REZA Y COMPARTE
GUÍA DE ORACIÓN
06-01-19
GUÍA: Levántate, Jerusalén. Aquí
estoy, Señor. Oigo tu voz. Tu
cercanía ilumina todo camino. Gracias, por tu presencia en la vida. Tú estás
con nosotros, nos das valor y confortas en los momentos de dificultad y en las
horas de luz. Envía tu Espíritu para que recibamos tu Palabra y la
llevemos a la práctica. Nuestra oración te busca y acompaña. Gracias por tu venida a nuestras vidas. SILENCIO DE APERTURA,
PETICIÓN, DISPONIBILIDAD
Del libro de Isaías 60, 1-6
¡Levántate,
brilla, Jerusalén, que llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre
ti!
Mira: las tinieblas cubren la tierra, y la oscuridad los pueblos, pero sobre ti amanecerá el Señor, su gloria aparecerá sobre ti.
Y caminarán los pueblos a tu luz, los reyes al resplandor de tu aurora.
Levanta la vista en torno, mira: todos ésos se han reunido, vienen a ti;tus hijos llegan de lejos, a tus hijas las traen en brazos.
Entonces lo verás, radiante de alegría; tu corazón se asombrará, se ensanchará,
cuando vuelquen sobre ti los tesoros del mar y te traigan las riquezas de los
pueblos.
Te inundará una multitud de camellos, de dromedarios de Madián y de Efá.
Vienen todos de Saba, trayendo incienso y oro, y proclamando las alabanzas del
Señor.
Mira: las tinieblas cubren la tierra, y la oscuridad los pueblos, pero sobre ti amanecerá el Señor, su gloria aparecerá sobre ti.
Y caminarán los pueblos a tu luz, los reyes al resplandor de tu aurora.
Levanta la vista en torno, mira: todos ésos se han reunido, vienen a ti;tus hijos llegan de lejos, a tus hijas las traen en brazos.
Entonces lo verás, radiante de alegría; tu corazón se asombrará, se ensanchará,
cuando vuelquen sobre ti los tesoros del mar y te traigan las riquezas de los
pueblos.
Te inundará una multitud de camellos, de dromedarios de Madián y de Efá.
Vienen todos de Saba, trayendo incienso y oro, y proclamando las alabanzas del
Señor.
GUÍA: Levántate, Jerusalén, brilla.
El Señor amanece sobre ti. Contemplamos tu amanecer, visualizamos tu presencia,
recibimos tu gloria. Disipa, Señor, nuestras tinieblas. Acoge a tus hijos.
Venimos todos con tus dones, cantamos tus alabanzas, gracias, Padre, por tu Hijo.
Confiamos en ti. Acompaña nuestro camino.
SILENCIO DE FE, CONFIANZA, AMOR.
Hermanos:
Habéis oído hablar de la distribución de la gracia de Dios que se me ha dado en favor vuestro.
Ya que se me dio a conocer por revelación el misterio, que no había sido manifestado a los hombres en otros tiempos, como ha sido revelado ahora por el Espíritu a sus santos apóstoles y profetas: que también los gentiles son coherederos,
miembros del mismo cuerpo y partícipes de la promesa en Jesucristo, por el Evangelio.
Habéis oído hablar de la distribución de la gracia de Dios que se me ha dado en favor vuestro.
Ya que se me dio a conocer por revelación el misterio, que no había sido manifestado a los hombres en otros tiempos, como ha sido revelado ahora por el Espíritu a sus santos apóstoles y profetas: que también los gentiles son coherederos,
miembros del mismo cuerpo y partícipes de la promesa en Jesucristo, por el Evangelio.
GUÍA:
Nos ha sido revelado el misterio de Dios, por el Espíritu. Avivemos nuestra
confianza en él. Lo acogemos en la fe.
También
los gentiles son coherederos. Miembros del mismo cuerpo, partícipes de la
promesa en Jesucristo. Hoy nos sentimos herederos de la gracia de Dios, en
Jesús y miembros de su presencia en el mundo. ¿Acogemos a los cercanos y a los
lejanos? AGRADECEMOS, VIVIMOS SU
PRESENCIA, ACTUAMOS.
