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sábado, 13 de diciembre de 2025

SED FUERTES NO TEMÁIS

 

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SED FUERTES NO TEMÁIS

GUÍA ORACIÓN 14-12-25 III Domingo de Adviento «Gaudete» Ciclo A

 

GUÍA: Vamos al monte del Señor. En nuestro interior le reconocemos como Padre. Le adoramos como a Hijo y le recibimos como Espíritu Santo. En el silencio adoramos, damos gracias. Es domingo de alegría, de fortaleza. El Señor viene a nuestro encuentro. Vayamos nosotros hacia él. SILENCIO DE RECONOCIMIENTO, DE ADORACIÓN, DE ENCUENTRO.

Lectura del libro de Isaías (35,1-6a.10):

El desierto y el yermo se regocijarán, se alegrarán el páramo y la estepa, florecerá como flor de narciso, se alegrará con gozo y alegría. Tiene la gloria del Líbano, la belleza del Carmelo y del Sarión. Ellos verán la gloria del Señor, la belleza de nuestro Dios. Fortaleced las manos débiles, robusteced las rodillas vacilantes; decid a los cobardes de corazón: «Sed fuertes, no temáis. Mirad a vuestro Dios, que trae el desquite; viene en persona, resarcirá y os salvará.» Se despegarán los ojos del ciego, los oídos del sordo se abrirán, saltará como un ciervo el cojo, la lengua del mudo cantará. Volverán los rescatados del Señor, vendrán a Sión con cánticos: en cabeza, alegría perpetua; siguiéndolos, gozo y alegría. Pena y aflicción se alejarán.

GUÍA: Se regocijarán el desierto y el yermo…florecerán como flor de narciso. Qué belleza, gozamos de la visión y nos alegramos con ese renacer y manifestar la gloria de Dios. La llegada del Señor les da la belleza y la comunicación agradecida. Nos sentimos partícipes de esa alegría y la extendemos a otros que la buscan. SILENCIO DE ADMIRACIÓN, DE ACOGIDA, DE MANIFESTACIÓN.

 

Salmo

Sal 145,7.8-9a.9bc-10

R/. Ven, Señor, a salvarnos

El Señor mantiene su fidelidad perpetuamente,
hace justicia a los oprimidos,
da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos. R/.

El Señor abre los ojos al ciego,

el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos,
el Señor guarda a los peregrinos. R/.

Sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sión, de edad en edad. R/.

 

Lectura de la carta del apóstol Santiago (5,7-10):

Tened paciencia, hermanos, hasta la venida del Señor. El labrador aguarda paciente el fruto valioso de la tierra, mientras recibe la lluvia temprana y tardía. Tened paciencia también vosotros, manteneos firmes, porque la venida del Señor está cerca. No os quejéis, hermanos, unos de otros, para no ser condenados. Mirad que el juez está ya a la puerta. Tomad, hermanos, como ejemplo de sufrimiento y de paciencia a los profetas, que hablaron en nombre del Señor.


GUÍA: Tened paciencia, hermanos.  Manteneos firmes, la venida del Señor está cerca. Nos situamos en la visión de esa venida que se acerca. Somos los llamados a reconocerle y comunicarle. Alegraos. Dios nos espera y envía. Sed portadores del amor a Dios a todas las criaturas. En el silencio hacemos nuestra la oración de confianza, de comunicación, de esperanza para el futuro. SILENCIO DE VISUALIZACIÓN, DE CONFIANZA, DE CELEBRACIÓN.

 

Lectura del santo evangelio según san Mateo (11,2-11):

En aquel tiempo, Juan, que había oído en la cárcel las obras del Mesías, le mandó a preguntar por medio de sus discípulos: «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?»

Jesús les respondió: «Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos ven, y los inválidos andan; los leprosos quedan limpios, y los sordos oyen; los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia el Evangelio. ¡Y dichoso el que no se escandalice de mí!»
Al irse ellos, Jesús se puso a hablar a la gente sobre Juan: «¿Qué salisteis a contemplar en el desierto, una caña sacudida por el viento? ¿O qué fuisteis a ver, un hombre vestido con lujo? Los que visten con lujo habitan en los palacios. Entonces, ¿a qué salisteis?, ¿a ver a un profeta? Sí, os digo, y más que profeta; él es de quien está escrito: «Yo envío mi mensajero delante de ti, para que prepare el camino ante ti.» Os aseguro que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan, el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él.»

 

GUÍA: Jesús dice a los discípulos de Juan, los ciegos ven, y los inválidos andan; los leprosos quedan limpios…y a los pobres se les anuncia el Evangelio.  Dichoso el que no se escandalice de mí!» Se presenta como el esperado. ¿Cómo  le recibimos nosotros?. SILENCIO DE FE, DE ACEPTACIÓN, DE COMPARTIR.

