martes, 30 de enero de 2018

ALEGRÍA DEL AMOR 7


                                                    
                                                       ALEGRÍA DEL AMOR 7
PAPA FRANCISCO

Capítulo segundo…


Estamos leyendo y reflexionando  “Alegría del Amor” del Papa Francisco.

 Es fruto del Sínodo de los Obispos, sobre la Familia y la reflexión del Papa.

Nos está presentando los problemas de la familia, las intervenciones pastorales de la Iglesia, las influencias de la cultura actual, las crisis familiares, las consecuencias.
….

38. Debemos agradecer que la mayor parte de la gente valora las relaciones familiares que quieren permanecer en el tiempo y que aseguran el respeto al otro. Por eso, se aprecia que la Iglesia ofrezca espacios de acompañamiento y asesoramiento sobre cuestiones relacionadas con el crecimiento del amor, la superación de los conflictos o la educación de los hijos. Muchos estiman la fuerza de la gracia que experimentan en la Reconciliación sacramental y en la Eucaristía, que les permite sobrellevar los desafíos del matrimonio y la familia.

En algunos países, especialmente en distintas partes de África, el secularismo no ha logrado debilitar algunos valores tradicionales, y en cada matrimonio se produce una fuerte unión entre dos familias ampliadas, donde todavía se conserva un sistema bien definido de gestión de conflictos y dificultades. En el mundo actual también se aprecia el testimonio de los matrimonios que no sólo han perdurado en el tiempo, sino que siguen sosteniendo un proyecto común y conservan el afecto.

 Esto abre la puerta a una pastoral positiva, acogedora, que posibilita una profundización gradual de las exigencias del Evangelio. Sin embargo, muchas veces hemos actuado a la defensiva, y gastamos las energías pastorales redoblando el ataque al mundo decadente, con poca capacidad proactiva para mostrar caminos de felicidad. Muchos no sienten que el mensaje de la Iglesia sobre el matrimonio y la familia haya sido un claro reflejo de la predicación y de las actitudes de Jesús que, al mismo tiempo que proponía un ideal exigente, nunca perdía la cercanía compasiva con los frágiles, como la samaritana o la mujer adúltera.

39. Esto no significa dejar de advertir la decadencia cultural que no promueve el amor y la entrega. Las consultas previas a los dos últimos sínodos sacaron a la luz diversos síntomas de la «cultura de lo provisorio». Me refiero, por ejemplo, a la velocidad con la que las personas pasan de una relación afectiva a otra. Creen que el amor, como en las redes sociales, se puede conectar o desconectar a gusto del consumidor e incluso bloquear rápidamente. Pienso también en el temor que despierta la perspectiva de un compromiso permanente, en la obsesión por el tiempo libre, en las relaciones que miden costos y beneficios y se mantienen únicamente si son un medio para remediar la soledad, para tener protección o para recibir algún servicio.

 Se traslada a las relaciones afectivas lo que sucede con los objetos y el medio ambiente: todo es descartable, cada uno usa y tira, gasta y rompe, aprovecha y estruja mientras sirva. Después, ¡adiós! El narcisismo vuelve a las personas incapaces de mirar más allá de sí mismas, de sus deseos y necesidades. Pero quien utiliza a los demás tarde o temprano termina siendo utilizado, manipulado y abandonado con la misma lógica. Llama la atención que las rupturas se dan muchas veces en adultos mayores que buscan una especie de «autonomía», y rechazan el ideal de envejecer juntos cuidándose y sosteniéndose.

40. «Aun a riesgo de simplificar, podríamos decir que existe una cultura tal que empuja a muchos jóvenes a no poder formar una familia porque están privados de oportunidades de futuro. Sin embargo, esa misma cultura concede a muchos otros, por el contrario, tantas oportunidades, que también ellos se ven disuadidos de formar una familia»[14]. En algunos países, muchos jóvenes «a menudo son llevados a posponer la boda por problemas de tipo económico, laboral o de estudio.

 A veces, por otras razones, como la influencia de las ideologías que desvalorizan el matrimonio y la familia, la experiencia del fracaso de otras parejas a la cual ellos no quieren exponerse, el miedo hacia algo que consideran demasiado grande y sagrado, las oportunidades sociales y las ventajas económicas derivadas de la convivencia, una concepción puramente emocional y romántica del amor, el miedo de perder su libertad e independencia, el rechazo de todo lo que es concebido como institucional y burocrático»[15].

