martes, 21 de marzo de 2017

POR LOS VALIENTES






DÍA DEL SEMINARIO 2017 ORACIÓN

 Dios Padre, que con el ejemplo de tu Hijo,

 nos enseñas que no hay verdadero amor sin la entrega generosa de la propia vida,

 ayuda a aquellos que se preparan en nuestros seminarios a ser pastores según tu corazón,

cercanos a ti, y cercanos a los hombres nuestros hermanos.

 Que sean en medio de nuestra sociedad tus ojos y tus manos,

para ver, curar y acompañar a tantos que quedan heridos en el camino.

Que no falten en tu Iglesia jóvenes dispuestos a servirte según tu voluntad,

que con su vida y su palabra muestren a los demás tu amor misericordioso.

Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.




LA MIES ES ABUNDANTE, LOS OBREROS POCOS.

Pedimos al Padre, que envíe obreros a su mies. ¿Tú,
puedes ser uno?











viernes, 17 de marzo de 2017

¡DAME DE BEBER!



    GUÍA DE ORACIÓN 19-03-17

GUÍA: Al bajar del Tabor, nos esperaba la vida de cada día. Volvemos a encontrarte en la Palabra de Dios. Tu presencia se hace viva y nos comunica al Dios que nos salva. En el interior, brilla la luz porque Tú estás con nosotros. Jesús, queremos vibrar con tu ritmo, confirmar nuestra fe, avivar la esperanza, fortalecer el amor. SILENCIO DE COMUNICACIÓN Y DE CONFIANZA.

Del libro del Éxodo (17,3-7):

En aquellos días, el pueblo, torturado por la sed, murmuró contra Moisés: «¿Nos has hecho salir de Egipto para hacernos morir de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros ganados?» 
Clamó Moisés al Señor y dijo: «¿Qué puedo hacer con este pueblo? Poco falta para que me apedreen.»
Respondió el Señor a Moisés. «Preséntate al pueblo llevando contigo algunos de los ancianos de Israel; lleva también en tu mano el cayado con que golpeaste el río, y vete, que allí estaré yo ante ti, sobre la peña, en Horeb; golpearás la peña, y saldrá de ella agua para que beba el pueblo.» 
Moisés lo hizo así a la vista de los ancianos de Israel. Y puso por nombre a aquel lugar Masá y Meribá, por la reyerta de los hijos Israel y porque habían tentado al Señor, diciendo: «¿Está o no está el Señor en medio de nosotros?»

GUÍA: Hemos escuchado la lectura. El pueblo se queja a Moisés porque no hay agua. Lo hacemos también nosotros, nos quejamos. Nos falta el agua de la fe, el agua de la concordia, el agua del buen hacer. Moisés golpea la roca y corre el agua que sacia la sed del pueblo. Es la señal de Dios. Para nosotros la señal viene por Jesucristo en el agua del Bautismo, en el pan de la Eucaristía, en el encuentro del perdón. ¿Cómo  recibimos estas señales? SILENCIO DE REFLEXIÓN, DE PERDÓN, DE COMPROMISO.

De la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (5,1-2.5-8):

Ya que hemos recibido la justificación por la fe, estamos en paz con Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo. Por él hemos obtenido con la fe el acceso a esta gracia en que estamos: y nos gloriamos, apoyados en la esperanza de alcanzar la gloria de Dios. Y la esperanza no defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que se nos ha dado. En efecto, cuando nosotros todavía estábamos sin fuerza, en el tiempo señalado, Cristo murió por los impíos; en verdad, apenas habrá quien muera por un justo; por un hombre de bien tal vez se atrevería uno a morir; mas la prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros.
 
GUÍA: Estamos en paz con Dios, justificados por la fe. Nuestras obras han de ir de acuerdo con la gracia recibida. El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones, por el Espíritu que se nos ha dado. Lo hemos recibido. Él abre nuestra mente y corazón para derramarlo también nosotros a nuestro alrededor. En silencio, saboreamos y compartimos ese amor. SILENCIO PARA ACOGER Y COMPARTIR.

