viernes, 26 de junio de 2015

ORACIÓN 10-05-15

GUÍA: Vamos a     hacer nuestra oración. Hacemos silencio en nuestro interior. Pedimos al Espíritu Santo nos acompañe y enseñe a acoger la Palabra de Dios. María, la que acogió al Espíritu en sí misma, nos enseña a acogerle en su palabra. Agradecemos la semana que hemos pasado y vemos en qué reconocemos  la actuación de Dios en nosotros. Ahora leemos el pasaje y dejamos espacio a Dios en nuestro interior.

Del libro de los Hechos de los Apóstoles (10,25-26.34-35.44-48):

Cuando iba a entrar Pedro, salió Cornelio a su encuentro y se echó a sus pies a modo de homenaje, pero Pedro lo alzó, diciendo: «Levántate, que soy un hombre como tú.»
Pedro tomó la palabra y dijo: «Está claro que Dios no hace distinciones; acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que sea.»
Todavía estaba hablando Pedro, cuando cayó el Espíritu Santo sobre todos los que escuchaban sus palabras. Al oírlos hablar en lenguas extrañas y proclamar la grandeza de Dios, los creyentes circuncisos, que habían venido con Pedro, se sorprendieron de que el don del Espíritu Santo se derramara también sobre los gentiles.
Pedro añadió: «¿Se puede negar el agua del bautismo a los que han recibido el Espíritu Santo igual que nosotros?»
Y mandó bautizarlos en el nombre de Jesucristo. Le rogaron que se quedara unos días con ellos.

GUÍA: En el silencio de nuestro corazón dejamos que vayan resonando las palabras de la lectura. Cada uno recibe el Espíritu según su fe, su atención a la gracia y según el don de Dios. Dios no hace distinción de personas, nos dice Pedro.  Sintamos el don de Dios para nosotros, para cada uno de los que participamos en este encuentro. Su don y su amor es personal y quiere llenarnos de su Espíritu. En silencio, unidos a aquella comunidad y a la que formamos nosotros, acojamos la Palabra y el don del Espíritu Santo. Sintamos su empuje para la fe y el compromiso.

De la primera carta del apóstol san Juan (4,7-10):

Amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Hijo único, para que vivamos por medio de él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como víctima de propiciación por nuestros pecados.

GUÍA: El que ama es de Dios, nos dice Juan. Dios nos amó primero. Profundicemos, y saboreemos el significado de estas palabras. Ahí en el silencio interior reconocemos el amor de Dios que nos dio la vida sin que la pidiéramos, que va por delante en nuestro camino. Que nos entrega a su Hijo, Jesucristo. Que se hace Pan para nosotros. Pedimos que nos enseñe a amar.

Del santo evangelio según san Juan (15,9-17):


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud. Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure. De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. Esto os mando: que os améis unos a otros.»

GUÍA: El Evangelio sigue explicándonos cómo nos ama, cómo quiere que le amemos. Permaneceréis en mi amor si guardáis mis mandamientos. ¿Qué hay de todo esto en la vida de cada uno de nosotros?  Se hace realidad en nuestro quehacer diario?. Haciéndolo nuestra alegría llegará a plenitud, dice Jesús. En silencio veamos el camino que es Jesús mismo.
María, la madre de Jesús, nos acompaña. Ella nos enseña a amar, a perdonar, a ser solidarios, a proclamar la grandeza de Dios en nuestra vida.

COMPARTIMOS: Podemos comentar alguna frase en el blog.

PETICIONES CONFIADAS: Presentamos al Padre por medio de María y de Jesús, su Hijo, todo lo que nos preocupa, nuestras esperanzas y miedos. Pedimos su fortaleza al Espíritu.

PADRE NUESTRO: Nos unimos a todos los cristianos con la oración de Jesús.

