sábado, 3 de agosto de 2024

MURMURABAN CONTRA MOISÉS

 

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MURMURABAN CONTRA MOISÉS

GUÍA DE ORACIÓN 04-08-24  XVIII Domingo del Tiempo Ordinario

 

GUÍA: El Éxodo nos relata la murmuración contra Moisés y contra Dios. El Señor les da un pan nuevo en el desierto. Visualizamos el camino del desierto, el hambre de la multitud, las quejas y la condescendencia de Moisés y del Señor. Un cuadro que se repite en la historia de la salvación en muchas ocasiones. Sentimos al pueblo y oímos a Dios que da respuesta. Contemplamos nuestras situaciones y cómo se resuelven. SILENCIO DE COMPRENSIÓN, DE BÚSQUEDA, DE DAR GRACIAS.

 

Lectura del libro del Éxodo (16,2-4.12-15):

En aquellos días, en el desierto, comenzaron todos a murmurar contra Moisés y Aarón, y les decían: «¡Ojalá el Señor nos hubiera hecho morir en Egipto! Allí nos sentábamos junto a las ollas de carne, y comíamos hasta hartarnos; pero vosotros nos habéis traído al desierto para matarnos a todos de hambre.»
Entonces el Señor dijo a Moisés: «Voy a hacer que os llueva comida del cielo. La gente saldrá a diario a recoger únicamente lo necesario para el día. Quiero ver quién obedece mis instrucciones y quién no.»
Y el Señor se dirigió a Moisés y le dijo: «He oído murmurar a los israelitas. Habla con ellos y diles: «Al atardecer comeréis carne, y por la mañana comeréis hasta quedar satisfechos. Así sabréis que yo soy el Señor vuestro Dios.»»
Aquella misma tarde llegaron codornices, las cuales llenaron el campamento; y por la mañana había una capa de rocío alrededor del campamento. Después que el rocío se hubo evaporado, algo muy fino, parecido a la escarcha, quedó sobre la superficie del desierto.
Los israelitas, no sabiendo qué era aquello, al verlo se decían unos a otros: «¿Y esto qué es?»
Moisés les dijo: «Éste es el pan que el Señor os da como alimento.»

 

GUÍA: Dios da pan y comida al pueblo en el desierto: Maná y codornices. Nos postramos agradecidos ante el hecho y admiramos cómo sacia el hambre de la gente. La providencia de Dios cuida de sus hijos. Pedimos por las necesidades que nos rodean y confiamos en su bondad para el bien de todos. SILENCIO DE CONFIANZA, DE UNIÓN, DE PRESENCIA.

Salmo  Sal 77

R/. El Señor les dio un trigo celeste

Lo que oímos y aprendimos,
lo que nuestros padres nos contaron,
lo contaremos a la futura generación:
las alabanzas del Señor, su poder. R/.

Dio orden a las altas nubes,
abrió las compuertas del cielo:
hizo llover sobre ellos maná,
les dio un trigo celeste. R/.

Y el hombre comió pan de ángeles,
les mandó provisiones hasta la hartura.
Los hizo entrar por las santas fronteras,
hasta el monte que su diestra había adquirido. R/.

 

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (4,17.20-24):

En el nombre del Señor os digo y encargo que no viváis más como los paganos, que viven de acuerdo con sus vanos pensamientos. Pero vosotros no conocisteis a Cristo para vivir de ese modo, si es que realmente oísteis acerca de él; esto es, si de Jesús aprendisteis en qué consiste la verdad. En cuanto a vuestra antigua manera de vivir, despojaos de vuestra vieja naturaleza, que está corrompida por los malos deseos engañosos. Debéis renovaros en vuestra mente y en vuestro espíritu, y revestiros de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios y que se manifiesta en una vida recta y pura, fundada en la verdad.

