GUÍA.- Comenzamos nuestro encuentro de oración. El Señor nos llama hoy para escuchar sus palabras. Hacemos silencio en nosotros. En nuestro interior, nuestro castillo interior, como decía Santa Teresa, espera el Señor. Dejamos lo que nos distrae y ahí ante Él buscamos la posición que más nos guste. Nos dirigimos a Él como amigos. Le exponemos cómo estamos, Le pedimos luz para conocerle mejor, para descubrirle en la Palabra. Hoy se nos presenta la llamada de Samuel, San Pablo nos de la presencia del Espíritu en nuestro cuerpo, y el evangelio de San Juan nos narra la llamada de los primeros apóstoles.
Leemos cada lectura y entresacamos las frases que más nos impresionan. ¿Qué nos dicen hoy para nosotros?
Lectura del primer libro de Samuel (3,3b-10. 19):
En aquellos días, Samuel estaba acostado en el templo del Señor, donde estaba el arca de Dios. El Señor llamó a Samuel, y él respondió: «Aquí estoy.» Fue corriendo a donde estaba Elí y le dijo: «Aquí estoy; vengo porque me has llamado.» Respondió Elí: «No te he llamado; vuelve a acostarte.» Samuel volvió a acostarse. Volvió a llamar el Señor a Samuel. Él se levantó y fue a donde estaba Elí y le dijo: «Aquí estoy; vengo porque me has llamado.» Respondió Elí: «No te he llamado, hijo mío; vuelve a acostarte.»
Aún no conocía Samuel al Señor, pues no le había sido revelada la palabra del Señor.
Por tercera vez llamó el Señor a Samuel, y él se fue a donde estaba Elí y le dijo: «Aquí estoy; vengo porque me has llamado.» Elí comprendió que era el Señor quien llamaba al muchacho, y dijo a Samuel: «Anda, acuéstate; y si te llama alguien, responde: "Habla, Señor, que tu siervo te escucha."» Samuel fue y se acostó en su sitio.
El Señor se presentó y le llamó como antes: «¡Samuel, Samuel!» Él respondió: «Habla, que tu siervo te escucha.» Samuel crecía, y el Señor estaba con él; ninguna de sus palabras dejó de cumplirse.
Aún no conocía Samuel al Señor, pues no le había sido revelada la palabra del Señor.
Por tercera vez llamó el Señor a Samuel, y él se fue a donde estaba Elí y le dijo: «Aquí estoy; vengo porque me has llamado.» Elí comprendió que era el Señor quien llamaba al muchacho, y dijo a Samuel: «Anda, acuéstate; y si te llama alguien, responde: "Habla, Señor, que tu siervo te escucha."» Samuel fue y se acostó en su sitio.
El Señor se presentó y le llamó como antes: «¡Samuel, Samuel!» Él respondió: «Habla, que tu siervo te escucha.» Samuel crecía, y el Señor estaba con él; ninguna de sus palabras dejó de cumplirse.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (6,13c-15a.17-20)
…¿O es que no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo? Él habita en vosotros porque lo habéis recibido de Dios. No os poseéis en propiedad, porque os han comprado pagando un precio por vosotros. Por tanto, ¡glorificad a Dios con vuestro cuerpo!...
Lectura del santo evangelio según san Juan (1,35-42):
En aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús que pasaba, dice: «Éste es el Cordero de Dios.» Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta: «¿Qué buscáis?» Ellos le contestaron: «Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives?» Él les dijo: «Venid y lo veréis.» Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; serían las cuatro de la tarde. Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; encuentra primero a su hermano Simón y le dice: «Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo).»Y lo llevó a Jesús. Jesús se le quedó mirando y le dijo: «Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que se traduce Pedro).»
SILENCIO
GUÍA: Admiramos , agradecemos, alabamos, pedimos su gracia. Samuel no conoce la voz de Dios, Elí le dice que escuche. En la segunda lectura el Espíritu Santo habita en nosotros. Agradecemos su presencia y le pedimos nos ayude a estar atentas a su voz. El evangelio narra la llamada de los apóstoles. Ellos mismos se comunican y el grupo crece. Veamos cómo podemos seguir la invitación de Jesús hoy. Dentro de la Iglesia hay distintas formas y caminos.
El día a día nos va indicando lo que Jesús quiere de nosotros. Evangelizar es el reto que propone el Papa Francisco. Pero tenemos que ser evangelizados y evangelizadores. ¿Cómo?
COMPARTIMOS alguna frase que nos ha llamado más. PETICIONES
PADRE NUESTRO
Hacemos presente a María con la canción: Ven con nosotros a caminar, Santa María ven….
Samuel no sabe quién le llama. A veces puede ser que tampoco nosotros lo sepamos pero estando atentos descubriremos esa llamada al bien desde la vida, la conciencia, la Palabra de Dios. El reino de Dios está cerca decía Jesús dejemos espacio para Él.
ResponderEliminar¿no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo? Él habita en vosotros porque lo habéis recibido de Dios.Ya pronto es Pentecostés, venida del Espíritu Santo. Podemos prepararnos pidiéndole que venga de nuevo y nos fortalezca en la fe, en la esperanza y en el amor.
ResponderEliminar