viernes, 19 de marzo de 2021

MI LEY EN SUS CORAZONES

 REZA Y COMPARTE

MI LEY EN SUS CORAZONES

GUÍA DE ORACIÓN 21-03-21    Del Domingo 5º de Cuaresma - Ciclo B

GUÍA:  Mi Ley en sus corazones. La pondré Yo. Es tu palabra, señor. Ahora te encontramos y escuchamos tu voz. Nos cambias para acoger tu Ley. En esta oración buscamos tu rostro. Limpia nuestro corazón y voluntad de todo lo que nos aleja de ti. La cuaresma avanza y vamos contigo a Jerusalén. Conviértenos y reconcílianos contigo. SILENCIO DE BÚSQUEDA, DE PERDÓN, DE RESPUESTA.

Lectura del profeta Jeremías (31,31-34):

Mirad que llegan días –oráculo del Señor– en que haré con la casa de Israel y la casa de Judá una alianza nueva. No como la alianza que hice con sus padres, cuando los tomé de la mano para sacarlos de Egipto: ellos quebrantaron mi alianza, aunque yo era su Señor –oráculo del Señor–. Sino que así será la alianza que haré con ellos, después de aquellos días –oráculo del Señor–: Meteré mi ley en su pecho, la escribiré en sus corazones; yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Y no tendrá que enseñar uno a su prójimo, el otro a su hermano, diciendo: "Reconoce al Señor." Porque todos me conocerán, desde el pequeño al grande –oráculo del Señor–, cuando perdone sus crímenes y no recuerde sus pecados.

GUÍA: Pondré mi Ley en sus corazones. Haré una alianza nueva. Haz que comprendamos tu Ley y la cumplamos. Que nos cubra esa Ley de tus mandatos. Que sepamos seguirlos y actualizarlos como tú los quieres. Nos los darás cuando perdones nuestros pecados. Seremos tu pueblo. Sácianos de tu misericordia, crea un corazón puro. SILENCIO DE ACOGIDA, DE ACEPTACIÓN, DE ACTUALIZACIÓN.

R/. Oh Dios, crea en mí un corazón puro

Lectura de la carta a los Hebreos (5,7-9):

Cristo, en los días de su vida mortal, a gritos y con lágrimas, presentó oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte, cuando en su angustia fue escuchado. Él, a pesar de ser Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer. Y, llevado a la consumación, se ha convertido para todos los que le obedecen en autor de salvación eterna.

GUÍA: Cristo clama al Padre, en su angustia. Sufriendo aprende a obedecer. Nos acercamos a tu angustia, Jesús. Conocemos tus sentimientos y tu respuesta al Padre. Tu obediencia nos ha salvado. Líbranos de la angustia, líbranos del mal. Fortalécenos en la voluntad  del Padre. Únenos a ti en la hora de la ofrenda y en la hora del perdón. SILENCIO DE CONOCIMIENTO, DE OBEDIENCIA, DE PERDÓN.

Del santo evangelio según san Juan (12,20-33):

En aquel tiempo, entre los que habían venido a celebrar la fiesta había algunos griegos; éstos, acercándose a Felipe, el de Betsaida de Galilea, le rogaban: «Señor, quisiéramos ver a Jesús.»

Felipe fue a decírselo a Andrés; y Andrés y Felipe fueron a decírselo a Jesús.

Jesús les contestó: «Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del hombre. Os aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. El que se ama a sí mismo se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se guardará para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirva, el Padre lo premiará. Ahora mi alma está agitada, y ¿qué diré?: Padre, líbrame de esta hora. Pero si por esto he venido, para esta hora. Padre, glorifica tu nombre.»

Entonces vino una voz del cielo: «Lo he glorificado y volveré a glorificarlo.»

La gente que estaba allí y lo oyó decía que había sido un trueno; otros decían que le había hablado un ángel.

Jesús tomó la palabra y dijo: «Esta voz no ha venido por mí, sino por vosotros. Ahora va a ser juzgado el mundo; ahora el Príncipe de este mundo va a ser echado fuera. Y cuando yo sea elevado sobre la tierra atraeré a todos hacia mí.»

Esto lo decía dando a entender la muerte de que iba a morir.

GUIA: Quisiéramos ver a Jesús. Felipe hace que le encuentren. Jesús vuelve a anunciar su muerte. Ha de sufrir. El que quiera servirme, que me siga. Queremos unirnos a tu dolor y entrega. El Padre glorifica tu nombre. Acompañamos su situación nos acogemos a tu bondad. SÁLVANOS.SILENCIO DE CONOCIMIENTO, DE APERTURA, DE UNIÓN.

RECOGEMOS LA ORACIÓN CON UNA FRASE PARA RECORDAR.

PRESENCIA, PETICIÓN, CONFIANZA, SEGURIDAD.

INVOCAMOS A MARÍA, NUESTRA MADRE, QUE NOS ENSEÑE SU HUMILDE SABIDURÍA.

NOS DIRIGIMOS AL PADRE, DICIENDO CON JESÚS: PADRE NUESTRO

CANTAMOS

Déjame nacer

Tú conoces la dureza en mi sentir

y la terquedad que hay en mi corazón.

Son las cosas que me alejaron de Ti, Señor,

dame vida nueva con tu amor.

 

Déjame nacer de nuevo,

Déjame nacer de nuevo,

Déjame nacer de nuevo, oh Señor.

No importa la edad que tenga,

Tú no la tienes en cuenta.

Déjame nacer de nuevo, oh Señor.

 

Tú conoces el pecado que hay en mí

y el dolor que dejo en mi corazón.

