Mostrando entradas con la etiqueta #domingo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta #domingo. Mostrar todas las entradas

viernes, 24 de octubre de 2025

EL SEÑOR NO TARDARÁ

 

REZA Y COMPARTE

 

EL SEÑOR NO TARDARÁ

 

GUÍA DE ORACIÓN, XXX Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo C

 

GUÍA:  Estamos ante ti, Señor, sentimos tu presencia en la vida y te damos gracias por ti y por todo lo que preparas en torno a ti. No tardarás. Estás con nosotros. En nuestra oración queremos abrirnos a tu voz y a tu voluntad de padre bueno, para todos sus hijos. Ven Espíritu Santo y condúcenos por tus sendas. SILENCIO DE TOMA DE CONCIENCIA, DE PRESENCIA, DE AMOR DE HIJOS.

 

Lectura del libro del Eclesiástico (35,12-14.16-18):

EL Señor es juez,
y para él no cuenta el prestigio de las personas.
Para él no hay acepción de personas en perjuicio del pobre,
sino que escucha la oración del oprimido.
No desdeña la súplica del huérfano,
ni a la viuda cuando se desahoga en su lamento.
Quien sirve de buena gana, es bien aceptado,
y su plegaria sube hasta las nubes.
La oración del humilde atraviesa las nubes,
y no se detiene hasta que alcanza su destino.
No desiste hasta que el Altísimo lo atiende,
juzga a los justos y les hace justicia.
El Señor no tardará.

 

GUÍA: Escuchamos tu Palabra. No hay diferencias en tu proceder. Nos amas. No alejas al pobre o das preferencia al rico. La oración del humilde atraviesa las nubes. Haces justicia en misericordia y nos salvas. Tu Espíritu es luz para nosotros y consuelo para los afligidos. Visualizamos nuestro camino y respuesta. Nos encaminamos hacia ti. SILENCIO DE COMPAÑÍA, DE CONFIANZA, DE FE.

 

Salmo

Sal 33,2-3.17-18.19.23

R/. El afligido invocó al Señor, y él lo escuchó

V/. Bendigo al Señor en todo momento,

su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren R/.

V/. El Señor se enfrenta con los malhechores,
para borrar de la tierra su memoria.
Cuando uno grita, el Señor lo escucha
y lo libra de sus angustias. R/.

V/. El Señor está cerca de los atribulados,
salva a los abatidos.
El Señor redime a sus siervos,
no será castigado quien se acoge a él. R/.

 

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo (4,6-8.16-18):

Querido hermano:
Yo estoy a punto de ser derramado en libación y el momento de mi partida es inminente.
He combatido el noble combate, he acabado la carrera, he conservado la fe.
Por lo demás, me está reservada la corona de la justicia, que el Señor, juez justo, me dará en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que hayan aguardado con amor su manifestación.
En mi primera defensa, nadie estuvo a mi lado, sino que todos me abandonaron. ¡No les sea tenido en cuenta!
Mas el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas para que, a través de mí, se proclamara plenamente el mensaje y lo oyeran todas las naciones. Y fui librado de la boca del león.
El Señor me librará de toda obra mala y me salvará llevándome a su reino celestial.
A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

 

GUÍA: Pablo está preparado para su partida de este mundo. Su fe le lleva a confiar y a seguir el camino emprendido. Nuestras acciones nos preparan para vivir de acuerdo con lo que Dios quiere. Reflexionamos, dialogamos y actuamos. Confía. SILENCIO DE COMPRENSIÓN,DE INTERIORIZACIÓN, DE BÚSQUEDA.

 

Lectura del santo evangelio según san Lucas (18,9-14):

En aquel tiempo, Jesús dijo esta parábola a algunos que se confiaban en sí mismos por considerarse justos y despreciaban a los demás:
«Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior:
“¡Oh Dios!, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros; ni tampoco como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo”.
El publicano, en cambio, quedándose atrás, no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo:
“Oh Dios!, ten compasión de este pecador”.
Os digo que este bajó a su casa justificado, y aquel no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».

