GUÍA: Jesús,
estamos aquí. La semana ha pasado y queremos darnos cuenta de los momentos en
que Tú has estado con nosotros. Gracias. La vida es gracia y Tú la renuevas día
a día. Ahora con el Padre y el Espíritu queremos hacer nuestra oración.
Queremos reconocer vuestro amor y escuchar esa voz que nos habla y nos da vida.
¿Qué quieres de nosotros? SILENCIO DE ENCUENTRO, Y ESCUCHA.
Del libro de los Hechos de los apóstoles (15,1-2.22-29):
En aquellos días, unos que bajaron de Judea se pusieron a
enseñar a los hermanos que, si no se circuncidaban conforme a la tradición de
Moisés, no podían salvarse. Esto provocó un altercado y una violenta discusión
con Pablo y Bernabé; y se decidió que Pablo, Bernabé y algunos más subieran a
Jerusalén a consultar a los apóstoles y presbíteros sobre la controversia. Los
apóstoles y los presbíteros con toda la Iglesia acordaron entonces elegir
algunos de ellos y mandarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé.
Eligieron a Judas Barsabá y a Silas, miembros eminentes entre
los hermanos, y les entregaron esta carta: «Los apóstoles y los presbíteros
hermanos saludan a los hermanos de Antioquía, Siria y Cilicia convertidos del
paganismo. Nos hemos enterado de que algunos de aquí, sin encargo nuestro, os
han alarmado e inquietado con sus palabras.
Hemos decidido, por unanimidad, elegir algunos y enviároslos con
nuestros queridos Bernabé y Pablo, que han dedicado su vida a la causa de
nuestro Señor Jesucristo. En vista de esto, mandamos a Silas y a Judas, que os
referirán de palabra lo que sigue: Hemos decidido, el Espíritu Santo y
nosotros, no imponeros más cargas que las indispensables: que os abstengáis de
carne sacrificada a los ídolos, de sangre, de animales estrangulados y de la
fornicación. Haréis bien en apartaros de todo esto. Salud.»
GUÍA: La Palabra de Dios nos
comunica cómo actuaban los primeros cristianos y las dificultades que tenían en
la transmisión de la fe. Ahora, aquí, en nuestra oración reflexionamos sobre
cómo actuamos nosotros. Ellos consultan a los apóstoles de Jerusalén, la sede
primera. Y se les da la respuesta después de rezar, invocar al Espíritu y
estudiarlo. Nosotros también tenemos dificultades y ponemos el hecho en manos
de Dios, invocando su luz. La Palabra de Dios nos da esa iluminación que necesitamos.
SILENCIO DE CONFRONTACIÓN VIENDO
NUESTRAS DIFICULTADES Y SITUACIONES

Del libro del Apocalipsis (21,10-14.21-23):
El ángel me transportó en éxtasis a un monte altísimo, y me
enseñó la ciudad santa, Jerusalén, que bajaba del cielo, enviada por Dios,
trayendo la gloria de Dios. Brillaba como una piedra preciosa, como jaspe
traslúcido. Tenía una muralla grande y alta y doce puertas custodiadas por doce
ángeles, con doce nombres grabados: los nombres de las tribus de Israel. A
oriente tres puertas, al norte tres puertas, al sur tres puertas, y a occidente
tres puertas. La muralla tenía doce basamentos que llevaban doce nombres: los
nombres de los apóstoles del Cordero. Santuario no vi ninguno, porque es su
santuario el Señor Dios todopoderoso y el Cordero. La ciudad no necesita sol ni
luna que la alumbre, porque la gloria de Dios la ilumina y su lámpara es el
Cordero.
GUÍA: El Apocalipsis presenta
la gloria de Dios en la ciudad santa Jerusalén. Su santuario es el Señor Dios todopoderoso y el cordero. La gloria
de Dios la ilumina y su lámpara es el Cordero, Jesucristo. Una visión de la
gloria. Podemos visualizarla, admirarla y formando parte de la ciudad santa. La
gloria de Dios se manifiesta en sus criaturas y especialmente en la humanidad.
Y Jesucristo es el que da esa gloria y esplendor. SILENCIO ADMIRATIVO, ADORADOR.
Del santo evangelio según san Juan 14,23-29):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «El que me ama
guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en
él. El que no me ama no guardará mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo
no es mía, sino del Padre que me envió. Os he hablado de esto ahora que estoy a
vuestro lado, pero el Defensor, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi
nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he
dicho. La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que
no tiemble vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: "Me voy y
vuelvo a vuestro lado." Si me amarais, os alegraríais de que vaya al
Padre, porque el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que
suceda, para que cuando suceda, sigáis creyendo.»
GUÍA: Jesús sigue hablando con
sus discípulos. El que me ama guardará mi palabra. Mi Padre lo amará, vendremos
a Él y haremos morada en él. Es todo un proyecto de de cómo se lleva a cabo la realización
de la Palabra. Hagamos espacio en nosotros para darnos cuenta de su poder y de
su realidad en nosotros al escucharla y acogerla. Gocemos de ella, de la presencia de Dios Padre, de la actuación del
Espíritu.
PRESENTAMOS nuestra oración y damos
gracias a Dios por su amor.
PETICIONES
PADRE NUESTRO con toda la Humanidad
ESTRELLA Y CAMINO
(Espinosa)
CORO
Estrella y camino, prodigio de amor.
De tu mano, Madre, hallamos Dios.
Todos los siglos están mirando hacia Tí,
todos escuchan tu voz temblando en un sí.
Cielos y tierra se dan en tu corazón,
como un abrazo de paz, ternura y perdón.
CORO
Tú nos lo diste en Belén, en pobre portal,
en tu regazo lo ven el rey y el zagal.
Tú nos lo diste en la cruz, altar de dolor,
muerto en tus brazos está un Dios Redentor.
CORO
Toda la Iglesia con fe eleva un clamor,
puestos los ojos en Tí, la Madre de Dios.
Puente y sendero de amor, sublime misión,
la de traernos a Dios en tu corazón.