Lectura del santo evangelio según san
Mateo 2, 1-12
Jesús
nació en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes.
Entonces, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando:
—«¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su
estrella y venimos a adorarlo.»
Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó, y todo Jerusalén con él; convocó a los sumos sacerdotes y a los escribas del país, y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías.
Ellos le contestaron:
—«En Belén de Judea, porque así lo ha escrito el profeta: "Y tú, Belén, tierra de Judea, no eres ni mucho menos la última de las ciudades de Judea, pues de ti saldrá un jefe que será el pastor de mi pueblo Israel."»
Entonces Herodes llamó en secreto a los magos para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén, diciéndoles:
—
«Id y averiguad cuidadosamente qué hay del niño y, cuando lo encontréis, avisadme, para ir yo también a adorarlo.»
Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y de pronto la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño.
Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra.
Y habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a Herodes, se marcharon a su tierra por otro camino.
Entonces, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando:
—«¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su
estrella y venimos a adorarlo.»
Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó, y todo Jerusalén con él; convocó a los sumos sacerdotes y a los escribas del país, y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías.
Ellos le contestaron:
—«En Belén de Judea, porque así lo ha escrito el profeta: "Y tú, Belén, tierra de Judea, no eres ni mucho menos la última de las ciudades de Judea, pues de ti saldrá un jefe que será el pastor de mi pueblo Israel."»
Entonces Herodes llamó en secreto a los magos para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén, diciéndoles:
—
«Id y averiguad cuidadosamente qué hay del niño y, cuando lo encontréis, avisadme, para ir yo también a adorarlo.»
Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y de pronto la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño.
Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra.
Y habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a Herodes, se marcharon a su tierra por otro camino.
GUÍA:
Los Magos le buscan, Herodes se sobresalta. El corazón humano tiene distintas
reacciones ante Jesús. ¿Cuál es la nuestra?. Dejemos tiempo para decidir. Si
optamos por Jesús, sigamos su estrella y caminemos hasta él. Como a los Magos
se nos llenará el corazón de alegría. Recibimos esta alegría y la anunciamos a
otras personas. SILENCIO DE
CONTEMPLACIÓN, DE AMOR Y DE ALEGRÍA ANTE
EL NIÑO DIOS.
RECOGEMOS NUESTROS SENTIMIENTOS Y UNA FRASE PARA
RECORDAR.
FE, CONTEMPLACIÓN, SOLIDARIDAD, ALEGRÍA.
NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON LA PALABRAS DE JESÚS:PADRE NUESTRO...
CANTAMOS
Tres
reyes magos llegan de Oriente, (bis)
traen al
niño lindos presentes. Melchor y Gaspar, Gaspar, Baltasar
adoran al
niño en el portal, Melchor y Gaspar, Gaspar, Baltasar
adoran al
niño en el portal.
Cristianos
venid, venid a adorar, que Dios ha nacido y es navidad. que Dios ha nacido y es navidad.
Tres reyes magos cruzan fronteras (bis) por
los senderos viendo una estrella.
Sendero
de amor, sendero de paz, senderos abiertos a la amistad.
Sendero de amor, sendero de paz, senderos
abiertos a la amistad.
"Levántate, brilla" nos alerta de la llegada de la luz de Dios, del Niño de Belén. Manifestación de Dios a Jerusalén y a todas las naciones. A todos se nos dice ¡Levántate, brilla! Acción y gozo ante un Dios que se hace niño entre nosotros. ¿Respondemos?
ResponderEliminar"Levántate, Jerusalén. Aquí estoy, Señor. Oigo tu voz." Que los oídos de la humanidad acojamos tu voz para construir una nueva sociedad, justa y fraterna.
ResponderEliminar¡Levántate, brilla, Jerusalén, que llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti! Levántate y vivamos a la luz del Señor. ¿Cómo lo ves?
ResponderEliminarDa ánimo y valor para vivir los distintos momentos del día. Confiamos en ti, Señor.
ResponderEliminarAgradecemos, vivimos su presencia, actuamos. Otro rasgo de confianza y esperanza.
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