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viernes, 21 de julio de 2017

SEMILLA Y CIZAÑA

 



GUÍA DE ORACIÓN 23-07-17

GUÍA: La semilla y la cizaña representan el bien y el mal. El bien cae en nuestra tierra y ha de ser acogido, activado. No hay disculpas. El mal también se presenta cada día. Es el dilema que exige respuesta. Todos escogemos entre el bien y el mal. Ser conscientes en cada situación  puede favorecer la mejor elección.
Pero también nosotros cada persona, podemos ser semilla buena o cizaña para la sociedad, para la Iglesia, para la familia, para el grupo de amigos o vecinos. Buscar el bien y actuar según el Espíritu de Dios nos hará semilla buena. SILENCIO DE REFLEXIÓN, DE ELECCIÓN Y PETICIÓN DE AYUDA

Del libro de la Sabiduría (12,13.16-19):

Fuera de ti, no hay otro dios al cuidado de todo, ante quien tengas que justificar tu sentencia. Tu poder es el principio de la justicia, y tu soberanía universal te hace perdonar a todos. Tú demuestras tu fuerza a los que dudan de tu poder total, y reprimes la audacia de los que no lo conocen. Tú, poderoso soberano, juzgas con moderación y nos gobiernas con gran indulgencia, porque puedes hacer cuanto quieres. Obrando así, enseñaste a tu pueblo que el justo debe ser humano, y diste a tus hijos la dulce esperanza de que, en el pecado, das lugar al arrepentimiento.

GUÍA: El poder de Dios es el principio de la justicia y de  la misericordia. Su poder que salva y actúa en todo ser le hace justo y misericordioso para con sus criaturas.
Juzga con moderación y nos gobierna con indulgencia.
Educa nuestro corazón a la misericordia.
Justicia, misericordia, arrepentimiento forman el mosaico del ser humano, cuando se fija en ti.
Reconocemos nuestra situación y reconocemos cuándo llegamos a la misericordia. SILENCIO DE ANÁLISIS, BÚSQUEDA Y PERDÓN

De la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (8,26-27):

El Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad, porque nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables. Y el que escudriña los corazones sabe cuál es el deseo del Espíritu, y que su intercesión por los santos es según Dios.

GUÍA: EL Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad. Él intercede ante el Padre. Nos sentimos acompañados por el Espíritu. El Padre nos revela su amor en Jesús y en el mismo Espíritu.
La oración es tiempo de acogida, de encuentro con Dios uno y trino. La fuerza del Espíritu aviva todo encuentro y relación. Acogemos su presencia. SILENCIO  DE ACOGIDA, PETICIÓN Y DISPONIBILIDAD.

 Lectura del santo evangelio según san Mateo (13,24-43):

En aquel tiempo, Jesús propuso otra parábola a la gente: «El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero, mientras la gente dormía, su enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó. Cuando empezaba a verdear y se formaba la espiga apareció también la cizaña. Entonces fueron los criados a decirle al amo: "Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde sale la cizaña?" Él les dijo: "Un enemigo lo ha hecho." Los criados le preguntaron: "¿Quieres que vayamos a arrancarla?" Pero él les respondió: "No, que, al arrancar la cizaña, podríais arrancar también el trigo. Dejadlos crecer juntos hasta la siega y, cuando llegue la siega, diré a los segadores: Arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo almacenadlo en mi granero."»
Les propuso esta otra parábola: «El reino de los cielos se parece a un grano de mostaza que uno siembra en su huerta; aunque es la más pequeña de las semillas, cuando crece es más alta que las hortalizas; se hace un arbusto más alto que las hortalizas y vienen los pájaros a anidar en sus ramas.»
Les dijo otra parábola: «El reino de los cielos se parece a la levadura; una mujer la amasa con tres medidas de harina y basta para que todo fermente.»
Jesús expuso todo esto a la gente en parábolas y sin parábolas no les exponía nada. Así se cumplió el oráculo del profeta: «Abriré mi boca diciendo parábolas; anunciaré los secretos desde la fundación del mundo.»
Luego dejó a la gente y se fue a casa. Los discípulos se le acercaron a decirle: «Acláranos la parábola de la cizaña en el campo.»
Él les contestó: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del reino; la cizaña son los partidarios del maligno; el enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha es el fin del tiempo, y los segadores los ángeles. Lo mismo que se arranca la cizaña y se quema, así será el fin del tiempo: el Hijo del Hombre enviará sus ángeles y arrancarán de su reino a todos los corruptos y malvados y los arrojarán al horno encendido; allí será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el reino de su padre. El que tenga oídos, que oiga.»


GUÍA: La buena semilla sembrada, se enfrenta con la cizaña. Las dos crecen juntas. El día a día requiere elecciones del bien y respuestas acertadas. La cizaña envuelve a la semilla pero será separada al final de la cosecha.
Pedimos al Espíritu su acción generosa en nosotros y en el campo del mundo. SILENCIO DE TOMA DE CONCIENCIA, COMPROMISO Y CONFIANZA.
SINTETIZAMOS LA ORACIÓN

AGRADECEMOS, PEDIMOS, OFRECEMOS

CON JESÚS NOS DIRIGIMOS AL PADRE: PADRE NUESTRO que está en el cielo…

INVOCAMOS A MARÍA, madre y amiga en el camino.    
   
CANTAMOS
Sois la semilla que ha de crecer,
sois estrella que ha de brillar,
sois levadura, sois grano de sal,
antorcha que ha de alumbrar.
 
Id, amigos, por el mundo
anunciando el amor.
Mensajeros de la vida,
de la paz y el perdón.
Sed, amigos, los testigos
de mi Resurrección
Id llevando mi presencia,
con vosotros estoy.
 
Sois la mañana que vuelve a nacer,
sois espiga que ha de granar,
sois aguijón y caricia a la vez,
testigos que voy a enviar
 
Sois una llama que ha de encender,
resplandores de fe y caridad,
sois los pastores que han de guiar
al mundo por sendas de paz
 
Sois los amigos que quise escoger,
sois palabras que intento gritar,
sois reino nuevo que empieza a engendrar
justicia, amor y verdad.