Mostrando entradas con la etiqueta #Ascensión de Jesús. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta #Ascensión de Jesús. Mostrar todas las entradas

viernes, 22 de mayo de 2020

ASCENSIÓN DEL SEÑOR



REZA Y COMPARTE

ASCENSIÓN DEL SEÑOR

GUÍA DE ORACIÓN  24-05-20

GUÍA: Visualizamos el momento. Estamos con el grupo de los apóstoles, han pasado cuarenta días desde el día de la resurrección.  Jesús habla  y expone sus deseos. Aquí estamos, queremos profundizar, vivirlo con intensidad.  Que nuestro corazón recoja tus palabras, Jesús, y que las ponga en práctica. Nuestra vida necesita tu presencia para llevar tu palabra a nuestro mundo. Tu Espíritu nos acompañe. SILENCIO DE APERTURA, ESCUCHA, DISPONIBILIDAD.

Del libro de los Hechos de los apóstoles (1,1-11):

EN mi primer libro, Teófilo, escribí de todo lo que Jesús hizo y enseno desde el comienzo hasta el día en que fue llevado al cielo, después de haber dado instrucciones a los apóstoles que había escogido, movido por el Espíritu Santo. Se les presentó él mismo después de su pasión, dándoles numerosas pruebas de que estaba vivo, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles del reino de Dios.
Una vez que comían juntos, les ordenó que no se alejaran de Jerusalén, sino: «aguardad que se cumpla la promesa del Padre, de la que me habéis oído hablar, porque Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo dentro de no muchos días».
Los que se habían reunido, le preguntaron, diciendo:
«Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el reino a Israel?».
Les dijo:
«No os toca a vosotros conocer los tiempos o momentos que el Padre ha establecido con su propia autoridad; en cambio, recibiréis la fuerza del Espíritu Santo que va a venir sobre vosotros y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría y “hasta el confín de la tierra”».
Dicho esto, a la vista de ellos, fue elevado al cielo, hasta que una nube se lo quitó de la vista. Cuando miraban fijos al cielo, mientras él se iba marchando, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron:
«Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que ha sido tomado de entre vosotros y llevado al cielo, volverá como lo habéis visto marcharse al cielo».

 GUÍA: Te vas despidiendo y expresas tus deseos. Seréis bautizados en Espíritu Santo. Recibiréis fuerza para ser mis testigos en Jerusalén y hasta los  confines  del mundo. Sentimos la presencia del Espíritu y su valor para ser testigos. Jesús, tú nos impulsas a seguir tu obra en este mundo. Haz que caminemos como tú quieres. SILENCIO DE ACOGIDA, FE,  COMPROMISO. 

De la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (1,17-23):
HERMANOS:
El Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo, e ilumine los ojos de vuestro corazón para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos, y cuál la extraordinaria grandeza de su poder en favor de nosotros, los creyentes, según la eficacia de su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su derecha en el cielo, por encima de todo principado, poder, fuerza y dominación, y por encima de todo nombre conocido, no solo en este mundo, sino en el futuro.
 «todo lo puso bajo sus pies», y lo dio a la Iglesia, como Cabeza, sobre todo. Ella es su cuerpo, plenitud del que llena todo en todos.

 GUÍA: Que el Padre de la gloria  os dé sabiduría y revelación para conocerlo. Que esa sabiduría y revelación nos haga  conocer la gloria a la que somos llamados. Apertura, luz y sabiduría embellecen nuestra vida y nuestra actuación  en el camino d ela verdad y de la misericordia. Abre nuestros ojos , cúbrenos con tu bondad y tu poder para servirte y para amar al hermano. SILENCIO DE CONTEMPLACIÓN, PETICIÓN, OFRECIMIENTO.

Conclusión del santo evangelio según san Mateo (28,16-20):

EN aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado.
Al verlo, ellos se postraron, pero algunos dudaron. Acercándose a ellos, Jesús les dijo:
«Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado.
Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos».

