viernes, 31 de marzo de 2017

VIDA Y MUERTE

GUÍA DE ORACIÓN  02-04-17


GUÍA: El dilema vida-muerte se nos presenta este domingo en las lecturas. La vida nos atrae, nos envuelve ante el Padre Dios que nos llama a su presencia. Nuestro estar ante el Señor en la oración es una realidad. Nuestro ser se revitaliza en su presencia. La muerte, el fin de esa vida se nos presenta como límite de la existencia. Sentimos nuestra totalidad en unos momentos. Presentamos al Padre, con Jesús y con el Espíritu, nuestro tiempo, el tiempo de que gozamos. Agradecemos su don. SILENCIO QUE ACOGE, AGRADECE, QUE EXPERIMENTA EL AMOR.

            De la profecía de Ezequiel (37,12-14):

Así dice el Señor: «Yo mismo abriré vuestros sepulcros, y os haré salir de vuestros sepulcros, pueblo mío, y os traeré a la tierra de Israel. Y, cuando abra vuestros sepulcros y os saque de vuestros sepulcros, pueblo mío, sabréis que soy el Señor. Os infundiré mi espíritu, y viviréis; os colocaré en vuestra tierra y sabréis que yo, el Señor, lo digo y lo hago.» Oráculo del Señor.

GUÍA: La Palabra de Dios nos dice que nos infundirá su espíritu, nos sacara de nuestros sepulcros, de nuestras miserias. El Espíritu planea sobre el universo, sobre sus criaturas, sobre sus hijos. Nos sentimos impulsados por Él y acompañados de su fuerza para vivir el bien que queremos realizar. SILENCIO DE PLENITUD EN LA PRESENCIA DE NUESTRO PADRE DIOS.

De la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (8,8-11):

Los que viven sujetos a la carne no pueden agradar a Dios. Pero vosotros no estáis sujetos a la carne, sino al espíritu, ya que el Espíritu de Dios habita en vosotros. El que no tiene el Espíritu de Cristo no es de Cristo. Pues bien, si Cristo está en vosotros, el cuerpo está muerto por el pecado, pero el espíritu vive por la justificación obtenida. Si el Espíritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el que resucitó de entre los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales, por el mismo Espíritu que habita en vosotros.

GUÍA: El Espíritu que resucita a Jesús, también resucitará nuestra vida. Nuestro cuerpo vive por la resurrección de Jesús. Él vive en el cristiano y da vida verdadera a todo lo que hace, a sus comportamientos. Tomar conciencia de esta vida de Jesús, que se enraíza en nuestro ser, hará que vivamos por el bien y la justicia, según Él quiere. SILENCIO QUE TOMA CONCIENCIA DE LA VIDA DE JESÚS EN NOSOTROS.

              Del santo evangelio según san Juan (11,3-7.17.20-27.33b-45):

En aquel tiempo, las hermanas de Lázaro mandaron recado a Jesús, diciendo: «Señor, tu amigo está enfermo.»
Jesús, al oírlo, dijo: «Esta enfermedad no acabará en la muerte, sino que servirá para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.»
Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando se enteró de que estaba enfermo, se quedó todavía dos días en donde estaba.
Sólo entonces dice a sus discípulos: «Vamos otra vez a Judea.»
Cuando Jesús llegó, Lázaro llevaba ya cuatro días enterrado. Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedaba en casa.
Y dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá.»
Jesús le dijo: «Tu hermano resucitará.»
Marta respondió: «Sé que resucitará en la resurrección del último día.»
Jesús le dice: «Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?»
Ella le contestó: «Sí, Señor: yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo.»
Jesús sollozó y, muy conmovido, preguntó: «¿Dónde lo habéis enterrado?»
Le contestaron: «Señor, ven a verlo.»
Jesús se echó a llorar. Los judíos comentaban: «¡Cómo lo quería!»
Pero algunos dijeron: «Y uno que le ha abierto los ojos a un ciego, ¿no podía haber impedido que muriera éste?»
Jesús, sollozando de nuevo, llega al sepulcro. Era una cavidad cubierta con una losa.
Dice Jesús: «Quitad la losa.»
Marta, la hermana del muerto, le dice: «Señor, ya huele mal, porque lleva cuatro días.»
Jesús le dice: «¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?»
Entonces quitaron la losa.
Jesús, levantando los ojos a lo alto, dijo: «Padre, te doy gracias porque me has escuchado; yo sé que tú me escuchas siempre; pero lo digo por la gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado.»
Y dicho esto, gritó con voz potente: «Lázaro, ven afuera.»
El muerto salió, los pies y las manos atados con vendas, y la cara envuelta en un sudario.
Jesús les dijo: «Desatadlo y dejadlo andar.»
Y muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él.

