viernes, 26 de abril de 2019

DIVINA MISERICORDIA


REZA Y COMPARTE

DIVINA MISERICORDIA

GUÍA DE ORACIÓN  28-04-19

GUÍA: Tiempo de Pascua, de encuentro, de resurrección, de misericordia. Los apóstoles iban cimentando su fe. Los creyentes hemos de cimentarla, asegurarla en Jesús resucitado y salvador. Creer en Jesús. Esperar  en su venida, ser testigos del  amor que él nos dio y del que quiere seguir dando por medio de nosotros, en forma de amor y de misericordia. Aquí estamos, Señor. Conduce nuestra oración. SILENCIO DE ACOGIDA, DE FE Y CONFIANZA.

Del libro de los Hechos de los apóstoles (5,12-16):

Los apóstoles hacían muchos signos y prodigios en medio del pueblo. Los fieles se reunían de común acuerdo en el pórtico de Salomón; los demás no se atrevían a juntárseles, aunque la gente se hacía lenguas de ellos; más aún, crecía el número de los creyentes, hombres y mujeres, que se adherían al Señor. La gente sacaba los enfermos a la calle, y los ponía en catres y camillas, para que, al pasar Pedro, su sombra, por lo menos, cayera sobre alguno. Mucha gente de los alrededores acudía a Jerusalén, llevando a enfermos y poseídos de espíritu inmundo, y todos se curaban.

GUÍA:  Se realizan muchos signos y prodigios por parte de los apóstoles. Vemos aquellas curaciones, el número de los creyentes crecía. Han llegado hasta el día de hoy. Dejamos que Jesús cale en nuestro espíritu y nuestra fe se robustezca. Somos eslabones de la gran cadena de Jesús. Estamos llamados/as a permanecer en ella y transmitir el tesoro de la fe a las generaciones venideras. SILENCIO DE ADMIRACIÓN, DE FE, DE APERTURA.

Del libro del Apocalipsis (1,9-11a.12-13.17-19):

Yo, Juan, vuestro hermano y compañero en la tribulación, en el reino y en la constancia en Jesús, estaba desterrado en la isla de Patmos, por haber predicado la palabra, Dios, y haber dado testimonio de Jesús. Un domingo caí en éxtasis y oí a mis espaldas una voz potente que decía: «Lo que veas escríbelo en un libro, y envíaselo a las siete Iglesias de Asia.» Me volví a ver quién me hablaba, y, al volverme, vi siete candelabros de oro, y en medio de ellos una figura humana, vestida de larga túnica, con un cinturón de oro a la altura del pecho. Al verlo, caí a sus pies como muerto. Él puso la mano derecha sobre mí y dijo: «No temas: Yo soy el primero y el último, yo soy el que vive. Estaba muerto y, ya ves, vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del abismo. Escribe, pues, lo que veas: lo que está sucediendo y lo que ha de suceder más tarde.»

GUÍA: No temas: Yo soy el primero y el último, el viviente…vivo por los siglos. Oímos estas palabras del Hijo del hombre. Arrojemos el temor, acojamos la presencia de Jesús y su vida. Abrimos el oído y el corazón para aceptar al viviente, triunfador del pecado y de la muerte, dador de misericordia. Supera, Jesús la miseria humana por tu misericordia. Camina con nosotros en la libertad y en el amor. SILENCIO DE ACOGIDA, CONFIANZA, AMOR

  Del santo evangelio según san Juan (20,19-31):

Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos.
Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a vosotros.»
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor.
Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.»
Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados! quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.»
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían: «Hemos visto al Señor.»
Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo.»
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: «Paz a vosotros.»
Luego dijo a Tomás: «Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.»
Contestó Tomás: «¡Señor Mío y Dios Mío!»
Jesús le dijo: «¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto.»
Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Éstos se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo tengáis vida en su nombre.

