viernes, 4 de octubre de 2019

POR SU FE VIVIRÁ



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POR SU FE VIVIRÁ

GUÍA DE ORACIÓN: 06-10-19

GUÍA: Estamos aquí, Señor. La oración nos descubre el corazón y abre nuestra mente a una fe más consciente. Nos unimos a la afirmación: El justo vivirá por su fe.  Nos consideramos creyentes, te reconocemos como Padre y aceptamos tus palabras. Vemos hasta dónde llega nuestra fe y nuestra esperanza. El Espíritu Santo que habita en nosotros nos llama y nos fortalece con sus dones. SILENCIO CREYENTE, CONFIADO, ESPERANZADO.

De la profecía de Habacuc (1,2-3;2,2-4):

¿Hasta cuándo, Señor,
pediré auxilio sin que me oigas,
te gritaré: ¡Violencia!,
sin que me salves?
¿Por qué me haces ver crímenes
y contemplar opresiones?
¿Por qué pones ante mí
destrucción y violencia,
y surgen disputas
y se alzan contiendas?
Me respondió el Señor:
Escribe la visión y grábala
en tablillas, que se lea de corrido;
pues la visión tiene un plazo,
pero llegará a su término sin defraudar.
Si se atrasa, espera en ella,
pues llegará y no tardará.
Mira, el altanero no triunfará;
pero el justo por su fe vivirá.

GUÍA: ¿Hasta cuándo clamaré? dice el profeta. Pregunta al Señor, se queja de no ser oído rápidamente. Nos encontramos en tu presencia y actualizamos la fe. Confiamos, fiados de tu palabra. Seguimos escuchando: Llegará…pero el justo vive de fe. ¿Nos sentimos representados por estas peticiones y diálogo? Hagamos el nuestro. El Señor nos espera a cada uno con su nombre, su realidad, miedos y esperanzas. SILENCIO DE IDENTIFICACIÓN, DE ESPERA, DE ACCIÓN CREYENTE.

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo (1,6-8.13-14):

Querido hermano:
Te recuerdo que reavives el don de Dios que hay en ti por la imposición de mis manos, pues Dios no nos ha dado un espíritu de cobardía, sino de fortaleza, de amor y de templanza. Así pues, no te avergüences del testimonio de nuestro Señor ni de mí, su prisionero; antes bien, toma parte en los padecimientos por el Evangelio, según la fuerza de Dios.
Ten por modelo las palabras sanas que has oído de mí en la fe y el amor que tienen su fundamento en Cristo Jesús. Vela por el precioso depósito con la ayuda del Espíritu Santo que habita en nosotros.
GUÍA: Reaviva el don de Dios, le dice Pablo a Timoteo. Es obra del Espíritu pero también hemos de cuidarlo, cultivarlo para que dé fruto. No se nos ha  dado un espíritu cobarde, sino de fortaleza y amor. Profundizamos estas palabras y dejemos que se cumplan en nosotros.
No te avergüences del testimonio del Señor. Nos confrontamos  con esta situación y dejamos que nuestra vida se impregne de fortaleza. Que el testimonio sobre Jesús esté en nuestra meta. SILENCIO DE ESCUCHA, ATENCIÓN, ACEPTACIÓN.

Lectura del santo evangelio según san Lucas (17,5-10):

En aquel tiempo, los apóstoles le dijeron al Señor:
«Auméntanos la fe».
El Señor dijo:
«Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera:
“Arráncate de raíz y plántate en el mar», y os obedecería.
¿Quién de vosotros, si tiene un criado labrando o pastoreando, le dice cuando vuelve del campo: “Enseguida, ven y ponte a la mesa”?
¿No le diréis más bien: “Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú”?
¿Acaso tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: cuando hayáis hecho todo lo que se os ha mandado, decid:
“Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer”».

GUÍA: “Si tuvierais fe”… Se nos dice hoy. Hemos de recibirla y cultivarla. La oración calienta y transforma el corazón endurecido por las tensiones y malas experiencias. La confianza en tu Palabra nos va salvando y cambiando. Confiamos en ti, te esperamos en lo más vivo de nuestro ser. SILENCIO DE FE, DE ENCUENTRO, DE COMPROMISO

RECOGEMOS NUESTRA ORACIÓN, ¿QUÉ NOS QUEDA? UNA FRASE TE AYUDA A RECORDAR.

ENCUENTRO, CONFIANZA, ENTREGA, PROPÓSITO.

INVOCAMOS A MARÍA, MADRE Y AMIGA, PARA QUE VENGA CON NOSOTROS.

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON LAS PALABRAS DE JESÚS: PADRE NUESTRO…

CANTAMOS:

Canción del testigo
POR TI, MI DIOS, CANTANDO VOY
LA ALEGRÍA DE SER TU TESTIGO, SEÑOR

1. Me mandas que cante con toda mi voz:
no sé cómo cantar tu mensaje de amor.
Los hombres me preguntan cuál es mi misión;
les digo: “Testigo soy”.

2. Es fuego tu Palabra que mi boca quemó,
mis labios ya son llamas y cenizas mi voz.
Da miedo proclamarte, pero tú me dices:
“No temas, contigo estoy”.

3. Tu Palabra es una carga que mi espalda dobló;
es brasa tu mensaje que mi lengua secó.
“Déjate quemar, si quieres alumbrar:
no temas, contigo estoy”.

9 comentarios:

  1. "Por su fe vivirá", El justo vivirá por su fe. Nuestra oración de hoy nos ayuda a contemplar al Señor y avivar la fe. Pensamientos, palabras y acciones se adhieren a la roca de la fe, con humildad y constancia. Hacemos ejercicio para avanzar en el camino con Jesús.

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  2. "La oración nos descubre el corazón y abre nuestra mente a una fe más consciente".Gracias, por tu presencia y amor incondicional. Ahí experimentamos la fidelidad de Dios. Abrimos el corazón y nos unimos a su voluntad para nosotros. Una experiencia bonita.

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  3. «Si tuvierais fe como un granito de mostaza..."Jesús nos dice la importancia de la fe, y el valor para lanzarse a lo que Dios quiere. Aumenta nuestra fe, te decimos con los discípulos.

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  4. «Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera:“Arráncate de raíz y plántate en el mar», y os obedecería". Jesús está seguro de la eficacia de la fe. ¿Y nosotros?

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  5. "¿Hasta cuándo, Señor, pediré auxilio sin que me oigas?," ¿Lo hacemos con fe, con humildad, confianza? Esperamos como Jesús en el Padre que nos ama, a pesar de todo lo que pueda suceder.

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  6. "Si se atrasa, espera en ella, pues llegará y no tardará". La esperanza nos mantiene en pie. Confiamos en el Padre Dios. Él cuenta con nosotros.

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  7. "Es obra del Espíritu pero también hemos de cuidarlo, cultivarlo para que dé fruto." Gracias, Padre. Envía tu Espíritu que nos ayude a caminar en tus caminos.

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  8. "Mira, el altanero no triunfará; pero el justo por su fe vivirá." Respeto y humildad son traje que nos pide el Señor. ¿Lo vestimos cada día?

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  9. "¿Hasta cuándo, Señor, pediré auxilio sin que me oigas?" El dolor, la guerra, el odio se instalan entre nosotros. Ayúdanos a trabajar por el bien, que consigamos, contigo, el bien que tú deseas.

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