GUÍA: El dilema de vida y muerte se percibe en el tema de la resurrección de Lázaro. Jesús deja pasar el tiempo y Lázaro muere. Si hubieras estado aquí … le dice María. Jesús da una lección sobre la resurrección. Él es la resurrección y la vida. Acojamos sus palabras. Acojamos su  resurrección en nuestra vida. Recibamos su vida resucitada para que transforme la nuestra. SILENCIO DE ADMIRACIÓN, DE RECIBIR LA VIDA DE JESÚS RESUCITADO EN NUESTRA VIDA Y EN NUESTROS LÍMITES.

NOS CENTRAMOS en lo más importante de nuestra oración,

OFRECEMOS, PEDIMOS, AGRADECEMOS, PROYECTAMOS NUESTRO HACER.

INVOCAMOS A MARÍA, madre y maestra de oración y de vida

PADRE NUESTRO unidos a Jesús y a la humanidad.

CANTAMOS

Jesús es, Jesús es Señor,
Jesús es, Jesús es Señor,
Jesús es, Jesús es Señor.
(2 veces).

Aleluya, aleluya,
Aleluya, aleluya,
Aleluya, aleluya.
Gloria a Dios, gloria, gloria a Dios,
Gloria a Dios, gloria, gloria a Dios,
Gloria a Dios, gloria, gloria a Dios.

Jesús es, Jesús es Señor,
Jesús es, Jesús es Señor,
Jesús es, Jesús es Señor.
(2 veces).

martes, 28 de marzo de 2017

REFLEXIONES DE CUARESMA

                                                                                                                                                                                                                                             REFLEXIONES DE CUARESMA                                                                                                           EN REZA Y COMPARTE






Aquí tienes la invitación del Papa para la Cuaresma. 
Reflexiona y dibuja tu camino de compromiso. 
Comenta alguna frase.

2.     "La Palabra de Dios es una fuerza viva, capaz de suscitar la conversión del corazón de los hombres y orientar nuevamente a Dios". Una frase que señala la importancia de la Palabra, si la recibimos con fe y la acogemos en el corazón como oración y acción.

3.     "la Cuaresma es el tiempo propicio para renovarse en el encuentro con Cristo vivo en su Palabra, en los sacramentos y en el prójimo". La Palabra ilumina nuestras acciones y actitudes. Nos conduce hacia el prójimo. El sacramento de la Eucaristía y de la Reconciliación nos dan la fuerza para seguir adelante en el camino de la verdad y del bien. Amén.

4.     "Nos habla del don de la Palabra y el don de las personas". Me gusta esta frase. Resume mucho de su mensaje. Dios nos da la Palabra y las personas. A ver cómo nos relacionamos con ellas. Reconocer su valor y ver al hermano como Jesús hace estimula el amor y el respeto.

5.     Realizar la conversión, redescubrir el don de la Palabra, servir a Cristo en los necesitados. Es lo que nos propone el Papa Francisco. Un camino para realizar. Un paso cada día por lo menos. ¡Vamos!.

6.     "participando de la victoria de Cristo, sepamos abrir nuestras puertas a los débiles y a los pobres". Me gusta eso de participar en el victoria de Cristo. Hoy podemos visualizar esta victoria y sentirla en nosotros venciendo todo lo que nos aleja de Él. Saber abrir las puertas a los que nos necesitan es una buena forma.

7.     "la Cuaresma es el tiempo propicio para renovarse en el encuentro con Cristo vivo en su Palabra, en los sacramentos y en el prójimo" Veo aquí una frase muy buena del Papa. Como cristianos, encontrarnos con Cristo, conocerle más, oír su palabra, encontrarle en los necesitados, en la Eucaristía y en el sacramento del perdón. Que María nos ayude a conseguirlo.