Del santo evangelio según san Juan (4,5-42):

En aquel tiempo, llegó Jesús a un pueblo de Samaria llamado Sicar, cerca del campo que dio Jacob a su hijo José; allí estaba el manantial de Jacob. Jesús, cansado del camino, estaba allí sentado junto al manantial. Era alrededor del mediodía. 
Llega una mujer de Samaria a sacar agua, y Jesús le dice: «Dame de beber.» Sus discípulos se habían ido al pueblo a comprar comida. 
La samaritana le dice: «¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?» Porque los judíos no se tratan con los samaritanos. 
Jesús le contestó: «Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, le pedirías tú, y él te daría agua viva.» 
La mujer le dice: «Señor, si no tienes cubo, y el pozo es hondo, ¿de dónde sacas agua viva?; ¿eres tú más que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, y de él bebieron él y sus hijos y sus ganados?» 
Jesús le contestó: «El que bebe de esta agua vuelve a tener sed; pero el que beba del agua que yo le daré nunca más tendrá sed: el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna.» 
La mujer le dice: «Señor, dame esa agua: así no tendré más sed, ni tendré que venir aquí a sacarla. Veo que tú eres un profeta. Nuestros padres dieron culto en este monte, y vosotros decís que el sitio donde se debe dar culto está en Jerusalén.» 
Jesús le dice: «Créeme, mujer: se acerca la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén daréis culto al Padre. Vosotros dais culto a uno que no conocéis; nosotros adoramos a uno que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero se acerca la hora, ya está aquí, en que los que quieran dar culto verdadero adorarán al Padre en espíritu y verdad, porque el Padre desea que le den culto así Dios es espíritu, y los que le dan culto deben hacerlo en espíritu y verdad.» 
La mujer le dice: «Sé que va a venir el Mesías, el Cristo; cuando venga, él nos lo dirá todo.» 
Jesús le dice: «Soy yo, el que habla contigo.» 
En aquel pueblo muchos creyeron en él. Así, cuando llegaron a verlo los samaritanos, le rogaban que se quedara con ellos. Y se quedó allí dos días. Todavía creyeron muchos más por su predicación, y decían a la mujer: «Ya no creemos por lo que tú dices; nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él es de verdad el Salvador del mundo.»


GUÍA: El evangelio nos presenta el  pasaje de la samaritana. Va a buscar agua al pozo de Sicar. Nos identificamos con ella. Escuchamos a Jesús que nos dice: “Dame de beber”. Si conocieras el don de Dios…Su voz descubre toda nuestra verdad. Nos convertimos en sedientos de su agua.  SILENCIO DE RECONOCIMIENTO, DE DESEO DE SU AGUA QUE SALTA HASTA LA VIDA ETERNA.

HACEMOS SÍNTESIS DE NUESTRA ORACIÓN.

OFRECEMOS, PEDIMOS, AGRADECEMOS, NOS COMPROMETEMOS.

INVOCAMOS A MARÍA nuestra madre orante.

PADRE NUESTRO CON JESÚS Y LA HUMANIDAD.

CANTAMOS

tú eres el agua viva (Tu eres el agua viva) 
tú eres el agua pura (tu eres el agua pura) 
inúndame, inúndame y todo se trasformará en mí. 
tú eres el agua viva (Tu eres el agua viva) 
tú eres el agua pura (tu eres el agua pura) 
inúndame, inúndame y todo se trasformará en mí 

Me darás unas entrañas nuevas 
mis rocas ya no harán daño a nadie 
solo acariciarán, 
infúndeme tu espíritu, Señor, y haz que
habite en mí, que quieres ser morada en mi 
y así tenga, sabor a tiiii. 
entonces habitaré  en la tierra, que es mía 
y yo seré tu pueblo y tú serás mi Dios. 

(coro) 
tú eres el agua viva (Tu eres el agua viva) 
tú eres el agua pura (tu eres el agua pura) 
inúndame, inúndame y todo se trasformará en mi 
tú eres el agua viva (Tu eres el agua viva) 
tú eres el agua pura (tu eres el agua pura) 
inúndame, inúndame y todo se trasformará en mi.
(Hna. Glenda)

martes, 14 de marzo de 2017

PREGUNTAS


PREGUNTAS


















¿Quieres colaborar? Nos interesa tu opinión.
Haz llegar tus respuestas a este email:   emiliahd058@gmail.com


1.-¿Entras en el blog Reza y Comparte con alguna frecuencia?

2.-¿Has encontrado cosas útiles para hacer oración? ¿Cuáles?

3.-¿Alguna sugerencia para mejorar?

4.-Temas que te interesan. 


viernes, 10 de marzo de 2017

¡GLORIA A DIOS !