 

RECOGEMOS LOS SENTIMIENTOS PRODUCIDOS EN LA CONTEMPLACIÓN DE JESÚS QUE SE HACE PRESENTE PARA AYUDAR A LOS NECESITADOS.

 

INVOCAMOS A MARÍA QUE SE ACERCA A LA NAVIDAD. HABLAMOS CON ELLA Y PRESENTAMOS LAS NECESIDADES DE HOY.

 

NOS DIRIGIMOS AL PADRE AGRADECIENDO LA VENIDA DE SU HIJO. DECIMOS LA ORACIÓN DE JESÚS. PADRE NUESTRO…


CANTAMOS:
 


 La Virgen sueña caminos, está a la espera

La Virgen sabe que el niño está muy cerca

De Nazaret a Belén hay una senda

Por ella van los que creen en las promesas

Los que sueñan y esperan la buena nueva

Abran las puertas al niño, que está muy cerca

El Señor, cerca está, él viene con la paz

El Señor cerca está, él trae la verdad



En estos días del año, el pueblo espera

Que venga pronto el Mesías a nuestra tierra

En la ciudad de Belén, llama a las puertas

Preguntan las posadas, y no hay respuesta

Los que sueñan y esperan la buena nueva

Abran las puertas al niño que está muy cerca

El señor cerca está, él viene con la paz

El Señor cerca está, él trae la verdad

La tarde ya lo sospecha, está alerta

El sol le dice a la luna que no se duerma

A la ciudad de Belén, vendrá una estrella

Vendrá con todo el que quiera cruzar fronteras

Los que sueñan y esperan, la buena nueva

Abran las puertas al niño, que está muy cerca

El Señor cerca está, él viene con la paz

El Señor cerca está, él trae la verdad

El Señor cerca está, él trae la verdad

Fuente: Musixmatch

Autores de la canción: Carmelo Erdozaín

https://www.youtube.com/watch?v=FmvVlyGgv58

viernes, 5 de diciembre de 2025

UN RENUEVO DEL TRONCO DE JESÉ

 

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UN RENUEVO DEL TRONCO DE JESÉ

GUÍA DE ORACIÓN 07-12-25 II Domingo de Adviento (A)

 

GUÍA: Señor, nos presentamos a ti. Somos hijos en tu presencia. Extiende tu mirada sobre nosotros y calienta nuestro corazón con tu amor. Queremos hacer la oración y conocerte un poco más. Sensibiliza nuestros corazones con tu Palabra, que la conozcamos y comprendamos lo que nos indica para hoy. SILENCIO DE ACERCAMIENTO, DE CONOCIMIENTO, DE BÚSQUEDA.

 

Lectura del libro de Isaías (11,1-10):

 

Aquel día, brotará un renuevo del tronco de Jesé, y de su raíz florecerá un vástago. Sobre él se posará el espíritu del Señor: espíritu de prudencia y sabiduría, espíritu de consejo y valentía, espíritu de ciencia y temor del Señor. Le inspirará el temor del Señor. No juzgará por apariencias ni sentenciará sólo de oídas; juzgará a los pobres con justicia, con rectitud a los desamparados. Herirá al violento con la vara de su boca, y al malvado con el aliento de sus labios. La justicia será cinturón de sus lomos, y la lealtad, cinturón de sus caderas. Habitará el lobo con el cordero, la pantera se tumbará con el cabrito, el novillo y el león pacerán juntos: un muchacho pequeño los pastorea. La vaca pastará con el oso, sus crías se tumbarán juntas; el león comerá paja con el buey. El niño jugará en la hura del áspid, la criatura meterá la mano en el escondrijo de la serpiente. No harán daño ni estrago por todo mi monte santo: porque está lleno el país de ciencia del Señor, como las aguas colman el mar. Aquel día, la raíz de Jesé se erguirá como enseña de los pueblos: la buscarán los gentiles, y será gloriosa su morada.

 

GUÍA: Oímos tu Palabra, llenas la tierra con tu Espíritu. Nos transformas con la esperanza de tu llegada. La raíz de Jesé brotará y se levantará ante todos los pueblos. Te fortalecerás en cada persona con justicia y lealtad. Buscamos tu rostro y esperamos que llegues a la vida con arraigo y sabiduría. Que sintamos esa presencia en nosotros y caminemos hacia ti, hacia la verdad, hacia tu monte santo. SILENCIO DE ADMIRACIÓN, DE ACOGIDA, DE DECISIÓN.

 

SALMO

Sal 71,1-2.7-8.12-13.17

 

R/. Que en sus días florezca la justicia,

y la paz abunde eternamente

 

Dios mío, confía tu juicio al rey,

tu justicia al hijo de reyes,

para que rija a tu pueblo con justicia,

a tus humildes con rectitud. R/.

 

Que en sus días florezca la justicia

y la paz hasta que falte la luna;

que domine de mar a mar,

del Gran Río al confín de la tierra. R/.

 

Él librará al pobre que clamaba,

al afligido que no tenía protector;

él se apiadará del pobre y del indigente,

y salvará la vida de los pobres. R/.