8.     "Cerrar el corazón al don de Dios que habla, tiene como efecto cerrar el corazón al don del hermano". ¿Qué te parece? Es posible que sea así. Dios siempre abre horizontes, nos conduce a la verdad y al amor. Si nos cerramos a Él, nos cerramos al bien y al amor. Hay que despertar a este hecho. Cuando nos alejamos de Dios, nuestra felicidad disminuye.

9.     «Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso ni aunque resucite un muerto» A veces queremos cosas extraordinarias par avivar la fe. Pero Jesús nos hace ver que lo importante es hacer caso a Moisés y los profetas. Si cerramos los oídos y el corazón a Dios, no podremos conectar con Él, ni resucitando un muerto.
 
10.  "que aumente la cultura del encuentro en la única familia humana". Gracias, Papa Francisco. Eres un buen centinela para elevar la voz en favor del encuentro en esta nuestra familia humana. Encontrarnos como Dios nos encuentra, en el amor.

11.  "que, participando de la victoria de Cristo, sepamos abrir nuestras puertas a los débiles y a los pobres" El Papa nos impulsa a abrir nuestras puertas a los débiles, a los que nos necesitan. La victoria de Cristo sobre la muerte se haga viva en cada uno, con su presencia y amor.

 Nos vamos acercando a la Semana Santa. Jesús se va preparando. El Padre le espera. ¿Cómo lo hacemos nosotros?

viernes, 24 de marzo de 2017

ES MI PASTOR



                            





  GUÍA DE ORACIÓN 26-03-17




GUÍA:  El Señor es mi pastor, nada me falta, dice el salmo de hoy. En nuestro interior, le reconocemos, le seguimos por sus praderas, nos lleva hacia fuentes tranquilas. La paz toca nuestro corazón. Repara mis fuerzas, Padre Dios, estoy aquí. Entreveo tu presencia, con Jesús el camino se hace seguro. El Espíritu nos acerca a tu voluntad. Dejamos que en verdes praderas avancemos y encontremos tu querer para nosotros, ahí en el corazón. SILENCIO ACOGEDOR, PACIFICADOR, ADORADOR
Del primer libro de Samuel (16,1b.6-7.10-13a):

En aquellos días, el Señor dijo a Samuel: «Llena la cuerna de aceite y vete, por encargo mío, a Jesé, el de Belén, porque entre sus hijos me he elegido un rey.»
Cuando llegó, vio a Eliab y pensó: «Seguro, el Señor tiene delante a su ungido.»
Pero el Señor le dijo: «No te fijes en las apariencias ni en su buena estatura. Lo rechazo. Porque Dios no ve como los hombres, que ven la apariencia; el Señor ve el corazón.»
Jesé hizo pasar a siete hijos suyos ante Samuel; y Samuel le dijo: «Tampoco a éstos los ha elegido el Señor.»
Luego preguntó a Jesé: «¿Se acabaron los muchachos?»
Jesé respondió: «Queda el pequeño, que precisamente está cuidando las ovejas.»
Samuel dijo: «Manda por él, que no nos sentaremos a la mesa mientras no llegue.»
Jesé mandó a por él y lo hizo entrar: era de buen color, de hermosos ojos y buen tipo.
Entonces el Señor dijo a Samuel: «Anda, úngelo, porque es éste.»
Samuel tomó la cuerna de aceite y lo ungió en medio de sus hermanos. En aquel momento, invadió a David el espíritu del Señor, y estuvo con él en adelante.
GUÍA: Samuel va a ungir al nuevo rey, por mandato de Dios. David es el pequeño de sus hermanos. Pero Dios le ha elegido. El Espíritu del Señor le invade y está con él en adelante. También tú has sido elegido para tu tarea, el Espíritu está contigo. Su presencia  está contigo, te conduce y acompaña. ¿Lo vives así? Deja que te purifique, que te fortalezca, que actúe contigo. Pídeselo. SILENCIO DE CONSCIENCIA, DE PETICIÓN Y PRESENCIA.

De la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (5,8-14):

En otro tiempo erais tinieblas, ahora sois luz en el Señor. Caminad como hijos de la luz –toda bondad, justicia y verdad son fruto de la luz–, buscando lo que agrada al Señor, sin tomar parte en las obras estériles de las tinieblas, sino más bien denunciadlas. Pues hasta da vergüenza mencionar las cosas que ellos hacen a escondidas. Pero la luz, denunciándolas, las pone al descubierto, y todo lo descubierto es luz. Por eso dice: «Despierta, tú que duermes, levántate de entre los muertos, y Cristo será tu luz.»