Necesitamos encontrar las palabras, las motivaciones y los testimonios que nos ayuden a tocar las fibras más íntimas de los jóvenes, allí donde son más capaces de generosidad, de compromiso, de amor e incluso de heroísmo, para invitarles a aceptar con entusiasmo y valentía el desafío del matrimonio.

41. Los Padres sinodales se refirieron a las actuales «tendencias culturales que parecen imponer una afectividad sin límites, [...] una afectividad narcisista, inestable y cambiante que no ayuda siempre a los sujetos a alcanzar una mayor madurez». Han dicho que están preocupados por «una cierta difusión de la pornografía y de la comercialización del cuerpo, favorecida entre otras cosas por un uso desequilibrado de Internet», y por «la situación de las personas que se ven obligadas a practicar la prostitución.

En este contexto, «los cónyuges se sienten a menudo inseguros, indecisos y les cuesta encontrar los modos para crecer. Son muchos los que suelen quedarse en los estadios primarios de la vida emocional y sexual. La crisis de los esposos desestabiliza la familia y, a través de las separaciones y los divorcios, puede llegar a tener serias consecuencias para los adultos, los hijos y la sociedad, debilitando al individuo y los vínculos sociales»[16].

Las crisis matrimoniales frecuentemente «se afrontan de un modo superficial y sin la valentía de la paciencia, del diálogo sincero, del perdón recíproco, de la reconciliación y también del sacrificio. Los fracasos dan origen a nuevas relaciones, nuevas parejas, nuevas uniones y nuevos matrimonios, creando situaciones familiares complejas y problemáticas para la opción cristiana»[17].



    ACCIÓN
       
·         Leemos despacio cada párrafo. ¿Qué decimos de este punto nosotros?¿Qué dice la sociedad? ¿Qué dice la Iglesia?
.         Coméntalo con tus amigos.
·         Háblalo con el Padre, Dios, con Jesús y con el Espíritu.
·         Pide su iluminación y fortaleza en el amor verdadero.
.    Haz algún comentario en el recuadro de abajo.





viernes, 26 de enero de 2018

¡OJALA ESCUCHÉIS!



¡OJALA ESCUCHÉIS!

GUÍA DE ORACIÓN 28-01-18

GUÍA: Ojalá escuchéis su voz. No endurezcáis vuestro corazón. Esta antífona nos invita a escuchar,  a ablandar el corazón. En este espacio de nuestro ser,  Dios habla al corazón y nos dejamos atrae por Él. Escuchamos su voz y tratamos de responder o acoger su palabra. Miramos hacia el interior y nos reconocemos hijos queridos del Padre. También reconocemos nuestros fallos y huidas. SILENCIO DE ENCUENTRO CON NOSOTROS Y ENCUENTRO CON DIOS PADRE.

 Del Deuteronomio (18,15-20):

Moisés habló al pueblo, diciendo: «Un profeta, de entre los tuyos, de entre tus hermanos, como yo, te suscitará el Señor, tu Dios. A él lo escucharéis. Es lo que pediste al Señor, tu Dios, en el Horeb, el día de la asamblea: "No quiero volver a escuchar la voz del Señor, mi Dios, ni quiero ver más ese terrible incendio; no quiero morir." El Señor me respondió: "Tienen razón; suscitaré un profeta de entre sus hermanos, como tú. Pondré mis palabras en su boca, y les dirá lo que yo le mande. A quien no escuche las palabras que pronuncie en mi nombre, yo le pediré cuentas. Y el profeta que tenga la arrogancia de decir en mi nombre lo que yo no le haya mandado, o hable en nombre de dioses extranjeros, ese profeta morirá”.»

GUÍA: El Señor te suscitará un profeta… Te dirá lo que yo le mande. La Palabra de Dios llega al profeta y él la transite  al pueblo. Acoger la Palabra y cumplirla es tarea del creyente. El pueblo de Dios entonces y ahora recibe el mandato del Señor en su Palabra. La experiencia se dio entonces y se da hoy. Es tiempo de recibirla y consolidarla en el pueblo. SILENCIO DE OÍDOS ABIERTOS Y VIDA QUE RESPONDE A LO QUE DIOS QUIERE.

