viernes, 19 de diciembre de 2025

EMMANUEL, DIOS CON NOSOTROS

 

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EMMANUEL, DIOS CON NOSOTROS




GUÍA DE ORACIÓN 21-12-25, IV Domingo de Adviento – Ciclo A

 

GUÍA: Nos acercamos a la Navidad, al nacimiento de Jesús en Belén. Seguimos preparando su llegada. El corazón quizás está disperso, enredado en muchas cosas. Hagamos silencio un ratito todos los días para presentarnos al Padre Dios y pedirle que su Hijo llegue a nosotros con paz, alegría, y amor. Veamos la forma de tener preparado el portal del corazón. SILENCIO DE INTERIORIZACIÓN, DE PRESENCIA, DE DISPONIBILIDAD.


 

Lectura del libro de Isaías (7,10-14):

En aquellos días, el Señor habló a Acaz: «Pide una señal al Señor, tu Dios: en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo.»
Respondió Acaz: «No la pido, no quiero tentar al Señor.»
Entonces dijo Dios: «Escucha, casa de David: ¿No os basta cansar a los hombres, que cansáis incluso a mi Dios? Pues el Señor, por su cuenta, os dará una señal: Mirad: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa «Dios-con-nosotros».

 

GUÍA: Pide una señal, dice el Señor a Acaz. Y le da la señal de  Dios con nosotros: Emmanuel. Un niño será la señal y una joven. Acogemos la señal, la contemplamos y nos sentimos acompañados por Dios hecho niño. Belleza, humildad, amor se desprenden de esa contemplación y nos fortalecen en la fe, en la certeza de tanto amor. SILENCIO DE CONTEMPLACIÓN, DE FE, GRACIAS.

 

Salmo

Sal 23,1-2.3-4ab.5-6

R/. Va a entrar el Señor, él es el Rey de la gloria

Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos. R/.

¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes y puro corazón,
que no confía en los ídolos. R/.

Ése recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Éste es el grupo que busca al Señor,
que viene a tu presencia, Dios de Jacob. R/.

 

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (1,1-7):

Pablo, siervo de Cristo Jesús, llamado a ser apóstol, escogido para anunciar el Evangelio de Dios. Este Evangelio, prometido ya por sus profetas en las Escrituras santas, se refiere a su Hijo, nacido, según la carne, de la estirpe de David; constituido, según el Espíritu Santo, Hijo de Dios, con pleno poder por su resurrección de la muerte: Jesucristo, nuestro Señor. Por él hemos recibido este don y esta misión: hacer que todos los gentiles respondan a la fe, para gloria de su nombre. Entre ellos estáis también vosotros, llamados por Cristo Jesús. A todos los de Roma, a quienes Dios ama y ha llamado a formar parte de los santos, os deseo la gracia y la paz de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.

 


GUÍA: Pablo se presenta como siervo de Cristo, anunciador del Evangelio de Dios. Ha recibido el encargo y misión de que los gentiles respondan a la fe.  A todos nos desea gracia y paz. Veamos las palabras más importantes. ¿Qué nos dice cada una, a nosotros, hoy? Haz tu presentación por tu vida, tu forma de actuar. SILENCIO DE COMPRENSIÓN, DE RELACIONARLO CON TU SITUACIÓN, DE RESPUESTA.

 

Lectura del santo evangelio según san Mateo (1,18-24):

El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto.
Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: «José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados.»
Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por el Profeta: «Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa «Dios-con-nosotros».»
Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y se llevó a casa a su mujer.

 

GUÍA: María y José aparecen en escena. María ha recibido a su hijo. José está confuso. Acepta con dificultad, y acoge a María. Lo contemplamos, admiramos la obediencia, disponibilidad al plan de Dios. Los planes de Dios a veces son distintos de los nuestros. SILENCIO DE PRESENCIA AMOROSA, DE CONFIANZA, DE ACEPTACIÓN.

 

RECOGEMOS LOS PENSAMIENTOS, LOS SENTIMIENTOS VIVIDOS. LOS OFRECEMOS AL ESPÍRITU PARA QUE LOS HAGA REALIDAD.

 

INVOCAMOS A MARÍA Y LA ACOMPAÑAMOS EN SU CAMINO HACI BELÉN. HABLAMOS CON ELLA.

 

NOS DIRIGIMOS AL PADRE AGRADECIENDO EL REGALO DE SU HIJO Y CON ÉL DECIMOS PAUSADAMENTE: PADRE NUESTRO…

 

CANTAMOS:

EL PUEBLO GIME DE DOLOR

1    El pueblo gime de dolor, VEN Y SÁLVANOS.

A Dios levanta su clamor, VEN Y SÁLVANOS.

OYE PADRE EL GRITO DE TU PUEBLO

OYE CRISTO, VEN Y SÁLVANOS.

camino
2    El pueblo está en esclavitud, VEN Y SÁLVANOS.

El pueblo clama libertad, VEN Y SÁLVANOS.

3    El pueblo empieza a caminar, VEN Y SÁLVANOS.

Vencida queda la opresión, VEN Y SÁLVANOS.

4    La marcha es dura, ciega el sol, VEN Y SÁLVANOS

Se acerca ya la redención, VEN Y SÁLVANOS.

 

https://www.youtube.com/watch?v=hMV1Y1rvQPM

 

6 comentarios:

  1. Estamos en el cuarto Domingo de Adviento. Llegando casi a Belén. Tomamos conciencia de la venida de Jesús a Belén y a nuestro mundo. Avivemos la fe y la esperanza con el amor encendido en el corazón. Nos unimos a la humanidad que le recibe y también a la que no quiere recibirle. Ofrecemos paz, amor y alegría. Buena semana.

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  2. El pueblo gime de dolor, ven y sálvanos.Acompañamos.

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  3. "Mirad: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa «Dios-con-nosotros». Es la señal que Dios nos da. Preparemos su venida, Dios encarnado, adoramos.

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  4. S 23 "El hombre de manos inocentes y puro corazón, que no confía en los ídolos ese habitará en el monte del Señor." Puro corazón y confianza en el Señor es la llave para entrar. Confiamos Padre, en ti, Purifica nuestro corazón. Oremos.

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  5. Belleza, humildad, amor se desprenden del misterio del verbo encarnado. Nos fortalecen en la fe, en la certeza de tanto amor.

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  6. "No tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. " El ángel se lo dice a José. Él la acoge. Cuesta descubrir la acción de Dios, a veces. Le pedimos nos enseñe a recibirle y a seguir sus planes.

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