REZA Y COMPARTE
AY DE AQUELLOS…
GUÍA DE ORACIÓN 29-09-19
GUÍA: Es la oración de hoy. Tú nos buscas, nos encuentras. Sentimos
tu presencia, tu verdad y tu amor. La semana ha pasado y de nuevo estamos aquí.
Espíritu Santo, ilumina nuestra mente para conocerte en la verdad. Ilumina
nuestro corazón para amar con tu amor. SILENCIO
DE ACOGIDA, DE ENCUENTRO, DE SINCERIDAD.
De la profecía de Amós (6,1a.4-7):
Esto dice el Señor omnipotente:
«¡Ay de aquellos que se sienten seguros en Sion,
confiados en la montaña de Samaría!
Se acuestan en lechos de marfil,
se arrellanan en sus divanes,
comen corderos del rebaño y terneros del establo;
tartamudean como insensatos
e inventan como David instrumentos musicales;
beben el vino en elegantes copas,
se ungen con el mejor de los aceites
pero no se conmueven para nada por la ruina de la casa de José.
Por eso irán al destierro,
a la cabeza de los deportados,
y se acabará la orgía de los disolutos».
Esto dice el Señor omnipotente:
«¡Ay de aquellos que se sienten seguros en Sion,
confiados en la montaña de Samaría!
Se acuestan en lechos de marfil,
se arrellanan en sus divanes,
comen corderos del rebaño y terneros del establo;
tartamudean como insensatos
e inventan como David instrumentos musicales;
beben el vino en elegantes copas,
se ungen con el mejor de los aceites
pero no se conmueven para nada por la ruina de la casa de José.
Por eso irán al destierro,
a la cabeza de los deportados,
y se acabará la orgía de los disolutos».
GUÍA: El profeta Amós hace una llamada a los
disolutos, a los alejados. Lo que agrada a Dios es la compasión y la
misericordia hacia los hermanos. Líbranos del mal. Danos tu misericordia y haz
que la compartamos. Perdona nuestro mal y cambia nuestras actitudes. SILENCIO DE GRACIA, DE PERDÓN, DE RECONCILIACIÓN.
De la primera carta del apóstol san
Pablo a Timoteo (6,11-16):
Hombre de Dios, busca la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.
Combate el buen combate de la fe, conquista la vida eterna, a la que fuiste llamado y que tú profesaste noblemente delante de muchos testigos.
Delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Cristo Jesús, que proclamó tan noble profesión de fe ante Poncio Pilato, te ordeno que guardes el mandamiento sin mancha ni reproche hasta la manifestación de nuestro Señor Jesucristo, que, en el tiempo apropiado, mostrará el bienaventurado y único Soberano, Rey de los reyes y Señor de los señores, el único que posee la inmortalidad, que habita una luz inaccesible, a quien ningún hombre ha visto ni puede ver.
A él honor y poder eterno. Amén.
Hombre de Dios, busca la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.
Combate el buen combate de la fe, conquista la vida eterna, a la que fuiste llamado y que tú profesaste noblemente delante de muchos testigos.
Delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Cristo Jesús, que proclamó tan noble profesión de fe ante Poncio Pilato, te ordeno que guardes el mandamiento sin mancha ni reproche hasta la manifestación de nuestro Señor Jesucristo, que, en el tiempo apropiado, mostrará el bienaventurado y único Soberano, Rey de los reyes y Señor de los señores, el único que posee la inmortalidad, que habita una luz inaccesible, a quien ningún hombre ha visto ni puede ver.
A él honor y poder eterno. Amén.
GUÍA: Buscar
la justicia, la fe, el amor, ante el
Padre Dios y ante Jesús, su Hijo. Todo un plan para unirse a ellos y al
Espíritu, que activa todo don. Nos unimos a Él y orientamos nuestro actuar en
su dirección. Justicia, fe, amor para revestirnos del Espíritu de santidad.
¿Cómo recibimos su Palabra y la cumplimos? Hagamos nuestros pasos. SILENCIO DE APERTURA, COMPROMISO, AMOR.
Lectura del santo evangelio según
san Lucas (16,19-31):
En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos:
«Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba cada día.
Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que caía de la mesa del rico.
Y hasta los perros venían y le lamían las llagas.
Sucedió que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abrahán.
Murió también el rico y fue enterrado. Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno, y gritando, dijo:
“Padre Abrahán, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas”.
Pero Abrahán le dijo:
«Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro, a su vez, males: por eso ahora él es aquí consolado, mientras que tú eres atormentado.
Y, además, entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que los que quieran cruzar desde aquí hacia vosotros no puedan hacerlo, ni tampoco pasar de ahí hasta nosotros”.