    GUÍA DE ORACIÓN 12-03-17                                                                                                          
GUÍA: ¡Buenos días, Padre Dios! Un nuevo día nos ponemos ante ti.  Estamos en tu presencia, buscamos tu rostro, vamos hacia ti. Ha pasado la semana  y te encontramos cercano, para comunicarte con la persona humana. Sigues llamando, buscando a los hijos perdidos y a los próximos. Quieres corazones renovados que te acojan en su casa. En silencio nos disponemos a la escucha, al encuentro. Habla, Señor, que tu siervo escucha.  SILENCIO DE ESCUCHA, ENCUENTRO, ADORACIÓN.                                                                                                                                                                                                      
Del libro del Génesis (12,1-4a):                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                       En aquellos días, el Señor dijo a Abrán: «Sal de tu tierra y de la casa de tu padre, hacia la tierra que te mostraré. Haré de ti un gran pueblo, te bendeciré, haré famoso tu nombre, y será una bendición. Bendeciré a los que te bendigan, maldeciré a los que te maldigan. Con tu nombre se bendecirán todas las familias del mundo.» 
Abrán marchó, como le había dicho el Señor.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                  
GUÍA: Estamos a la escucha, Señor. Abrahán oye tu voz que le dice: Sal de tu tierra. Él sale, escogiéndote a Ti, en esperanza de una tierra nueva. Es modelo de nuestra forma de responder. ¿Salimos de nuestra tierra, de nuestra comodidad, egoísmo?¿Cuál es nuestra tierra? ¿Hacia qué tierra vamos? Padre, condúcenos a la tierra de la promesa, de la salvación, de la felicidad. Colma nuestras esperanzas, sácianos de ti. SILENCIO ESPERANZADO, ENTREGADO, CONFIADO.                                                                                                                                                                                                                                                                                    
De la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo (1,8b-10):                                                                                                                                                                                                                            
Toma parte en los duros trabajos del Evangelio, según la fuerza de Dios. Él nos salvó y nos llamó a     una vida santa, no por nuestros méritos, sino porque, desde tiempo inmemorial, Dios dispuso darnos  su gracia, por medio de Jesucristo; y ahora, esa gracia se ha manifestado al aparecer nuestro Salvador Jesucristo, que destruyó la muerte y sacó a la luz la vida inmortal, por medio del Evangelio.                                                                                                                                                                                    
GUÍA: Amigo, “Toma parte en los duros trabajos del evangelio, según la fuerza que Dios te dé.” Has oído bien. Te lo dice a ti. Gracias, Señor. Jesús, tú que viviste la entrega al pueblo con toda intensidad, destruyes la muerte y haces brillar la vida inmortal. Condúcenos por caminos de resurrección. Vente con nosotros a los caminos de la vida. SILENCIO DE PRESENCIA, APERTURA Y COMPROMISO                                                                                                                                                                                                                                                                              
Del santo evangelio según san Mateo (17,1-9):                                                                                     
En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan y se los llevó aparte a una montaña alta. Se transfiguró delante de ellos, y su rostro resplandecía como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. Y se les aparecieron Moisés y Elías conversando con él.
Pedro, entonces, tomó la palabra y dijo a Jesús: «Señor, ¡qué bien se está aquí! Sí quieres, haré tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.»
Todavía estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra, y una voz desde la nube decía: «Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadlo.» Al oírlo, los discípulos cayeron de bruces, llenos de espanto.
Jesús se acercó y, tocándolos, les dijo: «Levantaos, no temáis.» Al alzar los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús, solo. Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó: «No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos.»                                                                                                                                                                                                                                     
GUÍA: Jesús, apareces transfigurado. Tus amigos dieron gloria a Dios, contigo. Hoy, en nuestro interior, vemos tu gloria de resucitado. Gracias, por tu amor, por  tu presencia. Te transfiguras en el pan eucarístico, en la Palabra, en el hermano necesitado. Guárdanos en tu paz, en tu presencia. Que te reconozcamos en tu luz y en tu debilidad. SILENCIO QUE ADORA, DE GRACIAS Y SE ENTREGA.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                  
RECOGEMOS LO MÁS IMPORTANTE para recordar.                                                                                                                                                                                                                                      
AGRADECEMOS, OFRECEMOS, PEDIMOS, DAMOS GLORIA A DIOS                                                                                                                                                                                                      
INVOCAMOS A MARÍA                                                                                                                                                                                                                                                                                          
PADRE NUESTRO con todo el universo                                                                                                                                                                                                                                                                  
CANTAMOS
No sé como alabarte ni que decir Señor,
confío en tu mirada que me abre el corazón.
Toma mi pobre vida que es sencilla ante ti,
quiere ser alabanza por lo que haces en mí.

