Comenzamos el Mes de Mayo, dedicado a María.
Cada semana tendremos una cita para reflexionar y orar
con un fragmento del Evangelio.
Os convocamos a recoger una
frase y comentarla en la
sección de Comentarios.
O podéis
introducir una oración a María.
Tomad, Virgen pura nuestros
corazones,
no nos abandones jamás, jamás,
no nos abandones jamás, jamás.
1. Mil querubes bellos ornan tu dosel,
quiero estar con ellos, Virgen, llévame
contigo en el Cielo, colmada de anhelo,
qué feliz seré.
no nos abandones jamás, jamás,
no nos abandones jamás, jamás.
1. Mil querubes bellos ornan tu dosel,
quiero estar con ellos, Virgen, llévame
contigo en el Cielo, colmada de anhelo,
qué feliz seré.
Tomad, Virgen pura nuestros corazones,
no nos abandones jamás, jamás,
no nos abandones jamás, jamás.
no nos abandones jamás, jamás,
no nos abandones jamás, jamás.
Lucas 1:26-38Nueva Versión
Internacional (NVI)
Anuncio del nacimiento de Jesús
26 A los seis meses, Dios envió al ángel Gabriel a
Nazaret, pueblo de Galilea, 27 a visitar a una joven virgen comprometida para casarse
con un hombre que se llamaba José, descendiente de David. La virgen se llamaba
María. 28 El ángel se acercó a ella y le dijo:
29 Ante estas palabras, María se perturbó, y se
preguntaba qué podría significar este saludo.
30 ―No tengas miedo, María; Dios te ha concedido su favor
—le dijo el ángel—. 31 Quedarás encinta y darás a luz un hijo, y
le pondrás por nombre Jesús. 32 Él será un gran hombre, y lo llamarán Hijo del
Altísimo. Dios el Señor le dará el trono de su padre David, 33 y reinará sobre el pueblo de Jacob para siempre. Su
reinado no tendrá fin.
35 ―El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del
Altísimo te cubrirá con su sombra. Así que al santo niño que va a nacer lo
llamarán Hijo de Dios. 36 También tu parienta Elisabet va a tener un
hijo en su vejez; de hecho, la que decían que era estéril ya está en el sexto
mes de embarazo. 37 Porque para Dios no hay nada imposible.
38 ―Aquí tienes a la sierva del Señor —contestó María—.
Que él haga conmigo como me has dicho.
Con esto, el ángel la dejó.
29 Ante estas palabras, María se perturbó, y se
preguntaba qué podría significar este saludo.
30 ―No tengas miedo, María; Dios te ha concedido su favor
—le dijo el ángel—. 31 Quedarás encinta y darás a luz un hijo, y
le pondrás por nombre Jesús. 32 Él será un gran hombre, y lo llamarán Hijo del
Altísimo. Dios el Señor le dará el trono de su padre David, 33 y reinará sobre el pueblo de Jacob para siempre. Su
reinado no tendrá fin.
35 ―El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del
Altísimo te cubrirá con su sombra. Así que al santo niño que va a nacer lo
llamarán Hijo de Dios. 36 También tu parienta Elisabet va a tener un
hijo en su vejez; de hecho, la que decían que era estéril ya está en el sexto
mes de embarazo. 37 Porque para Dios no hay nada imposible.
38 ―Aquí tienes a la sierva del Señor —contestó María—.
Que él haga conmigo como me has dicho.
Con esto, el ángel la dejó.
· Lee despacio y escucha lo que el Espíritu dice en tu
corazón.
¿ Qué lección te da María para tu vida?
· ¿Cómo contestas tú a las situaciones que se te
presentan como mensaje de Dios?
· Ofrece y presenta a Dios tu oración.
Habla con él en
la intimidad.