ESPÍRITU DEL SEÑOR SOBRE MÍ
GUÍA:
Nuestro Adviento avanza. La preparación va siendo realidad en los corazones que
esperan al Señor. Vemos la multitud que espera la salvación. ¿Estamos entre los
que esperan al Señor? Renovemos la conciencia y abramos los oídos para oír
mejor la invitación del mensajero. ¿Verdaderamente escuchamos? ¿Cuál es nuestra
respuesta? SILENCIO DE FE, ESCUCHA Y RESPUESTA.
Del libro de Isaías (61,1-2a.10-11):
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviado para dar la buena noticia a los que sufren, para vendar los corazones desgarrados, para proclamar la amnistía a los cautivos, y a los prisioneros la libertad, para proclamar el año de gracia del Señor. Desbordo de gozo con el Señor, y me alegro con mi Dios: porque me ha vestido un traje de gala y me ha envuelto en un manto de triunfo, como novio que se pone la corona, o novia que se adorna con sus joyas. Como el suelo echa sus brotes, como un jardín hace brotar sus semillas, así el Señor hará brotar la justicia y los himnos ante todos los pueblos.
GUÍA:
Isaías se siente portador del Espíritu del señor. Anuncia perdón, amnistía a
los cautivos, año de gracia del Señor. Dios hará brotar la justicia, ante todos
los pueblos. Acogemos este anuncio. El cambio se dará en nuestra tierra.
Pedimos que su palabra se cumpla en cada uno de nosotros y la transmitamos a
nuestro alrededor. SILENCIO DE
ENCUENTRO, PETICIÓN, OFRENDA.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (5,16-24):
Estad siempre alegres. Sed constantes en orar. Dad gracias en toda ocasión: ésta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús respecto de vosotros. No apaguéis el espíritu, no despreciéis el don de profecía; sino examinadlo todo, quedándoos con lo bueno. Guardaos de toda forma de maldad. Que el mismo Dios de la paz os consagre totalmente, y que todo vuestro espíritu, alma y cuerpo, sea custodiado sin reproche hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo. El que os ha llamado es fiel y cumplirá sus promesas.
GUÍA: Estad
siempre alegres. En toda ocasión tened la Acción de Gracias. En el interior,
reconocemos la fuerza de Dios y su
salvación. Presentamos la acción de Gracias en todo momento. Que nos guarde de
toda maldad y nos custodia en fidelidad. Hagamos nuestras las palabras de San
Pablo. Es tiempo de acogerlas y ponerlas en acción. SILENCIO DE INTERIORIZACIÓN,
PETICIÓN, ACCIÓN.
Lectura del santo evangelio según san Juan (1,6-8.19-28):
Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz.
Y éste fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan, a que le preguntaran: «¿Tú quién eres?»
Él confesó sin reservas: «Yo no soy el Mesías.»
Le preguntaron: «¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?»
El dijo: «No lo soy.»
«¿Eres tú el Profeta?» Respondió: «No.»
Y le dijeron: «¿Quién eres? Para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado, ¿qué dices de ti mismo?»
Él contestó: «Yo soy la voz que grita en el desierto: "Allanad el camino del Señor", como dijo el profeta Isaías.»
Entre los enviados había fariseos y le preguntaron: «Entonces, ¿por qué bautizas, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?»
Juan les respondió: «Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia.»
Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde estaba Juan bautizando.
GUÍA: Juan Bautista, testigo de la luz.
Voz que grita en el desierto: Allanad el camino al Señor. Lo decía entonces y
lo dice ahora. Allanad el camino. ¿Escuchamos?
Jesús viene
también hoy. Se nos hace presente en la Palabra de Dios, en el corazón, en la
Eucaristía. Sintamos su presencia en cada uno y acojámosle. SILENCIO DE ESCUCHA, DE
ACOGIDA, DE ENCUENTRO.
RECOGEMOS NUESTROS SENTIMIENTOS EN
UNA FRASE.
PRESENTAMOS PENSAMIENTOS,
INQUIETUDES, PEDIMOS Y OFRECEMOS.
INVOCAMOS A MARÍA PARA QUE NOS
ACOMPAÑE.
DECIMOS CON JESÚS: PADRE NUESTRO…
CANTAMOS
Un
pueblo que camina por el mundo
gritando: ven Señor,
un pueblo que busca en esta vida
la gran liberación.
Los pobres siempre esperan el amanecer
de un día mas justo y sin opresión,
los pobres hemos puesto la esperanza en ti,
Libertador.
Salvaste nuestra vida de la esclavitud
esclavos de la ley sirviendo en el temor,
nosotros hemos puesto la esperanza en ti,
Dios del amor.
El mundo por la guerra sangra sin razón
familias destrozadas buscan un hogar,
el mundo tiene puesto su esperanza en ti
Dios de la paz.
gritando: ven Señor,
un pueblo que busca en esta vida
la gran liberación.
Los pobres siempre esperan el amanecer
de un día mas justo y sin opresión,
los pobres hemos puesto la esperanza en ti,
Libertador.
Salvaste nuestra vida de la esclavitud
esclavos de la ley sirviendo en el temor,
nosotros hemos puesto la esperanza en ti,
Dios del amor.
El mundo por la guerra sangra sin razón
familias destrozadas buscan un hogar,
el mundo tiene puesto su esperanza en ti
Dios de la paz.
- FUENTE -
MUSICA.COM
MUSICA.COM
https://www.youtube.com/watch?v=kgYZTOFyPac