ORACIÓN 16-10-2016
GUÍA: Comenzamos nuestra oración en el nombre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Estamos ante ti, Señor, creador del cielo y de la tierra, creador del universo.
Estamos ante ti, Jesús, Hijo amado del Padre. Estamos ante ti, Espíritu Santo,
amor verdadero del Padre y del Hijo. Somos tus hijos, Nos sales al encuentro y
esperamos tu misericordia, tu presencia amorosa y transformadora. Llena nuestra
mente y nuestra voluntad para que te conozcamos mejor a través de tu Palabra. Haznos
abiertos a tu voluntad. Enséñanos a orar. SILENCIO DE ENCUENTRO, DE ESCUCHA
Y OBEDIENTE.
Del libro del
Éxodo (17,8-13):
En aquellos días, Amalec vino y atacó a los israelitas en Rafidín. Moisés dijo a Josué: «Escoge unos cuantos hombres, haz una salida y ataca a Amalec. Mañana yo estaré en pie en la cima del monte, con el bastón maravilloso de Dios en la mano.»
Hizo Josué lo que le decía Moisés, y atacó a Amalec; mientras Moisés, Aarón y Jur subían a la cima del monte. Mientras Moisés tenía en alto la mano, vencía Israel; mientras la tenía baja, vencía Amalec. Y, como le pesaban las manos, sus compañeros cogieron una piedra y se la pusieron debajo, para que se sentase; mientras Aarón y Jur le sostenían los brazos, uno a cada lado. Así sostuvo en alto las manos hasta la puesta del sol. Josué derrotó a Amalec y a su tropa, a filo de espada.
En aquellos días, Amalec vino y atacó a los israelitas en Rafidín. Moisés dijo a Josué: «Escoge unos cuantos hombres, haz una salida y ataca a Amalec. Mañana yo estaré en pie en la cima del monte, con el bastón maravilloso de Dios en la mano.»
Hizo Josué lo que le decía Moisés, y atacó a Amalec; mientras Moisés, Aarón y Jur subían a la cima del monte. Mientras Moisés tenía en alto la mano, vencía Israel; mientras la tenía baja, vencía Amalec. Y, como le pesaban las manos, sus compañeros cogieron una piedra y se la pusieron debajo, para que se sentase; mientras Aarón y Jur le sostenían los brazos, uno a cada lado. Así sostuvo en alto las manos hasta la puesta del sol. Josué derrotó a Amalec y a su tropa, a filo de espada.
GUÍA: Moisés y el pueblo confían en el Señor. Moisés eleva sus brazos invocando
a Dios y el pueblo lucha por conseguir su propósito. Dios se manifiesta en la
victoria. Un ejemplo de constancia en la
oración, de confianza en Dios. Él espera nuestra oración que elevamos
como hijos confiando en él. También un ejemplo de mediación de Moisés para
interceder por su pueblo. La oración puede ser para nosotros o para otros. De todas formas también somos mediadores para nuestro hermanos, podemos pedir para los necesitados y
unir nuestro esfuerzo en la petición y nuestra confianza. Analizamos nuestra
oración. ¿Cómo es nuestra confianza en el Señor, para nosotros y para los
demás? SILENCIO DE CONFIANZA Y PETICIÓN.
Permanece en lo que has aprendido y se te ha confiado, sabiendo de quién lo aprendiste y que desde niño conoces la sagrada Escritura; ella puede darte la sabiduría que, por la fe en Cristo Jesús, conduce a la salvación. Toda Escritura inspirada por Dios es también útil para enseñar, para reprender, para corregir, para educar en la virtud; así el hombre de Dios estará perfectamente equipado para toda obra buena. Ante Dios y ante Cristo Jesús, que ha de juzgar a vivos y muertos, te conjuro por su venida en majestad: proclama la palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, reprocha, exhorta, con toda paciencia y deseo de instruir.
GUÍA: ¿Qué nos dice esta Palabra a nosotros? La Palabra puede darte la
sabiduría que conduce a la salvación.
Con ella insiste, proclama, exhorta. Nos lo podemos aplicar a nosotros mismos.