 

GUÍA: No viváis como los paganos, en vanos pensamientos. Habéis conocido a Cristo y aprendisteis en qué consiste la verdad. Ese reconocimiento de la situación de los Efesios  nos hace pensar en nuestras situaciones. Hemos conocido a Cristo, hemos de vivir conforme él quiere. Que el Espíritu de Dios nos fortalezca y confirme en la fe y en el amor. SILENCIO DE RECONOCIMIENTO PERSONAL, DE VIVEZA EN LA FE, DE FORTALEZA EN LA VIDA.

 

Lectura del santo evangelio según san Juan (6,24-35):

En aquel tiempo, al no ver allí a Jesús ni a sus discípulos, la gente subió a las barcas y se dirigió en busca suya a Cafarnaún.
Al llegar a la otra orilla del lago, encontraron a Jesús y le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo has venido aquí?»
Jesús les dijo: «Os aseguro que vosotros no me buscáis porque hayáis visto las señales milagrosas, sino porque habéis comido hasta hartaros. No trabajéis por la comida que se acaba, sino por la comida que permanece y os da vida eterna. Ésta es la comida que os dará el Hijo del hombre, porque Dios, el Padre, ha puesto su sello en él.»
Le preguntaron: «¿Qué debemos hacer para que nuestras obras sean las obras de Dios?»
Jesús les contestó: «La obra de Dios es que creáis en aquel que él ha enviado.»
«¿Y qué señal puedes darnos –le preguntaron– para que, al verla, te creamos? ¿Cuáles son tus obras? Nuestros antepasados comieron el maná en el desierto, como dice la Escritura: «Dios les dio a comer pan del cielo.»»
Jesús les contestó: «Os aseguro que no fue Moisés quien os dio el pan del cielo. ¡Mi Padre es quien os da el verdadero pan del cielo! Porque el pan que Dios da es aquel que ha bajado del cielo y da vida al mundo.»
Ellos le pidieron: «Señor, danos siempre ese pan.»
Y Jesús les dijo: «Yo soy el pan que da vida. El que viene a mí, nunca más tendrá hambre, y el que en mí cree, nunca más tendrá sed.»

 

GUÍA: Le buscaban porque se habían saciado en la multiplicación de los panes. Jesús se presenta como el verdadero pan del cielo, dado por el Padre. Comamos de ese pan. Saciemos la sed y el hambre con su palabra de vida. Interiorizamos, agradecemos con toda la multitud que desea ese pan. SILENCIO DE ADORACIÓN, DE COMPRENSIÓN, DE BÚSQUEDA.

 

RECOGEMOS NUESTRA ORACIÓN: Una frase nos ayuda a recordarla.

AVIVAMOS NUESTROS SENTIMIENTOS CON FE, ESPERANZA, AMOR.

INVOCAMOS A MARÍA, MADRE Y AMIGA, QUE NOS AYUDE. 

NOS DIRIGIMOS AL PADRE COMO JESÚS: PADRE NUESTRO…

 

CANTAMOS

Tú eres Señor el pan de vida

Tú eres Señor el pan de vida,
Mi vida sin tí, no sería vida,
El pan que yo os daré, ha de ser mi propia carne,
contigo viviré cuando coma de tu pan.....
Aquél que cree en mí tiene la vida eterna,
Si como de tu pan, de tu vida gozaré......
Mi padre quien os da verdadero pan del cielo,
Y la tierra bajó, para el mundo alimentar.....
tú eres señor el pan de vida,
mi vida sin tí no sería vida......
Quien come de tu pan, no padecerá hambre
quien bebe mi sangre,
no tendrá sed jamás,
tú eres señor el pan de vida,
mi vida sin

ti no será vida......

https://www.youtube.com/watch?v=8DGIq7uUczk 

3 comentarios:

  1. "Murmuraban" La oración nos pone ante el hecho de la queja y murmuración. Lo constatamos en nuestra vida y hacemos camino hacia la confianza.

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  2. "Quien come de tu pan no tendrá más hambre " Danos el pan de vida y que recupera nuestras fuerzas y alegría.

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  3. "Quien come de tu pan no tendrá más hambre " Danos el pan de vida y que recupera nuestras fuerzas y alegría.

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