De la primera carta de san Pablo a los Corintios (7,32-35):

Quiero que os ahorréis preocupaciones: el soltero se preocupa de los asuntos del Señor, buscando contentar al Señor; en cambio, el casado se preocupa de los asuntos del mundo, buscando contentar a su mujer, y anda dividido. Lo mismo, la mujer sin marido y la soltera se preocupan de los asuntos del Señor, consagrándose a ellos en cuerpo y alma; en cambio, la casada se preocupa de los asuntos del mundo, buscando contentar a su marido. Os digo todo esto para vuestro bien, no para poneros una trampa, sino para induciros a una cosa noble y al trato con el Señor sin preocupaciones.

GUÍA: Dedicarse a las cosas del mundo puede ser una opción en la vida. Otra opción es dedicarse a las cosas de Dios. La Palabra de Dios, la evangelización solicitan también nuestra dedicación. Dios quiere nuestro corazón libre, para amar como Él quiere.
Poe el Bautismo somos sacerdotes, profetas y reyes. Sintamos estas cualidades en nuestro ser cristianos. SILENCIO DE ACOGIDA Y EXPERIENCIA DEL BAUTISMO.

Lectura del santo evangelio según san Marcos (1,21-28):

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos entraron en Cafarnaún, y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su doctrina, porque no enseñaba como los escribas, sino con autoridad.
Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar: «¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios.»
Jesús lo increpó: «Cállate y sal de él.»
El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió. Todos se preguntaron estupefactos: «¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen.»
Su fama se extendió en seguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.

GUÍA: Se quedaron asombrados. Enseñaba con autoridad. Jesús enseñaba con autoridad. Su palabra era eficaz. En nuestro interior, Jesús enseña, nos comunica la Palabra del Padre y del Espíritu. ¿Es eficaz?
¿Qué cambia en nosotros cuando le oímos? ¿Constatamos su autoridad para transformar la vida? 

SILENCIO DE ADMIRACIÓN, RECONOCIMIENTO Y DISPONIBILIDAD.

RECOGEMOS LO MÁS IMPORTANTE DE NUESTRA ORACIÓN

OFRECEMOS, PEDIMOS, ADORAMOS

ANTE EL PADRE PRESENTAMOS LA ORACIÓN DE JESÚS, PADRE NUESTRO

INVOCAMOS A MARÍA NUESTRA MADRE Y MAESTRA

CANTAMOS

Con vosotros está y no le conocéis, Con vosotros está, Su nombre es el Señor.

 Su nombre es el Señor y pasa hambre Y clama por la boca del hambriento, Y muchos que lo ven pasan de largo, Acaso por llegar temprano al templo.

Su nombre es el Señor y sed soporta, Y está en quien de justicia va sediento Y muchos que lo ven pasan de largo A veces ocupados en sus rezos.

Su nombre es el Señor y está desnudo, la ausencia del amor biela sus huesos y muchos que lo ven pasan de largo, seguros, y al calor.de su dinero.

 Su nombre es el Señor y enfermo vive y su agonía es la del enfermo, y muchos que lo ven no hacen caso, tal vez no frecuentaba mucho el templo.

Su nombre es el Señor y está en la cárcel, está en la soledad de cada preso, y nadie lo visita y hasta creen, Tal vez ése no era de los nuestros.

 Su nombre es el Señor, el que sed tiene. El pide por la boca del hambriento; está preso, está enfermo, está desnudo; pero El nos va a juzgar por todo eso.

miguel manzano




lunes, 22 de enero de 2018

BEATA LAURA VICUÑA





BEATA LAURA VICUÑA  

Hoy,  la Familia Salesiana honra a Laura Vicuña, como adolescente comprometida con su fe  y ejemplo de vida para otros jóvenes.



Laura Vicuña nació en Santiago de Chile el 5 de abril  de 1891.

 Educada según el Sistema Preventivo de San Juan Bosco, en el  colegio” María Auxiliadora” de los Andes argentinos.

Esta adolescente, no tardó en ser modelo de amistad con Jesús, de caridad apostólica entre sus compañeras y de fidelidad a sus deberes cotidianos.  

Llena de confianza, soportó con heroica fortaleza sufrimientos físicos y morales superiores a su edad. Fiel  a la inspiración del Espíritu Santo, no vaciló en ofrecerse como víctima para que su madre volviera al camino de la salvación.

 Murió el 22 de enero de 1904 en Junín de los Andes (Argentina ).

