REZA Y COMPARTE
BAUTIZAOS
GUÍA DE ORACIÓN 03-05-20
GUÍA: Escuchamos las palabras de Pedro:
Bautizaos en el nombre de Jesús. Nos abrimos a su palabra y dejamos que el
Espíritu convierta nuestra mente y nuestro corazón. Que el reconocer a Jesús como Mesías nos dé la luz del Espíritu
y nos conduzca por su senda. Ven Espíritu Santo, acércanos al Padre y a Jesús. Que le
conozcamos, conozcamos nuestra realidad, y la de nuestros hermanos. SILENCIO DE PETICIÓN, DE LUZ Y CERCANÍA.
EL día de Pentecostés Pedro,
poniéndose en pie junto a los Once, levantó su voz y declaró:
«Con toda seguridad conozca toda la
casa de Israel que al mismo Jesús, a quien vosotros crucificasteis, Dios lo ha
constituido Señor y Mesías».
Al oír esto, se les traspasó el
corazón, y preguntaron a Pedro y a los demás apóstoles: «¿Qué tenemos que
hacer, hermanos?»Pedro les contestó:
«Convertíos y sea bautizado cada uno
de vosotros en el nombre de Jesús, el Mesías, para perdón de vuestros pecados,
y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque la promesa vale para vosotros y
para vuestros hijos, y para los que están lejos, para cuantos llamare a sí el
Señor Dios nuestro».
Con estas y otras muchas razones dio
testimonio y los exhortaba diciendo:«Salvaos de esta generación perversa».
Los que aceptaron sus palabras se
bautizaron, y aquel día fueron agregadas unas tres mil personas.
GUÍA:
Bautizaos, convertíos, para que se os perdonen los pecados. Observamos nuestra
actitud ante la Palabra. Nuestros oídos, a veces están sordos y la voluntad
indecisa. Conviértenos, Señor, y danos tu Espíritu. Que él nos transforme, que
nos cambie a una vida más concorde con
lo que Tú quieres. Danos un corazón
nuevo para acoger la nueva vida del
Espíritu. SILENCIO DE PRESENTACIÓN,
ACOGIDA, ENTREGA
De la primera carta del apóstol san Pedro (2,20-25):
QUERIDOS hermanos: Que aguantéis cuando sufrís por hacer el
bien, eso es una gracia de parte de Dios.
Pues para esto habéis sido llamados, porque
también Cristo padeció por vosotros, dejándoos un ejemplo para que sigáis sus
huellas.
Él no cometió pecado ni encontraron
engaño en su boca. Él no devolvía el insulto cuando lo insultaban; sufriendo no
profería amenazas; sino que se entregaba al que juzga rectamente.
Él llevó nuestros pecados en su
cuerpo hasta el leño,para que, muertos a los pecados, vivamos para la justicia.
Con sus heridas fuisteis curados. Pues
andabais errantes como ovejas, pero ahora os habéis convertido
al pastor y guardián de vuestras
almas.
GUÍA: Él no cometió pecado, no encontraron
engaño en su boca. Contemplamos a Jesús humillado y juzgado como malhechor. Le
reconocemos salvador en medio del sufrimiento. Sus heridas nos han curado.
Recibimos esa curación, nos sentimos libres del pecado y arrepentidos. Señor,
guárdanos en tu verdad, en tu perdón, en
tu misericordia. SILENCIO DE PRESENCIA,
DE PERDÓN Y DE AGRADECIMIENTO.
Del santo evangelio según san Juan
(10,1-10):
EN
aquel tiempo, dijo Jesús: «En verdad, en
verdad os digo: el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino
que salta por otra parte, ese es ladrón y bandido; pero el que entra por la
puerta es pastor de las ovejas. A este le abre el guarda y las ovejas atienden
a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando
ha sacado todas las suyas camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen,
porque conocen su voz; a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él,
porque no conocen la voz de los extraños».
Jesús les puso esta comparación, pero
ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús: «En verdad, en
verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes
de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon.
Yo soy la puerta: quien entre por mí
se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos.
