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viernes, 22 de febrero de 2019

EL SEÑOR PAGUE


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                                                                      EL SEÑOR PAGUE

                                                                      GUÍA DE ORACIÓN 24-02-19

GUÍA: Un nuevo encuentro contigo, Padre. La vida avanza paso a paso y esta semana te reconocemos de nuevo como Padre, Dios misericordioso. El Señor es compasivo y misericordioso nos dirá la antífona. Queremos sentir tu misericordia, la que ya hemos experimentado y la que esperamos hoy. Tu Espíritu nos cambie el corazón para ser  misericordiosos con los que tenemos alrededor. En la oración danos tu luz y tu salvación. SILENCIO DE LUZ, MISERICORDIA Y CONOCIMIENTO.

Del primer libro de Samuel (26,2.7-9.12-13.22-23):

En aquellos días, Saúl emprendió la bajada hacia el páramo de Zif, con tres mil soldados israelitas, para dar una batida en busca de David. David y Abisay fueron de noche al campamento; Saúl estaba echado, durmiendo en medio del cercado de carros, la lanza hincada en tierra a la cabecera. Abner y la tropa estaban echados alrededor.
Entonces Abisay dijo a David: «Dios te pone el enemigo en la mano. Voy a clavarlo en tierra de una lanzada; no hará falta repetir el golpe.»
Pero David replicó: «¡No lo mates!, que no se puede atentar impunemente contra el ungido del Señor.»
David tomó la lanza y el jarro de agua de la cabecera de Saúl, y se marcharon. Nadie los vio, ni se enteró, ni se despertó: estaban todos dormidos, porque el Señor les había enviado un sueño profundo.
David cruzó a la otra parte, se plantó en la cima del monte, lejos, dejando mucho espacio en medio, y gritó: «Aquí está la lanza del rey. Que venga uno de los mozos a recogerla. El Señor pagará a cada uno su justicia y su lealtad. Porque él te puso hoy en mis manos, pero yo no quise atentar contra el ungido del Señor.»

. GUÍA: David respeta a Saúl, el rey que le persigue para darle muerte. Que el Señor pague a cada uno según su justicia y fidelidad, le dice David. Ponemos en las manos de Dios el derecho y la justicia de nuestras acciones.
Recordamos nuestros pasos y observamos dónde hemos andado bien y dónde mal. El Señor es quien paga toda justicia y fidelidad. SILENCIO DE RECONOCIMIENTO, DE PERDÓN Y PETICIÓN.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (15,45-49):

El primer hombre, Adán, fue un ser animado. El último Adán, un espíritu que da vida. No es primero lo espiritual, sino lo animal. Lo espiritual viene después. El primer hombre, hecho de tierra, era terreno; el segundo hombre es del cielo. Pues igual que el terreno son los hombres terrenos; igual que el celestial son los hombres celestiales. Nosotros, que somos imagen del hombre terreno, seremos también imagen del hombre celestial.

GUÍA: Adán modelo de  ser vivo, Jesucristo modelo de ser espiritual que da vida. Nosotros imagen del ser terreno y también del ser celestial. Adán y Jesús son los cimientos de nuestro origen. Pedimos al Padre su fuerza creadora y transformadora en el Espíritu.
Haznos. Señor, vivientes y espirituales, sembradores del Espíritu de Dios. SILENCIO CREYENTE, ACOGEDOR DEL ESPÍRITU, DADOR DE VIDA.

Del santo evangelio según san Lucas (6,27-38):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «A los que me escucháis os digo: Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os injurian. Al que te pegue en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite la capa, déjale también la túnica. A quien te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames. Tratad a los demás como queréis que ellos os traten. Pues, si amáis sólo a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien sólo a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores lo hacen. Y si prestáis sólo cuando esperáis cobrar, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a otros pecadores, con intención de cobrárselo. ¡No! Amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada; tendréis un gran premio y seréis hijos del Altísimo, que es bueno con los malvados y desagradecidos. Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante. La medida que uséis, la usarán con vosotros.»

GUÍA: Amad a vuestros enemigos. Haced el bien a los que os odian. Tratad a los demás como queréis que os traten a vosotros. Son palabras, un reto par el creyente en Jesús de Nazaret. Nos ponemos en tus manos, Señor. Cura nuestro corazón herido, cura las heridas producidas por el desamor y el odio. Suaviza nuestras relaciones y  conforta el corazón de los que te buscan. Jesús, cambia nuestros sentimientos y nuestro corazón. SILENCIO DE ESCUCHA, DE PERDÓN, Y AMOR COMPRENSIVO

RECOGEMOS LA SÍNTESIS DE LA ORACIÓN. UNA FRASE PARA RECORDAR.

ENCUENTRO, ADORACIÓN, CONFIANZA, FUTURO.

INVOCAMOS A MARÍA, AUXILIADORA DE LA IGLESIA,  DE LOS CRISTIANOS Y DEL MUNDO

NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON LAS PALABRAS DE JESÚS.

CANTAMOS

Amar es darse

Amar es darse a todos los hermanos
uniendo en nuestras manos
el gozo y el dolor;
y al amarnos el mundo se renueva,
la vida siempre es nueva:
siempre es nuevo el amor.

Yo sé, Señor,
que aunque hablara las lenguas del mundo,
aunque todos me llamen profeta,
si no puedo amar, soy solo un rumor.
Yo sé
que sabiendo las ciencias extrañas,
conociendo secretos ocultos,
seré poca cosa si no tengo amor.
Yo sé, Señor,
que aunque tenga una fe tan intensa
que traslade montañas y rocas
de nada me sirve si no tengo amor.
Yo sé
que aunque queme mi cuerpo en las llamas,
aunque todo lo entregue a los pobres,
si no puedo amar es todo ilusión.
Yo sé, Señor,
que la vida imperfecta del hombre,
las palabras y ciencias transcurren
como un ave errante que cruza veloz.
Yo sé
que aunque el tiempo devore la tierra
y el olvido sepulte la historia
en medio de todo perdura el amor.