GUÍA: Seguimos en las praderas de Dios, acompañados por Jesús, por el Espíritu, seguir adelante y confiar en el Señor. Ahora sois luz en el Señor.  No toméis parte en las obras estériles de las tinieblas. Levántate y Cristo será tu luz. Te lo aplicas a ti mismo, a tus actuaciones, a tu vida. ¿Cómo te ves, luz o  tinieblas? En silencio lo vamos descubriendo y actualizando. Déjate iluminar. SILENCIO QUE DESCUBRE, ACTUALIZA, APROPIA, PROYECTA  LA PALABRA.
Lectura del santo evangelio según san Juan (9,1.6-9.13-17.34-38):

En aquel tiempo, al pasar Jesús vio a un hombre ciego de nacimiento. Y escupió en tierra, hizo barro con la saliva, se lo untó en los ojos al ciego y le dijo: «Ve a lavarte a la piscina de Siloé (que significa Enviado).»
Él fue, se lavó, y volvió con vista. Y los vecinos y los que antes solían verlo pedir limosna preguntaban: «¿No es ése el que se sentaba a pedir?»
Unos decían: «El mismo.»
Otros decían: «No es él, pero se le parece.»
Él respondía: «Soy yo.»
Llevaron ante los fariseos al que había sido ciego. Era sábado el día que Jesús hizo barro y le abrió los ojos. También los fariseos le preguntaban cómo había adquirido la vista.
Él les contestó: «Me puso barro en los ojos, me lavé, y veo.»
Algunos de los fariseos comentaban: «Este hombre no viene de Dios, porque no guarda el sábado.»
Otros replicaban: «¿Cómo puede un pecador hacer semejantes signos?»
Y estaban divididos. Y volvieron a preguntarle al ciego: «Y tú, ¿qué dices del que te ha abierto los ojos?»
Él contestó: «Que es un profeta.»
Le replicaron: «Empecatado naciste tú de pies a cabeza, ¿y nos vas a dar lecciones a nosotros?»
Y lo expulsaron.
Oyó Jesús que lo habían expulsado, lo encontró y le dijo: «¿Crees tú en el Hijo del hombre?»
Él contestó: «¿Y quién es, Señor, para que crea en él?»
Jesús le dijo: «Lo estás viendo: el que te está hablando, ése es.»
Él dijo: «Creo, Señor.» Y se postró ante él.
GUÍA: ¿Qué te dice este hecho? Un ciego que es curado. Personas que no entienden o interpretan mal los hechos de Jesús. Jesús que sigue su camino y evangeliza. El curado que cree. ¿Cuáles de estas acciones se realizan en tu contacto con Jesús?. Creer, ser curado, interpretar, hacer camino, evangelizar…En la paz interior, déjate interpelar por Jesús. SILENCIO DE ACEPTACIÓN, RECONOCIMIENTO DE JESÚS, CAMBIO.
SINTETIZAMOS LA ORACIÓN Una frase nos ayuda a recordarla.
PRESENTAMOS, OFRECEMOS, PEDIMOS, EMPRENDEMOS
INVOCAMOS A MARÍA
PADRE NUESTRO proclamado con Jesús y toda la humanidad.
CANTAMOS
El Señor es mi pastor;
nada me falta.
En verdes praderas me hace descansar,
a las aguas tranquilas me conduce,
me da nuevas fuerzas
y me lleva por caminos rectos,
haciendo honor a su nombre.
Aunque pase por el más oscuro de los valles,
no temeré peligro alguno,
porque tú, Señor, estás conmigo;
tu vara y tu bastón me inspiran confianza.
Me has preparado un banquete
ante los ojos de mis enemigos;
has vertido perfume en mi cabeza,
y has llenado mi copa a rebosar.
Tu bondad y tu amor me acompañan
a lo largo de mis días,
y en tu casa, oh Señor, por siempre viviré


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martes, 21 de marzo de 2017

POR LOS VALIENTES






DÍA DEL SEMINARIO 2017 ORACIÓN

 Dios Padre, que con el ejemplo de tu Hijo,

 nos enseñas que no hay verdadero amor sin la entrega generosa de la propia vida,

 ayuda a aquellos que se preparan en nuestros seminarios a ser pastores según tu corazón,

cercanos a ti, y cercanos a los hombres nuestros hermanos.

