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viernes, 13 de septiembre de 2019

SE HA PERVERTIDO TU PUEBLO



REZA Y COMPARTE

SE HA PERVERTIDO TU PUEBLO

GUÍA DE ORACIÓN 15-09-19

GUÍA: Moisés estaba en el monte. Oraba, hablaba con Dios. Le dice que el pueblo se ha pervertido.  Estamos en nuestra situación. Subimos a tu monte santo. Tu presencia nos expresa el conocimiento que tiene de cada uno de nosotros. Nos hablas también del pueblo. Lo captamos y nos identificamos como necesitados de luz, de misericordia. SILENCIO DE TOMA DE CONCIENCIA, DE ESCUCHA, DE PERDÓN.

Del libro del Éxodo (32,7-11.13-14):

En aquellos días, el Señor dijo a Moisés:
«Anda, baja de la montaña, que se ha pervertido tu pueblo, el que tú sacaste de Egipto. Pronto se han desviado del camino que yo les había señalado. Se han hecho un becerro de metal, se postran ante él, le ofrecen sacrificios y proclaman: “Este es tu Dios, Israel, el que te sacó de Egipto”».
Y el Señor añadió a Moisés:
«Veo que este pueblo es un pueblo de dura cerviz. Por eso, déjame: mi ira se va a encender contra ellos hasta consumirlos. Y de ti haré un gran pueblo».
Entonces Moisés suplicó al Señor, su Dios:
«¿Por qué, Señor, se va a encender tu ira contra tu pueblo, que tú sacaste de Egipto, con gran poder y mano robusta? Acuérdate de tus siervos, Abrahán, Isaac e Israel, a quienes juraste por ti mismo: “Multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas del cielo, y toda esta tierra de que he hablado se la daré a vuestra descendencia para que la posea por siempre”».
Entonces se arrepintió el Señor de la amenaza que había pronunciado contra su pueblo.

GUÍA: Moisés suplica misericordia  a Dios. Le dice que recuerde la promesa hecha a los padres. Dios atiende a Moisés y se arrepiente de la amenaza hecha contra el pueblo. Visualizamos el momento. Sentimos el perdón y la renovación de su promesa.  También nosotros y nuestro pueblo nos pervertimos, nos alejamos de Dios, decimos que creemos pero no nos relacionamos con él. Surgen  sentimientos de arrepentimiento y agradecimiento. SILENCIO DE ARREPENTIMIENTO, DE ACOGER EL PERDÓN, DE DAR GRACIAS.


De la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo (1,12-17):


QUERIDO hermano:
Doy gracias a Cristo Jesús, Señor nuestro, que me hizo capaz, se fió de mí y me confió este ministerio, a mí, que antes era un blasfemo, un perseguidor y un insolente.
Pero Dios tuvo compasión de mí porque no sabía lo que hacía, pues estaba lejos de la fe; sin embargo, la gracia de nuestro Señor sobreabundó en mí junto con la fe y el amor que tienen su fundamento en Cristo Jesús.
Es palabra digna de crédito y merecedora de total aceptación que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, y yo soy el primero; pero por esto precisamente se compadeció de mí: para que yo fuese el primero en el que Cristo Jesús mostrase toda su paciencia y para que me convirtiera en un modelo de los que han de creer en él y tener vida eterna.
Al Rey de los siglos, inmortal, invisible, único Dios, honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.

GUÍA: Pablo da gracias a Dios que le hace capaz y le ha concedido el ministerio de llevar su palabra al pueblo y ser testigo de ella. Vivimos el momento de nuestro compromiso con Cristo. Somos enviados a ser testigos de la fe que profesamos. Pedimos confianza y fortaleza para llevarlo a cabo. SILENCIO DE DESCUBRIMIENTO, DE AMOR Y DECISIÓN.