GLORIA, GLORIA A DIOS, GLORIA, GLORIA A DIOS
GLORIA, GLORIA A DIOS, GLORIA, GLORIA A DIOS


Siento en mí tu presencia,
soy como Tú me ves
bajas a mi miseria, me llenas de tu paz.
indigno de tus dones, más por tu gran amor
tu Espíritu me llena, gracias te doy Señor.

martes, 7 de marzo de 2017

CARTA AL PAPA







               CARTA AL PAPA



Papa Francisco, hemos leído la carta que  escribe a los jóvenes,  comunicando la reunión de Obispos en Sínodo, para tratar el tema de “los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”. Nos pide que apoyemos con alguna idea.

A nosotros nos ha parecido que el tema de la educación, la sociedad que encontramos, el problema del hambre, el bien y el mal son importantes para la orientación de nuestra vida. Pero necesitamos asimilar contenidos y tener voluntad para llevar todo eso a  la práctica.

Necesitamos acrecentar la fe y tener los medios para vivir, para desarrollar nuestras capacidades. Hay jóvenes que pierden la  fe y la esperanza. Viven sin ningún interés, ni sentido en su vida. ¿Qué se puede hacer en esos casos?

Es verdad que Usted nos estimula para que nos comprometamos a cambiar.

 Ahí, en nuestro interior existe ese deseo, pero también existe la duda. 

Confiamos que este Sínodo nos ayude a vivir mejor nuestra fe y a dirigir la mirada a Jesús con más intensidad.


Pedimos a María, la madre de Jesús y nuestra, que les ayude a encontrar el enfoque más acertado y nosotros sepamos actuar con ilusión y esfuerzo, en el camino de Dios.

Gracias, Papa Francisco. Pedimos por sus deseos e intenciones a favor de la Iglesia y de la juventud.



                     Le queremos.     UN GRUPO DE JÓVENES







viernes, 3 de marzo de 2017

¡TENTACIÓN!

     
                                       
GUÍA DE  ORACIÓN 05-03-17 
GUÍA de Oración: Es Domingo 1º de Cuaresma-Ciclo A.  Con el Miércoles de Ceniza ha comenzado la Cuaresma. Se nos ha dicho: Cree en el Evangelio y conviértete. Aquí estamos, Padre. Queremos creer, y convertir nuestra vida hacia ti. Espíritu de Dios, ilumina nuestras decisiones. Jesús, Hijo de Dios, acompaña nuestro camino en la tentación, líbranos del mal. SILENCIO DE ADORACIÓN, DE FE Y CONFIANZA.


Del libro del Génesis (2,7-9; 3,1-7):
EL Señor Dios modeló al hombre del polvo del suelo e insufló en su nariz aliento de vida; y el hombre se convirtió en ser vivo.
Luego el Señor Dios plantó un jardín en Edén, hacia oriente, y colocó en él al hombre que había modelado.El Señor Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles hermosos para la vista y buenos para comer; además, el árbol de la vida en mitad del jardín, y el árbol del conocimiento del bien y el mal.
La serpiente era más astuta que las demás bestias del campo que el Señor había hecho. Y dijo a la mujer: «¿Conque Dios os ha dicho que no comáis de ningún árbol del jardín?».
La mujer contestó a la serpiente:
«Podemos comer los frutos de los árboles del jardín; pero del fruto del árbol que está en mitad del jardín nos ha dicho Dios:
“No comáis de él ni lo toquéis, de lo contrario moriréis”».
La serpiente replicó a la mujer:
«No, no moriréis; es que Dios sabe que el día en que comáis de él, se os abrirán los ojos, y seréis como Dios en el conocimiento del bien y el mal».
Entonces la mujer se dio cuenta de que el árbol era bueno de comer, atrayente a los ojos y deseable para lograr inteligencia; así que tomó de su fruto y comió. Luego se lo dio a su marido, que también comió.
Se les abrieron los ojos a los dos y descubrieron que estaban desnudos; y entrelazaron hojas de higuera y se las ciñeron.
GUÍA: Es la descripción de una tentación. En silencio reconocemos qué momentos son los que forman el conjunto de nuestras tentaciones, de nuestros dilemas. Vemos la situación, nos halaga y caemos. Señor, cuida nuestras decisiones, danos la fuerza para elegir lo mejor y realizar el bien que tú nos propones. Perdona nuestros fallos, líbranos del mal. SILENCIO DE ACEPTACIÓN A TUS LEYES, DE PETICIÓN DE PERDÓN, DE AMOR  A TI. 

