REZA Y COMPARTE
LES HACE JUSTICIA
GUÍA: Aquí estamos, Padre. Buscamos tu rostro. Escucha nuestra
oración y haznos disponibles para el perdón, para tu gracia, para el encuentro
con los demás. Sabemos que lo harás y cambiarás nuestro corazón para el
encuentro. Libres de las ataduras del rencor. Justificados por tu perdón. SILENCIO DE ORACIÓN, ENCUENTRO, GRACIA.
Del libro del Eclesiástico
(35,12-14.16-18):
EL Señor es juez,
y para él no cuenta el prestigio de las personas.
Para él no hay acepción de personas en perjuicio del pobre,
sino que escucha la oración del oprimido.
No desdeña la súplica del huérfano,
ni a la viuda cuando se desahoga en su lamento.
Quien sirve de buena gana, es bien aceptado,
y su plegaria sube hasta las nubes.
La oración del humilde atraviesa las nubes,
y no se detiene hasta que alcanza su destino.
No desiste hasta que el Altísimo lo atiende,
juzga a los justos y les hace justicia.
El Señor no tardará.
EL Señor es juez,
y para él no cuenta el prestigio de las personas.
Para él no hay acepción de personas en perjuicio del pobre,
sino que escucha la oración del oprimido.
No desdeña la súplica del huérfano,
ni a la viuda cuando se desahoga en su lamento.
Quien sirve de buena gana, es bien aceptado,
y su plegaria sube hasta las nubes.
La oración del humilde atraviesa las nubes,
y no se detiene hasta que alcanza su destino.
No desiste hasta que el Altísimo lo atiende,
juzga a los justos y les hace justicia.
El Señor no tardará.
GUÍA: Ante ti, Señor, invocamos tu favor. Eres justo,
misericordioso y atiendes la súplica de los que te sirven. Sólo tú conoces
nuestro ser y lo acoges cuando te buscamos en sinceridad,
en humildad. Sabemos que no hay preferencias, ni distinciones. El pobre y el
justo serán escuchados. Perdona nuestras
faltas y acércanos a ti, a tu misericordia. No tardes. SILENCIO DE PERDÓN, DE PRESENCIA, DE CONFIANZA.
R/. El
afligido invocó al Señor, y él lo escuchó
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo (4,6-8.16-18):
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo (4,6-8.16-18):
Querido hermano:
Yo estoy a punto de ser derramado en libación y el momento de mi partida es inminente.
He combatido el noble combate, he acabado la carrera, he conservado la fe.
Por lo demás, me está reservada la corona de la justicia, que el Señor, juez justo, me dará en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que hayan aguardado con amor su manifestación.
En mi primera defensa, nadie estuvo a mi lado, sino que todos me abandonaron. ¡No les sea tenido en cuenta!
Mas el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas para que, a través de mí, se proclamara plenamente el mensaje y lo oyeran todas las naciones. Y fui librado de la boca del león.
El Señor me librará de toda obra mala y me salvará llevándome a su reino celestial.
A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
GUÍA: Pablo intuye que su vida está en peligro. El momento es
inminente. Espera en Dios, su fuerza y salvación. He combatido el noble
combate, dice.
Nos unimos a sus expresiones y
procuramos decirlas también con sinceridad. Nos damos cuenta de nuestras culpas
y esperamos su manifestación en nuestra vida. SILENCIO DE CONOCIMIENTO, DE
SINCERIDAD, DE MANIFESTACIÓN.
Lectura del santo evangelio según
san Lucas (18,9-14):
En aquel tiempo, Jesús dijo esta parábola a algunos que se confiaban en sí mismos por considerarse justos y despreciaban a los demás:
«Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior:
“¡Oh Dios!, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros; ni tampoco como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo”.
El publicano, en cambio, quedándose atrás, no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo:
“Oh Dios!, ten compasión de este pecador”.
Os digo que este bajó a su casa justificado, y aquel no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».
En aquel tiempo, Jesús dijo esta parábola a algunos que se confiaban en sí mismos por considerarse justos y despreciaban a los demás:
«Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior:
“¡Oh Dios!, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros; ni tampoco como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo”.
El publicano, en cambio, quedándose atrás, no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo:
“Oh Dios!, ten compasión de este pecador”.
Os digo que este bajó a su casa justificado, y aquel no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».
GUÍA: Aquellos se
consideraban justos y despreciaban a los demás. ¿Es así nuestra situación?. El
fariseo va a orar y sólo ve su
conciencia por encima de los otros.
Nuestro momento puede clarificarse ante tu Palabra. Señor, necesitamos
reconocer lo que no hemos hecho, lo que hemos hecho mal, lo que ofende a Dios y
al prójimo. Con tu perdón, ayúdanos a caminar en tus sendas. SILENCIO
DE APERTURA, ENCUENTRO, PERDÓN.
RECOGEMOS NUESTRA ORACIÓN: UNA FRASE PARA RECORDAR.
EXPRESAMOS NUESTRA GRATITUD, DESEO DE PRESENCIA Y DE GRACIA.
INVOCAMOS A MARÍA, MADRE Y COMPAÑERA DE CAMINO.
NOS PONEMOS EN LAS MANOS DEL PADRE DIOS, CON JESÚS: PADRE NUESTRO…
CANTAMOS:
Libertador de Nazaret (Erdozaín)
Libertador de Nazaret,
ven junto a mí, ven junto a mí.
Libertador de Nazaret,
¿qué puedo hacer sin Ti?
Yo sé que eres camino,
que eres la Vida y la Verdad.
Yo sé que el que te sigue
sabe a dónde va.
Quiero vivir tu vida,
seguir tus huellas, tener tu luz.
Quiero beber tu cáliz,
quiero llevar tu cruz.
Quiero encender mi fuego,
alumbrar mi vida y seguirte a Ti.
Quiero escucharte siempre,
quiero luchar por Ti.
Busco un mensaje nuevo,
te necesito: Libertador.
No puedo estar sin rumbo,
no puedo estar sin Dios.
"Les hace justicia" Una oración para la reflexión, interiorización, perdón, confianza. Practica estos sentimientos y cuida tu fe, acércate a Dios y a los que te necesitan.
ResponderEliminarDía 27, de 16:00 a 17:00h Madrid, Evento: Oración Grupo Reza y Comparte; De 17:00 18:00h Evento: Oración grupo Reza y Comparte Juvenil, el mismo día. Estás invitado/a
ResponderEliminar"para él no cuenta el prestigio de las personas." Pedimos por los que son juzgados injustamente.
ResponderEliminar"escucha la oración del oprimido." ¿Te sientes oprimido/a alguna vez? Dios, Padre, nos escucha y sana nuestro corazón y nuestras heridas. Confiamos en Él.
ResponderEliminar"confiaban en sí mismos por considerarse justos y despreciaban a los demás" ¿Pasa esto, nos pasa a nosotros?
ResponderEliminar"el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas para que, a través de mí, se proclamara plenamente el mensaje y lo oyeran todas las naciones". San Pablo ha confiado en Jesús y se siente apoyado por él. Que confiemos nosotros en su presencia y su cercanía.
ResponderEliminar"No puedo estar sin rumbo,/no puedo estar sin Dios." ¿Estamos alguna vez sin este rumbo? Dios nos espera cada momento. Confiemos en él.
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ResponderEliminar"Yo sé que eres camino,/que eres la Vida y la Verdad./Yo sé que el que te sigue/sabe a dónde va." Nuestras palabras lo dicen. Jesús,haz que en la práctica sea una realidad.