 Que sean en medio de nuestra sociedad tus ojos y tus manos,

para ver, curar y acompañar a tantos que quedan heridos en el camino.

Que no falten en tu Iglesia jóvenes dispuestos a servirte según tu voluntad,

que con su vida y su palabra muestren a los demás tu amor misericordioso.

Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.




LA MIES ES ABUNDANTE, LOS OBREROS POCOS.

Pedimos al Padre, que envíe obreros a su mies. ¿Tú,
puedes ser uno?











viernes, 17 de marzo de 2017

¡DAME DE BEBER!



    GUÍA DE ORACIÓN 19-03-17

GUÍA: Al bajar del Tabor, nos esperaba la vida de cada día. Volvemos a encontrarte en la Palabra de Dios. Tu presencia se hace viva y nos comunica al Dios que nos salva. En el interior, brilla la luz porque Tú estás con nosotros. Jesús, queremos vibrar con tu ritmo, confirmar nuestra fe, avivar la esperanza, fortalecer el amor. SILENCIO DE COMUNICACIÓN Y DE CONFIANZA.

Del libro del Éxodo (17,3-7):

En aquellos días, el pueblo, torturado por la sed, murmuró contra Moisés: «¿Nos has hecho salir de Egipto para hacernos morir de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros ganados?» 
Clamó Moisés al Señor y dijo: «¿Qué puedo hacer con este pueblo? Poco falta para que me apedreen.»
Respondió el Señor a Moisés. «Preséntate al pueblo llevando contigo algunos de los ancianos de Israel; lleva también en tu mano el cayado con que golpeaste el río, y vete, que allí estaré yo ante ti, sobre la peña, en Horeb; golpearás la peña, y saldrá de ella agua para que beba el pueblo.» 
Moisés lo hizo así a la vista de los ancianos de Israel. Y puso por nombre a aquel lugar Masá y Meribá, por la reyerta de los hijos Israel y porque habían tentado al Señor, diciendo: «¿Está o no está el Señor en medio de nosotros?»

GUÍA: Hemos escuchado la lectura. El pueblo se queja a Moisés porque no hay agua. Lo hacemos también nosotros, nos quejamos. Nos falta el agua de la fe, el agua de la concordia, el agua del buen hacer. Moisés golpea la roca y corre el agua que sacia la sed del pueblo. Es la señal de Dios. Para nosotros la señal viene por Jesucristo en el agua del Bautismo, en el pan de la Eucaristía, en el encuentro del perdón. ¿Cómo  recibimos estas señales? SILENCIO DE REFLEXIÓN, DE PERDÓN, DE COMPROMISO.

De la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (5,1-2.5-8):

Ya que hemos recibido la justificación por la fe, estamos en paz con Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo. Por él hemos obtenido con la fe el acceso a esta gracia en que estamos: y nos gloriamos, apoyados en la esperanza de alcanzar la gloria de Dios. Y la esperanza no defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que se nos ha dado. En efecto, cuando nosotros todavía estábamos sin fuerza, en el tiempo señalado, Cristo murió por los impíos; en verdad, apenas habrá quien muera por un justo; por un hombre de bien tal vez se atrevería uno a morir; mas la prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros.
 
GUÍA: Estamos en paz con Dios, justificados por la fe. Nuestras obras han de ir de acuerdo con la gracia recibida. El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones, por el Espíritu que se nos ha dado. Lo hemos recibido. Él abre nuestra mente y corazón para derramarlo también nosotros a nuestro alrededor. En silencio, saboreamos y compartimos ese amor. SILENCIO PARA ACOGER Y COMPARTIR.

Del santo evangelio según san Juan (4,5-42):

