REZA Y
COMPARTE
SE
LEVANTARÁ MIGUEL
GUÍA DE
ORACIÓN 18-11-18
GUÍA: Aquí estoy, Señor.
Aquí estamos, Padre. Con Jesús nos sentimos en tu presencia. Nos consideramos
señalados e invitados a tu fiesta. Cuenta con nosotros para tu acción, para tu
obra salvadora. Nuestro silencio te acoge, Te adora, espera tu bondad de Padre, tu entrega de Hijo,
tu sabiduría de Espíritu. SILENCIO DE FE, DE ACOGIDA, DE ADORACIÓN.
De la
profecía de Daniel (12,1-3):
Por aquel tiempo se levantará Miguel, el arcángel que se ocupa de tu pueblo: serán tiempos difíciles, como no los ha habido desde que hubo naciones hasta ahora. Entonces se salvará tu pueblo: todos los inscritos en el libro. Muchos de los que duermen en el polvo despertarán: unos para vida eterna, otros para ignominia perpetua. Los sabios brillarán como el fulgor del firmamento, y los que enseñaron a muchos la justicia, como las estrellas, por toda la eternidad.
Por aquel tiempo se levantará Miguel, el arcángel que se ocupa de tu pueblo: serán tiempos difíciles, como no los ha habido desde que hubo naciones hasta ahora. Entonces se salvará tu pueblo: todos los inscritos en el libro. Muchos de los que duermen en el polvo despertarán: unos para vida eterna, otros para ignominia perpetua. Los sabios brillarán como el fulgor del firmamento, y los que enseñaron a muchos la justicia, como las estrellas, por toda la eternidad.
GUÍA: Miguel, el arcángel, que se ocupa de tu pueblo, está ahí. Defensor de tu
pueblo, lo salvará. En la gran batalla del bien y del mal estamos implicados.
Cada uno brilla con su luz. Es momento de descubrir la nuestra. Momento de ser
responsables de nuestras acciones. Acciones que salvan o destruyen el bien de
todos. SILENCIO PARA EXAMINAR NUESTRA
LUZ, PARA AVIVARLA EN LA ESPERANZA Y EL AMOR
Lectura de la carta a los Hebreos (10,11-14.18):
Cualquier otro sacerdote ejerce su ministerio, diariamente ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, porque de ningún modo pueden borrar los pecados. Pero Cristo ofreció por los pecados, para siempre jamás, un solo sacrificio; está sentado a la derecha de Dios y espera el tiempo que falta hasta que sus enemigos sean puestos como estrado de sus pies. Con una sola ofrenda ha perfeccionado para siempre a los que van siendo consagrados. Donde hay perdón, no hay ofrenda por los pecados.
Cualquier otro sacerdote ejerce su ministerio, diariamente ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, porque de ningún modo pueden borrar los pecados. Pero Cristo ofreció por los pecados, para siempre jamás, un solo sacrificio; está sentado a la derecha de Dios y espera el tiempo que falta hasta que sus enemigos sean puestos como estrado de sus pies. Con una sola ofrenda ha perfeccionado para siempre a los que van siendo consagrados. Donde hay perdón, no hay ofrenda por los pecados.
GUÍA: Cristo sacerdote, ofrecido por los
pecados para siempre. A la derecha del Padre. Sus enemigos serán sometidos. Su
salvación se extiende para siempre. Nos visualizamos ante el Padre Dios y
perdonados por su gracia. Agradecemos su amor y su perdón. Participamos de su
alegría. La compartimos con nuestro mundo. SILENCIO
DE PRESENCIA, DE PERDÓN, DE GRACIAS.
Lectura del santo evangelio según san Marcos
(13,24-32):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «En aquellos días, después de esa gran angustia, el sol se hará tinieblas, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, los astros se tambalearán. Entonces verán venir al Hijo del hombre sobre las nubes con gran poder y majestad; enviará a los ángeles para reunir a sus elegidos de los cuatro vientos, de horizonte a horizonte. Aprended de esta parábola de la higuera: Cuando las ramas se ponen tiernas y brotan las yemas, deducís que el verano está cerca; pues cuando veáis vosotros suceder esto, sabed que él está cerca, a la puerta. Os aseguro que no pasará esta generación antes que todo se cumpla. El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán, aunque el día y la hora nadie lo sabe, ni los ángeles del cielo ni el Hijo, sólo el Padre.»
GUÍA: Vendrá el Hijo del Hombre con poder. Los ángeles reunirán a los elegidos de de toda la tierra. Sabed que él está cerca. Hacemos nuestras estas palabras: Vendrá, poder…elegidos…cerca.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «En aquellos días, después de esa gran angustia, el sol se hará tinieblas, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, los astros se tambalearán. Entonces verán venir al Hijo del hombre sobre las nubes con gran poder y majestad; enviará a los ángeles para reunir a sus elegidos de los cuatro vientos, de horizonte a horizonte. Aprended de esta parábola de la higuera: Cuando las ramas se ponen tiernas y brotan las yemas, deducís que el verano está cerca; pues cuando veáis vosotros suceder esto, sabed que él está cerca, a la puerta. Os aseguro que no pasará esta generación antes que todo se cumpla. El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán, aunque el día y la hora nadie lo sabe, ni los ángeles del cielo ni el Hijo, sólo el Padre.»
GUÍA: Vendrá el Hijo del Hombre con poder. Los ángeles reunirán a los elegidos de de toda la tierra. Sabed que él está cerca. Hacemos nuestras estas palabras: Vendrá, poder…elegidos…cerca.
Ven, Señor, esperamos tu venida, sentimos tu poder salvador ya ahora.
Elegidos…cada día, para el Reino de Dios.
Estás cerca. SILENCIO DE PARTICIPACIÓN
EN LOS HECHOS, DE INCLUSIÓN EN LOS ELEGIDOS, MENSAJEROS DE SALVACIÓN.
SINTETIZAMOS NUESTRA ORACIÓN: UNA
FRASE AYUDA.
AGRADECEMOS, OFRECEMOS, SOMOS
PRESENCIA.
INVOCAMOS A MARÍA COMPAÑERA DE CAMINO.
NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON JESÚS:
PADRE NUESTRO …
CANTAMOS
Por medio del Bautismo renacemos;
en agua que nos salva nos bañamos.
Pasamos de la carne y de lo humano
al mundo de la gracia y de lo eterno.
en agua que nos salva nos bañamos.
Pasamos de la carne y de lo humano
al mundo de la gracia y de lo eterno.
Guiados por la luz que recibimos;
ungidos como reyes en la frente.
Tu marca salvadora en nuestras almas,
grabada en nuestra entraña para siempre.