 

GUÍA: Colócate en la escena, ¿con quién te identificas? ¿Eres más como el fariseo o como el publicano? Reconoce cómo oras: ¿Pides, exiges, o pides perdón y reconoces tus fallos? SILENCIO DE ENCUENTRO, DE PERDÓN, DE HUMILDAD.

 

PRESENTAMOS NUESTRA ORACIÓN, ABRIMOS EL CORAZÓN AL ESPÍRITU SANTO PARA RECIBIR SU ILUMINACIÓN.

HABLAMOS EN EL SILENCIO DEL CORAZÓN Y RECONOCEMOS LA PRESENCIA DEL DIOS MISERICORDIOSO.

INVOCAMOS A MARÍA, MADRE Y MAESTRA DE ORACIÓN. ESCUCHAMOS SU VOZ.

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON LA ORACIÓN DE JESÚS: PADRE NUESTRO

 

CANTAMOS:

 

Tú, Señor, que enciendes las estrellas, Tú, que al sol le das su resplandor,

Tú, que cuidas del pájaro perdido que va buscando un nido

guiado por tu amor.

 

Tú, que siembras rosas y trigales,

Tú, que al lirio vistes de esplendor,

nos proteges, Señor, con más cariño,

pues, quieres más a un niño

que al pájaro y la flor.

 

/ Padre bueno, Dios alegre

primavera y manantial;

Dios hermano, Dios amigo,

Padre nuestro celestial /2

 

Tú, Señor, que velas por el pobre

y al humilde das tu protección,

al que amas le ofreces un tesoro

que vale más que el oro,

le das tu corazón.

 

Tú, Señor, que alumbras mi camino,

Tú, que escuchas siempre mi oración,

en tu amor pongo yo mi confianza,

renace mi esperanza,

se acuna mi canción.

 

/ Padre bueno, Dios alegre

primavera y manantial;

Dios hermano, Dios amigo,

Padre nuestro celestial /2

 

Padre nuestro, Dios alegre.

 

Fuente:   https://youtu.be/l52C4xfk7g0

viernes, 3 de octubre de 2025

JUSTO POR SU FE VIVIRÁ

 

REZA Y COMPARTE

JUSTO POR SU FE VIVIRÁ


GUÍA DE ORACIÓN 05-10.25 XXVII Domingo del Tiempo Ordinario. Ciclo C

 

GUÍA: Estamos aquí, Señor. Buscamos tu rostro. Limpia nuestras faltas y llénanos de tu misericordia. Guardamos en el corazón tu Palabra y haz que la llevemos a la vida de cada día. En el interior te reconocemos como Padre, te acogemos como Hijo y te esperamos como Esíritu Santo. SILENCIO DE RECONOCIMIENTO, DE PERDÓN, DE ESPERANZA.

 

Lectura de la profecía de Habacuc (1,2-3;2,2-4):

 

¿Hasta cuándo, Señor,

pediré auxilio sin que me oigas,

te gritaré: ¡Violencia!,

sin que me salves?

¿Por qué me haces ver crímenes

y contemplar opresiones?

¿Por qué pones ante mí

destrucción y violencia,

y surgen disputas

y se alzan contiendas?

Me respondió el Señor:

Escribe la visión y grábala

en tablillas, que se lea de corrido;

pues la visión tiene un plazo,

pero llegará a su término sin defraudar.

Si se atrasa, espera en ella,

pues llegará y no tardará.

Mira, el altanero no triunfará;

pero el justo por su fe vivirá.

 

GUÍA: Tú, Señor, acudirás en mi auxilio. Me acoges en la fe y me fortaleces. El justo vive por la fe, dices. Es la fe la que conduce los pasos por el camino recto. Tú enderezas todas las acciones si se apoyan en la fe. Tu Espíritu nos alienta, y transforma la vida. Confiamos en ti. SILENCIO DE CONFIANZA, DE FE, Y ESPERANZA.

 

SALMO

Sal 94,1-2.6-7.8-9

 

R/. Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: «No endurezcáis vuestro corazón».