 GUÍA: Se me ha dado todo poder: Id y haced discípulos de todos los pueblos. Nos lo dice también a nosotros. El bautismo en el Espíritu  nos une a esa misión. ¿Nos sentimos implicados?                                                                                                                                                   En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu bautizadlos, enseñadles a guardar mi palabra. Yo estaré con vosotros todos los días. Apoyados en ti , en tu fidelidad, vamos contigo. SILENCIO DE  ADHESIÓN, DE COMPROMISO, DE MISIÓN.

 RECOGEMOS NUESTRA ORACIÓN EN UNA FRASE.

SINCERIDAD, AMOR, CONFIANZA, GLORIA A DIOS.

INVOCAMOS  A MARÍA , MADRE Y AUXILIADORA

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON AMOR: PADRE NUESTRO

CANTAMOS           

Auxiliadora, Oh Virgen Bella,
de nuestra vida, sé Tú la estrella,
y en las borrascas, la dulce calma,
de quien te invoca con fe en el alma.

Tus hijos somos, sé nuestra guía,
Auxiliadora, madre querida (bis)

Tú que en el cielo reinas, hermosa,
míranos, dulce, Madre amorosa;
y por tu amable, divino Hijo,
ah! no nos prives de tu cariño.

Tú nos amparas, Oh Virgen pía
Auxiliadora, Madre querida. (bis)
  



viernes, 31 de mayo de 2019

ASCENSIÓN DEL SEÑOR




REZA Y COMPARTE

ASCENSIÓN DEL SEÑOR

GUÍA DE ORACIÓN 02-06-19

GUÍA: Jesús ha cumplido su trayectoria y sube al cielo. Nuestra oración nos une a Jesús, elevado hasta el Padre. Jesús redime a la humanidad y glorifica al Creador y al Espíritu. Con Jesús adoramos, damos gracias, invocamos al Padre a favor de los seres  humanos, sus hijos. Contemplamos su elevación al Padre. Unimos nuestro corazón a cada frase, la repetimos y escuchamos al Espíritu que se comunica a nuestro espíritu. SILENCIO DE ADMIRACIÓN, DE MANIFESTACIÓN, DE GLORIA.

Del libro de los Hechos de los apóstoles (1,1-11):


En mi primer libro, querido Teófilo, escribí de todo lo que Jesús fue haciendo y enseñando hasta el día en que dio instrucciones a los apóstoles, que había escogido, movido por el Espíritu Santo, y ascendió al cielo. Se les presentó después de su pasión, dándoles numerosas pruebas de que estaba vivo, y, apareciéndoseles durante cuarenta días, les habló del reino de Dios.
Una vez que comían juntos, les recomendó: «No os alejéis de Jerusalén; aguardad que se cumpla la promesa de mi Padre, de la que yo os he hablado. Juan bautizó con agua, dentro de pocos días vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo.»
Ellos lo rodearon
 preguntándole: «Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el reino de Israel?» 

Jesús contestó: «No os toca a vosotros conocer los tiempos y las fechas que el Padre ha establecido con su autoridad. Cuando el Espíritu Santo descienda sobre vosotros, recibiréis fuerza para ser mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los confines del mundo.» Dicho esto, lo vieron levantarse, hasta que una nube se lo quitó de la vista.
Mientras miraban fijos al cielo, viéndolo irse, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: «Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que os ha dejado para subir al cielo volverá como le habéis visto marcharse.»

