viernes, 7 de abril de 2017

HUMILDAD Y GRANDEZA


GUÍA DE ORACIÓN 09-04-17


GUÍA: Es domingo de Ramos. Comienza la Semana Santa. Jesús llega a Jerusalén, montado en un pollino. Le aclaman como Hijo de David, que viene en nombre del Señor. Él cumple la profecía.

Entra sobre el pollino, signo de humildad y es aclamado por el pueblo. ¡Aleluya, Gloria!. Otros  se preguntan por qué hacen eso.
¿Dónde estamos nosotros? ¿Aclamamos, criticamos? SILENCIO DE RESPETO, DE ADMIRACIÓN, ADORACIÓN ANTE LOS SENTIMIENTOS DE JESÚS.

Del libro de Isaías (50,4-7):

Mi Señor me ha dado una lengua de iniciado, para saber decir al abatido una palabra de aliento. Cada mañana me espabila el oído, para que escuche como los iniciados. El Señor me abrió el oído. Y yo no resistí ni me eché atrás: ofrecí la espalda a los que me apaleaban, las mejillas a los que mesaban mi barba; no me tapé el rostro ante ultrajes ni salivazos. El Señor me ayuda, por eso no sentía los ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no quedaría defraudado.



GUÍA: En boca ce Jesús se ponen estas palabras. Él es iniciado para consolar. No se echa atrás. El Señor le ayuda y no queda confundido. ¡Que Dios le salve! Decía algunos. ¿Qué sentimientos brotan de nosotros ante estas acciones?
El Hijo totalmente entregado y golpeado. Le contemplamos y relacionamos sus acciones y las nuestras. En SILENCIO RECONOCEMOS LOS CONTRASTES Y CONTRADICCIONES DEL CORAZÓN HUMANO, PEDIMOS PERDÓN.

De la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses (2,6-11):

Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.


GUÍA: Jesús no hace alarde de su categoría de Dios. No se ensalza. Se somete incluso a la muerte de cruz. Pero Dios lo levanta sobre todo, para que sea proclamado Señor, para gloria de Dios Padre. Siguen los contrastes. Jesús humillado por los hombres y mujeres, hasta la muerte, es ensalzado por el Padre en la resurrección.
Contemplamos a Jesús humillado por la humanidad y ensalzado por dios. SILENCIO DE CERCANÍA.

 CLARIFICAMOS NUESTRA SITUACIÓN PERSONAL.¿ESTAMOS CON Él o CONTRA ÉL?

Pasión de nuestro Señor Jesucristo según San Mateo (26,14–27,66):

GUÍA: Leemos la Pasíón y acompañamos a Jesús

RECOGEMOS NUESTRA ORACIÓN

OFRECEMOS, PEDIMOS, ALABAMOS  AL SEÑOR.

INVOCAMOS A MARÍA.

PADRE NUESTRO

CANTAMOS

Hosanna al hijo de David.
Bendito el que viene en nombre del Señor,
el rey de Israel.
Hosanna, hosanna en el cielo.


Aclamad al Señor, tierra entera.
Tocad en honor de Su Nombre.
Hacer resonar Sus alabanzas.
Cantad himnos a Su gloria.

Hosanna al hijo de David...

Pueblos todos, batid palmas.
Aclamad a Dios con gritos de jubilo
porque el Señor es sublime y terrible,
emperador de toda la tierra.

Hosanna al hijo de David...

4 comentarios:

  1. ¡Hosanna al Hijo de David! Las aclamaciones se repiten. Unidos en la oración y la presencia. Durante la Semana Santa acompañamos a Jesús en las celebraciones, sobre todo en el Triduo Pascual, en la Eucaristía y Oficios.

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  2. "Cada mañana me espabila el oído, para que escuche como los iniciados" Aplicado a Jesús, es él quien oye, escucha a su pueblo y todo lo que tiene algo que ver con él. Relacionado con nosotros mismos, seguramente captamos las realidades de alrededor que se van sumando en el interior y se va dando salida a las situaciones.El camino de la vida.

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  3. "yo no resistí ni me eché atrás" Jesús hace suyas estas palabras. Él ha acogido la voluntad de Dios Padre. Gracias, Jesús. Tu respuesta nos enseña a ser dóciles, a ser hijos en el camino del Padre.

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  4. Humildad y grandeza en tu forma de actuar. Una lección para cada cristiano. ¡Gloria a Dios en ti!

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