Lectura del santo evangelio según san Lucas (15,1-32):

EN aquel tiempo, solían acercarse a Jesús todos los publicanos y los pecadores a escucharlo. Y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo:
«Ese acoge a los pecadores y come con ellos».
Jesús les dijo esta parábola:
«¿Quién de vosotros que tiene cien ovejas y pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto y va tras la descarriada, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y, al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos, y les dice:
“¡Alegraos conmigo!, he encontrado la oveja que se me había perdido”.
Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse.
O ¿qué mujer que tiene diez monedas, si se le pierde una, no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, reúne a las amigas y a las vecinas y les dice:
“Alegraos conmigo!, he encontrado la moneda que se me había perdido”.
Os digo que la misma alegría tendrán los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta».
GUÍA: Una  parábola nos presenta al buen pastar que busca la oveja perdida y la alegría que experimenta al encontrarla.  La parábola de la mujer que pierde una moneda: barre, busca, encuentra su dinero y hace fiesta con sus amigas. Estamos ahí. Somos encontrados. Nuestra oración se hace alegría por el encuentro y por la acogida de nuestro pastor, Jesús. Él perdona nuestros fallos y distancias. Nos quiere cerca. SILENCIO DE ENCUENTRO, PERDÓN Y FIESTA.

RECOGEMOS NUESTRA ORACIÓN, SINTETIZAMOS, UNA FRASE PARA RECORDAR

AGRADECEMOS, OFRECEMOS, NOS SENTIMOS AMADOS

INVOCAMOS A MARÍA, NUESTRA MADRE, VIENE CON NOSOTROS AL CAMINO DE LA VIDA.

NOS DIRIGIMOS AL PADRE, CON LAS PALABRAS DE JESÚS: PADRE NUESTRO…
CANTAMOS

 
   RE                    LA         RE
1.Siempre en la vida hay algo que crear,
   fa#                   SOL     mi      fa#
siempre en la vida hay cumbres que alcanzar
   si                    LA7
siempre en la vida hay flores,
               RE    LA7    si
siempre hay cruces que llevar.
 mi          LA7              RE  LA7
SIENTETE PEREGRINO Y ECHA A ANDAR.
2.Siempre en la vida hay algo que crear,
mil proclamas al viento que gritar,
una casa gigante que nos pueda cobijar
  mi                   SOL   RE
A TODOS LOS PEREGRINOS DE LA PAZ.
3.Siempre en la vida hay algo en que soñar,
siempre hay una Madre a quien rezar;
siempre hay un camino
que nos lleva más allá. SIENTETE...
4.Siempre en la vida hay algo en que esperar
un cielo y una tierra que El nos da;
una oración al Padre que nos haga levantar
un mundo sin privilegios y en igualdad.
5.Sólo El es la vida y la verdad,
sólo El la alegría y la amistad.
Sólo El es la ruta de la nueva humanidad;
síguele muy de cerca y vivirás.



viernes, 6 de septiembre de 2019

TÚ, NUESTRO REFUGIO



REZA Y COMPARTE

TÚ, NUESTRO REFUGIO

GUÍA DE ORACIÓN 08-09-19

GUÍA: Tú, nuestro refugio. Eres fuerza, luz y alegría para nosotros. La marcha es difícil y tú eres el lugar seguro,  donde encontramos la fuerza  que renueva  y vigoriza. Eres luz que ilumina la oscuridad. Eres la alegría que se extiende por nuestro ser y llega a los demás. Te recibimos con ánimo y esperanza. Ven Jesús,  ven Espíritu de Dios. SILENCIO DE ACOGIDA, DE ILUMINACIÓN, DE CONFIANZA.

Del libro de la Sabiduría (9,13-18):

¿Qué hombre conocerá el designio de Dios?,
o ¿quién se imaginará lo que el Señor quiere?
Los pensamientos de los mortales son frágiles
e inseguros nuestros razonamientos,
porque el cuerpo mortal oprime el alma
y esta tienda terrena abruma la mente pensativa.
Si apenas vislumbramos lo que hay sobre la tierra
y con fatiga descubrimos lo que está a nuestro alcance,
¿quién rastreará lo que está en el cielo?,
¿quién conocerá tus designios, si tú no le das sabiduría
y le envías tu santo espíritu desde lo alto?
Así se enderezaron las sendas de los terrestres,
los hombres aprendieron lo que te agrada
y se salvaron por la sabiduría».


GUÍA:  ¿Quién conocerá los designios de Dios? El silencio nos acerca a ti. Esperamos tu venida. Que tus pensamientos  iluminen los nuestros. Envíanos tu sabiduría que actúe en nuestra mente y nuestro corazón. Envíala y te conoceremos mejor. Enderezará nuestras sendas, aprenderemos lo que te agrada.  SILENCIO QUE ACEPTA, DIRIGE, ALCANZA.

