viernes, 24 de abril de 2015

ORACIÓN 26-04-15

ORACIÓN 26-04-15




GUÍA: Llega el domingo. Día en que resucitó el Señor. Los cristianos nos reunimos para celebrar este hecho. Le reconocemos  presente en la asamblea cristiana, en la Palabra, en la Eucaristía. Hagamos experiencia  de su encuentro y su manifestación en nosotros y en cada uno de los hermanos. La Palabra nos habla y cae sobre suavemente sobre  nosotros. Es el momento de  acogerla en nuestra tierra  para que dé fruto. En nuestro interior, hacemos silencio. Nos preparamos para escuchar y poner en práctica lo  que nos dice. Pedimos perdón por lo que nos aleja de Dios y de los hermanos. SILENCIO MEDITATIVO

Del libro de los Hechos de los Apóstoles (4,8-12):

En aquellos días, Pedro, lleno de Espíritu Santo, dijo: «Jefes del pueblo y ancianos: Porque le hemos hecho un favor a un enfermo, nos interrogáis hoy para averiguar qué poder ha curado a ese hombre; pues, quede bien claro a todos vosotros y a todo Israel que ha sido en nombre de Jesucristo Nazareno, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de entre los muertos; por su nombre, se presenta éste sano ante vosotros. Jesús es la piedra que desechasteis vosotros, los arquitectos, y que se ha convertido en piedra angular; ningún otro puede salvar; bajo el cielo,  no se nos ha dado otro nombre que pueda salvarnos.»

GUÍA: Pedro habla al pueblo y les explica cómo se ha curado el enfermo por el poder de Jesucristo. Se ha convertido en piedra angular. El que fue despreciado ahora vive y tiene el poder de salvarnos. En el silencio dejamos que reposen estas palabras en nosotros y sintamos su presencia viva.

De la primera carta del apóstol san Juan (3,1-2):

Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! El mundo no nos conoce porque no le conoció a él. Queridos, ahora somos hijos de Dios y aun no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es.

GUÍA: San Juan nos habla del amor que Dios nos tiene. Nos ha llamado hijos suyos. Sintamos esta Palabra hecha realidad. Sintámonos hijos de Dios. Con Jesús somos hijos y hermanos entre nosotros. Descubramos experiencias de hijos de Dios, y descubramos también que somos hermanos. En SILENCIO lo creemos y lo experimentamos. Veamos los retos que se nos presentan día a día para vivir según esta Palabra y cómo llevarla a la práctica. Jesús está con nosotros.

Del santo Evangelio según san Juan (10,11-18):

En aquel tiempo dijo Jesús: «Yo soy el buen Pastor. El buen pastor da la vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo hace estragos y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas. Yo soy el buen Pastor, que conozco a las mías y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas. Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; también a ésas las tengo que traer, y escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño, un solo Pastor. Por esto me ama el Padre, porque yo entrego mi vida para poder recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para entregarla y tengo poder para recuperarla: este mandato he recibido de mi Padre.»

GUÍA: Jesús se llama a si mismo, Buen Pastor. Conoce a sus ovejas y ellas le conocen a Él. No las deja solas, no huye cuando viene el lobo. Da hasta la vida. El Padre le ama. En este momento nos vemos como rebaño de Jesús. Guiados por Él, amados y conocidos plenamente, por Él y por el Padre. Dejemos espacio en nosotros para este convencimiento y esta fe en lo que Jesús dice. Está con nosotros. Como buen Pastor. Somos llamados a acoger su don y a cuidar de los que son parte de nuestro mundo. Necesita nuestras manos, nuestro corazón para acompañarle.

COMPARTIMOS  una frase que vemos importante.

ORAMOS  por las necesidades que conocemos, las personas que lo pasan mal. Se lo presentamos al Padre por medio de Jesús.

SALMO 23
El Señor es mi pastor,
nada me faltará
 En lugares de verdes pastos me hace descansar;
junto a aguas de reposo me conduce.                                       
                                                                         

El restaura mi alma;
me guía por senderos de justicia
por amor de su nombre.
 Aunque pase por el valle de sombra de muerte,
no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo;
tu vara y tu cayado me infunden aliento

Tú preparas mesa delante de mí en presencia de mis enemigos;
has ungido
 mi cabeza con aceite;
mi copa está rebosando.
 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
y en la casa del Señor moraré por largos días.


GUÍA: Nos dejamos impregnar de la oración del salmo y de su llamada a la confianza en el Señor. Con María hacemos el camino del día y de la semana. Le pedimos que nos acompañe. Y agradecemos su presencia.

7 comentarios:

  1. El Buen Pastor da la vida por las ovejas. Jesús es capaz de eso.¿ Nosotros cómo lo hacemos?

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  2. Hoy es el día del Buen Pastor. Que todos colaboremos en esta tarea

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  3. El Buen Pastor nos lleva por sendas que favorecen nuestra vida. Confiamos en Él.

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  4. Si, el confiar nos abre nuevos horizontes y una vida nueva.

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  5. Necesita nuestras manos, nuestro corazón para acompañarle. Un día más para caminar con él y con los hermanos. Sembrar alegría

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  6. Hoy hemos comentado lo que dice Jesús: Yo el Padre somos uno. Nos da confianza en su presencia.

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  7. El Buen Pastor sigue necesitando nuestra colaboración. Hagamos camino con él

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