La Palabra es maestra de vida. Y también nosotros, practicándola, experimentamos
su sabiduría. Sintamos cómo la Palabra nos toma y mejora, cómo podemos hacer
que transforme a otros y los acerque a Dios. Con corazón dócil escuchemos y actuemos.
SILENCIO DE ACOGIDA Y DISPUESTO A SER SU DÓCIL TESTIGO.
Del santo evangelio según san Lucas (18,1-8):
En aquel tiempo, Jesús, para explicar a sus discípulos cómo tenían que orar siempre sin desanimarse, les propuso esta parábola: «Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres. En la misma ciudad había una viuda que solía ir a decirle: "Hazme justicia frente a mi adversario." Por algún tiempo se negó, pero después se dijo: "Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está fastidiando, le haré justicia, no vaya a acabar pegándome en la cara."»
Y el Señor añadió: «Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?»
GUÍA: La mujer insiste al juez para que le haga justicia. Jesús la pone como
ejemplo de oración. Hemos de perseverar. Nuestra fe nos lleva a pedir con
insistencia y Dios se muestra generoso en la misericordia. ¿Este Año de la Misericordia,
estamos siendo intensos en la oración?. ¿Nuestra acogida de la misericordia de Dios está siendo efectiva?
Abramos el corazón y recibámosla personalmente. Preparemos nuestro encuentro
con el Dios de la misericordia en el sacramento de la Reconciliación y en el
paso de la Puerta de la Misericordia, en alguna de las iglesias señaladas para
esta celebración. Gocemos del abrazo del Padre Dios que nos regala su paz y
perdón total. SILENCIO DE PREPARACIÓN Y RECONCILIACIÓN
PARA EL ENCUENTRO DE MISERICORDIA
RECOGEMOS NUESTROS SENTIMIENTOS.
OFRECEMOS AL PADRE
PETICIONES
PADRE NUESTRO
INVOCAMOS A MARÍA
CANTAMOS
Gracias, Señor, por tus misericordias,
que
me cercan en número mayor
que las arenas de los anchos mares
y que los rayos de la luz del sol.
Porque te tengo tan a mano,
en el sagrario y en mi corazón……
Porque nunca fui a Ti que o te hallase
Gracias Señor.
Porque estoy en la casa de tu
Madre
y porque me has llenado el
corazón,
de una felicidad nunca soñada,
Gracias, Señor ...
Experiencia de la misericordia de Dios en este Año d ela Misericordia. Haz la celebración en una iglesia catedral u otra, pasa la puerta de la misericordia. Con la reconciliación el abrazo del Padre Dios es una maravilla.
ResponderEliminar"Así sostuvo en alto las manos hasta la puesta del sol".Moisés sostiene al ejercito con su oración y elevando los brazos al cielo. Vemos la eficacia de la oración. Sostengamos a los hermanos con nuestra oración. El mundo necesita de nosotros.
ResponderEliminarGran avenida de la misericordia. el corazón de Dios nos sorprende cada día con rasgos de su amor. Tratemos de descubrirlos y responder con corazón cariñoso como hijos que están presentes junto a Él.
ResponderEliminar"Gracias, Señor, por tus misericordias,que me cercan en número mayor que las arenas de los anchos mares, y que los rayos de la luz del sol". La misericordia de Dios nos envuelve con su mirada y amor. Gracias, Señor porque nos amas. ¿Lo experimentáis cada día? ¿Cómo?
ResponderEliminar"Mientras Moisés tenía en alto la mano, vencía Israel; mientras la tenía baja, vencía Amalec" Dependía de él la victoria de su pueblo. Nos hace pensar en el poder de la oración. Dios quiere que participemos con Jesús en la salvación de la humanidad. Nuestra vida y oración son impulso para las bendiciones del Padre a todos los hombres.
ResponderEliminar"Toda Escritura inspirada por Dios es también útil para enseñar, para reprender, para corregir, para educar en la virtud; así el hombre de Dios estará perfectamente equipado para toda obra buena" En la Escritura podemos apoyar la educación de cualquier persona. Con Dios, el hombre se realiza plenamente. Sin Él todo está edificado sobre arena. Ayúdanos a crecer como personas, siguiendo tus caminos.
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