CANTAMOS a María nuestra madre: Mientras recorres la vida, tú nunca solo estás, contigo por el camino, Santa María va./Ven con nosotros a caminar, Santa María, ven. (bis) / Aunque digan algunos que nada puede cambiar, lucha por un mundo nuevo, lucha por la verdad. Ven./ Si por el mundo los hombres sin conocerse van, no niegues nunca tu mano al que contigo está./ Ven con. Aunque parezcan tus  pasos  inútil caminar, tú vas haciendo camino, otros los seguirán. Ven




ORACIÓN 28-06-15

GUÍA: Ha pasado una semana. Queremos recogernos en nosotros mismos.  Admiramos a Dios, Señor de todas las cosas y Creador del universo. El silencio de nuevo nos hace espacio para reconocerle en nosotros y en nuestra vida. Levantamos nuestra mirada hacia Él, nos sentimos mirados y queridos por él. Repasamos la semana. Vemos lo bueno que ha sucedido en nosotros y a nuestro alrededor. Damos gracias. Quizás hemos fallado en algo. Nos abrimos al perdón. En silencio dejamos que estas frases se vayan desgranando y realizando en nosotros.

Del libro de la Sabiduría (1,13-15;2,23-24):

Dios no hizo la muerte ni goza destruyendo los vivientes. Todo lo creó para que subsistiera; las criaturas del mundo son saludables: no hay en ellas veneno de muerte, ni el abismo impera en la tierra. Porque la justicia es inmortal. Dios creó al hombre para la inmortalidad y lo hizo a imagen de su propio ser; pero la muerte entró en el mundo por la envidia del diablo; y los de su partido pasarán por ella.

GUÍA: ¿Qué nos ha dicho la lectura? Qué sentimientos se han producido en nosotros? Dios hizo al hombre y la mujer para la inmortalidad. Lo hizo a imagen de su propio ser. La justicia es inmortal. Son frases que nos levantan el ánimo y confortan el espíritu para confiar en quien nos cuida y quiere a su imagen. ¿Nos vemos como reflejo del Dios Padre que nos creó?. Es un don pero también tarea. Veamos cómo llevarla a cabo.

De la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios (8,7.9.13-15):

Ya que sobresalís en todo: en la fe, en la palabra, en el conocimiento, en el empeño y en el cariño que nos tenéis, distinguíos también ahora por vuestra generosidad. Porque ya sabéis lo generoso que fue nuestro Señor Jesucristo: siendo rico, se hizo pobre por vosotros para enriqueceros con su pobreza. Pues no se trata de aliviar a otros, pasando vosotros estrecheces; se trata de igualar. En el momento actual, vuestra abundancia remedia la falta que ellos tienen; y un día, la abundancia de ellos remediará vuestra falta; así habrá igualdad. Es lo que dice la Escritura: «Al que recogía mucho no le sobraba; y al que recogía poco no le faltaba.»

GUÍA: Sobresalís en todo: en la fe, en la palabra, en el conocimiento…Una alabanza grande para los corintios. ¿También pueden ser para nosotros? Dejemos que la Palabra nos descubra los momentos en que es verdad y cuándo nos quedamos un poco escasos. Pedimos al Espíritu Santo que nos ayude a crecer como cristianos y como hijos de un Padre que nos ama y quiere que seamos buenos hijos y hermanos. 
Del santo Evangelio según san Marcos (5,21-43):

