REZA Y COMPARTE
EL PASO
DEL SEÑOR
GUÍA DE
ORACIÓN 29-03-18
GUÍA: Es Jueves Santo. Es la hora de Jesús.
Queremos estar contigo y acompañar tus gestos, tus palabras. En el interior
reconocemos nuestro pecado, nuestros fallos, nuestra lejanía para ti y tus
intereses. Pedimos la luz del Espíritu
que ilumine nuestra mente y nuestro corazón. Que fortalezca nuestros
pasos hacia ti. SILENCIO PARA INTERIORIZAR, PEDIR Y RECONOCER
Del libro del Éxodo (12.1-8.11-14):
En aquellos días, dijo el Señor a Moisés y a Aarón en tierra de Egipto: «Este mes será para vosotros el principal de los meses; será para vosotros el primer mes del año. Decid a toda la asamblea de Israel: "El diez de este mes cada uno procurará un animal para su familia, uno por casa. Si la familia es demasiado pequeña para comérselo, que se junte con el vecino de casa, hasta completar el número de personas; y cada uno comerá su parte hasta terminarlo. Será un animal sin defecto, macho, de un año, cordero o cabrito. Lo guardaréis hasta el día catorce del mes, y toda la asamblea de Israel lo matará al atardecer. Tomaréis la sangre y rociaréis las dos jambas y el dintel de la casa donde lo hayáis comido. Esa noche comeréis la carne, asada a fuego, comeréis panes sin fermentar y verduras amargas. Y lo comeréis así: la cintura ceñida, las sandalias en los pies, un bastón en la mano; y os lo comeréis a toda prisa, porque es la Pascua, el paso del Señor. Esta noche pasaré por todo el país de Egipto, dando muerte a todos sus primogénitos, de hombres y de animales; y haré justicia de todos los dioses de Egipto. Yo soy el Señor. La sangre será vuestra señal en las casas donde estéis: cuando vea la sangre, pasaré de largo; no os tocará la plaga exterminadora, cuando yo pase hiriendo a Egipto. Este día será para vosotros memorable, en él celebraréis la fiesta al Señor, ley perpetua para todas las generaciones."»
En aquellos días, dijo el Señor a Moisés y a Aarón en tierra de Egipto: «Este mes será para vosotros el principal de los meses; será para vosotros el primer mes del año. Decid a toda la asamblea de Israel: "El diez de este mes cada uno procurará un animal para su familia, uno por casa. Si la familia es demasiado pequeña para comérselo, que se junte con el vecino de casa, hasta completar el número de personas; y cada uno comerá su parte hasta terminarlo. Será un animal sin defecto, macho, de un año, cordero o cabrito. Lo guardaréis hasta el día catorce del mes, y toda la asamblea de Israel lo matará al atardecer. Tomaréis la sangre y rociaréis las dos jambas y el dintel de la casa donde lo hayáis comido. Esa noche comeréis la carne, asada a fuego, comeréis panes sin fermentar y verduras amargas. Y lo comeréis así: la cintura ceñida, las sandalias en los pies, un bastón en la mano; y os lo comeréis a toda prisa, porque es la Pascua, el paso del Señor. Esta noche pasaré por todo el país de Egipto, dando muerte a todos sus primogénitos, de hombres y de animales; y haré justicia de todos los dioses de Egipto. Yo soy el Señor. La sangre será vuestra señal en las casas donde estéis: cuando vea la sangre, pasaré de largo; no os tocará la plaga exterminadora, cuando yo pase hiriendo a Egipto. Este día será para vosotros memorable, en él celebraréis la fiesta al Señor, ley perpetua para todas las generaciones."»
GUÍA: Llega
la hora, la Pascua, el paso del Señor. Como pueblo y como creyentes esperamos la liberación. Dios liberó a los israelitas y sigue
liberando a su pueblo. Estamos aquí y queremos recibir su venida. Acogemos su proyecto de salvación. Lo acogemos en nuestro interior apresurando
el momento de la liberación. SILENCIO DE ACOGIDA, DE ESPERA, DE AVANCE
De la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (11,23-26):
Yo he recibido una tradición, que procede del Señor y que a mi vez os he transmitido: Que el Señor Jesús, en la noche en que iban a entregarlo, tomó pan y, pronunciando la acción de gracias, lo partió y dijo: «Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros. Haced esto en memoria mía.» Lo mismo hizo con el cáliz, después de cenar, diciendo: «Este cáliz es la nueva alianza sellada con mi sangre; haced esto cada vez que lo bebáis, en memoria mía.» Por eso, cada vez que coméis de este pan y bebéis del cáliz, proclamáis la muerte del Señor, hasta que vuelva.
GUÍA: El paso del Señor se hace realidad
en Jesús. Pasa y se queda en el pan.”Es mi cuerpo que se entrega por vosotros. Haced
esto en memoria mía. Este cáliz es la nueva alianza, sellada con mi sangre”. Se
entrega…Haced esto…Nueva alianza…En el Cenáculo encontramos un lugar para
nosotros. Allí escuchamos, recibimos la Eucaristía y nos unimos al misterio del
momento. SILENCIO DE FE, ADMIRACIÓN,
ADORACIÓN
Lectura del santo evangelio según san Juan (13,1-15)
Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo. Estaban cenando, ya el diablo le había metido en la cabeza a Judas Iscariote, el de Simón, que lo entregara, y Jesús, sabiendo que el Padre había puesto todo en sus manos, que venía de Dios y a Dios volvía, se levanta de la cena, se quita el manto y, tomando una toalla, se la ciñe; luego echa agua en la jofaina y se pone a lavarles los pies a los discípulos, secándoselos con la toalla que se había ceñido.