GUÍA: Recibimos la fuerza del Espíritu Santo. Es tiempo de Espíritu, para ser testigos de Jesús, para anunciar el Reino de Dios. Las palabras se repiten a lo largo de los siglos y el Espíritu viene. La comunidad cristiana es testigo de Jesús. ¿En qué parte nos consideramos incluidos? Visualizamos  las situaciones en que somos testigos de Jesús, y testigos del Reino de  Dios. SILENCIO DE VISUALIZACIÓN, DE ADORACIÓN Y DISPONIBILIDAD.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (1,17-23):

Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo. Ilumine los ojos de vuestro corazón, para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos, y cuál la extraordinaria grandeza de su poder para nosotros, los que creemos, según la eficacia de su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su derecha en el cielo, por encima de todo principado, potestad, fuerza y dominación, y por encima de todo nombre conocido, no sólo en este mundo, sino en el futuro. Y todo lo puso bajo sus pies, y lo dio a la Iglesia como cabeza, sobre todo. Ella es su cuerpo, plenitud del que lo acaba todo en todos.


GUÍA: Que os dé el Espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo. Jesús lo pide para nosotros. Nos llama a  la plenitud que goza de su presencia y extiende su Reino. Abrimos nuestras manos y lo acogemos. Nos sentimos confirmados en la fe, en la esperanza y en el amor. SILENCIO DE ACOGIDA, DE CONFIRMACIÓN, DE ENTREGA.

Del santo evangelio según san Lucas (24,46-53):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto. Yo os enviaré lo que mi Padre ha prometido; vosotros quedaos en la ciudad, hasta que os revistáis de la fuerza de lo alto.»
Después los sacó hacia Betania y, levantando las manos, los bendijo. Y mientras los bendecía se separó de ellos, subiendo hacia el cielo. Ellos se postraron ante él y se volvieron a Jerusalén con gran alegría; y estaban siempre en el templo bendiciendo a Dios.

GUÍA: El Mesías padecerá, resucitará, y en su nombre se proclamará la conversión a todos los pueblos. Somos piezas de este gran mosaico, centro de salvación y mensajeros del Evangelio para todos los pueblos. ¿Nos vemos identificados con la misión de discípulos y testigos? Guárdanos, Jesús, en tu paz y en tu proyecto  salvador. SILENCIO DE ADMIRACIÓN DE ACEPTACIÓN, DE ACCIÓN.

RECOGEMOS LA SÍNTESIS DE LA ORACIÓN. UNA FRASE NOS AYUDA.

CONTEMPLAMOS, AGRADECEMOS, PEDIMOS, OFRECEMOS.

INVOCAMOS A MARÍA NUESTRA MADRE Y AUXILIADORA.

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON LAS PALABRAS DE JESÚS: PADRE NUESTRO…

CANTAMOS      

Jesucristo es el Señor…



viernes, 11 de mayo de 2018

ASCENSIÓN DE JESÚS



                                                                                         REZA Y COMPARTE

ASCENSIÓN DE JESÚS

GUÍA DE ORACIÓN

GUÍA: Estamos en el día de la Ascensión del Señor. Toda la Iglesia se une para celebrar este momento en que Jesús resucitado sube al cielo. Deja la promesa del Espíritu y habla del reino de Dios.
Con aquellos discípulos estamos también nosotros. Es la etapa de una vida nueva, marcada por el Espíritu y el Reino de Dios. Nuestra oración se hace fe, espera y camino. SILENCIO DE APERTURA, DE ESCUCHA Y DE DESEO.

Del libro de los Hechos de los Apóstoles (1,1-11):

En mi primer libro, querido Teófilo, escribí de todo lo que Jesús fue haciendo y enseñando hasta el día en que dio instrucciones a los apóstoles, que había escogido, movido por el Espíritu Santo, y ascendió al cielo. Se les presentó después de su pasión, dándoles numerosas pruebas de que estaba vivo, y, apareciéndoseles durante cuarenta días, les habló del reino de Dios.
Una vez que comían juntos, les recomendó: «No os alejéis de Jerusalén; aguardad que se cumpla la promesa de mi Padre, de la que yo os he hablado. Juan bautizó con agua, dentro de pocos días vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo.»
Ellos lo rodearon preguntándole: «Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el reino de Israel?»
Jesús contestó: «No os toca a vosotros conocer los tiempos y las fechas que el Padre ha establecido con su autoridad. Cuando el Espíritu Santo descienda sobre vosotros, recibiréis fuerza para ser mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los confines del mundo.»
Dicho esto, lo vieron levantarse, hasta que una nube se lo quitó de la vista. Mientras miraban fijos al cielo, viéndolo irse, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: «Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que os ha dejado para subir al cielo volverá como le habéis visto marcharse.»

