GUÍA: Domingo 14 Ciclo C.
Una semana envueltos en las lecturas del domingo y
en el ambiente de la llamada. Hemos ido haciendo eco a sus palabras en el día a
día y con los comentarios de los que
participan. Hoy de nuevo nos encontramos
ante Ti, Jesús. El silencio nos cubre y anima a estar junto a Ti, a conocerte
un poco más. Todo es gracia por tu parte: la acogida y el don. El Espíritu es
quien actúa y se nos comunica. HAGAMOS SILENCIO DE ADORACIÓN, DE APERTURA A
LA GRACIA Y AL DON DE DIOS.De la profecía de Isaías (66,10-14c):
Festejad a Jerusalén, gozad con ella, todos los que la amáis, alegraos de su alegría, los que por ella llevasteis luto. Mamaréis a sus pechos y os saciaréis de sus consuelos, y apuraréis las delicias de sus ubres abundantes. Porque así dice el Señor: «Yo haré derivar hacia ella, como un río, la paz, como un torrente en crecida, las riquezas de las naciones. Llevarán en brazos a sus criaturas y sobre las rodillas las acariciarán; como a un niño a quien su madre consuela, así os consolaré yo, y en Jerusalén seréis consolados. Al verlo, se alegrará vuestro corazón, y vuestros huesos florecerán como un prado; la mano del Señor se manifestará a sus siervos.»
GUÍA: Jerusalén,
la amada del Señor, está de fiesta. El Señor dirige hacia ella las riquezas de
las naciones, sus hijos serán consolados, sus huesos florecerán como un prado.
Toda la imagen representa el amor de Dios a su pueblo. Traslademos los hechos a
la realidad de nuestro mundo, a la realidad de nosotros mismos. Dejemos que su
amor nos acompañe. Dios ama a su pueblo y le defiende. EN NUESTRO SILENCIO VISUALIZAMOS TODO ESE AMOR A NOSOTROS Y A CADA UNA
DE SUS CRIATURAS. AGRADEZCAMOS.
De la
carta de san Pablo a los Gálatas (6,14-18):
Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, en la cual el mundo está crucificado para mí, y yo para el mundo. Pues lo que cuenta no es circuncisión o incircuncisión, sino una criatura nueva. La paz y la misericordia de Dios vengan sobre todos los que se ajustan a esta norma; también sobre el Israel de Dios. En adelante, que nadie me venga con molestias, porque yo llevo en mi cuerpo las marcas de Jesús. La gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con vuestro espíritu, hermanos. Amén.
GUÍA: Una
criatura nueva es lo importante en nuestra vida. Pablo ha cambiado. La paz y la
misericordia vengan sobre todos los salvados en Cristo. La fe en Jesús va
transformando la vida del creyente. ¿Aplicado a nuestra vida vemos esta realidad
y transformación? SILENCIO DE AMISTAD,
DE COMPROMISO.
Del santo evangelio según san Lucas (10,1-12.17-20):
En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: «La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: "Paz a esta casa." Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: "Está cerca de vosotros el reino de Dios." Cuando entréis en un pueblo y no os reciban, salid a la plaza y decid: "Hasta el polvo de vuestro pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre vosotros. De todos modos, sabed que está cerca el reino de Dios." Os digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para ese pueblo.»
Los setenta y dos volvieron muy contentos y le dijeron: «Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre.»
Él les contestó: «Veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Mirad: os he dado potestad para pisotear serpientes y escorpiones y todo el ejército del enemigo. Y no os hará daño alguno. Sin embargo, no estéis alegres porque se os someten los espíritus; estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo.»
En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: «La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: "Paz a esta casa." Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: "Está cerca de vosotros el reino de Dios." Cuando entréis en un pueblo y no os reciban, salid a la plaza y decid: "Hasta el polvo de vuestro pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre vosotros. De todos modos, sabed que está cerca el reino de Dios." Os digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para ese pueblo.»
Los setenta y dos volvieron muy contentos y le dijeron: «Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre.»
Él les contestó: «Veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Mirad: os he dado potestad para pisotear serpientes y escorpiones y todo el ejército del enemigo. Y no os hará daño alguno. Sin embargo, no estéis alegres porque se os someten los espíritus; estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo.»
GUÍA:
¿Qué subrayas y destacas en esta Palabra? Jesús va preparando a los
discípulos para predicar el reino de Dios. Detalla algunas formas de hacer y
relacionarse. Ellos hacen la experiencia
y vuelven contentos. Jesús se alegra, más bien, porque sus nombres están
escritos en el libro de la vida. EN SILENCIO ACOGEMOS LAS RECOMENDACIONES
QUE JESÚS HACE.
AGRADECEMOS el don del Espíritu.
PRESENTAMOS nuestra oración y determinaciones.
PETICIONES
PADRE NUESTRO con Jesús.
INVOCAMOS a María.
CANCIÓN -TESTIGOS-
Mil antorchas encendidas, y una nueva
primavera.
Si la sal se vuelve
sosa, ¿quién podrá salar el mundo?
Nuestra vida es
levadura, nuestro amor será fecundo.
Siendo siempre tus testigos, cumpliremos el
destino.
Sembraremos de esperanza, y alegría
los caminos.
Cuanto soy y cuanto
tengo, la ilusión y el desaliento.
Yo
te ofrezco mi semilla, y Tú pones el fermento.
Yo te ofrezco mi semilla y Tú pones el fermento. Vamos reflexionando y compartiendo. ¿Te animas? Buena semana.
ResponderEliminar«Yo haré derivar hacia ella, como un río, la paz" Dios muestra su amor por Jerusalén y por cada uno de nosotros. Está dispuesto a llenarla de sus bienes. La paz el mejor don y la transmitimos a cuantos nos rodean. Seamos sembradores de paz.
ResponderEliminar"Nos envías por el mundo, a anunciar la Buena Nueva". Somos instrumentos en manos de Dios. La evangelización necesita manos generosas que siembre en el campo del mundo. Todos estamos llamados a ir delante y preparar el camino de Dios. Por otro lado Él cuida la semilla y el campo del mundo.
ResponderEliminar«Yo haré derivar hacia ella, como un río, la paz" Isaías presenta el deseo de Dios. Quiere hacer algo concreto para salvar a Jerusalén. Son actos reales que Dios consigue y salva a su pueblo. Confiemos en esa palabra que nos fortalece y anima.
ResponderEliminar"Nuestra vida es levadura, nuestro amor será fecundo". Levadura en la masa. Jesús es la levadura que hace fermentar el pan. Jesús, sé levadura en nuestra vida, haz que nosotros la compartamos con otros para que el mundo tenga tu sabor. Que no descuidemos el crecer con tu levadura, para que la vida tenga sentido.
ResponderEliminar"Festejad a Jerusalén, gozad con ella, todos los que la amáis"...«Yo haré derivar hacia ella, como un río, la paz" Dios bendice a Jerusalén. Es su predilecta. El amor de Dios se derrama sobre sus criaturas y sigue derivando como un río la paz. Gracias, Padre.
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