Por la muerte que he causado vuelvo a Ti, Señor,

Dame nueva vida en tu amor.

 

Autor: Ariel Glaser.  / Canta: Jimena Muñoz.

https://www.youtube.com/watch?v=8JD1ArjmbhQ

miércoles, 17 de marzo de 2021

TEMA, Cuaresma 2021/3

 REZA Y COMPARTE  

TEMA: Mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma 2021/3, 

 

Publicamos el Mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma de 2021 cuyo tema es «Mirad, estamos subiendo a Jerusalén...» (Mt 20,18). Cuaresma: un tiempo para renovar la fe, la esperanza y la caridadEn esta entrega hablaremos de la caridad. *** 


La caridad, vivida tras las huellas de Cristo, mostrando atención y compasión por cada persona, es la expresión más alta de nuestra fe y nuestra esperanza. La caridad se alegra de ver que el otro crece. Por este motivo, sufre cuando el otro está angustiado: solo, enfermo, sin hogar, despreciado, en situación de necesidad… 


La caridad es el impulso del corazón que nos hace salir de nosotros mismos y que suscita el vínculo de la cooperación y de la comunión.  


«A partir del “amor social” es posible avanzar hacia una civilización del amor a la que todos podamos sentirnos convocados. La caridad, con su dinamismo universal, puede construir un mundo nuevo, porque no es un sentimiento estéril, sino la mejor manera de lograr caminos eficaces de desarrollo para todos» (FT, 183). 


La caridad es don que da sentido a nuestra vida y gracias a este consideramos a quien se ve privado de lo necesario como un miembro de nuestra familia, amigo, hermano. Lo poco que tenemos, si lo compartimos con amor, no se acaba nunca, sino que se transforma en una reserva de vida y de felicidad.


 Así sucedió con la harina y el aceite de la viuda de Sarepta, que dio el pan al profeta Elías (cf. 1 R 17,7-16); y con los panes que Jesús bendijo, partió y dio a los discípulos para que los distribuyeran entre la gente (cf. Mc 6,30-44). Así sucede con nuestra limosna, ya sea grande o pequeña, si la damos con gozo y sencillez.  


Vivir una Cuaresma de caridad quiere decir cuidar a quienes se encuentran en condiciones de sufrimiento, abandono o angustia a causa de la pandemia de COVID-19. En un contexto tan incierto sobre el futuro, recordemos la palabra que Dios dirige a su Siervo: «No temas, que te he redimido» (Is 43,1), ofrezcamos con nuestra caridad una palabra de confianza, para que el otro sienta que Dios lo ama como a un hijo.


 «Sólo con una mirada cuyo horizonte esté transformado por la caridad, que le lleva a percibir la dignidad del otro, los pobres son descubiertos y valorados en su inmensa dignidad, respetados en su estilo propio y en su cultura y, por lo tanto, verdaderamente integrados en la sociedad» (FT, 187). 


 Queridos hermanos y hermanas: Cada etapa de la vida es un tiempo para creer, esperar y amar


Este llamado a vivir la Cuaresma como camino de conversión y oración, y para compartir nuestros bienes, nos ayuda a reconsiderar, en nuestra memoria comunitaria y personal, la fe que viene de Cristo vivo, la esperanza animada por el soplo del Espíritu y el amor, cuya fuente inagotable es el corazón misericordioso del Padre 


Que María, Madre del Salvador, fiel al pie de la cruz y en el corazón de la Iglesia, nos sostenga con su presencia solícita, y la bendición de Cristo resucitado nos acompañe en el camino hacia la luz pascual.    Francisco 


ACCIÓN

El Papa nos propone una Cuaresma de experiencia en la fe, en la esperanza y en la caridad. Repasa las ideas en que te has fijado y haz una práctica que las transforme en experiencia. Escribe una pequeña oración basada en ellas. Buen camino. 

sábado, 13 de marzo de 2021

MAÍN, MUJER DE FE

 

REZA Y COMPARTE 

POESÍA

 

Las Hijas de María Auxiliadora, Salesianas de San Juan Bosco, estamos preparando el 150 Aniversario de la fundación del Instituto. Don Bosco y María Mazzarello son los Fundadores. Vamos a conocerlos un poco más a través de algunas publicaciones. María Navarro nos presenta su poesía: Maín, mujer de fe,  en esta conmemoración mensual de María Mazzarello. Una vida sencilla, enamorada de Dios, de su misión entre las jóvenes y de la comunidad. Que te guste. 

 MAÍN, MUJER DE FE

 
En ti, mujer, nace un futuro,
 
lleno de amor y esperanza,
 
porque Dos se fijó en ti,
 
y pactó contigo una alianza.

 
 
 
Te ayudó y te hizo fuerte, en tu pequeñez.
 
Te indicó el camino a seguir.
 
Entre luces y entre sombras, te hizo ver,
 
que “nada es imposible para EL”
 

 
 
Te dejaste enamorar por el Señor,
 
y tu amor correspondió con alegría.

 
presencia en tu vida se hizo “don”
 
que  entregaste a lo largo de tu vida.

 
 
                                                                                     

Nada en ti se resistió al gran amor,
 
y pusiste en sus manos tu energía,
 
transformando tu trabajo en oración,
 

al latido del amor que en ti crecía.
 
 
 
Hoy tus hijas por el mundo te proclaman
 
y se llenan de entusiasmo y de alegría.
 
¡Gracias, madre, por fiarte del Señor!
 
Y ponerte en las manos de María.
 
 

 
¡FELIZ DÍA, AMIGOS/AS,  DE MAÍN!