 

V/. Venid, aclamemos al Señor,

demos vítores a la Roca que nos salva;

entremos a su presencia dándole gracias,

aclamándolo con cantos. R/.

 

V/. Entrad, postrémonos por tierra,

bendiciendo al Señor, creador nuestro.

Porque él es nuestro Dios,

y nosotros su pueblo,

el rebaño que él guía. R/.

 

V/. Ojalá escuchéis hoy su voz:

«No endurezcáis el corazón como en Meribá,

como el día de Masa en el desierto;

cuando vuestros padres me pusieron a prueba y me tentaron,

aunque habían visto mis obras». R/.

 

 

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo (1,6-8.13-14):

 

Querido hermano:

Te recuerdo que reavives el don de Dios que hay en ti por la imposición de mis manos, pues Dios no nos ha dado un espíritu de cobardía, sino de fortaleza, de amor y de templanza. Así pues, no te avergüences del testimonio de nuestro Señor ni de mí, su prisionero; antes bien, toma parte en los padecimientos por el Evangelio, según la fuerza de Dios.


Ten por modelo las palabras sanas que has oído de mí en la fe y el amor que tienen su
 fundamento en Cristo Jesús. Vela por el precioso depósito con la ayuda del Espíritu Santo que habita en nosotros.

 

GUÍA: Que reavives el don de Dios que hay en ti. Dios no te ha dado un espíritu de cobardía sino de fortaleza, amor y templanza. Pablo se lo dice a Timoteo que está al frente de su comunidad. El don de Dios parte de él pero cuenta con nosotros, no poner obstáculos y avivarlo en la práctica de la fe y la caridad. Lo interiorizamos y vemos  situación en relación a su don. SILENCIO DE CONOCIMIENTO, DE VALORACIÓN, DE VIDA.

 

 

 

Lectura del santo evangelio según san Lucas (17,5-10):

 

En aquel tiempo, los apóstoles le dijeron al Señor:

«Auméntanos la fe».

El Señor dijo:

«Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera:

“Arráncate de raíz y plántate en el mar», y os obedecería.

¿Quién de vosotros, si tiene un criado labrando o pastoreando, le dice cuando vuelve del campo: “Enseguida, ven y ponte a la mesa”?

¿No le diréis más bien: “Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú”?

¿Acaso tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: cuando hayáis hecho todo lo que se os ha mandado, decid:

“Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer”».

 

GUÍA: Auméntanos la fe. Te lo decimos como entonces. Y también escuchamos tu respuesta. Un granito de fe sería capaz de trasladar montañas.  Nos sentimos cubiertos con tu protección y tu presencia. Nos unimos a tu reflexión: hemos hecho lo que teníamos que hacer. Fortalece nuestra fe y confianza. SILENCIO DE ESCUCHA, DE FE, DE CONFIANZA.

 

RECOGEMOS LOS SENTIMIENTOS DE NUESTRA ALMA ANTE LA PRESENCIA DE JESÚS Y ANTE LA PRESENCIA DEL PADRE.

 

INVOCAMOS A MARÍA QUE NOS ACOMPAÑE EN DESCUBRIR AL SEÑOR Y VOLVERNOS A ÉL.

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON LA ORACIÓN QUE JESUS NOS ENSEÑA.

 

CANTAMOS

 

Peregrino, ¿a dónde vas?

Si no sabes a dónde ir.

Peregrino, por un camino que va a morir.

 

Si el desierto es un arenal,

el desierto de tu vivir,

¿Quién te guía y te acompaña en tu soledad?

 

 /Sólo Él, mi Dios, que me dio la libertad;

sólo Él, mi Dios, me guiará /2

 

Peregrino que a veces vas

sin un rumbo en tu caminar,

Peregrino que vas cansado de tanto andar.

 

Busca fuentes para tu sed,

y un rincón para descansar,

¡vuelve, amigo! que aquí en Egipto lo encontrarás.

