

CANTAMOS
Ven Salvador
Ven, Salvador, ven sin tardar:
danos tu gracia y tu paz.
Ven, Salvador, ven sin tardar:
danos tu fuerza y verdad.
Nos diste tu palabra, es firme nuestra espera,
iremos tras tus huellas, sabemos que vendrás.
Ven, ven, Señor Jesús.
Los hombres de mi pueblo esperan que Tú vengas
, que se abran horizontes por donde caminar.
Ven, ven, Señor Jesús.
Vendrás con los que luchan por una tierra nueva,
vendrás con los que cantan justicia y hermandad.

Ven, ven, Señor Jesús....