En aquel tiempo Jesús atravesó de nuevo a la otra orilla, se le reunió mucha gente a su alrededor, y se quedó junto al lago.
Se acercó un jefe de la sinagoga, que se llamaba Jairo, y al verlo se echó a sus pies, rogándole con insistencia: «Mi niña está en las últimas; ven, pon las manos sobre ella, para que se cure y viva.»
Jesús se fue con él, acompañado de mucha gente que lo apretujaba. Había una mujer que padecía flujos de sangre desde hacía doce años. Muchos médicos la habían sometido a toda clase de tratamientos y se había gastado en eso toda, su fortuna; pero en vez de mejorar, se había puesto peor. Oyó hablar de Jesús y, acercándose por detrás, entre la gente, le tocó el manto, pensando que con sólo tocarle el vestido, curaría. Inmediatamente se secó la fuente de sus hemorragias y notó que su cuerpo estaba curado.
Jesús, notando que, había salido fuerza de él, se volvió en seguida, en medio le la gente, preguntando: «¿Quién me ha tocado el manto?»
Los discípulos le contestaron: «Ves como te apretuja la gente y preguntas: "¿quién me ha tocado?"»
Él seguía mirando alrededor, para ver quién había sido. La mujer se acercó asustada y temblorosa, al comprender lo que había pasado, se le echó a los pies y le confesó todo.
Él le dijo: «Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y con salud.»
Todavía estaba hablando, cuando llegaron de casa del jefe de la sinagoga para decirle: «Tu hija se ha muerto. ¿Para qué molestar más al maestro?»
Jesús alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga: «No temas; basta que tengas fe.»
No permitió que lo acompañara nadie, más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Llegaron a casa del jefe de la sinagoga y encontró el alboroto de los que lloraban y se lamentaban a gritos.
Entró y les dijo: «¿Qué estrépito y qué lloros son éstos? La niña no está muerta, está dormida.»
Se reían de él. Pero él los echó fuera a todos, y con el padre y la madre de la niña y sus acompañantes entró donde estaba la niña, la cogió de la mano y le dijo: «Talitha qumi (que significa: contigo hablo, niña, levántate).»
La niña se puso en pie inmediatamente y echó a andar –tenía doce años–. Y se quedaron viendo visiones. Les insistió en que nadie se enterase; y les dijo que dieran de comer a la niña.

GUÍA: Nos imaginamos la escena. La mujer deseosa de la curación y al jefe de la sinagoga que tiene fe en que Jesús puede curar  a su hija. Sentimientos de necesidad y de fe. Y esto produce la curación. Depende de la intensidad de la fe. Jesús dice: Basta que tengas fe. Y a la mujer: Hija tu fe te ha curado. Vete en  paz y con salud.  En nuestra vida hay situaciones de necesidad y de fe. Presentémoslas a Jesús, con gran fe e intensidad. Silencio creyente.

PRESENTAMOS nuestra vida al Señor y la vida del mundo. Confiamos en Él.
COMENTAMOS algo que nos ha hecho bien.
Unidos a Jesús decimos con toda la humanidad, decimos PADRE NUESTRO

 MADRE DE LOS CREYENTES
 QUE SIEMPRE FUISTE FIEL.
 DANOS TU CONFIANZA,
 DANOS TU FE.
 DANOS TU CONFIANZA,
 DANOS TU FE.
 
1. Pasaste por el mundo en medio de tinieblas
 sufriendo a cada paso la noche de la fe.
 Sintiendo cada día la espada del silencio,
 a oscuras padeciste el riesgo de creer.

2. La fe por el desierto a lomos de un asnillo,
 la fe cuando en las bodas Jesús se hizo esperar,
 la fe cuando pensaron que el Hijo estaba loco,
 la fe sobre el calvario al borde de acabar.

 

Pedimos a María que nos acompañe en la fe.

sábado, 20 de junio de 2015


ORACIÓN 21-06-15

GUÍA: Estamos aquí, Señor, Te reconocemos como nuestro Dios y nuestro Padre. Somos tus hijos queremos estar un rato contigo, aquí en nuestro interior. Estamos todos los que pasamos por esta página. Cada uno con su personalidad, su misterio y su vida. La red nos pone en contacto pero  nuestro espíritu se comunica contigo y con todos.los que hacemos esta oración. Sentimos tu presencia, agradecemos tu actuar y estar en nosotros a lo largo de la semana. Gracias, muchas gracias, Señor. En silencio adoramos tu presencia y nos sentimos envueltos por tu amor de Padre. Purifica nuestras infidelidades.Escuchamos tu Palabra.

Del libro de Job (38,1.8-11):

El Señor habló a Job desde la tormenta: «¿Quién cerró el mar con una puerta, cuando salía impetuoso del seno materno, cuando le puse nubes por mantillas y nieblas por pañales, cuando le impuse un límite con puertas y cerrojos, y le dije: "Hasta aquí llegarás y no pasarás; aquí se romperá la arrogancia de tus olas"?»

GUÍA: Dejamos tiempo para que tu Palabra impregne nuestra mente y nuestro corazón. ¿Qué nos dice? ¿Qué sentimientos nacen en nosotros? Adoramos, reconocemos tu presencia y tu plenitud. Nos vemos realizados por ti y tu misericordia. Amados en todo lo que somos. Creados y acompañados por el Padre, Dios, por Jesús su Hijo, por el Espíritu de amor. Demos espacio para nuestra oración personal.

 De la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios (5,14-17):

Nos apremia el amor de Cristo, al considerar que, si uno murió por todos, todos murieron. Cristo murió por todos, para que los que viven ya no vivan para sí, sino para el que murió y resucitó por ellos. Por tanto, no valoramos a nadie según la carne. Si alguna vez juzgamos a Cristo según la carne, ahora ya no. El que es de Cristo es una criatura nueva. Lo antiguo ha pasado, lo nuevo ha comenzado.

GUÍA: Hemos leído esta lectura de San Pablo. Frases muy grandes para acogerlas en nosotros. Hemos muerto con Cristo, puesto que él ha muerto en nuestro lugar, por nosotros. Recibamos su don. Reflexionemos dándonos cuenta de lo que dice. . Resucitamos con Él. Su vida actúa en nosotros. Dejemos que nos convenza esta verdad, aceptándola en silencio.  La vida del cristiano, es de Cristo. Es una vida nueva. Cada momento es tiempo de resurrección de presencia de Jesús en nuestra vida. Dejémonos convencer del sentido de esta Palabra, en silencio.

Del santo evangelio según san Marcos (4,35-40):

Un día, al atardecer, dijo Jesús a sus discípulos: «Vamos a la otra orilla.»
Dejando a la gente, se lo llevaron en barca, como estaba; otras barcas lo acompañaban. Se levantó un fuerte huracán, y las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua. Él estaba a popa, dormido sobre un almohadón. 
Lo despertaron, diciéndole: «Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?»
Se puso en pie, increpó al viento y dijo al lago: «¡Silencio, cállate!» 
El viento cesó y vino una gran calma. 
Él les dijo: «¿Por qué sois tan cobardes? ¿Aún no tenéis fe?» 
Se quedaron espantados y se decían unos a otros: «¿Pero quién es éste? ¡Hasta el viento y las aguas le obedecen!»

GUÍA: El mar está agitado, Jesús lo calma. Su palabra resuena y pone límites al mar.  En el mar de la vida Jesús también expresa su palabra y las olas se calman. ¿Hay palabras de Jesús que calman nuestras turbulencias?. Escuchémoslas. Adoración, Petición de fe y fortaleza. Confianza. Silencio.

Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.

COMPARTIMOS algo comentando alguna frase.

EXTENDEMOS nuestros deseos para todos los hombres y mujeres del mundo.

NOS UNIMOS a todos expresando las palabras de Jesús. Padre nuestro.

PEDIMOS A MARÍA que nos enseñe a caminar

Mientras recorres la vida, tú nunca solo estás, contigo por el camino, Santa María va./Ven con nosotros a caminar, Santa María, ven. (bis) / Aunque digan algunos que nada puede cambiar, lucha por un mundo nuevo, lucha por la verdad. Ven./ Si por el mundo los hombres sin conocerse van, no niegues nunca tu mano al que contigo está./ Ven con. Aunque parezcan tus  pasos  inútil caminar, tú vas haciendo camino, otros los seguirán. Ven



jueves, 11 de junio de 2015

ORACIÓN 14-06-15







GUÍA: La  Palabra de Dios nos convoca  de nuevo. Aquí estamos, Señor. La semana ha pasado te hemos tenido presente a veces. Ahora nos paramos un reto a escucharte. Habla Señor. En nuestro interior le reconocemos, en nuestra vida y en la vida de alrededor.  Le adoramos en ese silencio que nos envuelve. Un buen ejercicio es descubrirle en la vida, descubrir las semillas de Dios y decir Gracias. Seguimos en silencio ejercitándonos en estos pasos de la oración.

Del Profeta Ezequiel (17,22-24):

Esto dice el Señor Dios: «Arrancaré una rama del alto cedro y la plantaré. De sus ramas más altas arrancaré una tierna y la plantaré en la cima de un monte elevado; la plantaré en la montaña más alta de Israel; para que eche brotes y dé fruto y se haga un cedro noble. Anidarán en él aves de toda pluma, anidarán al abrigo de sus ramas. Y todos los árboles silvestres sabrán que yo soy el Señor, que humilla los árboles altos y ensalza los árboles humildes, que seca los árboles lozanos y hace florecer los árboles secos. Yo, el Señor, lo he dicho y lo haré.»

GUÍA: Dios mismo cogerá una rama nueva del cedro noble y la plantará para renovar la casa de Israel. Es su pueblo y no se rinde en su trabajo de avivar la llama, de regenerar la vida, de impulsar nuevos brotes. Sabrán que Yo soy el señor. Escuchémoslo como dicho a nosotros, a nuestra situación particular. Confiemos  en su palabra y dejemos que actúe también en nosotros.

De la segunda carta de San Pablo a los Corintios (5,6-10):

Siempre tenemos confianza, aunque sabemos que, mientras vivimos en el cuerpo, estamos desterrados, lejos del Señor. Caminamos guiados por la fe, sin ver todavía. Estamos, pues, llenos de confianza y preferimos salir de este cuerpo para vivir con el Señor. Por eso procuramos agradarle, en el destierro o en la patria. Porque todos tendremos que comparecer ante el tribunal de Cristo, para recibir el premio o el castigo por lo que hayamos hecho en esta vida.

GUÍA: Una llamada a la respuesta personal. Dios espera esa respuesta. ¿Cómo nos sentimos ante estas palabras?. En la lectura anterior veíamos que Dios no se rinde ante nuestros olvidos. Veamos qué espera de nosotros y confiemos en su amor misericordioso que nos acoge. Nos mira con misericordia y nos espera. Silencio meditativo


Del Santo Evangelio según San Marcos (4,26-34):

En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: «El Reino de Dios se parece a lo que sucede cuando un hombre siembra la semilla en la tierra: que pasan las noches y los días, y sin que él sepa cómo, la semilla germina y crece; y la tierra, por sí sola, va produciendo el fruto: primero los tallos, luego las espigas y después los granos en las espigas. Y cuando ya están maduros los granos, el hombre echa mano de la hoz, pues ha
llegado el tiempo de la cosecha.»
Les dijo también: «¿Con qué compararemos el Reino de Dios? ¿Con qué parábola lo podremos representar? Es como una semilla de mostaza que, cuando se siembra, es la más pequeña de las semillas;
pero una vez sembrada, crece y se convierte en el mayor de los arbustos y echa ramas tan grandes, que los pájaros pueden anidar a su sombra.»
Y con otras muchas parábolas semejantes les estuvo exponiendo su mensaje, de acuerdo con lo que ellos podían entender. Y no les hablaba sino en parábolas; pero a sus discípulos les explicaba todo en privado.

GUÍA: Jesús habla del Reino de Dios. Se parece a la semilla. Una vez sembrada, crece, hace su camino y sale a flor, da fruto.Sintámonos esa tierra donde la semilla del Reino crece, va formándose, ¿Dejamos que crezca en nosotros? ¿Cuáles son los  obstáculos? Escuchemos qué nos dice el corazón. Ofrezcamos alguna respuesta válida. ¿Nuestras ramas van creciendo?

Comentamos alguna frase que nos ha gustado. Lo podemos hacer en grupo y también en rezaycomparte,blogspot.com
.
SILENCIO AGRADECIDO

Presentamos nuestra oración de perdón, de acción de gracias, de alabanza y adoración, de petición para nosotros y todas las necesidades que conocemos. Pedimos por los cristianos perseguidos , por los que dudan de su fe, por los que necesitamos que el Reino de Dios se extienda en nuestra vida.

PADRE NUESTRO: Nos unimos a todos los creyentes, en la oración que Jesús nos enseñó.

GUÍA: Hacemos presente a María y la imploramos en esta canción

Mientras recorres la vida, tú nunca solo estás, contigo por el camino, Santa María va./Ven con nosotros a caminar, Santa María, ven. (bis) / Aunque digan algunos que nada puede cambiar, lucha por un mundo nuevo, lucha por la verdad. Ven./ Si por el mundo los hombres sin conocerse van, no niegues nunca tu mano al que contigo está./ Ven con. Aunque parezcan tus  pasos  inútil caminar, tú vas haciendo camino, otros los seguirán. Ven




viernes, 5 de junio de 2015

ORACIÓN 07-06-15










ORACIÓN 07-06-15

GUÍA: Estamos en el día de Corpus Christi, del Cuerpo de Cristo. La fiesta se ha celebrado en algunos lugares el jueves pasado. En otros lugares se celebra hoy. Vamos a centrarnos en el misterio de la Eucaristía, instituida el Jueves Santo. El silencio  es el primer paso para preparar la venida del Espíritu a este nuestro templo interior. Espíritu Santo ven. Sentimos su presencia Agradecemos su presencia entre nosotros y en la vida, a lo largo de la semana. Adoremos, alabemos al Dios vivo, démosle gracias. Después de un espacio de tiempo, escuchemos la lectura del Éxodo.

Del libro de Éxodo (24,3-8):

En aquellos días, Moisés bajó y contó al pueblo todo lo que había dicho el Señor y todos sus mandatos; y el pueblo contestó a una: «Haremos todo lo que dice el Señor.» 
Moisés puso por escrito todas las palabras del Señor. Se levantó temprano y edificó un altar en la falda del monte, y doce estelas, por las doce tribus de Israel. Y mandó a algunos jóvenes israelitas ofrecer al Señor holocaustos, y vacas como sacrificio de comunión. Tomó la mitad de la sangre, y la puso en vasijas, y la otra mitad la derramó sobre el altar.Después, tomó el documento de la alianza y se lo leyó en alta voz al pueblo, el cual respondió: «Haremos todo lo que manda el Señor y lo obedeceremos.» 
Tomó Moisés la sangre y roció al pueblo, diciendo: «Ésta es la sangre de la alianza que hace el Señor con vosotros, sobre todos estos mandatos.»

GUÍA: ¿Qué nos dice a nosotros?. ¿Qué palabras destacas tú? Podemos señalar la respuesta del pueblo que acepta los mandatos que ha hecho el Señor Haremos lo que Él dice. También nosotros decimos: haremos lo que el Señor dice. Queremos seguir su palabra, cumplir su  alianza. Veamos cómo lo podemos hacer y cómo ser fieles a ella. Nos sentimos ante la presencia de Dios haciendo esa alianza nueva de hoy. Con Jesús Eucaristía, con el Espíritu somos comunión con el Padre. Silencio meditativo.

De la carta a los Hebreos (9,11-15):

Cristo ha venido como sumo sacerdote de los bienes definitivos. Su tabernáculo es más grande y más perfecto: no hecho por manos de hombre, es decir, no de este mundo creado. No usa sangre de machos cabríos ni de becerros, sino la suya propia; y así ha entrado en el santuario una vez para siempre, consiguiendo la liberación eterna. Si la sangre de machos cabríos y de toros y el rociar con las cenizas de una becerra tienen poder de consagrar a los profanos, devolviéndoles la pureza externa, cuánto más la sangre de Cristo, que, en virtud del Espíritu eterno, se ha ofrecido a Dios como sacrificio sin mancha, podrá purificar nuestra conciencia de las obras muertas, llevándonos al culto del Dios vivo. Por esa razón, es mediador de una alianza nueva: en ella ha habido una muerte que ha redimido de los pecados cometidos durante la primera alianza; y así los llamados pueden recibir la promesa de la herencia eterna. 

GUÍA. Se nos habla del sacrificio ofrecido por Jesús en su propia sangre. Mediador de una alianza nueva, Remisión de los pecados. Profundizamos en estas palabras. Nos unimos a Jesús en su sacrificio, Agradecemos su entrega. Recibimos su promesa de herencia eterna. Con Jesús hacemos la ofrenda al Padre. Con Él la mejor ofrenda y el mejor culto que podemos presentar. Imaginamos al Señor, pasando por nuestras calles, por nuestras plazas aclamado por la multitud y adorado. La gloria de Dios se extiende por la tierra. Nos unimos a todos los corazones creyentes y adoradores Nos unimos a Jesús Eucaristía para dar gloria al Padre por medio del Espíritu. Silencio adorador.




 Del evangelio según san Marcos (14,12-16.22-26):

El primer día de los Ázimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le dijeron a Jesús sus discípulos: «¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua?» 
Él envió a dos discípulos, diciéndoles: «Id a la ciudad, encontraréis un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidlo y, en la casa en que entre, decidle al dueño: "El Maestro pregunta: ¿Dónde está la habitación en que voy a comer la Pascua con mis discípulos?" Os enseñará una sala grande en el piso de arriba, arreglada con divanes. Preparadnos allí la cena.» 
Los discípulos se marcharon, llegaron a la ciudad, encontraron lo que les había dicho y prepararon la cena de Pascua. 
Mientras comían. Jesús tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio, diciendo: «Tomad, esto es mi cuerpo.» Cogiendo una copa, pronunció la acción de gracias, se la dio, y todos bebieron. Y les dijo: «Ésta es mi sangre, sangre de la alianza, derramada por todos. Os aseguro que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día que beba el vino nuevo en el reino de Dios.» Después de cantar el salmo, salieron para el monte de los Olivos.

GUÍA: Estamos ahí donde se celebra la cena. Presenciamos la celebración. Escuchamos  las palabras de Jesús. Agradecemos su presencia en nuestra Eucaristía. Agradecemos su estar con nosotros cada día. Su presencia a través del tiempo y en tantos corazones. Pedimos el aumento d efe, esperanza y amor para  nuestro mundo. Silencio adorador y agradecido.

·         PRESENTAMOS nuestras peticiones

·         COMPARTIMOS alguna frase.

·         PADRE NUESTRO ,  con Jesús y todos los cristianos.

·    INVOCAMOS a María, nuestra madre. Pedimos su protección.

CANCIÓN: JESÚS ESTÁ ENTRE NOSOTROS, {DO} {MIm} ÉL VIVE HOY {FA} {SOL7} Y SU ESPÍRITU A TODOS DA. JESÚS, RAZÓN DE NUESTRA VIDA, {DO} {MIm} ES EL SEÑOR, {FA} {SOL} NOS REÚNE EN PUEBLO DE AMOR. {LAm} {FA} {DO} {SOL7}

Cambia nuestras vidas con tu fuerza. {LAm} {FA} {DO} {SOL7} Guárdanos por siempre en tu presencia. {LAm} {MIm} {FA} {DO} {SOL7} Tú eres verdad, Tú eres la paz. Rompe las cadenas que nos atan. llénanos de gracia en tu palabra. Gracias, Señor, gracias, Salvador. Nuestras existencias hoy te alaban. Nuestros corazones te dan gracias. Tú eres amor, eres canción. JESÚS ESTÁ ENTRE NOSOTROS