 

 /Sólo Él, mi Dios, que me dio la libertad;

sólo Él, mi Dios, me guiará /2


Fuente:https://youtu.be/Q39VtnfwNpI

lunes, 22 de septiembre de 2025

DAME LAS CUENTAS


 REZA Y COMPARTE

DAME LAS CUENTAS

 

GUÍA DE ORACIÓN 21-09-25 XXV Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo C

 

GUÍA: Entramos en nuestro interior. Dejamos otras cosas y nos fijamos en lo que Dios nos dice. ¿Administradores justos o injustos?. Seamos responsables de nuestros talentos y de aquello que nos han encargado. Pedimos al Padre su iluminación en el Espíritu. Pedimos al Hijo su presencia,  su saber actuar en cada momento. SILENCIO DE CONOCIMIENTO, DE PRESENCIA, DE ACTUACIÓN.

 


Lectura de la profecía de Amos (8,4-7):Escuchad esto, los que pisoteáis, al pobre

y elimináis a los humildes del país, diciendo: «Cuándo pasará la luna nueva,
para vender el grano, y el sábado, para abrir los sacos de cereal —reduciendo el peso y aumentando el precio, y modificando las balanzas con engaño—
para comprar al indigente por plata y al pobre por un par de sandalias, para vender hasta el salvado del grano?».
El Señor lo ha jurado por la Gloria de Jacob: «No olvidaré jamás ninguna de sus acciones».

GUÍA: Pisasteis al pobre, eliminasteis al humilde. El profeta Amós censura a los que abusan del pobre y humilde. Presenta situaciones de diferencias, poco respeto al pobre, compra al indigente. El Señor recuerda las acciones. SILENCIO DE OBSERVACIÓN, DE TOMA DE CONCIENCIA, DE RESPUESTA PERSONAL.


Salmo

Sal 112,1-2.4-6.7-8

R/. Alabad al Señor, que alza al pobre.

V/. Alabad, siervos del Señor,
alabad el nombre del Señor.

Bendito sea el nombre del Señor,
ahora y por siempre. R/.

V/. El Señor se eleva sobre todos los pueblos,
su gloria sobre los cielos.
¿Quién como el Señor, Dios nuestro,
que habita en las alturas
y se abaja para mirar
al cielo y a la tierra? R/.

V/. Levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para sentarlo con los príncipes,
los príncipes de su pueblo. R/.

 

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo (2,1-8):

QUERIDO hermano:
Ruego, lo primero de todo, que se hagan súplicas, oraciones, peticiones, acciones de gracias, por toda la humanidad, por los reyes y por todos los constituidos en autoridad, para que podamos llevar una vida tranquila y sosegada, con toda piedad y respeto.
Esto es bueno y agradable a los ojos de Dios, nuestro Salvador, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.
Pues Dios es uno, y único también el mediador entre Dios y los hombres: el hombre Cristo Jesús, que se entregó en rescate por todos; este es un testimonio dado a su debido tiempo y para el que fui constituido heraldo y apóstol —digo la verdad, no miento—, maestro de las naciones en la fe y en la verdad.
Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, alzando unas manos limpias, sin ira ni divisiones.

GUÍA: En la carta a Timoteo, Pablo recomienda rezar por la humanidad, Dios quiere que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. Pablo lo transmite y aconseja que se ore con manos limpias, sin ira o divisiones. Lo escuchamos dicho a nosotros y nos unimos a este mensaje, ¿En qué medida nos viene bien? SILENCIO DE REFLEXIÓN, DE CONFRONTACIÓN, DE ACCIÓN.  