Juan Pablo II la beatificó el 3 de septiembre de 1988 en la Colina de las Bienaventuranzas juveniles de Castelnuovo  Don Bosco (provincia de Asti, Italia).

La invocamos y pedimos su protección 

ORACIÓN

Padre de inmensa ternura, que en la adolescente Laura Vicuña uniste de modo admirable la fortaleza de la fe y el candor de la inocencia, concédenos  por su intercesión, valentía para superar las dificultades de la vida y dar testimonio ante el mundo de la bienaventuranza de los limpios de corazón.

Concédenos también, la gracia personal que te pedimos unidos a ella y a  Jesús tu Hijo.
 ( Se pide la gracia que se necesita)
¡Gracias Padre!.
Beata Laura Vicuña, ruega por nosotros.




viernes, 19 de enero de 2018

LEVÁNTATE Y VETE A NÍNIVE



LEVÁNTATE Y VETE A NÍNIVE

GUÍA DE ORACIÓN 21-01-18

GUÍA: Aquí estamos, Señor. La semana se ha pasado y queremos conectar un rato contigo. La vida sigue su rumbo y nosotros la seguimos casi sin darnos cuenta. Hemos vivido el viaje del Papa a Chile y Perú. Te ofrecemos el viaje y los esfuerzos por llegar a todos los pueblos y personas con la buena Nueva del Evangelio.
Estamos en el Octavario por la Unión de las Iglesias. Nos unimos a todos los cristianos y queremos ofrecer esfuerzo por la unidad y comunión contigo, con el Padre Dios y con el Espíritu. Queremos comunión también con las personas con quienes nos relacionamos, así pondremos la base necesaria para esa unidad. Nos identificamos contigo y escuchamos tu palabra. SILENCIO DE IDENTIFICACIÓN Y ESCUCHA.

De la profecía de Jonás (3,1-5.10):

En aquellos días, vino la palabra del Señor sobre Jonás: «Levántate y vete a Nínive, la gran ciudad, y predícale el mensaje que te digo.»
Se levantó Jonás y fue a Nínive, como mandó el Señor. Nínive era una gran ciudad, tres días hacían falta para recorrerla.
Comenzó Jonás a entrar por la ciudad y caminó durante un día, proclamando: «¡Dentro de cuarenta días Nínive será destruida!»
Creyeron en Dios los ninivitas; proclamaron el ayuno y se vistieron de saco, grandes y pequeños.
Y vio Dios sus obras, su conversión de la mala vida; se compadeció y se arrepintió Dios de la catástrofe con que había amenazado a Nínive, y no la ejecutó.

GUÍA: Vino la Palabra sobre Jonás. Viene la Palabra sobre cada uno de nosotros. ¿Somos conscientes de ella? A Jonás le envía a Nínive para anunciar conversión. Los mensajes siguen llegando hoy. Todos podemos ser mensajeros para recibirla y  llevarla a otros. ¿Somos mensajeros de palabras de esperanza, constructivas? Sembrar conversión en nosotros y en esos lugares a los que somos enviados, es nuestra misión. SILENCIO DE CONVERSIÓN Y CAMBIO

De la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (7,29-31):

Digo esto, hermanos: que el momento es apremiante. Queda como solución que los que tienen mujer vivan como si no la tuvieran; los que lloran, como si no lloraran; los que están alegres, como si no lo estuvieran; los que compran, como si no poseyeran; los que negocian en el mundo, como si no disfrutaran de él: porque la representación de este mundo se termina.

GUÍA: El momento es apremiante. El ahora pasa rápido. El presente de Dios es el que queda. Vivir en ese presente será fruto de la consciencia, de la iluminación del Espíritu. Estar preparados para la llegada de Dios. Pedimos la iluminación y sabiduría del Espíritu. Confiamos en la bondad de nuestro Padre Dios. SILENCIO DE ACOGIDA, Y CONFIANZA

Del santo evangelio según san Marcos (1,14-20):

Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios.
Decía: «Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio.»
Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo en el lago.
Jesús les dijo: «Venid conmigo y os haré pescadores de hombres.»
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon con él.

