GUÍA DE ORACIÓN
07-05-2017
GUÍA: Es el
domingo del Buen Pastor. Pedro y los apóstoles iban creciendo en la fe y
en la entrega al Resucitado. Hoy en nuestro interior encontramos a Jesús que se
nos presenta y conmueve con su mirada y sus palabras. Está para
nosotros, para ti y para mí. Dejamos que su figura, nos estimule, que su
resurrección cale nuestra existencia y cambie todo lo que nos aleja de él. Su
luz nos ilumina, amplía la mirada a nuestro mundo necesitado de paz, de luz y
de amor. SILENCIO ILUMINADO, AGRADECIDO, EXPANSIVO.
Del libro de los Hechos de los apóstoles (2,14a.36-41):
EL día de Pentecostés Pedro, poniéndose en pie junto a los Once, levantó su voz y declaró: «Con toda seguridad conozca toda la casa de Israel que al mismo Jesús, a quien vosotros crucificasteis, Dios lo ha constituido Señor y Mesías».
Al oír esto, se les traspasó el corazón, y preguntaron a Pedro y a los demás apóstoles:
«¿Qué tenemos que hacer, hermanos?»
Pedro les contestó:
«Convertíos y sea bautizado cada uno de vosotros en el nombre de Jesús, el Mesías, para perdón de vuestros pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque la promesa vale para vosotros y para vuestros hijos, y para los que están lejos, para cuantos llamare a sí el Señor Dios nuestro».
Con estas y otras muchas razones dio testimonio y los exhortaba diciendo:
«Salvaos de esta generación perversa».
Los que aceptaron sus palabras se bautizaron, y aquel día fueron agregadas unas tres mil personas.
GUÍA: La
multitud escucha a Pedro, siente el dolor de haber condenado a Jesús, siente la
promesa del Espíritu Santo y desea convertirse, bautizarse. Estos pasos se dan
también hoy en los cristianos y en los tocados por el Espíritu. Veamos cómo se
dan en cada uno de nosotros. En silencio descubrimos el poder de Dios en los
cambios y conversión de nuestro ser a
vivir conforme Jesús indica. SILENCIO
REFLEXIVO, ADMIRATIVO Y DE ADHESIÓN.
De la primera carta del apóstol san Pedro (2,20-25):
Queridos hermanos: Que aguantéis cuando sufrís por hacer el bien, eso es una gracia de parte de Dios. Pues para esto habéis sido llamados, porque también Cristo padeció por vosotros, dejándoos un ejemplo para que sigáis sus huellas. Él no cometió pecado
ni encontraron engaño en su boca. Él no devolvía el insulto cuando lo insultaban;
sufriendo no profería amenazas; sino que se entregaba al que juzga rectamente.
Él llevó nuestros pecados en su cuerpo hasta el leño, para que, muertos a los pecados, vivamos para la justicia.
Con sus heridas fuisteis curados. Pues andabais errantes como ovejas, pero ahora os habéis convertido al pastor y guardián de vuestras almas.
De la primera carta del apóstol san Pedro (2,20-25):
Queridos hermanos: Que aguantéis cuando sufrís por hacer el bien, eso es una gracia de parte de Dios. Pues para esto habéis sido llamados, porque también Cristo padeció por vosotros, dejándoos un ejemplo para que sigáis sus huellas. Él no cometió pecado
ni encontraron engaño en su boca. Él no devolvía el insulto cuando lo insultaban;
sufriendo no profería amenazas; sino que se entregaba al que juzga rectamente.
Él llevó nuestros pecados en su cuerpo hasta el leño, para que, muertos a los pecados, vivamos para la justicia.
Con sus heridas fuisteis curados. Pues andabais errantes como ovejas, pero ahora os habéis convertido al pastor y guardián de vuestras almas.
GUÍA: Pedro da consejos a los creyentes. Imitar a Jesús es
el camino. Sus heridas nos han curado. El programa de seguir a Jesús necesita
constancia, entrega. Andabais como ovejas sin pastor. Ahora Jesús es el pastor
y guardián de vuestras almas. Ahí en el interior recibimos al Espíritu que nos
hace conocer más al pastor y seguir sus huellas. SILENCIO ACOGEDOR, CONTEMPLATIVO, ENTREGADO.
Del santo evangelio según san Juan (10,1-10):
Del santo evangelio según san Juan (10,1-10):
En aquel tiempo, dijo Jesús: «En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ese es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A este le abre el guarda y las ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz; a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños».
Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús:
«En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon.
Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos.
El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estragos; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante».
GUÍA: La palabra pastor ha salido en las tres lecturas.
Nuestro corazón se halla envuelto en el ambiente que Jesús, buen Pastor, que prepara
a sus ovejas. Jesús se compara con el pastor que se preocupa y cuida a las
ovejas. Él es la puerta por donde han de entrar. Nos introducimos en los elementos de la comparación y
observamos nuestro lugar, nuestra situación, el seguimiento que hacemos. Padre
enséñanos a ser tus ovejas y que sigamos los silbos del Pastor. SILENCIO DE ENCUENTRO, Y DEDICACIÓN.
RECOGEMOS LAS FRASES MÁS IMPORTANTES.
OFRECEMOS, PEDIMOS, DAMOS GRACIAS,
INVOCAMOS A MARÍA especialmente por este mes de Mayo.
PADRE NUESTRO con Jesús y toda la humanidad.
EL SEÑOR ES MI PASTOR
NADA ME FALTA
EL SEÑOR ES MI PASTOR.
1.
En praderas reposa mi alma,
en su agua descansa mi sed.
El me guía por senderos justos
por amor, por amor de su nombre.
en su agua descansa mi sed.
El me guía por senderos justos
por amor, por amor de su nombre.
2.
Aunque pase por valles oscuros
ningún mal, ningún mal temeré
porque sé que el Señor va conmigo
su cayado sostiene mi fe.
ningún mal, ningún mal temeré
porque sé que el Señor va conmigo
su cayado sostiene mi fe.
3.
Tú preparas por mi una mesa
frente a aquellos que buscan mi mal
Con aceite me ungiste, Señor
y mi copa rebosa de ti.
frente a aquellos que buscan mi mal
Con aceite me ungiste, Señor
y mi copa rebosa de ti.
4.
Gloria a Dios, Padre omnipotente
y a su hijo Jesús, el Señor
y al Espíritu que habita en el mundo
por los siglos eternos. Amén.
y a su hijo Jesús, el Señor
y al Espíritu que habita en el mundo
por los siglos eternos. Amén.
Nico Montero