Lectura del santo evangelio según san Lucas (16,1-13):

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Un hombre rico tenía un administrador, a quien acusaron ante él de derrochar sus bienes.
Entonces lo llamó y le dijo:
“¿Qué es eso que estoy oyendo de ti? Dame cuenta de tu administración, porque en adelante no podrás seguir administrando».
El administrador se puso a decir para sí:
“¿Qué voy a hacer, pues mi señor me quita la administración? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa”.
Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero:
“¿Cuánto debes a mi amo?”.
Este respondió:
“Cien barriles de aceite”.
Él le dijo:
“Toma tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta”.
Luego dijo a otro:
“Y tú, ¿cuánto debes?”.
Él contestó:
“Cien fanegas de trigo”.
Le dice:
“Toma tu recibo y escribe ochenta”.
Y el amo alabó al administrador injusto, porque había actuado con astucia. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su propia gente que los hijos de la luz.
Y yo os digo: ganaos amigos con el dinero de iniquidad, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas.
El que es fiel en lo poco, también en lo mucho es fiel; el que es injusto en lo poco, también en lo mucho es injusto.
Pues, si no fuisteis fieles en la riqueza injusta, ¿quién os confiará la verdadera? Si no fuisteis fieles en lo ajeno, ¿lo vuestro, quién os lo dará?
Ningún siervo puede servir a dos señores, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero».

GUÍA: Dame las cuentas de tu administración. El amo pide las cuentas, el administrador busca la seguridad personal. El amo alaba al administrador por el interés y astucia que pone para buscar amigos. Esos amigos también hay que buscarlos para conseguir las moradas eternas. Padre Dios, enséñanos a  ser justos y fieles a tus mandatos. SILENCIO DE COMPRENSIÓN, DE BÚSQUEDA, DE ACCIÓN.

 

RECOGEMOS LOS SENTIMIENTOS DE NUESTRA ALMA ANTE LA PRESENCIA DE JESÚS Y ANTE LA PRESENCIA DEL PADRE.

 

INVOCAMOS A MARÍA QUE NOS ACOMPAÑE EN DESCUBRIR AL SEÑOR Y VOLVERNOS A ÉL.

 

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON LA ORACIÓN QUE JESÚS NOS ENSEÑA.

Primera Lectura

Lectura de la profecía de Amos (8,4-7):

Escuchad esto, los que pisoteáis, al pobre
y elimináis a los humildes del país,
diciendo: «Cuándo pasará la luna nueva,
para vender el grano,
y el sábado, para abrir los sacos de cereal
—reduciendo el peso y aumentando el precio,
y modificando las balanzas con engaño—
para comprar al indigente por plata
y al pobre por un par de sandalias,
para vender hasta el salvado del grano?».
El Señor lo ha jurado por la Gloria de Jacob:
«No olvidaré jamás ninguna de sus acciones».

Palabra de Dios

Salmo

Sal 112,1-2.4-6.7-8

R/. Alabad al Señor, que alza al pobre.

V/. Alabad, siervos del Señor,
alabad el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor,
ahora y por siempre. R/.

V/. El Señor se eleva sobre todos los pueblos,
su gloria sobre los cielos.
¿Quién como el Señor, Dios nuestro,
que habita en las alturas
y se abaja para mirar
al cielo y a la tierra? R/.

V/. Levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para sentarlo con los príncipes,
los príncipes de su pueblo. R/.

Segunda Lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo (2,1-8):

QUERIDO hermano:
Ruego, lo primero de todo, que se hagan súplicas, oraciones, peticiones, acciones de gracias, por toda la humanidad, por los reyes y por todos los constituidos en autoridad, para que podamos llevar una vida tranquila y sosegada, con toda piedad y respeto.
Esto es bueno y agradable a los ojos de Dios, nuestro Salvador, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.
Pues Dios es uno, y único también el mediador entre Dios y los hombres: el hombre Cristo Jesús, que se entregó en rescate por todos; este es un testimonio dado a su debido tiempo y para el que fui constituido heraldo y apóstol —digo la verdad, no miento—, maestro de las naciones en la fe y en la verdad.
Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, alzando unas manos limpias, sin ira ni divisiones.

