REZA Y COMPARTE
NO VOLVERÁ VACÍA
GUÍA DE ORACIÓN 12-07- 20
GUÍA: Mi Palabra no volverá vacía. Hacemos eco de esta Palabra de hoy y nos disponemos a hacer nuestra oración. Nos unimos al Padre que nos llama, al Hijo Jesús que transmite la Palabra y que él mismo es Palabra; al Espíritu Santo que reparte sus dones: Luz, acogida, apertura. SILENCIO DE ESCUCHA, DE CLARIFICACIÓN Y MISIÓN.
Del libro de Isaías (55,10-11):
Así dice el Señor: «Como bajan la lluvia y la nieve del cielo, y no vuelven allá sino después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar, para que dé semilla al sembrador y pan al que come, así será mi palabra, que sale de mi boca: no volverá a mí vacía, sino que hará mi voluntad y cumplirá mi encargo.»
GUÍA: Isaías nos dice que la Palabra baja a los campos, como la lluvia. Los fertiliza y hace que den fruto. Cumplirá su encargo. Puestos ant el Señor, agradecemos sus comunicaciones y dejamos que dé fruto en nuestra vida. Con María, guardamos la Palabra en el corazón y nos sentimos portadores de luz y de vida a nuestro mundo. SILENCIO DE ESPERA, DE UNIÓN Y DE APERTURA.
De la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (8,18-23):
Sostengo que los sufrimientos de ahora no pesan lo que la gloria que un día se nos descubrirá. Porque la creación, expectante, está aguardando la plena manifestación de los hijos de Dios; ella fue sometida a la frustración, no por su voluntad, sino por uno que la sometió; pero fue con la esperanza de que la creación misma se vería liberada de la esclavitud de la corrupción, para entrar en la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Porque sabemos que hasta hoy la creación entera está gimiendo toda ella con dolores de parto. Y no sólo eso; también nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos en nuestro interior, aguardando la hora de ser hijos de Dios, la redención de nuestro cuerpo.
GUÍA: Toda la creación gime para verse libre de la esclavitud y de toda corrupción. También nosotros gemimos por vernos libres y gemimos por la manifestación de ser hijos de Dios. Somos ya hijos de Dios pero se completa por obra de Dios y por la participación en su gracia. Agradecemos su acción y su misericordia. Pedimos que complete en nosotros lo que nos falta, para su gloria. SILENCIO DE ALEGRÍA POR SER HIJOS DE DIOS, DE COMPROMISO FILIAL ANTE SU VOLUNTAD.
Del santo evangelio según san Mateo (13,1-23):
Aquel día, salió Jesús de casa y se sentó junto al lago. Y acudió a él tanta gente que tuvo que subirse a una barca; se sentó, y la gente se quedó de pie en la orilla.
Les habló mucho rato en parábolas: «Salió el sembrador a sembrar. Al sembrar, un poco cayó al borde del camino; vinieron los pájaros y se lo comieron. Otro poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra, y, como la tierra no era profunda, brotó en seguida; pero, en cuanto salió el sol, se abrasó y por falta de raíz se secó. Otro poco cayó entre zarzas, que crecieron y lo ahogaron. El resto cayó en tierra buena y dio grano: unos, ciento; otros, sesenta; otros, treinta. El que tenga oídos que oiga.»
GUÍA: La semilla cae entre piedras, nace pero se seca por falta de tierra. Otra semilla cae entre abrojos, maleza. También sale pero no prospera. Otra cae en tierra buena y da fruto abundante. Nuestra tierra ha de ser buena tierra. Cuidemos la tierra, quitemos las piedras, la maleza. Son trabajos del labrador que quiere buen fruto. Busquemos lo que ahoga a la semilla, en nuestra vida. Pidamos lo que necesitamos para mejorar la tierra. SILENCIO DE BÚSQUEDA, DE PETICIÓN, DE PROMESA.
SINTETIZAMOS LA ORACIÓN, UNA FRASE NOS AYUDA A RECORDAR.
CONFIANZA, PRESENCIA, AMOR, ACCIÓN.
INVOCAMOS A MARÍA, NUESTRA MADRE Y MAESTRA DE ORACIÓN.
NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON LAS PALABRAS DE JESÚS: PADRE
NUESTRO.
CANTAMOS
cesareo gabarain
una mañana el sembrador sembró en mi vida su bondad.
Cada mañana el sembrador sembrando está en mi corazón,
cada mañana el sembrador espera el trigo de mi amor.
2. Una mañana el sembrador sembró el camino y el pedregal;
una mañana el sembrador no pudo entrar en mi heredad.
3. Una mañana el sembrador en tierra buena quiso sembrar;
una mañana el sembrador tan solo espinas pudo hallar.
4. Una mañana el sembrador en cada grano cien quiere hallar;
una mañana el sembrador sembró en mi vida con afán.