 

Que su nombre sea eterno,

y su fama dure como el sol:

que él sea la bendición de todos los pueblos,

y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra. R/.

 

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (15,4-9):

 

Todas las antiguas Escrituras se escribieron para enseñanza nuestra, de modo que entre nuestra paciencia y el consuelo que dan las Escrituras mantengamos la esperanza. Que Dios, fuente de toda paciencia y consuelo, os conceda estar de acuerdo entre vosotros, según Jesucristo, para que unánimes, a una voz, alabéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. En una palabra, acogeos mutuamente, como Cristo os acogió para gloria de Dios. Quiero decir con esto que Cristo se hizo servidor de los judíos para probar la fidelidad de Dios, cumpliendo las promesas hechas a los patriarcas; y, por otra parte, acoge a los gentiles para que alaben a Dios por su misericordia. Así dice la Escritura: «Te alabaré en medio de los gentiles y cantaré a tu nombre.»

 

GUÍA: Esta segunda lectura nos anima a la esperanza. Con la paciencia y el consuelo que vienen de ella el espíritu encaminará nuestros pasos. En torno a Jesucristo seremos unánimes en la alabanza, y mutuamente acogedores para probar la fidelidad de Dios.

Recibe, Padre nuestra oración y enséñanos a vivir en tu presencia. SILENCIO DE GRACIAS, DE SER, DE ESPERANZA.

 

Lectura del santo evangelio según san Mateo (3,1-12):

 

Por aquel tiempo, Juan Bautista se presentó en el desierto de Judea, predicando: «Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos.»

Éste es el que anunció el profeta Isaías, diciendo: «Una voz grita en el desierto: «Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos.»»

Juan llevaba un vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y acudía a él toda la gente de Jerusalén, de Judea y del valle del Jordán; confesaban sus pecados; y él los bautizaba en el Jordán.

Al ver que muchos fariseos y saduceos venían a que los bautizará, les dijo: «¡Camada de víboras!, ¿quién os ha enseñado a escapar del castigo inminente? Dad el fruto que pide la conversión. Y no os hagáis ilusiones, pensando: «Abrahán es nuestro padre», pues os digo que Dios es capaz de sacar hijos de Abrahán de estas piedras. Ya toca el hacha la base de los árboles, y el árbol que no da buen fruto será talado y echado al fuego. Yo os bautizo con agua para que os convirtáis; pero el que viene detrás de mí puede más que yo, y no merezco ni llevarle las sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego. Él tiene el bieldo en la mano: aventará su parva, reunirá su trigo en el granero y quemará la paja en una hoguera que no se apaga.»

 

GUÍA: Se nos presenta la figura de Juan el Bautista. Él prepara el camino al Señor en medio de su pueblo. Os bautizo con agua para que os convirtáis. Viene detrás de mi uno a quien no merezco ni llevarle las sandalias. Escuchamos, recibimos su palabra y damos respuesta de alguna manera. SILENCIO DE ESCUCHA, DE UNIÓN, DE RESPUESTA

 

 

CONTEMPLAMOS LOS CAMINOS DEL ADVIENTO Y NOS UNIMOS A ELLOS.

 

OFRECEMOS EL NUESTRO AL PADRE, AL HIJO Y AL ESPÍRITU.

 

ACOMPAÑAMOS A MARÍA EN SU ESPERA. HABLAMOS CON ELLA.

 

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON LA ORACIÓN DE JESÚS. PADRE NUESTRO…

 

CANTAMOS:

Ven, ven Señor no tardes

Ven, ven que te esperamos

Ven, ven Señor no tardes

Ven pronto Señor

El mundo muere de frío

El alma perdió el calor

Los hombres no son hermanos

El mundo no tiene amor

Ven, ven Señor no tardes

Ven, ven que te esperamos

Ven, ven Señor no tardes

Ven pronto Señor

Envuelto en sombría noche

El mundo sin paz no ve

Buscando va una esperanza

Buscando, Señor, tu fe

Ven, ven Señor no tardes

Ven, ven que te esperamos

Ven, ven Señor no tardes

Ven pronto Señor

Al mundo le falta vida

Al mundo le falta luz

Al mundo le falta el cielo

Al mundo le faltas Tú

Ven, ven Señor no tardes

Ven, ven que te esperamos

Ven, ven Señor no tardes

Ven pronto Señor...

Fuente: Musixmatch

Autores de la canción: Cesáreo Gabaráin / Alirio Cardozo

https://music.youtube.com/watch?v=Crw2b9t05rI 

 

viernes, 28 de noviembre de 2025

SUBIMOS AL MONTE DEL SEÑOR

 

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SUBIMOS AL MONTE DEL SEÑOR

 

GUÍA DE ORACIÓN, 30-11-25, PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO (A)

 

GUÍA: Empezamos el tiempo de Adviento. Es tiempo de venida del Señor. nos disponemos a recibirle con corazón limpio y sincero. El Señor viene y se queda en los corazones libres del pecado. Se queda en el día a día vivido en verdad y cercanía. Subimos al monte del Señor, observamos nuestro interior, lo limpiamos y nos preparamos para acercarnos al perdón de Dios en el sacramento de la reconciliación. SILENCIO EN VERDAD, EN RECONOCIMIENTO, EN PERDÓN.

