REZA Y COMPARTE
PARA REGIR LOS
PUEBLOS
GUÍA: El Señor llegará para regir los pueblos con rectitud. Ante ti, Señor,
estamos. Nos llamas y nos acercamos a tu corazón, a tus deseos. Visualizamos tu
grandeza ante tus contrarios. Te admitimos en nuestra vida y queremos esperarte
con humildad. Limpia la mente y el corazón de los que te buscan. SILENCIO DE ADORACIÓN, DE FE, DE PETICIÓN.
De la profecía de Malaquías (3,19-20a):
He aquí que llega el día, ardiente como un horno, en el que todos los orgullosos y malhechores serán como paja; los consumirá el día que está llegando, dice el Señor del universo, y no les dejará ni copa ni raíz.
Pero a vosotros, los que teméis mi nombre, os iluminará un sol de justicia y hallaréis salud a su sombra.
He aquí que llega el día, ardiente como un horno, en el que todos los orgullosos y malhechores serán como paja; los consumirá el día que está llegando, dice el Señor del universo, y no les dejará ni copa ni raíz.
Pero a vosotros, los que teméis mi nombre, os iluminará un sol de justicia y hallaréis salud a su sombra.
GUÍA: Los malhechores y orgullosos serán
como paja en el horno ardiente de
tu llegada. Todo irá a tu presencia y será limpio, iluminado por tu luz.
Esperamos tu misericordia, tu cercanía a nuestro mal. Condúcenos hacia ti y
sácianos de tu plenitud. SILENCIO
DE APERTURA, DE CONFIANZA, DE ENTREGA.
De la segunda carta del apóstol san Pablo a los
Tesalonicenses (3,7-12):
Hermanos:
Ya sabéis vosotros cómo tenéis que imitar nuestro ejemplo: No vivimos entre vosotros sin trabajar, no comimos de balde el pan de nadie, sino que con cansancio y fatiga, día y noche, trabajamos a fin de no ser una carga para ninguno de vosotros.
No porque no tuviéramos derecho, sino para daros en nosotros un modelo que imitar.
Además, cuando estábamos entre vosotros, os mandábamos que si alguno no quiere trabajar, que no coma.
Porque nos hemos enterado de que algunos viven desordenadamente, sin trabajar, antes bien metiéndose en todo.
A esos les mandamos y exhortamos, por el Señor Jesucristo, que trabajen con sosiego para comer su propio pan.
Hermanos:
Ya sabéis vosotros cómo tenéis que imitar nuestro ejemplo: No vivimos entre vosotros sin trabajar, no comimos de balde el pan de nadie, sino que con cansancio y fatiga, día y noche, trabajamos a fin de no ser una carga para ninguno de vosotros.
No porque no tuviéramos derecho, sino para daros en nosotros un modelo que imitar.
Además, cuando estábamos entre vosotros, os mandábamos que si alguno no quiere trabajar, que no coma.
Porque nos hemos enterado de que algunos viven desordenadamente, sin trabajar, antes bien metiéndose en todo.
A esos les mandamos y exhortamos, por el Señor Jesucristo, que trabajen con sosiego para comer su propio pan.
GUÍA: Pablo recuerda a los tesalonicenses cómo hay que vivir entre hermanos. Vivir imitando
lo que han aprendido: Trabajar de forma honrada y respetando el orden
establecido. Las recomendaciones sirven también hoy: Una convivencia pacífica,
ordenada al bien común. Honrados ciudadanos que consiguen el pan de cada día.
Reflexionamos sobre las características de nuestra convivencia y nos comprometemos en el buen camino. SILENCIO DE ATENCIÓN, DE RESPETO Y
COMPROMISO.
Del santo evangelio según san Lucas (21,5-19):
En aquel tiempo, como algunos hablaban del templo, de lo bellamente adornado que estaba con piedra de calidad y exvotos, Jesús les dijo:
«Esto que contempláis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida».
Ellos le preguntaron:
«Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?».
Él dijo:
«Mirad que nadie os engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre diciendo: “Yo soy”, o bien: “Está llegando el tiempo”; no vayáis tras ellos.
Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico.
Porque es necesario que eso ocurra primero, pero el fin no será enseguida».
Entonces les decía:
«Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países, hambres y pestes.
Habrá también fenómenos espantosos y grandes signos en el cielo.
Pero antes de todo eso os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a las cárceles, y haciéndoos comparecer ante reyes y gobernadores, por causa de mi nombre. Esto os servirá de ocasión para dar testimonio.
Por ello, meteos bien en la cabeza que no tenéis que preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro.algunos de vosotros, y todos os odiarán a causa de mi nombre.
Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os entregarán, y matarán a
Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas».
En aquel tiempo, como algunos hablaban del templo, de lo bellamente adornado que estaba con piedra de calidad y exvotos, Jesús les dijo:
«Esto que contempláis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida».
Ellos le preguntaron:
«Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?».
Él dijo:
«Mirad que nadie os engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre diciendo: “Yo soy”, o bien: “Está llegando el tiempo”; no vayáis tras ellos.
Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico.
Porque es necesario que eso ocurra primero, pero el fin no será enseguida».
Entonces les decía:
«Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países, hambres y pestes.
Habrá también fenómenos espantosos y grandes signos en el cielo.
Pero antes de todo eso os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a las cárceles, y haciéndoos comparecer ante reyes y gobernadores, por causa de mi nombre. Esto os servirá de ocasión para dar testimonio.
Por ello, meteos bien en la cabeza que no tenéis que preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro.algunos de vosotros, y todos os odiarán a causa de mi nombre.
Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os entregarán, y matarán a
Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas».
GUÍA: Se nos presentan las desgracias que sucederán. Serán perseguidos. Les
promete su presencia y sus palabras en
la propia defensa.
La situación será difícil. Pero todo estará en manos de Dios. Con la
perseverancia salvarán su alma. Señor,
líbranos del mal. Que tu presencia nos proteja y defienda. SILENCIO DE PETICIÓN, DE CONFIANZA, DE OFRENDA.
RECOGEMOS NUESTRO ORACIÓN: UNA FRASE PARA RECORDAR.
CANTAMOS
Vine a adorar a Dios.