En aquel tiempo, llegó Jesús a un pueblo de Samaria llamado Sicar, cerca del campo que dio Jacob a su hijo José; allí estaba el manantial de Jacob. Jesús, cansado del camino, estaba allí sentado junto al manantial. Era alrededor del mediodía. 
Llega una mujer de Samaria a sacar agua, y Jesús le dice: «Dame de beber.» Sus discípulos se habían ido al pueblo a comprar comida. 
La samaritana le dice: «¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?» Porque los judíos no se tratan con los samaritanos. 
Jesús le contestó: «Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, le pedirías tú, y él te daría agua viva.» 
La mujer le dice: «Señor, si no tienes cubo, y el pozo es hondo, ¿de dónde sacas agua viva?; ¿eres tú más que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, y de él bebieron él y sus hijos y sus ganados?» 
Jesús le contestó: «El que bebe de esta agua vuelve a tener sed; pero el que beba del agua que yo le daré nunca más tendrá sed: el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna.» 
La mujer le dice: «Señor, dame esa agua: así no tendré más sed, ni tendré que venir aquí a sacarla. Veo que tú eres un profeta. Nuestros padres dieron culto en este monte, y vosotros decís que el sitio donde se debe dar culto está en Jerusalén.» 
Jesús le dice: «Créeme, mujer: se acerca la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén daréis culto al Padre. Vosotros dais culto a uno que no conocéis; nosotros adoramos a uno que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero se acerca la hora, ya está aquí, en que los que quieran dar culto verdadero adorarán al Padre en espíritu y verdad, porque el Padre desea que le den culto así Dios es espíritu, y los que le dan culto deben hacerlo en espíritu y verdad.» 
La mujer le dice: «Sé que va a venir el Mesías, el Cristo; cuando venga, él nos lo dirá todo.» 
Jesús le dice: «Soy yo, el que habla contigo.» 
En aquel pueblo muchos creyeron en él. Así, cuando llegaron a verlo los samaritanos, le rogaban que se quedara con ellos. Y se quedó allí dos días. Todavía creyeron muchos más por su predicación, y decían a la mujer: «Ya no creemos por lo que tú dices; nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él es de verdad el Salvador del mundo.»


GUÍA: El evangelio nos presenta el  pasaje de la samaritana. Va a buscar agua al pozo de Sicar. Nos identificamos con ella. Escuchamos a Jesús que nos dice: “Dame de beber”. Si conocieras el don de Dios…Su voz descubre toda nuestra verdad. Nos convertimos en sedientos de su agua.  SILENCIO DE RECONOCIMIENTO, DE DESEO DE SU AGUA QUE SALTA HASTA LA VIDA ETERNA.

HACEMOS SÍNTESIS DE NUESTRA ORACIÓN.

OFRECEMOS, PEDIMOS, AGRADECEMOS, NOS COMPROMETEMOS.

INVOCAMOS A MARÍA nuestra madre orante.

PADRE NUESTRO CON JESÚS Y LA HUMANIDAD.

CANTAMOS

tú eres el agua viva (Tu eres el agua viva) 
tú eres el agua pura (tu eres el agua pura) 
inúndame, inúndame y todo se trasformará en mí. 
tú eres el agua viva (Tu eres el agua viva) 
tú eres el agua pura (tu eres el agua pura) 
inúndame, inúndame y todo se trasformará en mí 

Me darás unas entrañas nuevas 
mis rocas ya no harán daño a nadie 
solo acariciarán, 
infúndeme tu espíritu, Señor, y haz que
habite en mí, que quieres ser morada en mi 
y así tenga, sabor a tiiii. 
entonces habitaré  en la tierra, que es mía 
y yo seré tu pueblo y tú serás mi Dios. 

(coro) 
tú eres el agua viva (Tu eres el agua viva) 
tú eres el agua pura (tu eres el agua pura) 
inúndame, inúndame y todo se trasformará en mi 
tú eres el agua viva (Tu eres el agua viva) 
tú eres el agua pura (tu eres el agua pura) 
inúndame, inúndame y todo se trasformará en mi.
(Hna. Glenda)

martes, 14 de marzo de 2017

PREGUNTAS


PREGUNTAS


















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viernes, 10 de marzo de 2017

¡GLORIA A DIOS !