 

Lectura del Profeta Isaías 2,1-5.

 

VISIÓN de Isaías, hijo de Amós, acerca de Judá y de Jerusalén.

En los días futuros estará firme

el monte de la casa del Señor,

en la cumbre de las montañas,

más elevado que las colinas.

Hacia él confluirán todas las naciones,

caminarán pueblos numerosos y dirán:

«Venid, subamos al monte del Señor,

a la casa del Dios de Jacob.

Él nos instruirá en sus caminos

y marcharemos por sus sendas;

porque de Sion saldrá la ley,

la palabra del Señor de Jerusalén».

Juzgará entre las naciones,

será árbitro de pueblos numerosos.

De las espadas forjarán arados,

de las lanzas, podaderas.

No alzará la espada pueblo contra pueblo,

no se adiestrarán para la guerra.

Casa de Jacob, venid;

caminemos a la luz del Señor.

 

GUÍA: Subir al monte del Señor nos indica acercarnos a él, dejar atrás el tiempo perdido, recuperar los buenos deseos, alcanzar nuevas metas de gracia y santidad. El Señor será el árbitro de las naciones y de los pueblo. No alzará las espadas pueblo contra pueblo, ni las personas entre sí. Es tiempo de reconciliación y de paz.     Visualizamos los distintos momentos y los alcanzamos con el corazón. SILENCIO DE CERCANÍA, DE PAZ, DE ENCUENTRO.

 

SALMO

Sal 121, 1-2. 3-4a. 4b-5. 6-7. 8-9

 

R/. Vamos alegres a la casa del Señor.

 

V/. ¡Qué alegría cuando me dijeron:

«Vamos a la casa del Señor»!

Ya están pisando nuestros pies

tus umbrales, Jerusalén. R/.

 

V/. Allá suben las tribus,

las tribus del Señor,

según la costumbre de Israel,

a celebrar el nombre del Señor;

en ella están los tribunales de justicia,

en el palacio de David. R/.

 

V/. Desead la paz a Jerusalén:

«Vivan seguros los que te aman,

haya paz dentro de tus muros,

seguridad en tus palacios». R/.

 

V/. Por mis hermanos y compañeros,

voy a decir: «La paz contigo».

Por la casa del Señor,

nuestro Dios, te deseo todo bien. R/.

 

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Romanos 13,11-14.

 

HERMANOS:

Comportaos reconociendo el momento en que vivís, pues ya es hora de despertaros del sueño, porque ahora la salvación está más cerca de nosotros que cuando abrazamos la fe. La noche está avanzada, el día está cerca: dejemos, pues, las obras de las tinieblas y pongámonos las armas de la luz.

Andemos como en pleno día, con dignidad. Nada de comilonas y borracheras, nada de lujuria y desenfreno, nada de riñas y envidias. Revestíos más bien del Señor Jesucristo.

 

GUÍA: Reconoced  el momento en que vivís. Descubrid la luz en medio de las tinieblas. Esa luz es cristo mismo que nos reviste de su fortaleza y misericordia para ser las personas que acogen al que viene en Espíritu y verdad. Tomar las armas de la luz dejando las tinieblas. Vivir en verdad como a mediodía. Jesús, ayúdanos a vivir en tu gracia y fortaleza. SILENCIO DE RECONOCIMIENTO, DE TOMA DE DECISIÒN Y DE ACCIÓN.

 

Lectura del santo Evangelio según San Mateo 24,37-44.

 

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Cuando venga el Hijo del hombre, pasará como en tiempo de Noé.

En los días antes del diluvio, la gente comía y bebía, se casaban los hombres y las mujeres tomaban esposo, hasta el día en que Noé entró en el arca; y cuando menos lo esperaban llegó el diluvio y se los llevó a todos; lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre: dos hombres estarán en el campo, a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán; dos mujeres estarán moliendo, a una se la llevarán y a otra la dejarán.

Por tanto, estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor.

Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría que abrieran un boquete en su casa.

Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre».

 

GUÍA: Estad preparados. Llegará el Señor. Nos concentramos en su presencia amorosa y le agradecemos su amor de padre. Lo descubrimos en los pasos de cada día, de hoy y llegamos a su monte santo. Su esplendor llena el cielo y fecunda la tierra. Limpia los corazones y los llena de paz y alegría. Ven Espíritu de Dios sobre nosotros, indícanos el camino y ayuda a nuestros pasos para recorrerlo con audacia y fe.  SILENCIO DE ENTRADA, DE PARTICIPACIÓN, DE EXPERIENCIA.