Él dijo:
“Te ruego, entonces, padre, que le mandes a casa de mi padre, pues tengo cinco hermanos: que les dé testimonio de estas cosas, no sea que también ellos vengan a este lugar de tormento”.
Abrahán le dice:
“Tienen a Moisés y a los profetas: que los escuchen”. Pero él le dijo:
“No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a ellos, se arrepentirán”.
Abrahán le dijo:
«Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no se convencerán ni aunque resucite un muerto”».
En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos:
«Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba cada día.
Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que caía de la mesa del rico.
Y hasta los perros venían y le lamían las llagas.
Sucedió que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abrahán.
Murió también el rico y fue enterrado. Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno, y gritando, dijo:
“Padre Abrahán, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas”.
Pero Abrahán le dijo:
«Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro, a su vez, males: por eso ahora él es aquí consolado, mientras que tú eres atormentado.
Y, además, entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que los que quieran cruzar desde aquí hacia vosotros no puedan hacerlo, ni tampoco pasar de ahí hasta nosotros”.
Él dijo:
“Te ruego, entonces, padre, que le mandes a casa de mi padre, pues tengo cinco hermanos: que les dé testimonio de estas cosas, no sea que también ellos vengan a este lugar de tormento”.
Abrahán le dice:
“Tienen a Moisés y a los profetas: que los escuchen”. Pero él le dijo:
“No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a ellos, se arrepentirán”.
Abrahán le dijo:
«Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no se convencerán ni aunque resucite un muerto”».
GUÍA: El rico y el pobre Lázaro.
Muestran el resultado de sus vidas. Visualizamos cuál es nuestra situación,
cómo nos relacionamos con nuestros semejantes. En la sociedad se ve violencia,
falta de respeto a la persona, falta de respeto a la vida personal y de otros.
Es tiempo de construir un mundo que, apoyándose en Dios amor, desarrolle los
valores de la persona, según se nos dice en la Palabra. Que escuchen a los
profetas. Escuchar a Jesús y a los profetas
y poner en práctica lo que nos enseñan. SILENCIO DE ESCUCHA, ASIMILACIÓN Y COMPROMISO.
RECOGEMOS NUESTRA ORACIÓN, ¿CON QUÉ TE QUEDAS?
SILENCIO, ESCUCHA, APERTURA, GRACIAS, OFRENDA
INVOCAMOS A MARÍA, NUESTRA MADRE, QUE NOS ACOMPAÑE EN EL CAMINO.
NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON LAS PALABRAS DE JESÚS: PADRE NUESTRO.
Danos un corazón grande para amar. Danos un corazón fuerte para
luchar.
Hombres nuevos creadores de la
historia, constructores de nueva humanidad.
Hombres nuevos que viven la
existencia como riesgo de un largo caminar.
Hombres nuevos luchando en
esperanza, caminantes sedientos de verdad.
Hombres nuevos sin frenos ni
cadenas; hombres libres que exigen libertad.
Hombres nuevos amando sin fronteras por encima de razas y lugar;
hombres nuevos al lado de los pobres compartiendo con ellos techo y
pan.
"Ay de aquellos" Presenta la situación de los acomodados en su riqueza que no tienen en cuenta a los pobres. La distribución injusta de la riqueza puede endurecer el corazón. ¿Qué nos dice hoy?
ResponderEliminar"no se conmueven para nada por la ruina de la casa de José". Imitemos a Dios que es misericordioso y quiere un mundo de hermanos.
ResponderEliminar"Tú nos buscas, nos encuentras. Sentimos tu presencia, tu verdad y tu amor"Nos paramos para pensar en ti y ponernos en tu presencia. Gracias, Padre.
ResponderEliminar"Danos un corazón grande para amar. Danos un corazón fuerte para luchar".Tu presencia, Señor, entre nosotros alienta los ánimos y los fortalece en la fe.
ResponderEliminar"Hombres nuevos creadores de la historia, constructores de nueva humanidad". Con nuestro trabajo, esfuerzo, comprensión, como lo haría Jesús, colaboramos.
ResponderEliminar"no se conmueven para nada por la ruina de la casa de José" ¿Participamos de la dureza o de la compasión hacia los hermanos?
ResponderEliminar"Hombre de Dios, busca la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre." Un buen programa para nuestro ser cristiano. Que el Espíritu santo derrame sus dones sobre nosotros.
ResponderEliminar"Hombres nuevos que viven la existencia como riesgo de un largo caminar." El Papa Francisco insiste que no hay que balconear la vida. No mirar de lejos sino compromiso en el momento concreto. ¿Reflexionamos sobre lo que hacemos?
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