    GUÍA DE ORACIÓN 12-03-17                                                                                                          
GUÍA: ¡Buenos días, Padre Dios! Un nuevo día nos ponemos ante ti.  Estamos en tu presencia, buscamos tu rostro, vamos hacia ti. Ha pasado la semana  y te encontramos cercano, para comunicarte con la persona humana. Sigues llamando, buscando a los hijos perdidos y a los próximos. Quieres corazones renovados que te acojan en su casa. En silencio nos disponemos a la escucha, al encuentro. Habla, Señor, que tu siervo escucha.  SILENCIO DE ESCUCHA, ENCUENTRO, ADORACIÓN.                                                                                                                                                                                                      
Del libro del Génesis (12,1-4a):                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                       En aquellos días, el Señor dijo a Abrán: «Sal de tu tierra y de la casa de tu padre, hacia la tierra que te mostraré. Haré de ti un gran pueblo, te bendeciré, haré famoso tu nombre, y será una bendición. Bendeciré a los que te bendigan, maldeciré a los que te maldigan. Con tu nombre se bendecirán todas las familias del mundo.» 
Abrán marchó, como le había dicho el Señor.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                  
GUÍA: Estamos a la escucha, Señor. Abrahán oye tu voz que le dice: Sal de tu tierra. Él sale, escogiéndote a Ti, en esperanza de una tierra nueva. Es modelo de nuestra forma de responder. ¿Salimos de nuestra tierra, de nuestra comodidad, egoísmo?¿Cuál es nuestra tierra? ¿Hacia qué tierra vamos? Padre, condúcenos a la tierra de la promesa, de la salvación, de la felicidad. Colma nuestras esperanzas, sácianos de ti. SILENCIO ESPERANZADO, ENTREGADO, CONFIADO.                                                                                                                                                                                                                                                                                    
De la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo (1,8b-10):                                                                                                                                                                                                                            
Toma parte en los duros trabajos del Evangelio, según la fuerza de Dios. Él nos salvó y nos llamó a     una vida santa, no por nuestros méritos, sino porque, desde tiempo inmemorial, Dios dispuso darnos  su gracia, por medio de Jesucristo; y ahora, esa gracia se ha manifestado al aparecer nuestro Salvador Jesucristo, que destruyó la muerte y sacó a la luz la vida inmortal, por medio del Evangelio.                                                                                                                                                                                    
GUÍA: Amigo, “Toma parte en los duros trabajos del evangelio, según la fuerza que Dios te dé.” Has oído bien. Te lo dice a ti. Gracias, Señor. Jesús, tú que viviste la entrega al pueblo con toda intensidad, destruyes la muerte y haces brillar la vida inmortal. Condúcenos por caminos de resurrección. Vente con nosotros a los caminos de la vida. SILENCIO DE PRESENCIA, APERTURA Y COMPROMISO                                                                                                                                                                                                                                                                              
Del santo evangelio según san Mateo (17,1-9):                                                                                     
En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan y se los llevó aparte a una montaña alta. Se transfiguró delante de ellos, y su rostro resplandecía como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. Y se les aparecieron Moisés y Elías conversando con él.
Pedro, entonces, tomó la palabra y dijo a Jesús: «Señor, ¡qué bien se está aquí! Sí quieres, haré tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.»
Todavía estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra, y una voz desde la nube decía: «Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadlo.» Al oírlo, los discípulos cayeron de bruces, llenos de espanto.
Jesús se acercó y, tocándolos, les dijo: «Levantaos, no temáis.» Al alzar los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús, solo. Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó: «No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos.»                                                                                                                                                                                                                                     
GUÍA: Jesús, apareces transfigurado. Tus amigos dieron gloria a Dios, contigo. Hoy, en nuestro interior, vemos tu gloria de resucitado. Gracias, por tu amor, por  tu presencia. Te transfiguras en el pan eucarístico, en la Palabra, en el hermano necesitado. Guárdanos en tu paz, en tu presencia. Que te reconozcamos en tu luz y en tu debilidad. SILENCIO QUE ADORA, DE GRACIAS Y SE ENTREGA.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                  
RECOGEMOS LO MÁS IMPORTANTE para recordar.                                                                                                                                                                                                                                      
AGRADECEMOS, OFRECEMOS, PEDIMOS, DAMOS GLORIA A DIOS                                                                                                                                                                                                      
INVOCAMOS A MARÍA                                                                                                                                                                                                                                                                                          
PADRE NUESTRO con todo el universo                                                                                                                                                                                                                                                                  
CANTAMOS
No sé como alabarte ni que decir Señor,
confío en tu mirada que me abre el corazón.
Toma mi pobre vida que es sencilla ante ti,
quiere ser alabanza por lo que haces en mí.

GLORIA, GLORIA A DIOS, GLORIA, GLORIA A DIOS
GLORIA, GLORIA A DIOS, GLORIA, GLORIA A DIOS


Siento en mí tu presencia,
soy como Tú me ves
bajas a mi miseria, me llenas de tu paz.
indigno de tus dones, más por tu gran amor
tu Espíritu me llena, gracias te doy Señor.