 

RECIBIMOS AL ESPÍRITU QUE NOS ENCAMINA HACIA EL MONTE DEL SEÑOR.

 

PEDIMOS, ALABAMOS, DAMOS GRACIAS, PRESENTAMOS EL COMPROMISO DE LA SEMANA.

 

INVOCAMOS A MARÍA, NUESTRA MADRE, ACOMPAÑÁNDOLA EN EL CAMINO

 

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON JESÚS: PADRE NUESTRO

 

CANTAMOS:

MIm

Esperando, esperando,

esperando al  Mesías,

que nos ha de salvar,

                    LAm

tierra y hombres que sueñan,

                  SI7

porque Dios va llegar.

 

MIm                             LAm

Esperando, esperamos Señor tu venida,

     MIm  SI7    MIm

tu venida de verdad.

 

MIm

Buscamos la luz que nos guíe,

       LAm                  MIm

y encendemos estrellas de papel,

      DO             RE

hasta cuándo Señor jugaremos

           DO     SI7

como niños con la fe.

 

       MIm

Aunque largos discursos gritemos,

     LAm                   MIm

pregonando una falsa hermandad,

      DO               RE

hasta cuándo Señor viviremos,

            DO     SI7

sin justicia y caridad.

 

MIm                             LAm

Esperando, esperamos Señor tu venida,

     MIm  SI7    MIm

tu venida de verdad.

 

MIm

Esperando, esperando, esperando a un niño,

                                    LAm

que en Belén nacerá como nace en mi alma,

                 SI7

si hay en mí navidad.

 

MIm                             LAm

Esperando, esperamos Señor tu venida,

     MIm  SI7    MIm

tu venida de verdad.

 

MIm

Villancicos alegres y humildes,

    LAm                  MIm

nacimiento de barro y cartón,

         DO                RE

más no habrá de verdad nacimiento

                  DO       SI7

si a nosotros nos falta el amor.

 

     MIm

Si seguimos peleando entre hermanos,

         LAm                MIm

o hay un niño que llore sin pan,

       DO                 RE

aunque sobren champán y turrones,

              DO      SI7

no podremos tener navidad.

 

MIm                             LAm

Esperando, esperamos Señor tu venida,

     MIm  SI7    MIm

tu venida de verdad,

                     LAm

esperamos Señor tu venida,

     MIm  SI7    MIm

tu venida de verdad.


https://www.cancionerocatolico.cl/Entrada/Esperando.html

viernes, 31 de octubre de 2025

MI DIOS VIVE

 

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MI DIOS VIVE

GUÍA DE ORACIÓN, 02-11-25, CONMEMORACIÓN DE TODOS LOS FIELES DIFUNTOS

 

GUÍA: Nos presentamos al Padre. Le decimos nuestro hacer y la vida de la semana. Agradecemos su presencia y le pedimos gracia para hacer la oración y estar en su compañía. Dejamos todas las cosas y nos centramos en lo que dice la Palabra de Dios. SILENCIO INTERIOR, EN FE, CONFIANZA Y AMOR.

 

Lectura del libro de Job. [19, 1. 23-27a]

Y Job respondió y dijo: ¡Ojalá se escribieran mis palabras!
Si se grabaran en un libro, con un cincel de hierro y estaño,
¡se tallarían para siempre en la piedra!
Yo sé que mi Redentor vive, y que al final de los días levantará mi piel en descomposición;
y yo, en mi carne, veré a Dios.
Yo mismo lo veré; mis ojos, y no los de otro, lo verán.

GUÍA: Oímos la voz de Job que en su oración y dolor acude a Dios y afianza su fe. Mi Dios vive, mi Dios levantará mi cuerpo y yo le veré. Nos unimos a estas palabras y aseguramos con fe que el Señor será fiel y nos sanará. Gracias por tu misericordia, por tu bondad que nos salva y nos redime de todo pecado. SILENCIO DE CONFIANZA, DE ENCUENTRO, DE PERDÓN.

 

Salmo

Sal 27(26)

R/ Creo que veré la bondad del Señor.

V/. El Señor es mi luz y mi salvación: *
¿a quién temeré?
El Señor es la fortaleza de mi vida: *
¿a quién temeré?

V/. Solo una cosa he pedido al Señor, solo eso busco: †
permanecer en la casa del Señor *
todos los días de mi vida,
contemplar la belleza del Señor *
y visitar su templo.

V/. Escucha, Señor, mi voz cuando clamo; *
ten piedad de mí y respóndeme.
Y buscaré tu rostro, Señor. *
No me escondas tu rostro.

V/. Pero yo creo que veré la bondad del Señor *
en la tierra de los vivos.
Espera en el Señor, †
sé valiente; y que tu corazón se fortalezca, *
y espera en el Señor.