Palabra de Dios

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (16,1-13):

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Un hombre rico tenía un administrador, a quien acusaron ante él de derrochar sus bienes.
Entonces lo llamó y le dijo:
“¿Qué es eso que estoy oyendo de ti? Dame cuenta de tu administración, porque en adelante no podrás seguir administrando».
El administrador se puso a decir para sí:
“¿Qué voy a hacer, pues mi señor me quita la administración? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa”.
Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero:
“¿Cuánto debes a mi amo?”.
Este respondió:
“Cien barriles de aceite”.
Él le dijo:
“Toma tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta”.
Luego dijo a otro:
“Y tú, ¿cuánto debes?”.
Él contestó:
“Cien fanegas de trigo”.
Le dice:
“Toma tu recibo y escribe ochenta”.
Y el amo alabó al administrador injusto, porque había actuado con astucia. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su propia gente que los hijos de la luz.
Y yo os digo: ganaos amigos con el dinero de iniquidad, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas.
El que es fiel en lo poco, también en lo mucho es fiel; el que es injusto en lo poco, también en lo mucho es injusto.
Pues, si no fuisteis fieles en la riqueza injusta, ¿quién os confiará la verdadera? Si no fuisteis fieles en lo ajeno, ¿lo vuestro, quién os lo dará?
Ningún siervo puede servir a dos señores, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero».

 

 

 CANTAMOS

 

Vamos hacia Ti, Señor Jesús,

seducidos por tu fiel amor.

siempre confiando en tu Palabra

que habla al corazón.

Junto a Ti, Señor, caminaremos,

 sólo tu mirada bastará

y nos llenarás de tu alegría, de gozo y de paz.


Gloria a Dios, gloria a Dios.

Siempre serás nuestro Señor.BIS 


domingo, 14 de septiembre de 2025

LA SANTA CRUZ

REZA Y COMPARTE 

                                                                      LA SANTA CRUZ                                                                                                                                                                                                                  

GUÍA DE ORACIÓN 14-09-25                      

GUÍA: Celebramos la Exaltación de la Santa Cruz. Coincide con el domingo. Nos unimos a toda la Iglesia en  esta celebración. Se nos habla de la serpiente alzada en el desierto por Moisés para que el pueblo, mirándola, quedase sanado de las picaduras de serpiente. Jesús es alzado en la cruz para salvar a los heridos y alejados de Dios. Espíritu Santo, ven. Calma nuestras heridas, sánalas. Condúcenos a Ti. SILENCIO DE PERDÓN, DE BÚSQUEDA, DE ACOMPAÑAMIENTO.

Lectura del libro de los Números (21,4b-9):

En aquellos días, el pueblo estaba extenuado del camino, y habló contra Dios y contra Moisés: «¿Por qué nos has sacado de Egipto para morir en el desierto? No tenemos ni pan ni agua, y nos da náusea ese pan sin cuerpo.»
El Señor envió contra el pueblo serpientes venenosas, que los mordían, y murieron muchos israelitas. Entonces el pueblo acudió a Moisés, diciendo: «Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti; reza al Señor para que aparte de nosotros las serpientes.»
Moisés rezó al Señor por el pueblo, y el Señor le respondió: «Haz una serpiente venenosa y colócala en un estandarte: los mordidos de serpientes quedarán sanos al mirarla.»
Moisés hizo una serpiente de bronce y la colocó en un estandarte. Cuando una serpiente mordía a uno, él miraba a la serpiente de bronce y quedaba curado.

GUÍA: Seguir los pasos de Jesús, conocer lo que él quiere, reconocer el descontento del corazón y transformar el día a día, en día de luz y misericordia, todo es posible para el que cree. Elevar el mundo por medio de la cruz de Jesús y la nuestra. Convertir el mal en bien para ser renovados en le Espíritu. SILENCIO DE CONTEMPLACIÓN, DE OFERTORIO CLARO, DE MEJORA EN LO QUE HACEMOS Y PENSAMOS.

Salmo

Sal 77,1-2.34-35.36-37.38

R/. No olvidéis las acciones del Señor

Escucha, pueblo mío, mi enseñanza,
inclina el oído a las palabras de mi boca:
que voy a abrir mi boca a las sentencias,
para que broten los enigmas del pasado. R/.

Cuando los hacía morir, lo buscaban,
y madrugaban para volverse hacia Dios;
se acordaban de que Dios era su roca,
el Dios Altísimo su redentor. R/.