De la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (5,12-19):

HERMANOS:
Lo mismo que por un hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, y así la muerte se propagó a todos los hombres, porque todos pecaron...
Pues, hasta que llegó la ley había pecado en el mundo, pero el pecado no se imputaba porque no había ley. Pese a todo, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés, incluso sobre los que no habían pecado con una transgresión como la de Adán, que era figura del que tenía que venir.
Sin embargo, no hay proporción entre el delito y el don: si por el delito de uno solo murieron todos, con mayor razón la gracia de Dios y el don otorgado en virtud de un hombre, Jesucristo, se han desbordado sobre todos.
Y tampoco hay proporción entre la gracia y el pecado de uno: pues el juicio, a partir de uno, acabó en condena, mientras que la gracia, a partir de muchos pecados, acabó en justicia.
Si por el delito de uno solo, la muerte inauguró su reinado, a través de uno solo, con cuánta más razón los que reciben a raudales el don gratuito de la justificación reinarán en la vida gracias a uno solo, Jesucristo.

En resumen, lo mismo que por un solo delito resultó condena para todos, así también por un acto de justicia resultó justificación y vida para todos.
Pues, así como por la desobediencia de un solo hombre, todos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno solo, todos serán constituidos justos.

GUÍA: Gracias, Jesús. Por ti hemos entrado de nuevo en la gracia del Padre. Por ti el amor del Padre se ha desbordado sobre la humanidad. Por ti recibimos a raudales el don gratuito de Dios y su justificación. En silencio acogemos el don de Jesús, agradecemos su entrega, pedimos perdón por nuestros extravíos. SILENCIO AGRADECIDO, DE AMOR Y FIEL.
Del santo evangelio según san Mateo (4,1-11):

EN aquel tiempo, Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu para ser tentado por el diablo. Y después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, al fin sintió hambre. El tentador se le acercó y le dijo:
«Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes».
Pero él le contestó:
«Está escrito: “No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”».
Entonces el diablo lo llevó a la ciudad santa, lo puso en el alero del templo y le dijo:
«Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: “Ha dado órdenes a sus ángeles acerca de ti y te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras”».
Jesús le dijo: «También está escrito: “No tentarás al Señor, tu Dios”».
De nuevo el diablo lo llevó a un monte altísimo y le mostró los
reinos del mundo y su gloria, y le dijo:
«Todo esto te daré, si te postras y me adoras».
Entonces le dijo Jesús: «Vete, Satanás, porque está escrito: “Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto”».
Entonces lo dejó el diablo, y he aquí que se acercaron los ángeles y lo servían.

GUÍA: Nueva tentación. Jesús es tentado por el maligno provocador. No sólo de pan vive el hombre.  Él responde del lado del Padre. No tentarás al Señor tu Dios. Jesús sigue en su fuerte respuesta: “Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto”». ¿Cómo las podemos aplicar a nuestras situaciones? En silencio, reconocemos a Dios sobre todas las cosas, él solamente merece nuestra adoración. En él quedamos libres de toda esclavitud. SILENCIO DE ADORACIÓN, DE RECONOCIMIENTO, DE LIBERTAD INTERIOR.

HACEMOS SÍNTESIS DE NUESTRA ORACIÓN.

AGRADECEMOS, PEDIMOS, OFRECEMOS,
Con Jesús decimos: PADRE NUESTRO.

INVOCAMOS A MARÍA, nuestra madre.

CANTAMOS1. Sólo tú eres mi plenitud, eres mi apoyo, mi fuerza y mi luz./ Eres mi vida y mi juventud, eres mi gozo y mi cruz./ Sólo Tú eres todo mi bien, sólo Tú./Sólo, Tú sólo eres mi plenitud, sólo Tú sólo Tú./2. Samaritana siempre con sed, cuando en la tarde abrasaba el calor./Pero me diste un día a beber del manantial de tu amor./3. Siento a mi lado tu palpitar por el camino que va hacia Emaús. /Das un sentido a mi caminar, mi Salvador eres tú.