 

Lectura de la carta del apóstol Pablo a los Romanos. [5, 5-11]

Hermanos: La esperanza no defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado. Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, murió en el momento señalado por los impíos. Porque difícilmente alguien moriría por un justo; tal vez alguien se atrevería a morir por un benefactor. Pero Dios demuestra su amor por nosotros en que, cuando aún éramos pecadores, Cristo murió por nosotros. Por lo tanto, ahora, habiendo sido justificados por su sangre, seremos salvos por él de la ira. Porque si, siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. Y no solo eso, sino que también nos gloriamos en Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, por quien ahora hemos sido reconciliados.

 

GUÍA: Hemos sido reconciliados con el Padre, por medio de su Hijo Jesucristo. Lo valoramos y reconocemos. Vemos el gran amor del Padre que nos entrega a Jesucristo para hacernos hijos amados. Contemplamos el hecho y aceptamos su amor derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo.  SILENCIO DE ACEPTACIÓN, DE VISIÓN, DE COMPROMISO.

 

Lectura del santo evangelio según san Mateo (5, 1-12a):

En aquel tiempo: Al ver a la multitud, Jesús subió a la montaña y, cuando se sentó, se le acercaron sus discípulos. Y él, abriendo su boca, les enseñaba, diciendo: Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos obtendrán misericordia. Bienaventurados los de corazón puro, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados seréis cuando os vituperen y os persigan, y cuando digan toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos.

 

GUÍA: Bienaventurados, felices porque de ellos será el reino de los cielos, serán consolados…Todo sufrimiento traerá consuelo, paz, justicia, alegría. Visualizamos la promesa de Jesús. Su palabra se cumplirá si vivimos unidos a su causa. Vivimos el día con esperanza y llevando alegría allí donde estamos. SILENCIO DE COMPRENSIÓN, DE FE, DE ESPERANZA.

 

 

RECIBIMOS AL ESPÍRITU QUE NOS FORTALECE.

PEDIMOS, ALABAMOS, DAMOS GRACIAS, PRESENTAMOS UN COMPROMISO.

INVOCAMOS A MARÍA, NUESTRA MADRE

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON JESÚS: PADRE NUESTRO

 

CANTAMOS

 

ACUÉRDATE DE JESUCRISTO

RESUCITADO DE ENTRE LOS MUERTOS.

ÉL ES NUESTRA SALVACIÓN,

NUESTRA GLORIA PARA SIEMPRE.

 

1. Si con Él morimos, viviremos con Él.

Si con Él sufrimos, reinaremos con Él.

 

2. En Él nuestras penas, en Él nuestro gozo.

En Él la esperanza, en Él nuestro amor.

 

3. En Él toda gracia, en él nuestra paz.

En Él nuestra gloria, en Él la salvación


https://www.youtube.com/watch?v=re4OFtr3l00

viernes, 24 de octubre de 2025

EL SEÑOR NO TARDARÁ

 

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EL SEÑOR NO TARDARÁ

 

GUÍA DE ORACIÓN, XXX Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo C

 

GUÍA:  Estamos ante ti, Señor, sentimos tu presencia en la vida y te damos gracias por ti y por todo lo que preparas en torno a ti. No tardarás. Estás con nosotros. En nuestra oración queremos abrirnos a tu voz y a tu voluntad de padre bueno, para todos sus hijos. Ven Espíritu Santo y condúcenos por tus sendas. SILENCIO DE TOMA DE CONCIENCIA, DE PRESENCIA, DE AMOR DE HIJOS.

 

Lectura del libro del Eclesiástico (35,12-14.16-18):

EL Señor es juez,
y para él no cuenta el prestigio de las personas.
Para él no hay acepción de personas en perjuicio del pobre,
sino que escucha la oración del oprimido.
No desdeña la súplica del huérfano,
ni a la viuda cuando se desahoga en su lamento.
Quien sirve de buena gana, es bien aceptado,
y su plegaria sube hasta las nubes.
La oración del humilde atraviesa las nubes,
y no se detiene hasta que alcanza su destino.
No desiste hasta que el Altísimo lo atiende,
juzga a los justos y les hace justicia.
El Señor no tardará.

 

GUÍA: Escuchamos tu Palabra. No hay diferencias en tu proceder. Nos amas. No alejas al pobre o das preferencia al rico. La oración del humilde atraviesa las nubes. Haces justicia en misericordia y nos salvas. Tu Espíritu es luz para nosotros y consuelo para los afligidos. Visualizamos nuestro camino y respuesta. Nos encaminamos hacia ti. SILENCIO DE COMPAÑÍA, DE CONFIANZA, DE FE.

 

Salmo

Sal 33,2-3.17-18.19.23

R/. El afligido invocó al Señor, y él lo escuchó

V/. Bendigo al Señor en todo momento,

su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren R/.

V/. El Señor se enfrenta con los malhechores,
para borrar de la tierra su memoria.
Cuando uno grita, el Señor lo escucha
y lo libra de sus angustias. R/.