Lo adulaban con sus bocas,
pero sus lenguas mentían:
su corazón no era sincero con él,
ni eran fieles a su alianza. R/.

Él, en cambio, sentía lástima,
perdonaba la culpa y no los destruía:
una y otra vez reprimió su cólera,
y no despertaba todo su furor. R/.
 

Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Filipenses (2,6-11):

Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre. 

GUÍA: Tomó condición de esclavo, se hace uno de nosotros. Lo vemos entre la gente dando gloria al Padre amado, sintiéndose hijo. Es exaltado  a la gloria en su muerte y resurrección. En él y con él recibimos el amor del Padre y del Espíritu. Confiamos en su presencia salvadora y nos disponemos a ser hijos en el Hijo. SILENCIO DE ESPERANZA, DE CONSUELO, DE AGRADECIMIENTO.

Lectura del santo evangelio según san Juan (3,13-17):

En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: «Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.»

RECOGEMOS NUESTROS PENSAMIENTOS, SENTIMIENTOS Y DESEOS. LOS OFRECEMOS AL PADRE. NOS ACOGEMOS A SU BONDAD.

INVOCAMOS A MARÍA, MADRE DE ESPERANZA, LE CONFIAMOS NUESTRA VIDA, Y LA VIDA DEL MUNDO.

CON JESÚS EN LA CRUZ Y EN SU RESURRECCIÓN PRESENTAMOS AL PADRE LO QUE SOMOS Y TENEMOS.

CANTAMOS : 

Oh cruz fiel, árbol único en nobleza 

https://www.youtube.com/watch?v=8qYbK4OrUZg

domingo, 7 de septiembre de 2025

LO QUE EL SEÑOR QUIERE

 

REZA Y COMPARTE

LO QUE EL SEÑOR QUIERE


GUÍA DE ORACIÓN 07-09-25 XXIII Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo C

GUÍA: Nos preparamos para entrar a la presencia del Señor. Hacemos silencio en nuestro interior. Reconocemos nuestra realidad ante la Palabra de Dios y  abrimos el corazón para acogerla, acoger lo que Dios quiere de cada uno de nosotros. SILENCIO DE PRESENCIA, DE APERTURA, DE TOMA DE CONCIENCIA.

 

Lectura del libro de la Sabiduría (9,13-18):

¿Qué hombre conocerá el designio de Dios?,
o ¿quién se imaginará lo que el Señor quiere?
Los pensamientos de los mortales son frágiles
e inseguros nuestros razonamientos,
porque el cuerpo mortal oprime el alma
y esta tienda terrena abruma la mente pensativa.
Si apenas vislumbramos lo que hay sobre la tierra
y con fatiga descubrimos lo que está a nuestro alcance,
¿quién rastreará lo que está en el cielo?,
¿quién conocerá tus designios, si tú no le das sabiduría
y le envías tu santo espíritu desde lo alto?
Así se enderezaron las sendas de los terrestres,
los hombres aprendieron lo que te agrada
y se salvaron por la sabiduría».

GUÍA: ¿Quién conocerá el designio de Dios? En el silencio, a veces sin luz, te buscamos y seguimos. Confiamos en ti, que eres camino, verdad y vida. Haz que conozcamos tus sendas y nuestra mente se ilumine con tu luz. Haz que seamos hijos fieles y tengamos la luz que conduce hacia ti y hacia los hermanos. SILENCIO DE PRESENTACIÓN, DE OFRENDA, DE CONFIANZA.

 

Salmo

Sal 89

R/. Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.

V/. Tú reduces el hombre a polvo,
diciendo: «Retornad, hijos de Adán».
Mil años en tu presencia son un ayer que pasó;
una vela nocturna. R/.

V/. Si tú los retiras
son como un sueño,
como hierba que se renueva
que florece y se renueva por la mañana,
y por la tarde la siegan y se seca. R/.

V/. Enséñanos a calcular nuestros años,
para que adquiramos un corazón sensato.
Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo?
Ten compasión de tus siervo. R/.

