viernes, 6 de mayo de 2016

ORACIÓN 08-05-16



GUÍA: Es el día de la Ascensión de Jesús. Nos reunimos como cristianos para la fiesta litúrgica y para la oración. Queremos tomar conciencia de nuestro estar con los discípulos estos cuarenta días de Pascua.  Hemos vivido con ellos los momentos de la presencia de Jesús resucitado. Y hoy Jesús nos dice que se irá al Padre. Acogemos sus palabras. Recorremos los pasos andados en la fe, Le pedimos que nos fortalezca con su Espíritu para seguir su camino en la entrega al Padre y a los hermanos. SILENCIO CREYENTE, Y ESPERANZADO.

Del libro de los Hechos de los apóstoles (1,1-11):

En mi primer libro, querido Teófilo, escribí de todo lo que Jesús fue haciendo y enseñando hasta el día en que dio instrucciones a los apóstoles, que había escogido, movido por el Espíritu Santo, y ascendió al cielo. Se les presentó después de su pasión, dándoles numerosas pruebas de que estaba vivo, y, apareciéndoseles durante cuarenta días, les habló del reino de Dios. 
Una vez que comían juntos, les recomendó: «No os alejéis de Jerusalén; aguardad que se cumpla la promesa de mi Padre, de la que yo os he hablado. Juan bautizó con agua, dentro de pocos días vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo.» 
Ellos lo rodearon preguntándole: «Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el reino de Israel?» 
Jesús contestó: «No os toca a vosotros conocer los tiempos y las fechas que el Padre ha establecido con su autoridad. Cuando el Espíritu Santo descienda sobre vosotros, recibiréis fuerza para ser mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los confines del mundo.» Dicho esto, lo vieron levantarse, hasta que una nube se lo quitó de la vista. 
Mientras miraban fijos al cielo, viéndolo irse, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: «Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que os ha dejado para subir al cielo volverá como le habéis visto marcharse.»

GUÍA: Jesús estuvo enseñando a los discípulos. Les promete el Espíritu Santo. Recibiréis la fuerza del Espíritu y seréis mis testigos en Jerusalén y hasta los confines del mundo. Nos sentimos continuadores de su obra. Hoy nos toca a nosotros extender el Evangelio. Es el Espíritu quien actúa. Abramos el corazón a la esperanza y a la verdad, confiando en  que está con nosotros,  no estamos solos. Dejémonos empapar de las palabras de Jesús y de su llamada a estar con Él. SILENCIO CONFIADO, ENTREGADO.

De la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (1,17-23):

Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo. Ilumine los ojos de vuestro corazón, para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos, y cuál la extraordinaria grandeza de su poder para nosotros, los que creemos, según la eficacia de su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su derecha en el cielo, por encima de todo principado, potestad, fuerza y dominación, y por encima de todo nombre conocido, no sólo en este mundo, sino en el futuro. Y todo lo puso bajo sus pies, y lo dio a la Iglesia como cabeza, sobre todo. Ella es su cuerpo, plenitud del que lo acaba todo en todos.

GUÍA: Nuestra oración se hace fe en Dios Padre, en Dios Hijo, en Dios Espíritu Santo. Esperanza en ellos, en su fuerza  de resurrección y transformación de las personas y del mundo. Impregnados del Espíritu de amor que ha sido derramado en nuestros corazones. Dejemos que el torrente de su gracia nos cubra y fecundice. SILENCIO DE PRESENCIA Y ACOGIDA

Del evangelio según san Lucas (24,46-53):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto. Yo os enviaré lo que mi Padre ha prometido; vosotros quedaos en la ciudad, hasta que os revistáis de la fuerza de lo alto.» 
Después los sacó hacia Betania y, levantando las manos, los bendijo. Y mientras los bendecía se separó de ellos, subiendo hacia el cielo. Ellos se postraron ante él y se volvieron a Jerusalén con gran alegría; y estaban siempre en el templo bendiciendo a Dios.

GUÍA: ¿Qué frase nos dice más? ¿Qué podemos hacer nosotros? Jesús sigue enviando a sus discípulos, sigue revistiéndolos de la fuerza de lo alto. Predicaréis la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos. Bendecían a Dios. Hemos sido tocados por el Espiritu de Jesús. Formamos su familia. Él es la cabeza y nosotros los miembros. Todo tiene un ya pero todavía no. Es así, pero todavía tenemos que hacerlo verdad en nosotros. Jesús, ayúdanos a ser tus discípulos en fidelidad. SILENCIO DE DISCÍPULOS CREYENTES Y COMPROMETIDOS.

PRESENTAMOS nuestra oración al señor.

PETICIONES

PADRE NUESTRO  con toda la humanidad.



CANTAMOS


   ESPÍRITU SANTO, VEN, VEN / (3)
EN EL NOMBRE DEL SEÑOR.

Acompáñame, ilumíname
toda mi vida.
Acompáñame, ilumíname
Espíritu Santo, ven, ven.
ESTRIBILLO.

Santifícame y transfórmame
toda mi vida.
Santifícame y transfórmame
Espíritu Santo, ven, ven.
ESTRIBILLO.

5 comentarios:

  1. Jesús sube al cielo. Está con el Padre y acompaña a la Humanidad. Su proyecto es salvarla y ofrecerla al Padre para su gloria. El Espíritu Santo nos enseñará todas las cosas.

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  2. "el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo" Jesús sube al Padre pero quiere para todos el Espíritu que nos ayude a conocer al Padre. Nos enseñará todas las cosas. Es el maestro interior de cada persona. Abramos nuestra mente y corazón para recibirle.

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  3. "Cuando el Espíritu Santo descienda sobre vosotros, recibiréis fuerza para ser mis testigos en Jerusalén". Gracias, Jesús, por tus palabras y tu promesa. Que el Espíritu nos dé esa fuerza que necesitamos para ser tus testigos hoy, en nuestro mundo.Que su presencia nos ilumine en las decisiones y en el compartir la verdad y el amor.

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  4. "El mismo Jesús que os ha dejado para subir al cielo volverá como le habéis visto marcharse." Los discípulos quedaron llenos de alegría esperando al Espíritu que Jesús les había prometido. En esta semana de espera para Pentecostés invocamos al Padre y a Jesús para que envíen su Espíritu sobre nosotros. Él nos fortalecerá en los caminos que Dios quiere que recorramos. ¡Ven Espíritu Santo!

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  5. "Acompáñame, ilumíname, toda mi vida. Espíritu Santo, ven, ven". En la novena del Espíritu Santo, le llamamos, pedimos su venida, que ilumine nuestras vidas y a toda la humanidad. Necesitamos luz, fortaleza, mucho amor. Padre, Dios, bendice a nuestro mundo y conviértenos a Tí.

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