GUÍA: Seréis bautizados en el Espíritu Santo. Tendréis fuerza para ser mis testigos. Hasta las confines del mundo. Estas palabras llegan hasta nosotros hoy. Tiempo de recibir al Espíritu, de ser fortalecidos, de ser testigos. ¿Nos vemos identificados en estos tres pasos?.
Recogidos en el interior, descubramos al Espíritu que da vida. Descubramos la intensidad de fortaleza en ese camino. ¿Qué posibilidades se nos ofrecen para ser testigos del Señor? SILENCIO PARA DESCUBRIR, PARA OBSERVAR, PARA VER NUESTRA EXPERIENCIA DE TESTIGOS.

De la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (1,17-23):


Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo. Ilumine los ojos de vuestro corazón, para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos, y cuál la extraordinaria grandeza de su poder para nosotros, los que creemos, según la eficacia de su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su derecha en el cielo, por encima de todo principado, potestad, fuerza y dominación, y por encima de todo nombre conocido, no sólo en este mundo, sino en el futuro. Y todo lo puso bajo sus pies, y lo dio a la Iglesia como cabeza, sobre todo. Ella es su cuerpo, plenitud del que lo acaba todo en todos.

GUÍA: San Pablo nos desea el don de sabiduría y revelación para conocer al Señor. Esperanza, riqueza de gloria, grandeza de su poder se manifestarán en nosotros como herencia. La Iglesia cuerpo de Cristo, plenitud del que lo acaba todo  en todos. SILENCIO DE ADMIRACIÓN, DE CREYENTES Y ATRAÍDOS POR CRISTO.

Del santo evangelio según san Marcos (16,15-20):

En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo: «Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado. A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en m¡ nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos.»
Después de hablarles, el Señor Jesús subió al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos se fueron a pregonar el Evangelio por todas partes, y el Señor cooperaba confirmando la palabra con las señales que los acompañaban.

GUÍA: Id al mundo entero y proclamad el Evangelio. Los signos de Jesús estarán con los que crean. Nos disponemos a profundizar nuestra fe, a significarla con gestos en la vida, a liberarnos de las ataduras y liberar a otros. ¿En qué momentos lo hemos experimentado en nosotros? Hablemos con Jesús, con el Padre y con el Espíritu, sobre nuestro vivir como cristianos. SILENCIO DE ESCUCHA, DE VALORACIÓN, DE DECISIÓN.

SINTETIZAMOS LA ORACIÓN

RECORDAMOS, AGRADECEMOS, PEDIMOS, OFRECEMOS

INVOCAMOS A MARÍA NUESTRA MADRE

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON LA ORACIÓN DE JESÚS: PADRE NUESTRO

CANTAMOS

No, Yo no dejo la tierra.
No, Yo no olvido  a los hombres.
Aquí, Yo dejo la guerra,
Arriba están vuestros nombres.

¿Qué hacéis mirando al cielo,
varones  sin alegría?
Lo que ahora parece un vuelo,
Ya es vuelta y es cercanía.

El gozo es mi testigo,
La paz, mi presencia viva,
Que al irme, se va conmigo,
La cautividad, cautiva.

El cielo  ha comenzado.
Vosotros sois mi cosecha.
El Padre os ha sentado,
 Conmigo, a su derecha.

Partid, frente a la aurora.
Salvad a todo el que crea,
Vosotros marcáis mi hora,
 comienza vuestra tarea.