GUÍA: Te marchas a proclamar el Evangelio de Dios, a anunciar que el reino de Dios está cerca. Y nos lo sigues anunciando. ¿Nos sentimos interpelados por tu palabra?
Llama a Simón y a Andrés, luego a Santiago y a Juan, también nos llama a ti y a mí. ¿Qué nos dice?  Y ¿Qué decimos nosotros? Acogemos en silencio sus palabras y le contamos nuestros deseos.  
SILENCIO DE ENCUENTRO Y RESPUESTA

RECOGEMOS NUESTROS SENTIMIENTOS

OFRECEMOS, PEDIMOS, AGRADECEMOS

SALUDAMOS A MARÍA GUARDADORA DE LA PALABRA

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON LA ORACIÓN DE JESÚS: PADRE NUESTRO

CANTAMOS

¡Un solo Señor, una sola Fe, un solo Bautismo, un solo Dios y Padre!

*Llamados a guardar la unidad del Espíritu, por el vínculo de la paz, cantamos y proclamamos: ESTRIBILLO.

*Llamados a formar un solo cuerpo, en un mismo Espíritu,  cantamos y proclamamos: ESTRIBILLO.

*Llamados a compartir una misma esperanza en Cristo, cantamos y proclamamos: ESTRIBILLO



martes, 16 de enero de 2018

ALEGRÍA DEL AMOR 6



PAPA FRANCISCO

Capítulo segundo

El Papa Francisco avanza en su reflexión y exposición sobre la familia.
 La libertad para elegir permite proyectar la propia vida y cultivar lo mejor de uno mismo, pero si no tiene objetivos nobles y disciplina personal, degenera en una incapacidad de donarse generosamente.

REALIDAD Y DESAFÍOS DE LAS FAMILIAS

31. El bien de la familia es decisivo para el futuro del mundo y de la Iglesia. Son incontables los análisis que se han hecho sobre el matrimonio y la familia, sobre sus dificultades y desafíos actuales. Es sano prestar atención a la realidad concreta, porque «las exigencias y llamadas del Espíritu Santo resuenan también en los acontecimientos mismos de la historia», a través de los cuales «la Iglesia puede ser guiada a una comprensión más profunda del inagotable misterio del matrimonio y de la familia»[8]. No pretendo presentar aquí todo lo que podría decirse sobre los diversos temas relacionados con la familia en el contexto actual. Pero, dado que los Padres sinodales han dirigido una mirada a la realidad de las familias de todo el mundo, considero adecuado recoger algunos de sus aportes pastorales, agregando otras preocupaciones que provienen de mi propia mirada.


32. «Fieles a las enseñanzas de Cristo miramos la realidad de la familia hoy en toda su complejidad, en sus luces y sombras [...] El cambio antropológico-cultural hoy influye en todos los aspectos de la vida y requiere un enfoque analítico y diversificado»[9]. En el contexto de varias décadas atrás, los Obispos de España ya reconocían una realidad doméstica con más espacios de libertad, «con un reparto equitativo de cargas, responsabilidades y tareas [...] Al valorar más la comunicación personal entre los esposos, se contribuye a humanizar toda la convivencia familiar [...] Ni la sociedad en que vivimos ni aquella hacia la que caminamos permiten la pervivencia indiscriminada de formas y modelos del pasado»[10]. Pero «somos conscientes de la dirección que están tomando los cambios antropológico-culturales, en razón de los cuales los individuos son menos apoyados que en el pasado por las estructuras sociales en su vida afectiva y familiar»[11].

33. Por otra parte, «hay que considerar el creciente peligro que representa un individualismo exasperado que desvirtúa los vínculos familiares y acaba por considerar a cada componente de la familia como una isla, haciendo que prevalezca, en ciertos casos, la idea de un sujeto que se construye según sus propios deseos asumidos con carácter absoluto»[12]. «Las tensiones inducidas por una cultura individualista exagerada de la posesión y del disfrute generan dentro de las familias dinámicas de intolerancia y agresividad»[13]. Quisiera agregar el ritmo de vida actual, el estrés, la organización social y laboral, porque son factores culturales que ponen en riesgo la posibilidad de opciones permanentes. Al mismo tiempo, encontramos fenómenos ambiguos. Por ejemplo, se aprecia una personalización que apuesta por la autenticidad en lugar de reproducir comportamientos pautados. Es un valor que puede promover las distintas capacidades y la espontaneidad, pero que, mal orientado, puede crear actitudes de permanente sospecha, de huida de los compromisos, de encierro en la comodidad, de arrogancia. La libertad para elegir permite proyectar la propia vida y cultivar lo mejor de uno mismo, pero si no tiene objetivos nobles y disciplina personal, degenera en una incapacidad de donarse generosamente. De hecho, en muchos países donde disminuye el número de matrimonios, crece el número de personas que deciden vivir solas, o que conviven sin cohabitar. Podemos destacar también un loable sentido de justicia; pero, mal entendido, convierte a los ciudadanos en clientes que sólo exigen prestaciones de servicios.

