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viernes, 15 de mayo de 2020

ACLAMAD AL SEÑOR amad al Señor



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ACLAMAD AL SEÑOR

GUÍA  DE ORACIÓN 17-05-20

GUÍA: En el momento de la oración, hablar contigo, Padre y escuchar tu Palabra. Te das a conocer y comunicas nuevo resplandor. Jesús, haz que comprendamos tu voz  y transforme nuestro ser. Limpia toda sombra  y asegura los cimientos de nuestra esperanza. SILENCIO DE ARMONÍA CONTIGO, PADRE,  CON JESÚS Y CON  EL ESPÍRITU.

Del libro de los Hechos de los apóstoles (8,5-8.14-17):

EN aquellos días, Felipe bajó a la ciudad de Samaría y les predicaba a Cristo. El gentío unánimemente escuchaba con atención lo que decía Felipe, porque habían oído hablar de los signos que hacía, y los estaban viendo: de muchos poseídos salían los espíritus inmundos lanzando gritos, y muchos paralíticos y lisiados se curaban. La ciudad se llenó de alegría. Cuando los apóstoles, que estaban en Jerusalén, se enteraron de que Samaría había recibido la palabra de Dios, enviaron a Pedro y a Juan; ellos bajaron hasta allí y oraron por ellos, para que recibieran el Espíritu Santo; pues aún no había bajado sobre ninguno; estaban solo bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo.

GUÍA: Aclamamos tu bondad. Felipe baja a Samaría, predica a Cristo. Va  acompañado de hechos: cura a lisiados, paralíticos y echa a los malos espíritus. Es escuchado y bien recibido. Pedro y Juan van a visitar aquellas ciudades y los confirman en su fe. Oran por ellos, baja el Espíritu Santo. Visualizamos la escena, y recibimos también al Espíritu, juntamente con ellos.  La Palabra, la fe y el Espíritu se hacen presentes, también hoy. Los acogemos y constatamos la alegría y la paz. SILENCIO DE ADMIRACIÓN, PPRESENCIA, AGRADECIMIENTO.

De la primera carta del apóstol san Pedro (3,1.15-18):

QUERIDOS hermanos:
Glorificad a Cristo el Señor en vuestros corazones, dispuestos siempre para dar explicación a todo el que os pida una razón de vuestra esperanza, pero con delicadeza y con respeto, teniendo buena conciencia, para que, cuando os calumnien, queden en ridículo los que atentan contra vuestra buena conducta en Cristo.
Pues es mejor sufrir haciendo el bien, si así lo quiere Dios, que sufrir haciendo el mal.
Porque también Cristo sufrió su pasión, de una vez para siempre, por los pecados, el justo por los injustos, para conduciros a Dios. Muerto en la carne pero vivificado en el Espíritu.

GUÍA: Prontos para dar razón de vuestra esperanza. Nos interrogamos ¿cuál es nuestra esperanza? Cristo ha muerto por nosotros, por nuestros pecados, una vez para siempre. Lo acogemos y recibimos salvación. Como aquellos recibimos la palabra, que como ellos sigamos el camino de los creyentes en Jesús. SILENCIO DE APERTURA, DE ESCUCHA, DE ACCIÓN.

Del santo evangelio según san Juan (14,15-21):

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Y yo le pediré al Padre que os dé otro Paráclito, que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede recibirlo, porque. no lo ve ni lo conoce; vosotros, en cambio, lo conocéis, porque mora con vosotros y está en vosotros. No os dejaré huérfanos, volveré a vosotros. Dentro de poco el mundo no me verá, pero vosotros me veréis y viviréis, porque yo sigo viviendo. Entonces sabréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí y yo en vosotros. El que acepta mis mandamientos y los guarda, ese me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él».

GUÍA: Si me amáis guardaréis mis mandamientos. El amor se demuestra con las obras. Estará con vosotros el Espíritu de la verdad, de su presencia y manifestación. Yo estoy con el Padre, vosotros conmigo y yo con vosotros. Nos dejamos envolver de esa verdad, de su presencia ay manifestación que nos hace libres.  La unión transforma la vida y nos acerca a su ser.  SILENCIO DE FE, MANIFESTACIÓN, CONFIANZA.

RECOGEMOS NUESTRA ORACIÓN. UNA FRASE NOS AYUDA A RECORDARLA.
DAMOS GRACIAS, NOS UNIMOS A LA VOLUNTAD DE DIOS, PERDÓN, Y OFRECIMIENTO.
INVOCAMOS A MARÍA MADRE DE LA FE Y DEL AMOR.
NOS DIRIGIMOS AL PADRE CON LA ORACIÓN DE JESÚS: PADRE NUESTRO
CANTAMOS: