jueves, 11 de junio de 2015

ORACIÓN 14-06-15







GUÍA: La  Palabra de Dios nos convoca  de nuevo. Aquí estamos, Señor. La semana ha pasado te hemos tenido presente a veces. Ahora nos paramos un reto a escucharte. Habla Señor. En nuestro interior le reconocemos, en nuestra vida y en la vida de alrededor.  Le adoramos en ese silencio que nos envuelve. Un buen ejercicio es descubrirle en la vida, descubrir las semillas de Dios y decir Gracias. Seguimos en silencio ejercitándonos en estos pasos de la oración.

Del Profeta Ezequiel (17,22-24):

Esto dice el Señor Dios: «Arrancaré una rama del alto cedro y la plantaré. De sus ramas más altas arrancaré una tierna y la plantaré en la cima de un monte elevado; la plantaré en la montaña más alta de Israel; para que eche brotes y dé fruto y se haga un cedro noble. Anidarán en él aves de toda pluma, anidarán al abrigo de sus ramas. Y todos los árboles silvestres sabrán que yo soy el Señor, que humilla los árboles altos y ensalza los árboles humildes, que seca los árboles lozanos y hace florecer los árboles secos. Yo, el Señor, lo he dicho y lo haré.»

GUÍA: Dios mismo cogerá una rama nueva del cedro noble y la plantará para renovar la casa de Israel. Es su pueblo y no se rinde en su trabajo de avivar la llama, de regenerar la vida, de impulsar nuevos brotes. Sabrán que Yo soy el señor. Escuchémoslo como dicho a nosotros, a nuestra situación particular. Confiemos  en su palabra y dejemos que actúe también en nosotros.

De la segunda carta de San Pablo a los Corintios (5,6-10):

Siempre tenemos confianza, aunque sabemos que, mientras vivimos en el cuerpo, estamos desterrados, lejos del Señor. Caminamos guiados por la fe, sin ver todavía. Estamos, pues, llenos de confianza y preferimos salir de este cuerpo para vivir con el Señor. Por eso procuramos agradarle, en el destierro o en la patria. Porque todos tendremos que comparecer ante el tribunal de Cristo, para recibir el premio o el castigo por lo que hayamos hecho en esta vida.

GUÍA: Una llamada a la respuesta personal. Dios espera esa respuesta. ¿Cómo nos sentimos ante estas palabras?. En la lectura anterior veíamos que Dios no se rinde ante nuestros olvidos. Veamos qué espera de nosotros y confiemos en su amor misericordioso que nos acoge. Nos mira con misericordia y nos espera. Silencio meditativo


Del Santo Evangelio según San Marcos (4,26-34):

En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: «El Reino de Dios se parece a lo que sucede cuando un hombre siembra la semilla en la tierra: que pasan las noches y los días, y sin que él sepa cómo, la semilla germina y crece; y la tierra, por sí sola, va produciendo el fruto: primero los tallos, luego las espigas y después los granos en las espigas. Y cuando ya están maduros los granos, el hombre echa mano de la hoz, pues ha
llegado el tiempo de la cosecha.»
Les dijo también: «¿Con qué compararemos el Reino de Dios? ¿Con qué parábola lo podremos representar? Es como una semilla de mostaza que, cuando se siembra, es la más pequeña de las semillas;
pero una vez sembrada, crece y se convierte en el mayor de los arbustos y echa ramas tan grandes, que los pájaros pueden anidar a su sombra.»
Y con otras muchas parábolas semejantes les estuvo exponiendo su mensaje, de acuerdo con lo que ellos podían entender. Y no les hablaba sino en parábolas; pero a sus discípulos les explicaba todo en privado.

GUÍA: Jesús habla del Reino de Dios. Se parece a la semilla. Una vez sembrada, crece, hace su camino y sale a flor, da fruto.Sintámonos esa tierra donde la semilla del Reino crece, va formándose, ¿Dejamos que crezca en nosotros? ¿Cuáles son los  obstáculos? Escuchemos qué nos dice el corazón. Ofrezcamos alguna respuesta válida. ¿Nuestras ramas van creciendo?

Comentamos alguna frase que nos ha gustado. Lo podemos hacer en grupo y también en rezaycomparte,blogspot.com
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SILENCIO AGRADECIDO

Presentamos nuestra oración de perdón, de acción de gracias, de alabanza y adoración, de petición para nosotros y todas las necesidades que conocemos. Pedimos por los cristianos perseguidos , por los que dudan de su fe, por los que necesitamos que el Reino de Dios se extienda en nuestra vida.

PADRE NUESTRO: Nos unimos a todos los creyentes, en la oración que Jesús nos enseñó.

GUÍA: Hacemos presente a María y la imploramos en esta canción

Mientras recorres la vida, tú nunca solo estás, contigo por el camino, Santa María va./Ven con nosotros a caminar, Santa María, ven. (bis) / Aunque digan algunos que nada puede cambiar, lucha por un mundo nuevo, lucha por la verdad. Ven./ Si por el mundo los hombres sin conocerse van, no niegues nunca tu mano al que contigo está./ Ven con. Aunque parezcan tus  pasos  inútil caminar, tú vas haciendo camino, otros los seguirán. Ven




4 comentarios:

  1. " Los Árboles silvestres sabrán que Yo soy el Señor". Dios se hace presente a los grandes y a los pequeños. Él nos ama y expresa su misericordia con cada uno de nosotros como para el mejor de sus hijos.¿Cómo respondemos?

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  2. La semilla crece con la fuerza se Dios. Seamos disponible a su presencia y acojamos se amor.

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  3. "Te adoramos en ese silencio que nos envuelve". Cuánto silencio pero también cuánto ruido. En todo se ve la mano de Dios. Adorar y dar gracias en la creación, en el universo, en las personas, en nosotros mismos.¿Hacemos ejercicio de esto? Unidos con todos la humanidad.

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  4. El Reino de Dios se puede comparar a la semilla de mostaza, muy pequeña pero llega a cobijar a muchos pájaros y a dar sombra. Somos parte de ese Reino de Dios. nos toca acoger y repartir la misericordia en nuestro mundo. Que el Espíritu nos haga buenos instrumentos en sus manos, hoy.

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