GUÍA: Jesús se aparece a los discípulos. Los saluda con la paz y los envía. Nos disponemos a recibir al Espíritu y a participar en el envío, mensajeros de su paz y misericordia. Con Tomás decimos: Señor mío y Dios mío. Confiamos en ti. SILENCIO DE ENCUENTRO, DE ADMIRACIÓN Y DE COMPARTIR.

RECOGEMOS NUESTRA ORACIÓN, LA PRESENTAMOS EN UNA FRASE Y LA REPETIMOS A LO LARGO DEL DÍA.

CONTEMPLAMOS, AGRADECEMOS, OFRECEMOS

INVOCAMOS A MARÍA, MADRE DE ORACIÓN

NOS DIRIGIMOS AL PADRE Y AL ESPÍRITU CON LAS PALABRAS DE JESÚS: PADRE NUESTRO

CANTAMOS

Cristo nos da la libertad (Erdozaín)

Cristo nos da la libertad,
Cristo nos da la salvación,
Cristo nos da la esperanza,
Cristo nos da el amor.

Cuando luche por la paz y la verdad, la encontraré;
cuando cargue con la cruz de los demás, me salvaré.
Dame, Señor, tu palabra;
oye, Señor, mi oración.

 
Cuando sepa perdonar de corazón, tendré perdón;
cuando siga los caminos del amor, veré al Señor.
Dame, Señor, tu palabra;
oye, Señor, mi oración.

Cuando siembre la alegría y la amistad, vendrá el Amor;
cuando viva en comunión con los demás, seré de Dios.
Dame, Señor, tu palabra;
oye, Señor, mi oración.




10 comentarios:

  1. "Divina Misericordia" Es el domingo de la Divina Misericordia. introducido por San Juan Pablo II en las fiestas del calendario litúrgico. La oración nos acerca a las lecturas del domingo, en el marco de la Pascua. Interiorizamos y compartimos.
    El día 28, de 16:00h a 17:00 tendremos el Evento de "Oración Grupo Reza y Comparte"en facebook. Estás invitado/a para participar y rezar juntos. Nos basamos en las lecturas del domingo. Invita a tus amigos, apúntate. Gracias.

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  2. «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.»Los discípulos se sienten enviados y responden con fuerza al anuncio de Jesús. El Bautismo y la Confirmación nos envían con esta misma tarea. Que sepamos responder adecuadamente.

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  3. ¡Señor mío y Dios mío!Lo decimos como Tomás y confiamos en su perdón y su amor. Gracias, Jesús.

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  4. "No seas incrédulo sino creyente" Él creyó. Pedimos la fe para pos que buscan a dios y también para los que se alejan. Confiamos en en su divina misericordia

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  5. "Cristo nos da la libertad,/Cristo nos da la salvación", La acogemos en nosotros, en nuestro interior y la compartimos con los de alrededor. Libertad de los hijos de Dios.

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  6. "ser testigos del amor que él nos dio y del que quiere seguir dando por medio de nosotros, en forma de amor y de misericordia". Conocerlo, vivir de acuerdo con él y ser sus testigos ante los otros es importante hoy.¿Lo intentamos?

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  7. "Estaba muerto y, ya ves, vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del abismo". Escuchamos estas palabras y nos fiamos de ellas. Pedimos fe para recibirlas y mantenerlas en nosotros y en otros.

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  8. "Estamos llamados/as a permanecer en ella y transmitir el tesoro de la fe a las generaciones venideras". Como cristiano vivimos en comunión con Cristo y caminar con él.

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  9. "Juan, vuestro hermano y compañero en la tribulación, en el reino y en la constancia en Jesús..." Así habla Juan a loa fieles. Es la imagen de la constancia y testimonio en relación con Jesús. Sentirnos unidos a esos pasos dice algo de nuestra fidelidad al evangelio. ¿Verdad?

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  10. "Creer en Jesús. Esperar en su venida, ser testigos del amor que él nos dio y del que quiere seguir dando por medio de nosotros, en forma de amor y de misericordia" Unidos en este camino y dispuestos a avanzar. Confiamos en ti, Jesús.

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