34. Si estos riesgos se trasladan al modo de entender la familia, esta puede convertirse en un lugar de paso, al que uno acude cuando le parece conveniente para sí mismo, o donde uno va a reclamar derechos, mientras los vínculos quedan abandonados a la precariedad voluble de los deseos y las circunstancias. En el fondo, hoy es fácil confundir la genuina libertad con la idea de que cada uno juzga como le parece, como si más allá de los individuos no hubiera verdades, valores, principios que nos orienten, como si todo fuera igual y cualquier cosa debiera permitirse. En ese contexto, el ideal matrimonial, con un compromiso de exclusividad y de estabilidad, termina siendo arrasado por las conveniencias circunstanciales o por los caprichos de la sensibilidad. Se teme la soledad, se desea un espacio de protección y de fidelidad, pero al mismo tiempo crece el temor a ser atrapado por una relación que pueda postergar el logro de las aspiraciones personales.

35. Los cristianos no podemos renunciar a proponer el matrimonio con el fin de no contradecir la sensibilidad actual, para estar a la moda, o por sentimientos de inferioridad frente al descalabro moral y humano. Estaríamos privando al mundo de los valores que podemos y debemos aportar. Es verdad que no tiene sentido quedarnos en una denuncia retórica de los males actuales, como si con eso pudiéramos cambiar algo. Tampoco sirve pretender imponer normas por la fuerza de la autoridad. Nos cabe un esfuerzo más responsable y generoso, que consiste en presentar las razones y las motivaciones para optar por el matrimonio y la familia, de manera que las personas estén mejor dispuestas a responder a la gracia que Dios les ofrece.

36. Al mismo tiempo tenemos que ser humildes y realistas, para reconocer que a veces nuestro modo de presentar las convicciones cristianas, y la forma de tratar a las personas, han ayudado a provocar lo que hoy lamentamos, por lo cual nos corresponde una saludable reacción de autocrítica. Por otra parte, con frecuencia presentamos el matrimonio de tal manera que su fin unitivo, el llamado a crecer en el amor y el ideal de ayuda mutua, quedó opacado por un acento casi excluyente en el deber de la procreación. Tampoco hemos hecho un buen acompañamiento de los nuevos matrimonios en sus primeros años, con propuestas que se adapten a sus horarios, a sus lenguajes, a sus inquietudes más concretas. Otras veces, hemos presentado un ideal teológico del matrimonio demasiado abstracto, casi artificiósamente construido, lejano de la situación concreta y de las posibilidades efectivas de las familias reales. Esta idealización excesiva, sobre todo cuando no hemos despertado la confianza en la gracia, no ha hecho que el matrimonio sea más deseable y atractivo, sino todo lo contrario.

37. Durante mucho tiempo creímos que con sólo insistir en cuestiones doctrinales, bioéticas y morales, sin motivar la apertura a la gracia, ya sosteníamos suficientemente a las familias, consolidábamos el vínculo de los esposos y llenábamos de sentido sus vidas compartidas. Tenemos dificultad para presentar al matrimonio más como un camino dinámico de desarrollo y realización que como un peso a soportar toda la vida. También nos cuesta dejar espacio a la conciencia de los fieles, que muchas veces responden lo mejor posible al Evangelio en medio de sus límites y pueden desarrollar su propio discernimiento ante situaciones donde se rompen todos los esquemas. Estamos llamados a formar las conciencias, pero no a pretender sustituirlas.



UNAS FRASES

«las exigencias y llamadas del Espíritu Santo resuenan también en los acontecimientos mismos de la historia»,
recoger algunos de sus aportes pastorales, agregando otras preocupaciones que provienen de mi propia mirada.
 «Fieles a las enseñanzas de Cristo miramos la realidad de la familia hoy en toda su complejidad, en sus luces y sombras"
 "Los cristianos no podemos renunciar a proponer el matrimonio con el fin de no contradecir la sensibilidad actual, para estar a la moda, o por sentimientos de inferioridad frente al descalabro moral y humano".



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·         ACCIÓN
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·         Pide su iluminación y fortaleza en el amor verdadero.