LEVÁNTATE
Y COME
GUÍA DE
ORACIÓN 08-08-21, Domingo 19º del
Tiempo Ordinario - Ciclo B
GUÍA: Como Elías, en la oración, comemos y
cogemos fuerzas para el camino. Aquí estamos para conocerte, para alabar tu
nombre y cantar tus beneficios. Tú nos ayudas, nos acompañas y proporcionas los
medios para sobrevivir, para crecer en la fe y en la esperanza. Espíritu de
Dios, ven sobre nosotros, llénanos de tu luz
y tu verdad. SILENCIO DE ILUMINACIÓN, DE VERDAD, DE PETICIÓN.
Lectura
del primer libro de los Reyes (19,4-8):
En aquellos
días, Elías continuó por el desierto una jornada de camino, y, al final, se
sentó bajo una retama y se deseó la muerte: «¡Basta, Señor! ¡Quítame la vida,
que yo no valgo más que mis padres!»
Se echó bajo
la retama y se durmió. De pronto un ángel lo tocó y le dijo: «¡Levántate,
come!»
Miró Elías,
y vio a su cabecera un pan cocido sobre piedras y un jarro de agua. Comió,
bebió y se volvió a echar. Pero el ángel del Señor le volvió a tocar y le dijo:
«¡Levántate, come!, que el camino es superior a tus fuerzas.»
Elías se
levantó, comió y bebió, y, con la fuerza de aquel alimento, caminó cuarenta
días y cuarenta noches hasta el Horeb, el monte de Dios.
GUÍA: Levántate y come. Señor nos das tu
pan y quedamos dispuestos para recorrer el camino. Te bendecimos, te alabamos,
te damos gracias por tus favores y tu presencia. Proclamamos tu grandeza, Me
libraste de todas mis angustias. Sálvame, Señor, que me refugio en ti. El pueblo y cada uno de nosotros,
necesitamos de ti. El dolor nos oprime libéranos del mal. SILENCIO DE
RECONOCIMIENTO, DE SÚPLICA, DE PERDÓN.
R/.
Gustad y ved qué bueno es el Señor
Lectura
de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (4,30–5,2):
No pongáis
triste al Espíritu Santo de Dios con que él os ha marcado para el día de la
liberación final. Desterrad de vosotros la amargura, la ira, los enfados e
insultos y toda la maldad. Sed buenos, comprensivos, perdonándoos unos a otros
como Dios os perdonó en Cristo. Sed imitadores de Dios, como hijos queridos, y
vivid en el amor como Cristo os amó y se entregó por nosotros a Dios como
oblación y víctima de suave olor.
GUÍA: Estáis marcados por el Espíritu Santo
para la liberación final. Sed buenos comprensivos unos con otros. Sois
imitadores de Dios. Lo visualizamos como real para cada uno d ellos creyentes.
Nos sentimos comprometidos junto con el Espíritu en la liberación personal y de
todos. Unidos a Cristo seremos capaces de vivir el amor mutuo y ofrecer su
sacrificio al Padre. SILENCIO DE IDENTIFICACIÓN, DE ESPERANZA, DE UNIÓN.
Lectura
del santo evangelio según san Juan (6,41-51):
En aquel
tiempo, los judíos criticaban a Jesús porque había dicho: «Yo soy el pan bajado
del cielo», y decían: «¿No es éste Jesús, el hijo de José? ¿No conocemos a su
padre y a su madre? ¿Cómo dice ahora que ha bajado del cielo?»
Jesús tomó
la palabra y les dijo: «No critiquéis. Nadie puede venir a mí, si no lo atrae
el Padre que me ha enviado. Y yo lo resucitaré el último día. Está escrito en
los profetas: "Serán todos discípulos de Dios."
Todo el que
escucha lo que dice el Padre y aprende viene a mí. No es que nadie haya visto
al Padre, a no ser el que procede de Dios: ése ha visto al Padre. Os lo
aseguro: el que cree tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Vuestros
padres comieron en el desierto el maná y murieron: éste es el pan que baja del
cielo, para que el hombre coma de él y no muera.
Yo soy el
pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre.
Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.»
GUÍA: Jesús es criticado por los judíos.
Les descubre la necesidad de conocer al Padre y escuchar lo que él dice. Nadie
viene a mí si el Padre no lo atrae. Pedimos este conocimiento, Pedimos la
sencillez de corazón para descubrir al Hijo. Invocamos al Espíritu que nos
eduque en la fe, en la esperanza y en el amor. SILENCIO DE COMPRENSIÓN,
COMPROMISO, SENCILLEZ.
RECOGEMOS
LA ORACIÓN CON UNA FRASE PARA RECORDAR.
PRESENCIA,
PETICIÓN, CONFIANZA, ESCUCHA.
INVOCAMOS
A MARÍA, NUESTRA MADRE, QUE NOS ENSEÑE SU HUMILDE SABIDURÍA.
NOS
DIRIGIMOS AL PADRE, DICIENDO CON JESÚS: PADRE NUESTRO
CANTAMOS
DANOS,
SEÑOR, UN CORAZÓN NUEVO,
DERRAMA
EN NOSOTROS UN ESPÍRITU NUEVO.
1. He
aquí que vienen días,/palabra del Señor,/
en que yo
sellaré con la casa de Israel/una Alianza nueva.
2. Yo
pondré mi ley en el fondo de su ser/y la escribiré en su corazón.
3. Yo
seré su Dios, y ellos serán mi pueblo./
4. Yo les perdonaré todas sus faltas,/no me acordaré más de sus pecados.