viernes, 30 de septiembre de 2016

EL JUSTO VIVIRÁ DE SU FE


ORACIÓN 02-10-16
GUÍA: Domingo 27. Tiempo Ordinario. Ciclo C  Aquí estamos, Señor. Hemos vivido la semana bajo tu mirada, teniendo en cuenta las Lecturas del Domingo. Algunos hemos participado en los comentarios de la Palabra, después de hacer un tiempo de oración. Ahora nos disponemos a descubrirte en tu Palabra de este domingo. Queremos hacer silencio para encontrarte en nosotros mismos, en nuestro interior.  Tú eres el Dios que nos salva, la luz que nos ilumina. Muestra, Señor tu misericordia con nosotros. Agradecemos tu presencia y tu amor. SILENCIO DE ENCUENTRO, AGRADECIDO  Y DISPONIBLE

De la profecía de Habacuc (1,2-3; 2,2-4):

¿Hasta cuándo clamaré, Señor, sin que me escuches? ¿Te gritaré: «Violencia», sin que me salves? ¿Por qué me haces ver desgracias, me muestras trabajos, violencias y catástrofes, surgen luchas, se alzan contiendas? 
El Señor me respondió así: «Escribe la visión, grábala en tablillas, de modo que se lea de corrido. La visión espera su momento, se acerca su término y no fallará; si tarda, espera, porque ha de llegar sin retrasarse. El injusto tiene el alma hinchada, pero el justo vivirá por su fe.»

GUÍA: El profeta ante el Señor, se queja de tantas desgracias. Se las presenta en su oración. La visión le hace comprender que el injusto tiene el alma hinchada pero el justo vive de fe. ¿Cómo nos sentimos en nuestra oración y encuentro con Dios? ¿Sentimos injusticia en nosotros, o vivimos de fe? En silencio reconocemos nuestra culpa y pedimos un corazón humilde, confiado, fiel. SILENCIO HUMILDE, CONFIADO, FIEL

De la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo (1,6-8.13-14):

Reaviva el don de Dios, que recibiste cuando te impuse las manos; porque Dios no nos ha dado un espíritu cobarde, sino un espíritu de energía, amor y buen juicio. No te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor y de mí, su prisionero. Toma parte en los duros trabajos del Evangelio, según la fuerza de Dios. Ten delante la visión que yo te di con mis palabras sensatas y vive con fe y amor en Cristo Jesús. Guarda este precioso depósito con la ayuda del Espíritu Santo que habita en nosotros.
GUÍA: En esta Lectura Pablo anima a Timoteo a reavivar el don de Dios que ha recibido. Que el Espíritu obra con energía, amor y buen juicio. Le aconseja que tome parte en los trabajos por el Evangelio, ayudado por Dios. Estas palabras son dirigidas a cada uno de nosotros. Oigámoslas con el corazón y dejemos que se introduzcan en nosotros con más intensidad. Es nuestro tiempo, tiempo de gracia y de colaboración. Con la ayuda del Espíritu  Santo podemos dar una respuesta personal, convencida y entregada. SILENCIO DE INTERIORIZACIÓN, DE CONVENCIMIENTO Y ENTREGA GENEROSA

Del santo evangelio según san Lucas (17,5-10):

En aquel tiempo, los apóstoles le pidieron al Señor: «Auméntanos la fe.» 
El Señor contestó: «Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: "Arráncate de raíz y plántate en el mar." Y os obedecería. Suponed que un criado vuestro trabaja como labrador o como pastor; cuando vuelve del campo, ¿quién de vosotros le dice: "En seguida, ven y ponte a la mesa"? ¿No le diréis: "Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú"? ¿Tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: Cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid: "Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer."»

GUÍA: Los apóstoles sienten la necesidad de la fe. También nosotros la pedimos con cierta frecuencia. ¿Te ves necesitado de aumentarla? Jesús confirma lo que ellos necesitan. Si tuvierais fe como un grano de mostaza … dejemos que nuestro ser exprese lo que siente y creamos con la fuerza del Espíritu. Digamos como los apóstoles: Auméntanos la fe. Pero recordemos el final: Cuando hayáis hecho todo lo mandado… Hemos hecho lo que teníamos que hacer.  Acogemos al Espíritu de Dios en nosotros y el amor que derrama sobre cada uno. SILENCIO CREYENTE, DE ACOGIDA, DE RESPUESTA

PRESENTAMOS nuestros deseos al Padre

RECIBIMOS su amor y nos dejamos amar por Él

COMPROMISO

PADRE NUESTRO con Jesús y  todas las personas del mundo.

INVOCAMOS A MARÍA


/Auxiliadora y Madre, Virgen María,
Mientras busco la senda, eres mi guía

 En tu templo yo mi historia comencé;
Que eres Madre, yo lo supe desde niña,
Me enseñaste, Auxiliadora,
 Que la fe y la esperanza,
Que el amor nos da la vida.

 En mis ojos tu mirada se prendió,
 Y aprendí a descubrir en cada niño,
El rostro de aquel pobre, en la mano del mendigo,
 su dolor y el de tu Hijo.

En tus manos yo mi vida entregué,
 Tu presencia es lo que siempre yo anhelo;
Por la vida voy sembrando,
 por la vida voy cantando,

porque eres mi consuelo.


7 comentarios:

  1. Espero que hayáis tenido una buena semana. En este encuentro nos veremos

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  2. "Reaviva el don de Dios, que recibiste cuando te impuse las manos; porque Dios no nos ha dado un espíritu cobarde" Confiamos en el Señor que sigue dándonos su Espíritu. Sigue estando presente pero cuenta con nosotros. ¿Estamos dispuestos a colaborar en su campo?

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  3. "El injusto tiene el alma hinchada, pero el justo vivirá por su fe."¿Dónde estamos nosotros?
    Vivir de fe nos lleva a conocer a Dios, a servirle de todo corazón. Que no nos llegue la superficialidad, la exclusión egoísta la apatía. María Madre, ayúdanos a caminar por los caminos rectos de Dios.

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  4. «Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: "Arráncate de raíz y plántate en el mar. Y os obedecería". Jesús, seguimos necesitados de fe. Aumenta nuestra fe. Estamos contigo. Tú eres la fuerza que nos lleva al Padre y hace que el mundo se haga más habitable y más creyente.

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  5. "En mis ojos tu mirada se prendió, y aprendí a descubrir en cada niño, el rostro de aquel pobre, en la mano del mendigo, su dolor y el de tu Hijo".Madre Auxiliadora, nos enseñas a reconocer el rostro de Jesús en las personas de nuestro entorno. Que sepamos tratarlas con el cariño misericordioso del Padre.

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  6. «Auméntanos la fe.» Los apóstoles sintieron esta necesidad y se lo dicen a Jesús. ¿Cuántas veces se lo decimos también nosotros? El camino se hace duro posiblemente y necesitamos una fe mayor para confiar en su presencia a nuestro lado. Nuevamente te lo repetimos con los apóstoles: Auméntanos la fe.

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  7. "Auxiliadora y Madre, Virgen María,Mientras busco la senda, eres mi guía" Siempre es así. María sigue siendo Madre y maestra. Enseña la senda y la recorre con cada uno de nosotros. ¡Gracias, Madre!

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