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viernes, 17 de enero de 2020

DIOS ES MI FUERZA


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DIOS ES MI FUERZA

GUÍA DE ORACIÓN 19-01-20

GUÍA:  Aquí estamos, Padre Dios. Queremos abrir nuestros oídos y corazón a tu Palabra, conocerte un poco más y unirnos a lo que tú quieres para nosotros y para el mundo. Tú eres la fuerza que sostiene nuestra vida, nuestra fe. Te esperamos en nuestro ser y en la humanidad que te busca. Somos buscadores de tu realidad y te conocemos como buscador de nuestro bien y nuestra felicidad. SILENCIO DE INTERIORIZACIÓN, PRESENCIA Y FE.

 Del libro de Isaías (49,3.5-6):

ME dijo el Señor: «Tu eres mi siervo, Israel, por medio de ti me glorificaré».
Y ahora dice el Señor, el que me formó desde el vientre como siervo suyo,
para que le devolviese a Jacob, para que le reuniera a Israel; he sido glorificado a los ojos de Dios.
Y mi Dios era mi fuerza: «Es poco que seas mi siervo para restablecer las tribus de Jacob y traer de vuelta a los supervivientes de Israel.
Te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra».

R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad

2. GUÍA: Isaías nos habla del siervo  de Yahvé.                                                                                         Dice: Eres mi siervo, de quien estoy orgulloso. Se le atribuye a Jesús . Queremos captar sus sentimientos hacia el Padre y mutuamente. Te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance el confín de la tierra. Nos paramos en estas palabras y su significado. El siervo, Jesús, es amado por el Padre y le encomienda su misión de salvación. Nosotros, hijos, nos unimos a su acción de adoración al Padre y de salvación para la humanidad. SILENCIO DE ACOGIDA, DE IDENTIFICACIÓN, DE CONFIANZA.

 De la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (1,1-3):

PABLO, llamado a ser apóstol de Jesucristo por voluntad de Dios, y Sóstenes, nuestro hermano, a la Iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados por Jesucristo, llamados santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro: a vosotros, gracia y paz de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

GUÍA: Pablo escribe a los corintios. Se presenta como apóstol de Jesucristo para la iglesia de Dios en Corinto. Acogemos el don de su palabra, su comunicación al pueblo de dios y a los que invocan a Jesucristo.
Nos sentimos pueblo de Dios por el Bautismo, invocamos a Jesucristo desde la fe. Recibimos l agracia y la paz desde el Padre y desde Jesucristo, su Hijo. SILENCIO PARA AGRADECER, CREER, DAR RESPUESTA.

Del santo evangelio según san Juan (1,29-34):

EN aquel tiempo, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó:
«Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo dije: “Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo”. Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua, para que sea manifestado a Israel».
Y Juan dio testimonio diciendo:
«He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma, y se posó sobre él.
Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo:
“Aquel sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ese es el que bautiza con Espíritu Santo”.
Y yo lo he visto y he dado testimonio de que este es el Hijo de Dios».

GUÍA: Juan ve a Jesús y dice: éste es el cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Nos unimos a él, Jesús, para participar de su ser salvador y de su misión entre los hombres y mujeres de hoy. El Bautismo nos ha unido a Cristo, nos ha injertado en su ser Hijo y hermano. El agua nos ha limpiado. Tomamos conciencia de ello. Valoramos hasta dónde lo somos. Confiemos en su presencia y acción. SILENCIO DE UNIÓN, CONFIANZA, Y ACCIÓN.

RECOGEMOS LA ORACIÓN. UNA FRASE NOS AYUDA A RECORDARLA.

CONFIAMOS, AGRADECEMOS, PEDIMOS, ADORAMOS

INVOCAMOS A MARÍA QUE NOS ACOMPAÑA EN NUESTRO CAMINO.

NOS DIRIGIMOS AL PADRE. CONFIAMOS EN ÉL  Y DECIMOS CON JESÚS: PADRE NUESTRO.
 CANTAMOS

Siempre confío en mi Dios, (2)
Él me conduce, no temo. Me acompaña al caminar
Aunque sin luz camine yo en la noche, aunque el temor me impida avanzar.
Aunque perdido yo vaya por las calles,
Sin encontrar amor y amistad.
Aunque yo inquieto me mueva todo el día,
Sin encontrar la paz del corazón.
Aunque las fuerzas me falten en la vida,
Y la ilusión se apague frente a mí.
Aunque el camino se oculte en las tinieblas.
Aunque no vea tu sombra avanzar