viernes, 11 de mayo de 2018

ASCENSIÓN DE JESÚS



                                                                                         REZA Y COMPARTE

ASCENSIÓN DE JESÚS

GUÍA DE ORACIÓN

GUÍA: Estamos en el día de la Ascensión del Señor. Toda la Iglesia se une para celebrar este momento en que Jesús resucitado sube al cielo. Deja la promesa del Espíritu y habla del reino de Dios.
Con aquellos discípulos estamos también nosotros. Es la etapa de una vida nueva, marcada por el Espíritu y el Reino de Dios. Nuestra oración se hace fe, espera y camino. SILENCIO DE APERTURA, DE ESCUCHA Y DE DESEO.

Del libro de los Hechos de los Apóstoles (1,1-11):

En mi primer libro, querido Teófilo, escribí de todo lo que Jesús fue haciendo y enseñando hasta el día en que dio instrucciones a los apóstoles, que había escogido, movido por el Espíritu Santo, y ascendió al cielo. Se les presentó después de su pasión, dándoles numerosas pruebas de que estaba vivo, y, apareciéndoseles durante cuarenta días, les habló del reino de Dios.
Una vez que comían juntos, les recomendó: «No os alejéis de Jerusalén; aguardad que se cumpla la promesa de mi Padre, de la que yo os he hablado. Juan bautizó con agua, dentro de pocos días vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo.»
Ellos lo rodearon preguntándole: «Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el reino de Israel?»
Jesús contestó: «No os toca a vosotros conocer los tiempos y las fechas que el Padre ha establecido con su autoridad. Cuando el Espíritu Santo descienda sobre vosotros, recibiréis fuerza para ser mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los confines del mundo.»
Dicho esto, lo vieron levantarse, hasta que una nube se lo quitó de la vista. Mientras miraban fijos al cielo, viéndolo irse, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: «Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que os ha dejado para subir al cielo volverá como le habéis visto marcharse.»

GUÍA: Seréis bautizados en el Espíritu Santo. Tendréis fuerza para ser mis testigos. Hasta las confines del mundo. Estas palabras llegan hasta nosotros hoy. Tiempo de recibir al Espíritu, de ser fortalecidos, de ser testigos. ¿Nos vemos identificados en estos tres pasos?.
Recogidos en el interior, descubramos al Espíritu que da vida. Descubramos la intensidad de fortaleza en ese camino. ¿Qué posibilidades se nos ofrecen para ser testigos del Señor? SILENCIO PARA DESCUBRIR, PARA OBSERVAR, PARA VER NUESTRA EXPERIENCIA DE TESTIGOS.

De la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (1,17-23):


Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo. Ilumine los ojos de vuestro corazón, para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos, y cuál la extraordinaria grandeza de su poder para nosotros, los que creemos, según la eficacia de su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su derecha en el cielo, por encima de todo principado, potestad, fuerza y dominación, y por encima de todo nombre conocido, no sólo en este mundo, sino en el futuro. Y todo lo puso bajo sus pies, y lo dio a la Iglesia como cabeza, sobre todo. Ella es su cuerpo, plenitud del que lo acaba todo en todos.

GUÍA: San Pablo nos desea el don de sabiduría y revelación para conocer al Señor. Esperanza, riqueza de gloria, grandeza de su poder se manifestarán en nosotros como herencia. La Iglesia cuerpo de Cristo, plenitud del que lo acaba todo  en todos. SILENCIO DE ADMIRACIÓN, DE CREYENTES Y ATRAÍDOS POR CRISTO.

Del santo evangelio según san Marcos (16,15-20):

En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo: «Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado. A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en m¡ nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos.»
Después de hablarles, el Señor Jesús subió al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos se fueron a pregonar el Evangelio por todas partes, y el Señor cooperaba confirmando la palabra con las señales que los acompañaban.

GUÍA: Id al mundo entero y proclamad el Evangelio. Los signos de Jesús estarán con los que crean. Nos disponemos a profundizar nuestra fe, a significarla con gestos en la vida, a liberarnos de las ataduras y liberar a otros. ¿En qué momentos lo hemos experimentado en nosotros? Hablemos con Jesús, con el Padre y con el Espíritu, sobre nuestro vivir como cristianos. SILENCIO DE ESCUCHA, DE VALORACIÓN, DE DECISIÓN.

SINTETIZAMOS LA ORACIÓN

RECORDAMOS, AGRADECEMOS, PEDIMOS, OFRECEMOS

INVOCAMOS A MARÍA NUESTRA MADRE

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON LA ORACIÓN DE JESÚS: PADRE NUESTRO

CANTAMOS

No, Yo no dejo la tierra.
No, Yo no olvido  a los hombres.
Aquí, Yo dejo la guerra,
Arriba están vuestros nombres.

¿Qué hacéis mirando al cielo,
varones  sin alegría?
Lo que ahora parece un vuelo,
Ya es vuelta y es cercanía.

El gozo es mi testigo,
La paz, mi presencia viva,
Que al irme, se va conmigo,
La cautividad, cautiva.

El cielo  ha comenzado.
Vosotros sois mi cosecha.
El Padre os ha sentado,
 Conmigo, a su derecha.

Partid, frente a la aurora.
Salvad a todo el que crea,
Vosotros marcáis mi hora,
 comienza vuestra tarea.


7 comentarios:

  1. "Ascensión de Jesús" Nos comunica la subida de Jesús al Padre y su presencia con nosotros. Experimentemos las dos cosas en un rato de oración. Que lo disfrutes y compartas. Que lleves a otros la buena noticia. ¿De acuerdo?

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  2. "Es la etapa de una vida nueva, marcada por el Espíritu y el Reino de Dios. Nuestra oración se hace fe, espera y camino". Me gusta.

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  3. "Partid, frente a la aurora./Salvad a todo el que crea,/Vosotros marcáis mi hora,/ comienza vuestra tarea". La tarea del Espíritu se comparte con cada uno de nosotros. Que seamos sus mensajeros.

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  4. "Cuando el Espíritu Santo descienda sobre vosotros, recibiréis fuerza para ser mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los confines del mundo.» Nos preparamos par la fiesta de Pentecostés. El Espíritu fortalecerá la fe, la esperanza, el amor.

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  5. "según la eficacia de su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos" Padre, te presentamos a Jesús y te damos gracias.

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  6. "El cielo ha comenzado./Vosotros sois mi cosecha./El Padre os ha sentado,/ Conmigo, a su derecha". Cuánta esperanza, Dios nos ama y somos cosecha de Dios. Confiamos en ti.

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  7. "Es la etapa de una vida nueva, marcada por el Espíritu y el Reino de Dios. Nuestra oración se hace fe, espera y camino". Que estemos presentes en ella con intensidad y verdad. Ayúdanos, Padre.

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