viernes, 3 de marzo de 2023

SAL DE TU TIERRA


REZA Y COMPARTE

SAL DE TU TIERRA

GUÍA DE ORACIÓN 05-03-23 Domingo 2º de Cuaresma - Ciclo A


GUÍA: Vamos a orar. La Palabra de Dios nos dice: Sal de tu tierra, como a Abrán. La Cuaresma es tiempo de  cambio, desprendernos del antiguo pecado y caminar por donde Dios nos indica. Nos espera un tiempo nuevo de transformación y adhesión al misterio de Jesús, en su muerte y resurrección. SILENCIO DE ESCUCHA, OBEDIENCIA, MEJORA.


Lectura del libro del Génesis (12,1-4a):


En aquellos días, el Señor dijo a Abrán: «Sal de tu tierra y de la casa de tu padre, hacia la tierra que te mostraré. Haré de ti un gran pueblo, te bendeciré, haré famoso tu nombre, y será una bendición. Bendeciré a los que te bendigan, maldeciré a los que te maldigan. Con tu nombre se bendecirán todas las familias del mundo.»

Abrán marchó, como le había dicho el Señor.


GUÍA: Abrán escucha a Dios que le dice: Sal de tu tierra, hacia la tierra que te mostraré. Se fía de él, sale hacia lo desconocido confiado en la promesa de Dios. Es nuestro camino también. Se nos da un destino y la promesa de presencia y compañía. Visualizamos nuestros caminos, nuestros retos, nuestra confianza. SILENCIO DE PRESENCIA, CONFIANZA, PERSEVERANCIA.


Sal 32,4-5.18-19.20.22


R/. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,

como lo esperamos de ti


La palabra del Señor es sincera,

y todas sus acciones son leales;

él ama la justicia y el derecho,

y su misericordia llena la tierra. R/.


Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,

en los que esperan en su misericordia,

para librar sus vidas de la muerte

y reanimarlos en tiempo de hambre. R/.


Nosotros aguardamos al Señor:

él es nuestro auxilio y escudo.

Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,

como lo esperamos de ti. R/.

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo (1,8b-10):


Toma parte en los duros trabajos del Evangelio, según la fuerza de Dios. Él nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestros méritos, sino porque, desde tiempo inmemorial, Dios dispuso darnos su gracia, por medio de Jesucristo; y ahora, esa gracia se ha manifestado al aparecer nuestro Salvador Jesucristo, que destruyó la muerte y sacó a la luz la vida inmortal, por medio del Evangelio.


GUÍA:  Tomar parte en los trabajos del Evangelio, según la fuerza de Dios, se nos pide. Confirmarnos por la fe en Jesucristo, en este tiempo de Cuaresma, con una vida santa. Pedimos al Espíritu Santo su fortaleza y constancia. Él transforma nuestro corazón y le llena de paz para compartir a nuestro alrededor. SILENCIO DE FE, DE PRESENCIA, DE UNI


Lectura del santo evangelio según san Mateo (17,1-9):


En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan y se los llevó aparte a una montaña alta. Se transfiguró delante de ellos, y su rostro resplandecía como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. Y se les aparecieron Moisés y Elías conversando con él.

Pedro, entonces, tomó la palabra y dijo a Jesús: «Señor, ¡qué bien se está aquí! Sí quieres, haré tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.»

Todavía estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra, y una voz desde la nube decía: «Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadlo.» Al oírlo, los discípulos cayeron de bruces, llenos de espanto.

Jesús se acercó y, tocándolos, les dijo: «Levantaos, no temáis.» Al alzar los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús, solo.

Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó: «No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos.»


GUÍA: Jesús va descubriendo su camino. Se retira a orar, lleva a algunos al monte. Les permite ver su rostro transformado, iluminado por la gloria de Dios. Habla de su resurrección de entre los muertos. Lo contemplamos  entregado a la voluntad del Padre. Oímos: Es mi Hijo el amado, escuchadle. SILENCIO DE ADMIRACIÓN, DE CERCANÍA, CONTEMPLACIÓN. 


RECOGEMOS NUESTROS SENTIMIENTOS, LOS PRESENTAMOS A JESÚS.

TEMORES, ESPERANZAS, PROYECTOS, CONFIANZA

NOS DIRIGIMOS A MARÍA QUE NOS CUIDA.

ELEVAMOS NUESTRA ORACIÓN AL PADRE, JUNTO CON JESÚS: PADRE NUESTRO…


CANTAMOS:


Errante voy, soy peregrino,

como un extraño voy bajo el sol.

Encuentro a Dios en mi camino,

consuelo y paz de mi dolor.


Unido a Dios en alianza

el nuevo pueblo en marcha va,

luchando aquí por la esperanza

de un mundo nuevo que vendrá.


Recorro el fin de mi camino,

voy a mi patria, Jerusalén.

Nada me inquieta ya mi destino

porque el Señor guarda mi fe.


Unido a Dios en alianza. Estribillo


https://www.youtube.com/watch?v=gpwVPGQWqkk

4 comentarios:

  1. "Sal de tu tierra" Nos conduce a la Tierra prometida, nos hace subir al Tabor para contemplar el misterio de Jesús. Sigue el camino, contempla, ama.

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  2. " Haré de ti un gran pueblo, te bendeciré, haré famoso tu nombre, y será una bendición." Dios habla a Abrán. Nos habla también hoy a nosotros. Escuchamos su palabra y acogemos su bendición para la vida, caminando en su presencia.

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  3. "Encuentro a Dios en mi camino, / consuelo y paz de mi dolor." Dios nos da su paz y consuelo. El silencio nos descubre su presencia en nosotros. La oración nos une a él y aumenta la fe. Confiamos en ti, Padre.

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  4. "Sal de tu tierra, hacia la tierra que te mostraré." Mucha esperanza en las salidas. Padre colma con tu bondad las ilusiones y deseos.

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