viernes, 11 de septiembre de 2020

RECUERDA LOS MANDAMIENTOS



REZA Y COMPARTE

RECUERDA LOS MANDAMIENTOS

GUÍA DE ORACIÓN

GUÍA:  Estás en el centro del mundo, Padre. Conduces las cosas y las personas hacia ti. También nosotros queremos ir por ese camino de salvación. Escuchamos tu palabra y tus consejos. Hacemos espacio para reconocernos tus hijos y también pobres de virtudes y de amor. Alimenta nuestra fe, nuestra esperanza y nuestro amor. SILENCIO DE ENCUENTRO, DE CONFIANZA, DE PERDÓN.



Del libro del Eclesiástico (27,33–28,9
Furor y cólera son odiosos; el pecador los posee. Del vengativo se vengará el Señor y llevará estrecha cuenta de sus culpas. Perdona la ofensa a tu prójimo, y se te perdonarán los pecados cuando lo pidas. ¿Cómo puede un hombre guardar rencor a otro y pedir la salud al Señor? No tiene compasión de su semejante, ¿y pide perdón de sus pecados? Si él, que es carne, conserva la ira, ¿quién expiará por sus pecados? Piensa en tu fin, y cesa en tu enojo; en la muerte y corrupción, y guarda los mandamientos. Recuerda los mandamientos, y no te enojes con tu prójimo; la alianza del Señor, y perdona el error.

GUÍA: Perdona la ofensa de tu prójimo, se te perdonará la tuya. Es tu palabra. Aquí estamos entre la ira y el perdón.  Suaviza los corazones, acerca las voluntades, enséñanos a perdonar. Espíritu Santo educa nuestro ser en el amor, y condúcenos por los caminos del perdón. Haznos fuertes en tu compañía y en la cercanía a los hermanos. SILENCIO DE PRESENCIA, DE ESCUCHA, DE IMITAR TU GENEROSIDAD.

De la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (14,7-9):
Ninguno de nosotros vive para sí mismo y ninguno muere para sí mismo. Si vivimos, vivimos para el Señor; si morimos, morimos para el Señor; en la vida y en la muerte somos del Señor. Para esto murió y resucitó Cristo: para ser Señor de vivos y muertos.

GUÍA:  Vivimos para el Señor, en la vida y en la muerte. En este tiempo de pandemia, vamos experimentando lo frágiles que somos. Todos en situación de pobreza ante el pequeño virus. Nos sentimos agobiados y a la vez con esperanza. Que vayamos sacando conclusiones y proyectos saludables, solidarios, sostenibles. Que crezcamos en el amor.  Que reconozcamos a Dios en su ser y en su cercanía. Que hagamos un mundo más humano. SILENCIO DE REFLEXIÓN, DE COMPRENSIÓN, DE ESPERANZA.

Del santo evangelio según san Mateo (18,21-35):

En aquel tiempo, se adelantó Pedro y preguntó a Jesús: «Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?»
Jesús le contesta: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Y a propósito de esto, el reino de los cielos se parece a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus empleados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: "Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo." El señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero, al salir, el empleado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba, diciendo: "Págame lo que me debes." El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba, diciendo: "Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré." Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: "¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?" Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda. Lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo, si cada cual no perdona de corazón a su hermano.»

GUÍA: ¿Cuántas veces hay que perdonar? Dice Pedro. Jesús le dice setenta veces siete. Siempre. Un perdón que limpia el corazón de rencor y de venganza. Lo pone ante Dios pidiendo el propio perdón. Hagamos espacio para este ejercicio y pidamos a Jesús y al Espíritu su acción salvadora y pacificadora. SILENCIO DE PAZ, DE PERDÓN, DE MISERICORDIA.

RECOGEMOS NUESTRA ORACIÓN: UNA FRASE NOS AYUDA A RECORDAR.

CONTEMPLACIÓN, AGRADECIMIENTO, PERDÓN, AMOR.

INVOCAMOS A MARÍA QUE NOS ENSEÑA A RECIBIR LA PALABRA DE DIOS.

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON LAS PALABRAS DE JESÚS: PADRE NUESTRO.

CANTAMOS:

TU MISERICORDIA, SEÑOR/ME CAMBIA EL CORAZÓN

Te doy gracias/porque me miras con amor
te doy gracias/porque escuchas mi oración
te doy gracias por siempre,/por siempre, Señor
pues tu misericordia/me cambia el corazón

TU MISERICORDIA, SEÑOR/ME CAMBIA EL CORAZÓN

Llevaré tu Nombre/grabado en mis entrañas
llevaré tu mirada/reflejada en mi mirada
llevaré la luz de tu amor,/por donde vaya
pues tu misericordia/me cura y me restaura

TU MISERICORDIA, SEÑOR/ME CAMBIA EL CORAZÓN

Cuando ya no puedo caminar, Tú me acompañas
cuando pesa más la realidad, tomas mi carga
cuando se endurece el corazón, tu amor lo ablanda
porque tu misericordia/lo descansa
TU MISERICORDIA, SEÑOR/ME CAMBIA EL CORAZÓN




7 comentarios:

  1. "Recuerda los mandamientos" La oración nos recuerda el camino del Señor. Sus mandamientos nos conducen a su presencia y a la vida justa, a la fraternidad. Hoy nos acercamos con corazón puro Saludos.

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  2. "Perdona la ofensa de tu prójimo, se te perdonará la tuya". Gracias, Padre Dios, por tu perdón. Haz que tu misericordia llene la tierra.

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  3. "Para esto murió y resucitó Cristo: para ser Señor de vivos y muertos." Jesús, se hace uno con nosotros, y es Señor, amigo para todos. Nos sentimos en su compañía y trabajamos para que sea conocido y amado en nuestro mundo. Todo será transformado con él. En la Eucaristía nos da su fortaleza.

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  4. "Llevaré tu Nombre/grabado en mis entrañas/ llevaré tu mirada/reflejada en mi mirada" La fe y el amor nos hacen cantar con esta canción. Es bonita y nos sirve de oración. Estar presentes con el amor y el encuentro en Jesús, será buena forma d ecuidar la tierra y a las personas, como dice el Papa Francisco.

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  5. "Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?" Esto s enos pregunta. ¿Sabemos perdonar, como Dios nos perdona?

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  6. "te doy gracias por siempre,/por siempre, Señor/pues tu misericordia/me cambia el corazón" Nos unimos a la canción y agradecemosla misericordia que se nos prodiga por parte del Señor. Que la compartamos en nuestro día.

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  7. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?" Escuchamos esta frase y vemos cómo la llevamos a la práctica. Perdona y serás perdonado. Padre enséñanos tú.

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