V/. El Señor está cerca de los atribulados,
salva a los abatidos.
El Señor redime a sus siervos,
no será castigado quien se acoge a él. R/.

 

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo (4,6-8.16-18):

Querido hermano:
Yo estoy a punto de ser derramado en libación y el momento de mi partida es inminente.
He combatido el noble combate, he acabado la carrera, he conservado la fe.
Por lo demás, me está reservada la corona de la justicia, que el Señor, juez justo, me dará en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que hayan aguardado con amor su manifestación.
En mi primera defensa, nadie estuvo a mi lado, sino que todos me abandonaron. ¡No les sea tenido en cuenta!
Mas el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas para que, a través de mí, se proclamara plenamente el mensaje y lo oyeran todas las naciones. Y fui librado de la boca del león.
El Señor me librará de toda obra mala y me salvará llevándome a su reino celestial.
A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

 

GUÍA: Pablo está preparado para su partida de este mundo. Su fe le lleva a confiar y a seguir el camino emprendido. Nuestras acciones nos preparan para vivir de acuerdo con lo que Dios quiere. Reflexionamos, dialogamos y actuamos. Confía. SILENCIO DE COMPRENSIÓN,DE INTERIORIZACIÓN, DE BÚSQUEDA.

 

Lectura del santo evangelio según san Lucas (18,9-14):

En aquel tiempo, Jesús dijo esta parábola a algunos que se confiaban en sí mismos por considerarse justos y despreciaban a los demás:
«Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior:
“¡Oh Dios!, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros; ni tampoco como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo”.
El publicano, en cambio, quedándose atrás, no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo:
“Oh Dios!, ten compasión de este pecador”.
Os digo que este bajó a su casa justificado, y aquel no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».

 

GUÍA: Colócate en la escena, ¿con quién te identificas? ¿Eres más como el fariseo o como el publicano? Reconoce cómo oras: ¿Pides, exiges, o pides perdón y reconoces tus fallos? SILENCIO DE ENCUENTRO, DE PERDÓN, DE HUMILDAD.

 

PRESENTAMOS NUESTRA ORACIÓN, ABRIMOS EL CORAZÓN AL ESPÍRITU SANTO PARA RECIBIR SU ILUMINACIÓN.

HABLAMOS EN EL SILENCIO DEL CORAZÓN Y RECONOCEMOS LA PRESENCIA DEL DIOS MISERICORDIOSO.

INVOCAMOS A MARÍA, MADRE Y MAESTRA DE ORACIÓN. ESCUCHAMOS SU VOZ.

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON LA ORACIÓN DE JESÚS: PADRE NUESTRO

 

CANTAMOS:

 

Tú, Señor, que enciendes las estrellas, Tú, que al sol le das su resplandor,

Tú, que cuidas del pájaro perdido que va buscando un nido

guiado por tu amor.

 

Tú, que siembras rosas y trigales,

Tú, que al lirio vistes de esplendor,

nos proteges, Señor, con más cariño,

pues, quieres más a un niño

que al pájaro y la flor.

 

/ Padre bueno, Dios alegre

primavera y manantial;

Dios hermano, Dios amigo,

Padre nuestro celestial /2

 

Tú, Señor, que velas por el pobre

y al humilde das tu protección,

al que amas le ofreces un tesoro

que vale más que el oro,

le das tu corazón.

 

Tú, Señor, que alumbras mi camino,

Tú, que escuchas siempre mi oración,

en tu amor pongo yo mi confianza,

renace mi esperanza,

se acuna mi canción.

 

/ Padre bueno, Dios alegre

primavera y manantial;

Dios hermano, Dios amigo,

Padre nuestro celestial /2

 

Padre nuestro, Dios alegre.

 

Fuente:   https://youtu.be/l52C4xfk7g0

viernes, 3 de octubre de 2025

JUSTO POR SU FE VIVIRÁ

 

REZA Y COMPARTE

JUSTO POR SU FE VIVIRÁ


GUÍA DE ORACIÓN 05-10.25 XXVII Domingo del Tiempo Ordinario. Ciclo C

 

GUÍA: Estamos aquí, Señor. Buscamos tu rostro. Limpia nuestras faltas y llénanos de tu misericordia. Guardamos en el corazón tu Palabra y haz que la llevemos a la vida de cada día. En el interior te reconocemos como Padre, te acogemos como Hijo y te esperamos como Esíritu Santo. SILENCIO DE RECONOCIMIENTO, DE PERDÓN, DE ESPERANZA.

 

Lectura de la profecía de Habacuc (1,2-3;2,2-4):

 

¿Hasta cuándo, Señor,

pediré auxilio sin que me oigas,

te gritaré: ¡Violencia!,

sin que me salves?

¿Por qué me haces ver crímenes

y contemplar opresiones?

¿Por qué pones ante mí

destrucción y violencia,

y surgen disputas

y se alzan contiendas?

