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viernes, 13 de abril de 2018

DIOS LO GLORIFICÓ


                                                                                    
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DIOS  LO  GLORIFICÓ

GUÍA DE ORACIÓN 15-04-18

GUÍA: La Pascua, Jesús Resucitado nos convoca de nuevo,  el domingo. Viene a nosotros, quiere que la reconozcamos. Nuestra oración de hoy descubre a Jesús. Sus palabras nos calientan el corazón y nos disponen a creer, a confiar en él. Nos disponen a admitirle en nuestra vida. Estamos en  el interior y le expresamos lo que pensamos y sentimos. SILENCIO DE  RECONOCIMIENTO, ACEPTACIÓN, COMUNICACIÓN

Del libro de los Hechos de los Apóstoles (3,13-15.17-19):

En aquellos días, Pedro dijo a la gente: «El Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jesús, al que vosotros entregasteis y rechazasteis ante Pilato, cuando había decidido soltarlo. Rechazasteis al santo, al justo, y pedisteis el indulto de un asesino; matasteis al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos. Sin embargo, hermanos, sé que lo hicisteis por ignorancia, y vuestras autoridades lo mismo; pero Dios cumplió de esta manera lo que había dicho por los profetas, que su Mesías tenía que padecer. Por tanto, arrepentíos y convertíos, para que se borren vuestros pecados.»

GUÍA: Dios ha glorificado a Jesús, el crucificado. Somos testigos de ello, dice Pedro. Ante el pueblo, ensalza al Maestro y pide el arrepentimiento, la conversión. ¿Cómo resuenan estas palabras en nuestros oídos?
Puesto que hemos colaborado en la muerte con el pecado, somos salvados por la resurrección. Dejemos que el agradecimiento, el perdón, la conversión lleguen a nosotros. Sintamos la resurrección en el cambio de conducta. SILENCIO AGRADECIDO Y ADORADOR

De la primera carta del apóstol san Juan (2,1-5):

Hijos míos, os escribo esto para que no pequéis. Pero, si alguno peca, tenemos a uno que abogue ante el Padre: a Jesucristo, el Justo. Él es víctima de propiciación por nuestros pecados, no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero.
En esto sabemos que lo conocemos: en que guardamos sus mandamientos. Quien dice: «Yo lo conozco», y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no está en él. Pero quien guarda su palabra, ciertamente el amor de Dios ha llegado en él a su plenitud. En esto conocemos que estamos en él.


GUÍA: San Juan en su carta, nos comunica que tenemos a Jesús resucitado, defensor nuestro. Ha sido víctima por nuestro pecado y el pecado de todo el mundo. Le conocemos cuando guardamos los mandamientos. Sólo así, la verdad habitará en nosotros.
Analizamos lo que somos y si esa verdad del amor y los mandamientos son algo vivo en nuestro ser. SILENCIO DE ENCUENTRO PERSONAL, DE VERIFICACIÓN Y COMPROMISO.

Del santo evangelio según san Lucas (24,35-48):

En aquel tiempo, contaban los discípulos lo que les había pasado por el camino y cómo habían reconocido a Jesús al partir el pan.
Estaban hablando de estas cosas, cuando se presenta Jesús en medio de ellos y les dice: «Paz a vosotros.»
Llenos de miedo por la sorpresa, creían ver un fantasma.
Él les dijo: «¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro interior? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un fantasma no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo.»
Dicho esto, les mostró las manos y los pies.
Y como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo: «¿Tenéis ahí algo que comer?»
Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. Él lo tomó y comió delante de ellos.
Y les dijo: «Esto es lo que os decía mientras estaba con vosotros: que todo lo escrito en la ley de Moisés y en los profetas y salmos acerca de mí tenía que cumplirse.»
Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras.
Y añadió: «Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día, y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto.»


GUÍA: Mientras hablaban Jesús se presentó en medio de ellos. No le reconocían. Jesús se da a conocer, les muestra sus manos y sus pies. Les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras. Mucho interés por su parte para que le reconozcan.
También hoy sigues teniendo ese interés para que te veamos y reconozcamos. Cuida nuestra mente y corazón para que tu luz llegue a nosotros. Presentémosle nuestros momentos malos y hablemos con él sobre cómo mejorar y aumentar la fe y el compromiso, cómo ser testigos. SILENCIO DE ENCUENTRO, DE PERDÓN Y TESTIMONIO.

RECOGEMOS AL ORACIÓN, UNA FRASE NOS AYUDA.

PRESENTAMOS LO QUE SOMOS, LO QUE QUEREMOS SER, AGRADECEMOS

INVOCAMOS A MARÍA  COMO MADRE Y GUÍA

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON LAS PALABRAS DE JESÚS

CANTAMOS



Mirad, Jesús resucita hoy/ Mirad, la tumba está vacía 
El Padre ha pensado en él/ De los hombres es Señor, 
De la vida, Salvador 

Mirad, Jesús resucita hoy/ Mirad, vive a nuestro lado 
La muerte no tiene poder/ Proclamad por la fe 
Que está vivo y somos libres porque 

El resucita hoy el vive entre nosotros es Cristo el Señor 
Aleluya… aleluya (bis) 

Mirad, Jesús resucita hoy/ Nos da la paz con su palabra 
El gozo vuelve al corazón/ Con su Espíritu de amor 
Nuestra vida cambiará 
Mirad Jesús resucita hoy/ Su amor no nos dejará 
Su fuerza nos empujará/ El será guía y luz 
Esperanza y fortaleza porque… 

El resucita hoy/ El vive entre nosotros 
Es Cristo, el Señor/ Aleluya, aleluya (bis)





https://www.youtube.com/watch?v=1IrtcI2x_Sg