De la carta del apóstol san Pablo a Filemón (9b-10.12-17):

Querido hermano: Yo, Pablo, anciano, y ahora prisionero por Cristo Jesús, te recomiendo a Onésimo, mi hijo, a quien engendré en la prisión Te lo envío como a hijo.
Me hubiera gustado retenerlo junto a mí, para que me sirviera en nombre tuyo en esta prisión que sufro por el Evangelio; pero no he querido retenerlo sin contar contigo: así me harás este favor, no a la fuerza, sino con toda libertad.
Quizá se apartó de ti por breve tiempo para que lo recobres ahora para siempre; y no como esclavo, sino como algo mejor que un esclavo, como un hermano querido, que silo es mucho para mí, cuánto más para ti, humanamente y en el Señor.
Si me consideras compañero tuyo, recíbelo a él como a mí.


GUÍA: Te recomiendo a Onésimo. Cuida de él. Cuida su vida cristiana. Lo dice Pablo. Podemos visualizar cómo hay personas que se nos han confiado: los amigos, personas de nuestro alrededor. Cuidar a cada persona y su vida cristiana es algo que nos compete. Si somos cristianos, bautizados, hemos de llevar adelante la causa de Jesús. Nos interrogamos y valoramos nuestra forma de actuar.  SILENCIO DE VALORACIÓN DE LAS ACTITUDES PERSONALES, COMPROMISOS QUE NOS ESTIMULAN.

Lectura del santo evangelio según san Lucas (14,25-33):

En aquel tiempo, mucha gente acompañaba a Jesús; él se volvió y les dijo:
«Si alguno viene a mí y no pospone a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío.
Quien no carga con su cruz y viene en pos de mí, no puede ser discípulo mío.
Así, ¿quién de vosotros, si quiere construir una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla? No sea que, si echa los cimientos y no puede acabarla, se pongan a burlarse de él los que miran, diciendo:
“Este hombre empezó a construir y no pudo acabar”.
¿O qué rey, si va a dar la batalla a otro rey, no se sienta primero a deliberar si con diez mil hombres podrá salir al paso del que lo ataca con veinte mil?
Y si no, cuando el otro está todavía lejos, envía legados para pedir condiciones de paz.
Así pues, todo aquel de entre vosotros que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío».


GUÍA: Mucha gente le seguía pero Jesús pone condiciones: Posponer todo al hecho de seguirlo, de ser su discípulo. También hoy nos pide seguirle, tomando la cruz de cada día. Hacer posible la torre o la casa, con la ayuda de Dios y el propio esfuerzo. SILENCIO DE SEGUIMIENTO Y LIBERACIÓN INTERIOR.

RECOGEMOS  LOS SENTIMIENTOS DE LA ORACIÓN: UNA FRASE  PARA RECORDAR.

CONFIAMOS, ADORAMOS, DAMOS GRACIAS, OFRECEMOS.

INVOCAMOS A MARÍA QUE NOS ACOMPAÑA EN EL CAMINO 

NOS DIRIGIMOS AL PADRE JUNTO CON JESÚS: PADRE NUESTRO

CANTAMOS
EVANGELIO ES DECIR AMIGO

1. Evangelio es decir amigo, es decir hermano.
Evangelio es darte mi tiempo, es darte mi mano.
Evangelio es mirarte a los ojos, es reír contigo.
Es compartir tu pena, es llevarte a Cristo (bis).

2. Evangelio es llevar la paz siempre contigo.
Evangelio es amar de balde hasta caer rendido.
Evangelio es decir te amo a tu enemigo.
Abandonar tu vida en manos de Cristo (bis).
3. Evangelio es vivir como un pobre
que todo lo espera.
Evangelio es mirar al cielo con ojos de niño.
Evangelio es dar gracias al Padre al nacer el día.
Y continuar cantando al hacer camino (bis).
4. Evangelio es sembrar libertad, es vivir unidos.
Es llevar la esperanza a un mundo
que llora perdido.
Evangelio es romper cadenas, es abrir sepulcros.
No le busquéis muerto
que está entre los vivos (4 veces).

viernes, 5 de julio de 2019

ACLAMA AL SEÑOR TIERRA ENTERA




REZA Y COMPARTE

ACLAMA AL SEÑOR TIERRA ENTERA

GUÍA DE ORACIÓN 07-07-19

GUÍA: Nos centramos en la oración de hoy con un corazón humilde, abierto a la Palabra de Dios y obediente a sus deseos.  Padre, subimos a tu templo, a tu tienda. Todo es camino para tu presencia. Eres luz sin ocaso y encuentro para tus fieles. Ilumina nuestro camino. Te aclamamos con toda la tierra. SILENCIO DE LUZ, DE ENCUENTRO DE ENTREGA.