Llegó a Simón Pedro, y éste le dijo: «Señor, ¿lavarme los pies tú a mí?»
Jesús le replicó: «Lo que yo hago tú no lo entiendes ahora, pero lo comprenderás más tarde.»
Pedro le dijo: «No me lavarás los pies jamás.»
Jesús le contestó: «Si no te lavo, no tienes nada que ver conmigo.»
Simón Pedro le dijo: «Señor, no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza.»
Jesús le dijo: «Uno que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque todo él está limpio. También vosotros estáis limpios, aunque no todos.»
Porque sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo: «No todos estáis limpios.» Cuando acabó de lavarles los pies, tomó el manto, se lo puso otra vez y les dijo: «¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis "el Maestro" y "el Señor", y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros; os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis.»
Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo. Estaban cenando, ya el diablo le había metido en la cabeza a Judas Iscariote, el de Simón, que lo entregara, y Jesús, sabiendo que el Padre había puesto todo en sus manos, que venía de Dios y a Dios volvía, se levanta de la cena, se quita el manto y, tomando una toalla, se la ciñe; luego echa agua en la jofaina y se pone a lavarles los pies a los discípulos, secándoselos con la toalla que se había ceñido.
Llegó a Simón Pedro, y éste le dijo: «Señor, ¿lavarme los pies tú a mí?»
Jesús le replicó: «Lo que yo hago tú no lo entiendes ahora, pero lo comprenderás más tarde.»
Pedro le dijo: «No me lavarás los pies jamás.»
Jesús le contestó: «Si no te lavo, no tienes nada que ver conmigo.»
Simón Pedro le dijo: «Señor, no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza.»
Jesús le dijo: «Uno que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque todo él está limpio. También vosotros estáis limpios, aunque no todos.»
Porque sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo: «No todos estáis limpios.» Cuando acabó de lavarles los pies, tomó el manto, se lo puso otra vez y les dijo: «¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis "el Maestro" y "el Señor", y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros; os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis.»
GUÍA: Seguimos en el Cenáculo. Jesús se
levanta, deja el manto y tomando una toalla, lava los pies a los discípulos. Es
el signo del servir a los suyos. Contemplamos a Jesús a los de ellos. Le contemplamos
también hoy ante cada uno de nosotros, nos lava los pies. Sorpresa, admiración
y un camino para recorrer. Gracias, Jesús, por tu ejemplo, por tu abajamiento,
por tu dedicación a cada uno de tus discípulos. Surge la reflexión y el empeño
de aprender la lección. SILENCIO DE COMPRENSIÓN,
DE GRACIAS, DE AMOR.
RETOMAMOS NUESTRO SENTIMIENTOS
AGRADECEMOS, PEDIMOS PERDÓN,
OFRECEMOS
OFRECEMOS TODO AL PADRE Y DECIMOS:
PADRE NUESTRO…
PEDIMOS A MARÍA QUE NOS ACOMPAÑE
CANTAMOS
Donde hay
amor, allí está Dios/(bis)
Jesús nos ha reunido,/amémonos hermanos,
temamos al Señor,/que marcha a nuestro lado.
Que cesen
ya las guerras, que cese ya el dolor,
que en medio de nosotros
esté Cristo, el Señor, Cristo, el Señor.
que en medio de nosotros
esté Cristo, el Señor, Cristo, el Señor.
Donde hay amor, allí está Dios/(bis)
Jesús nos
ha reunido,/ ahora sólo formamos
un solo corazón,/amémonos, hermanos.
un solo corazón,/amémonos, hermanos.
Donde hay amor, allí está Dios/(bis.
Acaben ya rencores,/que no haya división,
que en medio de nosotros/esté Cristo, el Señor, Cristo, el Señor.
que en medio de nosotros/esté Cristo, el Señor, Cristo, el Señor.
Donde hay amor, allí está Dios/(bis)
Cantemos al Dios vivo,/unamos nuestras manos,
pidamos al Señor/ que un día le veamos.
pidamos al Señor/ que un día le veamos.
Donde
hay amor, allí está Dios/(bis)
"Paso del Señor" Jueves Santo. Jesús celebra la última cena, según la Pascua Judía. Instituye la Eucaristía, el Sacerdocio y nos enseña el amor fraterno. Hagamos nuestra oración en torno a cada uno de estos momentos. ¿De acuerdo? Unidos con Jesús y con todas las mujeres y hombres del mundo.
ResponderEliminarEl paso del Señor se hace realidad en Jesús. Pasa y se queda en el pan.”Es mi cuerpo que se entrega por vosotros". Hoy un día para acompañar al que nos ama plenamente. Confiamos en ti, Jesús.
ResponderEliminar"es la Pascua, el paso del Señor". Ha muerto Jesús, entregando su espíritu al Padre. Una nueva vida surgirá para todos en él. Avivemos nuestra fe.
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