El ladrón no entra sino para robar y
matar y hacer estragos; yo he venido para que tengan vida y la tengan
abundante».
GUÍA:
El que no entra por la puerta del aprisco es ladrón y salteador.
Visualizamos a ese ladrón, los estragos que hace en el rebaño. ¿Sucede en el
aprisco de la Iglesia, de tus amigos, de otros?
Yo soy la puerta del aprisco, dices tú, Jesús. Te acogemos, no permitas
que vayamos por otros lugares donde no
estés tú. Tu puerta está abierta para nosotros y para cuantos te buscan. Que tu
presencia, tu voz nos conduzcan y den la
vida verdadera. Que atendamos tu llamada. SILENCIO
DE BÙSQUEDA, DE ENCUENTRO, DE CAMINO.
RECOGEMOS LA SÍNTESIS DE NUESTRA
ORACIÓN. UNA FRASE NOS AYUDA.
PRESENCIA, ESCUCHA, PERDÓN,
AGRADECIMIENTO, ENTREGA.
INVOCAMOS A MARÍA, NUESTRA MADRE, Y
CONSUELO.
NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON JESÚS:
PADRE NUESTRO.
CANTAMOS:
Quién quiere resucitar,/a este mundo que se muere.
Quién cantará el Aleluya,/de esa nueva Luz que viene.
Quién cuando mire la Tierra,/y las tragedias observe,
sentirá en su corazón,/el dolor de quien se muere.
Quién es capaz de salvar,/a este mundo decadente,
y mantiene la esperanza/de los muchos que la pierden.
El que sufre, mata y muere,/desespera y enloquece,
y otros son espectadores,/no lo sienten./(2 veces).
Quién bajará de la
cruz/a tanto Cristo sufriente,
mientras los hombres miramos/impasivos, indolentes.
Quién grita desde el silencio,/de un ser que su Dios retiene,
porque se hace palabra,/que sin hablar se le entiende.
Quién se torna en Aleluya,/porque traduce la muerte,
como el trigo que se pudre,/y de uno, doscientos vienen.
Aleluya cantará,/quien perdió la esperanza,
y la Tierra sonreirá,/¡Aleluya!/ (3 veces).
mientras los hombres miramos/impasivos, indolentes.
Quién grita desde el silencio,/de un ser que su Dios retiene,
porque se hace palabra,/que sin hablar se le entiende.
Quién se torna en Aleluya,/porque traduce la muerte,
como el trigo que se pudre,/y de uno, doscientos vienen.
Aleluya cantará,/quien perdió la esperanza,
y la Tierra sonreirá,/¡Aleluya!/ (3 veces).
"Bautizaos" Las palabras de Pedro nos sirven para interiorizar nuestra situación en relación a Jesús resucitado. Recibiréis el Espíritu Santo. Acogemos su presencia y caminamos con él. Haz la oración y pásala a otros. Será una hermosa cadena con Jesús.
ResponderEliminar"Aleluya cantará,/quien perdió la esperanza,/y la Tierra sonreirá,/¡Aleluya!/" La esperanza se apoya en Jesús resucitado que nos hace resucitar con él. La pedimos para todos/as. Él ha vencido a la muerte y al mal. Confiamos, Dios nos ama, más allá de nuestras miserias.
ResponderEliminar"recibiréis el don del Espíritu Santo."Jesús promete el Espíritu que los llevará a toda la tierra. Como cristianos estamos bajo la promesa. El Espíritu nos habita y nos precede en toda evangelización. Lo interiorizamos, lo sentimos y confiamos en él.
ResponderEliminar" muertos a los pecados, vivamos para la justicia."Hemos resucitado después de morir al pecado y con Jesús vivimos para la santidad, la justicia, el amor. ¿Aceptamos esta resurrección? Pequeños pasos, son posibles. Ánimo.
ResponderEliminar"Bautizaos, convertíos" Jesús nos espera en cada momento. Afianzar y repetir con intensidad nuestra respuesta nos acerca a él y al Padre.
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