Lectura de la profecía de Isaías (66,10-14c):

Festejad a Jerusalén, gozad con ella, todos los que la amáis; alegraos de su alegría,
los que por ella llevasteis luto; mamaréis a sus pechos y os saciaréis de sus consuelos,
y apuraréis las delicias de sus ubres abundantes.
Porque así dice el Señor: «Yo haré derivar hacia ella, como un río, la paz, como un torrente en crecida, las riquezas de las naciones. Llevarán en brazos a sus criaturas
y sobre las rodillas las acariciarán; como a un niño a quien su madre consuela,
así os consolaré yo, y en Jerusalén seréis consolados.
Al verlo, se alegrará vuestro corazón, y vuestros huesos florecerán como un prado,
se manifestará a sus siervos la mano del Señor».

GUÍA: Yo haré derivar hacia ella (Jerusalén), como un río la paz. En Jerusalén seréis consolados. Isaías muestra la belleza de la ciudad santa, los dones de Dios a ella y a sus hijos. En ella seréis consolados. Nos sentimos favorecidos por Dios, Nos acercamos al torrente de su gracia. Agradecemos su grandeza y   su amor. Formar la ciudad y actuar como hijos fieles. SILENCIO DE ADMIRACIÓN, DE GLORIA Y DE FIDELIDAD.

Lectura de la carta de san Pablo a los Gálatas (6,14-18):

Hermanos:
Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por la cual el mundo está crucificado para mí, y yo para el mundo.
Pues lo que cuenta no es la circuncisión ni la incircuncisión, sino la nueva criatura.
La paz y la misericordia de Dios vengan sobre todos los que se ajustan a esta norma; también sobre el Israel de Dios.
En adelante, que nadie me moleste, pues yo llevo en mi cuerpo las marcas de Jesús.
La gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con vuestro espíritu, hermanos. Amén.

GUÍA: San Pablo se dirige a las Gálatas. Les manifiesta su entrega personal a Cristo. Crucificado par el mundo y el mundo para él. Valoramos esa unión y la fuerza de Dios  presente en nosotros y en nuestras acciones. Vamos dando pasos hacia Jesús, hacia el Padre y hacia el Espíritu. SILENCIO DE CERCANÍA, ACOGIDA Y CRECIMIENTO.

Lectura del santo evangelio según san Lucas (10,1-12.17-20):

EN aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos, y los mandó delante de él, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía:
«La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os envío como corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias; y no saludéis a nadie por el camino.
Cuando entréis en una casa, decid primero: “Paz a esta casa”. Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros.
Quedaos en la misma casa, comiendo y bebiendo de lo que tengan: porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa en casa.
Si entráis en una ciudad y os reciben, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya en ella, y decidles: “El reino de Dios ha llegado a vosotros”.
Pero si entráis en una ciudad y no os reciben, saliendo a sus plazas, decid: “Hasta el polvo de vuestra ciudad, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre vosotros. De todos modos, sabed que el reino de Dios ha llegado”.
Os digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para esa ciudad».
Los setenta y dos volvieron con alegría diciendo: «Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre».
Él les dijo: «Estaba viendo a Satanás caer del cielo como un rayo. Mirad: os he dado el poder de pisotear serpientes y escorpiones y todo poder del enemigo, y nada os hará daño alguno. Sin embargo, no estéis alegres porque se os someten los espíritus; estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo».



GUÍA: Jesús envía a los discípulos a predicar a los lugares que él iba a recorrer. Les da algunas recomendaciones: Bendecir, sanar a los enfermos, dar la paz, anunciar que el reino de Dios ha llegado. Es tarea nueva. Todos los cristianos por el Bautismo, somos enviados a transmitir a Jesús y su mensaje. Conviértenos a ti para que podamos ser testigos fieles. SILENCIO DE CONOCIMIENTO, COMPROMISO Y UNIÓN.

RECOGEMOS NUESTRA ORACIÓN, EN UNA FRASE PARA RECORDAR.

AGRADECEMOS, ALABAMOS, PEDIMOS, OFRECEMOS.

INVOCAMOS A MARÍA NUESTRA MADRE Y AMIGA.

NOS DIRIGIMOS AL PADRE  CON LAS PALABRAS DE JESÚS: PADRE NUESTRO…