¡OJALA
ESCUCHÉIS!
GUÍA: Ojalá escuchéis su voz. No endurezcáis vuestro
corazón. Esta antífona nos invita a escuchar,
a ablandar el corazón. En este espacio de nuestro ser, Dios habla al corazón y nos dejamos atrae por
Él. Escuchamos su voz y tratamos de responder o acoger su palabra. Miramos
hacia el interior y nos reconocemos hijos queridos del Padre. También
reconocemos nuestros fallos y huidas.
SILENCIO DE ENCUENTRO CON NOSOTROS Y ENCUENTRO CON DIOS PADRE.
Del Deuteronomio (18,15-20):
Moisés habló al pueblo, diciendo: «Un profeta, de entre los tuyos, de entre tus hermanos, como yo, te suscitará el Señor, tu Dios. A él lo escucharéis. Es lo que pediste al Señor, tu Dios, en el Horeb, el día de la asamblea: "No quiero volver a escuchar la voz del Señor, mi Dios, ni quiero ver más ese terrible incendio; no quiero morir." El Señor me respondió: "Tienen razón; suscitaré un profeta de entre sus hermanos, como tú. Pondré mis palabras en su boca, y les dirá lo que yo le mande. A quien no escuche las palabras que pronuncie en mi nombre, yo le pediré cuentas. Y el profeta que tenga la arrogancia de decir en mi nombre lo que yo no le haya mandado, o hable en nombre de dioses extranjeros, ese profeta morirá”.»
Moisés habló al pueblo, diciendo: «Un profeta, de entre los tuyos, de entre tus hermanos, como yo, te suscitará el Señor, tu Dios. A él lo escucharéis. Es lo que pediste al Señor, tu Dios, en el Horeb, el día de la asamblea: "No quiero volver a escuchar la voz del Señor, mi Dios, ni quiero ver más ese terrible incendio; no quiero morir." El Señor me respondió: "Tienen razón; suscitaré un profeta de entre sus hermanos, como tú. Pondré mis palabras en su boca, y les dirá lo que yo le mande. A quien no escuche las palabras que pronuncie en mi nombre, yo le pediré cuentas. Y el profeta que tenga la arrogancia de decir en mi nombre lo que yo no le haya mandado, o hable en nombre de dioses extranjeros, ese profeta morirá”.»
GUÍA: El Señor te
suscitará un profeta… Te dirá lo que yo le mande. La Palabra de Dios llega al
profeta y él la transite al pueblo.
Acoger la Palabra y cumplirla es tarea del creyente. El pueblo de Dios entonces
y ahora recibe el mandato del Señor en su Palabra. La experiencia se dio
entonces y se da hoy. Es tiempo de recibirla y consolidarla en el pueblo. SILENCIO DE OÍDOS ABIERTOS Y VIDA QUE
RESPONDE A LO QUE DIOS QUIERE.
De la primera carta de san Pablo a
los Corintios (7,32-35):
Quiero que os ahorréis preocupaciones: el soltero se preocupa de los asuntos del Señor, buscando contentar al Señor; en cambio, el casado se preocupa de los asuntos del mundo, buscando contentar a su mujer, y anda dividido. Lo mismo, la mujer sin marido y la soltera se preocupan de los asuntos del Señor, consagrándose a ellos en cuerpo y alma; en cambio, la casada se preocupa de los asuntos del mundo, buscando contentar a su marido. Os digo todo esto para vuestro bien, no para poneros una trampa, sino para induciros a una cosa noble y al trato con el Señor sin preocupaciones.
Quiero que os ahorréis preocupaciones: el soltero se preocupa de los asuntos del Señor, buscando contentar al Señor; en cambio, el casado se preocupa de los asuntos del mundo, buscando contentar a su mujer, y anda dividido. Lo mismo, la mujer sin marido y la soltera se preocupan de los asuntos del Señor, consagrándose a ellos en cuerpo y alma; en cambio, la casada se preocupa de los asuntos del mundo, buscando contentar a su marido. Os digo todo esto para vuestro bien, no para poneros una trampa, sino para induciros a una cosa noble y al trato con el Señor sin preocupaciones.
GUÍA: Dedicarse a
las cosas del mundo puede ser una opción en la vida. Otra opción es dedicarse a
las cosas de Dios. La Palabra de Dios, la evangelización solicitan también
nuestra dedicación. Dios quiere nuestro corazón libre, para amar como Él
quiere.
Poe el Bautismo somos sacerdotes,
profetas y reyes. Sintamos estas cualidades en nuestro ser cristianos. SILENCIO DE ACOGIDA Y EXPERIENCIA DEL
BAUTISMO.
Lectura del
santo evangelio según san Marcos (1,21-28):
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos entraron en Cafarnaún, y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su doctrina, porque no enseñaba como los escribas, sino con autoridad.
Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar: «¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios.»
Jesús lo increpó: «Cállate y sal de él.»
El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió. Todos se preguntaron estupefactos: «¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen.»
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos entraron en Cafarnaún, y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su doctrina, porque no enseñaba como los escribas, sino con autoridad.
Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar: «¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios.»
Jesús lo increpó: «Cállate y sal de él.»
El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió. Todos se preguntaron estupefactos: «¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen.»
GUÍA: Se quedaron asombrados. Enseñaba con autoridad. Jesús
enseñaba con autoridad. Su palabra era eficaz. En nuestro interior, Jesús
enseña, nos comunica la Palabra del Padre y del Espíritu. ¿Es eficaz?
¿Qué cambia
en nosotros cuando le oímos? ¿Constatamos su autoridad para transformar la
vida?
SILENCIO DE ADMIRACIÓN,
RECONOCIMIENTO Y DISPONIBILIDAD.
RECOGEMOS LO MÁS IMPORTANTE DE NUESTRA ORACIÓN
OFRECEMOS, PEDIMOS, ADORAMOS
ANTE EL PADRE PRESENTAMOS LA ORACIÓN DE JESÚS, PADRE
NUESTRO
INVOCAMOS A MARÍA NUESTRA MADRE Y MAESTRA
CANTAMOS
Con vosotros está y no le conocéis, Con
vosotros está, Su nombre es el Señor.
Su
nombre es el Señor y pasa hambre Y clama por la boca del hambriento, Y muchos
que lo ven pasan de largo, Acaso por llegar temprano al templo.
Su nombre es el Señor y sed soporta, Y está en
quien de justicia va sediento Y muchos que lo ven pasan de largo A veces
ocupados en sus rezos.
Su nombre es el Señor y está desnudo, la
ausencia del amor biela sus huesos y muchos que lo ven pasan de largo, seguros,
y al calor.de su dinero.
Su
nombre es el Señor y enfermo vive y su agonía es la del enfermo, y muchos que
lo ven no hacen caso, tal vez no frecuentaba mucho el templo.
Su nombre es el Señor y está en la cárcel, está
en la soledad de cada preso, y nadie lo visita y hasta creen, Tal vez ése no
era de los nuestros.
Su
nombre es el Señor, el que sed tiene. El pide por la boca del hambriento; está
preso, está enfermo, está desnudo; pero El nos va a juzgar por todo eso.
miguel manzano