V/. Por la mañana sácianos de tu misericordia,
y toda nuestra vida será alegría y júbilo.
Baje a nosotros la bondad del Señor
y haga prósperas las obras de nuestras manos.
Sí, haga prósperas las obras de nuestras manos. R/.

 

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a Filemón (9b-10.12-17):

Querido hermano:
Yo, Pablo, anciano, y ahora prisionero por Cristo Jesús, te recomiendo a Onésimo, mi hijo, a quien engendré en la prisión. Te lo envío como a hijo.
Me hubiera gustado retenerlo junto a mí, para que me sirviera en nombre tuyo en esta prisión que sufro por el Evangelio; pero no he querido retenerlo sin contar contigo: así me harás este favor, no a la fuerza, sino con toda libertad.
Quizá se apartó de ti por breve tiempo para que lo recobres ahora para siempre; y no como esclavo, sino como algo mejor que un esclavo, como un hermano querido, que si lo es mucho para mí, cuánto más para ti, humanamente y en el Señor.
Si me consideras compañero tuyo, recíbelo a él como a mí.

 

GUÍA: Pablo presenta a Onésimo como hijo en la fe. Le pide a su antiguo dueño que lo trate como hermano. Jesús también pide esto a cada cristiano, que nos tratemos como hermanos, que seamos hijos del mismo padre, Dios. Observamos nuestras actitudes hacia los demás, y vemos la forma de mejorar en el trato y la convivencia. SILENCIO DE INTERIORIZACIÓN, DE PRÁCTICA Y DE HERMANDAD.

 

Lectura del santo evangelio según san Lucas (14,25-33):

En aquel tiempo, mucha gente acompañaba a Jesús; él se volvió y les dijo:
«Si alguno viene a mí y no pospone a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío.
Quien no carga con su cruz y viene en pos de mí, no puede ser discípulo mío.
Así, ¿quién de vosotros, si quiere construir una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla? No sea que, si echa los cimientos y no puede acabarla, se pongan a burlarse de él los que miran, diciendo:
“Este hombre empezó a construir y no pudo acabar”.
¿O qué rey, si va a dar la batalla a otro rey, no se sienta primero a deliberar si con diez mil hombres podrá salir al paso del que lo ataca con veinte mil?
Y si no, cuando el otro está todavía lejos, envía legados para pedir condiciones de paz.
Así pues, todo aquel de entre vosotros que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío».

 

GUÍA: Seguir a Jesús requiere dejar otras cosas. Él es el tesoro escondido, y da su fuerza. Glorificamos a Dios que escoge a la humanidad para llevar a cabo su obra. Agradecemos sus dones y sullamada a cada uno de nosotros. Le pedimos su fidelidad para seguir adelante en la fe y en el seguimiento. SILENCIO DE PRESENCIA, DE SABIDURÍA, DE FIDELIDAD.

 

 

HACEMOS SÍNTESIS DE LO ESCUCHADO Y ORADO. AGRADECEMOS SU PRESENCIA Y PALABRA.

 

PEDIMOS A MARÍA QUE ACOMPAÑE EL CAMINO Y NOS FORTALEZCA EN LA FE.

 

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON LA ORACIÓN DE JESÚS: PADRE NUESTRO.

CANTAMOS:

 

Cerca de Ti, Señor

1. Cerca de ti, Señor, yo quiero estar;

tu grande eterno amor quiero gozar.
Llena mi pobre ser, limpia mi corazón;
hazme tu rostro ver en la aflicción.

2. Mi pobre corazón inquieto está,
por esta vida voy buscando paz.
Mas sólo tú, Señor, la paz me puedes dar;
Cerca de ti Señor, yo quiero estar.

3. Pasos inciertos doy, el sol se va;
mas, si contigo estoy no temo ya.
Himnos de gratitud alegré cantaré,
y fiel a ti, Señor, siempre seré.

4. Día feliz veré creyendo en ti,
en que yo habitaré cerca de ti.
Mi voz alabará tu santo nombre allí,
y mi alma gozará cerca de ti.

https://www.youtube.com/watch?v=JithZUiqgcY