Me respondió el Señor:

Escribe la visión y grábala

en tablillas, que se lea de corrido;

pues la visión tiene un plazo,

pero llegará a su término sin defraudar.

Si se atrasa, espera en ella,

pues llegará y no tardará.

Mira, el altanero no triunfará;

pero el justo por su fe vivirá.

 

GUÍA: Tú, Señor, acudirás en mi auxilio. Me acoges en la fe y me fortaleces. El justo vive por la fe, dices. Es la fe la que conduce los pasos por el camino recto. Tú enderezas todas las acciones si se apoyan en la fe. Tu Espíritu nos alienta, y transforma la vida. Confiamos en ti. SILENCIO DE CONFIANZA, DE FE, Y ESPERANZA.

 

SALMO

Sal 94,1-2.6-7.8-9

 

R/. Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: «No endurezcáis vuestro corazón».

 

V/. Venid, aclamemos al Señor,

demos vítores a la Roca que nos salva;

entremos a su presencia dándole gracias,

aclamándolo con cantos. R/.

 

V/. Entrad, postrémonos por tierra,

bendiciendo al Señor, creador nuestro.

Porque él es nuestro Dios,

y nosotros su pueblo,

el rebaño que él guía. R/.

 

V/. Ojalá escuchéis hoy su voz:

«No endurezcáis el corazón como en Meribá,

como el día de Masa en el desierto;

cuando vuestros padres me pusieron a prueba y me tentaron,

aunque habían visto mis obras». R/.

 

 

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo (1,6-8.13-14):

 

Querido hermano:

Te recuerdo que reavives el don de Dios que hay en ti por la imposición de mis manos, pues Dios no nos ha dado un espíritu de cobardía, sino de fortaleza, de amor y de templanza. Así pues, no te avergüences del testimonio de nuestro Señor ni de mí, su prisionero; antes bien, toma parte en los padecimientos por el Evangelio, según la fuerza de Dios.


Ten por modelo las palabras sanas que has oído de mí en la fe y el amor que tienen su
 fundamento en Cristo Jesús. Vela por el precioso depósito con la ayuda del Espíritu Santo que habita en nosotros.

 

GUÍA: Que reavives el don de Dios que hay en ti. Dios no te ha dado un espíritu de cobardía sino de fortaleza, amor y templanza. Pablo se lo dice a Timoteo que está al frente de su comunidad. El don de Dios parte de él pero cuenta con nosotros, no poner obstáculos y avivarlo en la práctica de la fe y la caridad. Lo interiorizamos y vemos  situación en relación a su don. SILENCIO DE CONOCIMIENTO, DE VALORACIÓN, DE VIDA.

 

 

 

Lectura del santo evangelio según san Lucas (17,5-10):

 

En aquel tiempo, los apóstoles le dijeron al Señor:

«Auméntanos la fe».

El Señor dijo:

«Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera:

“Arráncate de raíz y plántate en el mar», y os obedecería.

¿Quién de vosotros, si tiene un criado labrando o pastoreando, le dice cuando vuelve del campo: “Enseguida, ven y ponte a la mesa”?

¿No le diréis más bien: “Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú”?

¿Acaso tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: cuando hayáis hecho todo lo que se os ha mandado, decid:

“Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer”».

 

GUÍA: Auméntanos la fe. Te lo decimos como entonces. Y también escuchamos tu respuesta. Un granito de fe sería capaz de trasladar montañas.  Nos sentimos cubiertos con tu protección y tu presencia. Nos unimos a tu reflexión: hemos hecho lo que teníamos que hacer. Fortalece nuestra fe y confianza. SILENCIO DE ESCUCHA, DE FE, DE CONFIANZA.

 

RECOGEMOS LOS SENTIMIENTOS DE NUESTRA ALMA ANTE LA PRESENCIA DE JESÚS Y ANTE LA PRESENCIA DEL PADRE.

 

INVOCAMOS A MARÍA QUE NOS ACOMPAÑE EN DESCUBRIR AL SEÑOR Y VOLVERNOS A ÉL.

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON LA ORACIÓN QUE JESUS NOS ENSEÑA.

 

CANTAMOS

 

Peregrino, ¿a dónde vas?

Si no sabes a dónde ir.

Peregrino, por un camino que va a morir.

 

Si el desierto es un arenal,

el desierto de tu vivir,

¿Quién te guía y te acompaña en tu soledad?

 

 /Sólo Él, mi Dios, que me dio la libertad;

sólo Él, mi Dios, me guiará /2

 

Peregrino que a veces vas

sin un rumbo en tu caminar,

Peregrino que vas cansado de tanto andar.

 

Busca fuentes para tu sed,

y un rincón para descansar,

¡vuelve, amigo! que aquí en Egipto lo encontrarás.

 

 /Sólo Él, mi Dios, que me dio la libertad;

sólo Él, mi Dios, me guiará /2


Fuente:https://youtu.be/Q39VtnfwNpI